La exsenadora Piedad Córdoba rindió testimonio ante la Corte Suprema de Justicia. Lo hizo por las pesquisas que el Alto Tribunal adelantó contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, por supuesta manipulación de testigos y soborno. 

En la comparecencia, la exsenadora Piedad Córdoba aseguró que ninguno de los paramilitares que ella visitó en prisiones de Estados Unidos habló del expresidente Álvaro Uribe. Según dijo, otros fueron los temas tratados. “Yo acababa de recuperar a mi hija después de cinco años de desaparecida y a pesar de todo eso, don Berna (Diego Fernando Murillo Bejarano) me contó a mí cómo fue mi secuestro, cuando me iban a secuestrar y nos contó absolutamente todo, pero él nunca nos habló de Álvaro Uribe, nosotros hablamos del tema de víctimas. Don Berna me dijo que él tenía mucho miedo de que le mataran a los hijos, los hijos ya estaban en Argentina. una hija con el esposo y yo le dije exactamente lo mismo que acabo de referir. Si yo le puedo ayudar, yo le ayudo. Yo viajé a Argentina con la directora de la Casa de la Mujer y yo le dije -independientemente de lo que sea esta gente- que ayudarle para que no le pase nada, eso fue todo. Y eso lo hice yo, no Iván Cepeda, ni nadie más”, aseguró la excongresista. La exsenadora fue secuestrada en 1999 por las autodefensas y duró varias semanas en cautiverio. Tras recuperar la libertad, se exilió en Canadá y luego regresó al país y ocupó una curul en el Congreso de la República. “Doctora, tal vez al final de su declaración indicó que esta abogada Consuelo, la abogada de Don Berna, la había estado buscando usted también recientemente”, le dijo un abogado defensor del expresidente Álvaro Uribe a la excongresista. “Sí, me llamó hace como un mes, lo que pasa es que yo no he estado casi aquí en el país, porque a mí me están amenazando otra vez mucho, entonces yo estoy pasando mucho por fuera”.  "¿Y le alcanzó a indicar para qué era?”, le replicó al abogado. “No, que me quería ver, que me quería abrazar, que yo me había perdido en todo, porque nosotros fuimos, tanto Iván como yo, fuimos muy, pues toda la gente que trabajamos con ella, fuimos muy amables, fuimos capaces de separar una cosa de la otra. ‘¿Sí me entiendes?‘”.  La excongresista agregó: "Y realmente yo tengo que decir que ella ayudó mucho en el tema de víctimas. Es más, nosotros, ella un día, ella es muy tranquila, llegó y dijo: ‘es que Don Berna les quiere decir que les quiere regalar un carro a cada uno’. Yo le dije: ‘No mi amor, gracias’. Para nada,  nosotros no necesitamos eso, además nosotros nunca ni por equivocación, yo personalmente ni a las Farc, ni nunca por equivocación, le recibimos algo a ninguno de las personas con las que estuvimos. Es más, cuando yo fui a Argentina, porque a mí me duele, a mí me duele lo que le pasaba con esos niños, yo tenía una hija desaparecida, cuando yo me fui a comer con la hija de Don Berna y el esposo o el novio, yo misma pagué la cuenta”.

"Y ella me preguntó. Doctora: ‘¿usted cree que yo vuelvo a ver a mi papá?‘ Yo no era capaz de decirle que no, papá puede ser el que sea, pero es el papá... Y yo le dije: ‘claro que lo vas a volver a ver’. Entonces mi amiga, la directora de la Casa de la Mujer, me dijo :‘eh ave María, para qué dijo esa mentira‘ Y entonces le digo que esa muchacha está que se muere... Y su papá y resulta que con el tiempo, al poquito tiempo, le autorizaron la ida a los Estados Unidos a verse con su papá en Miami,  pero todo eso fue parte de las gestiones que nosotros hicimos”. 

Así las cosas, respondió la excongresista, sus labores han sido humanitarias y no políticas y por ello insistió en que, a pesar de su rivalidad política con el expresidente Álvaro Uribe, tiene que ser clara en señalar que los paramilitares extraditados, recluidos en prisiones estadounidenses, jamás se refirieron a él.