Toledo ya tiene una exposición permanente de Alberto Sánchez

Alberto Sánchez (Toledo, 1895 – Moscú, 1962) ya tiene un espacio permanente en el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha de la Colección Roberto Polo (CORPO), de Toledo, donde también se exhiben obras de otros grandes artistas vanguardistas del siglo XX como Kandinsky, Pierre Louis Flouquet, Werner Mannaers, Roberto Caracciolo o Thomas Downing.

Veintidós obras de este escultor, pintor, dibujante, diseñador y escenógrafo al que se considera «padre espiritual» de la primera Escuela de Vallecas, se exponen ya en este museo situado en el antiguo convento de Santa Fe, a escasos metros de la popular plaza de Zocodover. Las obras, fechadas entre 1926 y 1962, son trece dibujos y nueve esculturas que permiten apreciar la singularidad, fuerza y carácter innovador de un trabajo que ha permanecido oculto durante décadas en los almacenes del Museo de Santa Cruz, de Toledo, depositario de las obras y encargado de su custodia y conservación

«La mujer de la estrella», «Maternidad», «Minerva de los Andes» o «Mujer castellana» pueden ser admiradas en este museo, en la sacristía de la antigua iglesia del convento, lo que supone un nuevo capítulo en la relación de Alberto Sánchez con su ciudad de origen y el pago de una deuda histórica desde que su familia donó sus obras al Estado español.

El exilio

Hijo de un panadero, con siete años se empleó como porquerizo y también trabajó como repartidor de pan, aprendiz de herrero, zapatero, y escayolista. En 1907 se trasladó a Madrid con su familia y pudo aprender a leer y escribir. Militante de Juventudes Socialistas, conoció al pintor y caricaturista Francisco Mateos y años más tarde participó en varias exposiciones surrealistas en Madrid. En 1927 creó, junto con Benjamín Palencia, la Escuela de Vallecas, y años más tarde, al comenzar la guerra civil, se alistó en el bando republicano teniendo que exiliarse en Moscú, ciudad a la que el Gobierno republicano le envió en 1938 como profesor de dibujo de los niños españoles exiliados y donde murió y está enterrado.

«Alberto Sánchez. Un camino que conduce a una estrella» es el significativo elegido para esta exposición permanente compuesta por piezas representativas de sus distintas etapas. Obras originales que se suman a la mítica escultura «El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella», que se expuso en el exterior del Pabellón de la República Española en la Exposición Universal de París de 1937 que acogió, entre otras obras, al «Guernica» de Picasso. La escultura de Alberto Sánchez desapareció pero de ella se exhibe una réplica en el exterior del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, institución donde también puede contemplarse el «Guernica».