Medellín

La historia de la camiseta de Nacional que una monja regaló al Papa

Durante visita a Hogares San José, una religiosa le dio una prenda del equipo a Francisco.

Mateo García Agudelo
La hermana Noemí Cadavid estaba detrás del papa Francisco con una camiseta de Atlético Nacional en las manos. Esperaba el momento oportuno para regalársela. Era paciente, pero sabía que esa era la única oportunidad que tenía de entregarle al santo padre la prenda de su equipo amado.
Hacia las 3 p. m., el Papa llegó a Hogares San José, en el barrio Boston del centro de Medellín. Allí lo esperaban 300 niños abandonados y en condiciones desfavorables, algunos religiosos y una camiseta del Atlético Nacional.
Transcurría el acto oficial, todo estaba según lo planeado, el Papa miraba y escuchaba atentamente las dulces y suaves voces de un coro que cantaba para él.
Junto a Francisco, mientras guardaba sus gafas en el estuche, se encontraban Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín, monseñor Armando Santamaría y la hermana Noemí Cadavid, rectora de Hogares San José.
A las espaldas del santo padre uno de sus acompañantes, encargado de la seguridad, preguntó a la hermana cuáles eran sus intenciones con esa camiseta. Ella respondió y la exhibió. El hombre la tocó, intentó llevársela, asegurando que más tarde se la entregaría, pero ese no era el objetivo de la hermana Noemí. Ella quería que el Papa la viera.

Él es muy gozón. Si le dan un alfiler, él lo recibe con agrado, y más viendo que se lo entregó una religiosa

De repente, el sumo pontífice giró y vio a la hermana con la camiseta en la mano. Ella se la enseñó con una sonrisa en el rostro.
─¿Usted juega?, ¿usted es hincha? ─preguntó el Papa con alegría.
─Yo no juego, pero soy hincha de este equipo ─le respondió la hermana, quien no dejó de sonreír, y posteriormente besó la camiseta frente al Papa.
Francisco volvió a dirigir la mirada al coro, que no dejaba de cantar. Tenía una sonrisa, producto del momento que compartió con la hermana.
“Él es muy gozón. Si le dan un alfiler, él lo recibe con agrado, y más viendo que se lo entregó una religiosa”, contó la hermana sobre el momento que compartió con el Papa.
Después de lo que sucedió, Noemí entregó la camiseta a uno de los acompañantes del máximo jerarca de la Iglesia católica. Todos aquellos que presentaron el acto, sonrieron.
La idea de hacerle el regalo a Francisco fue de una de las benefactoras de Hogares San José, quien vio oportuno tener ese detalle aprovechando la afición del Papa hacia el fútbol.
Ella fue quien le pasó la prenda a Noemí, en sus palabras, “sirvió de puente”. Sin embargo, reconoce que es hincha de Nacional a morir. “Aquí el que nos mueve el corazón a nosotros es el Nacional. Es un gran orgullo para nosotros en Medellín que la camisa de Nacional llegue hasta Roma y que la tenga el Papa”, aseguró la religiosa.
La prenda está autografiada por cada uno de los jugadores del club, por lo cual la hermana está convencida de que eso los va a ayudar. Además, aseguró que ahora el ‘rey de copas’ está bendito.
MATEO GARCÍA
Escuela de Periodismo Multimedia de EL TIEMPO

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