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Panorama de este sector educativo en Colombia

Subsisten debilidades en la educación técnica y tecnológica, a pesar de los resultados positivos que se han obtenido en materia de cobertura, calidad y eficiencia en la educación superior, y de los esfuerzos y correctivos introducidos en el sector, en los últimos años.

Redacción El Tiempo
Esta es la conclusión que cita el documento Conpes 3360 que autoriza a la
Nación para contratar empréstitos externos con la banca multilateral,
destinados a financiar el proyecto de 'Fortalecimiento de la educación
técnica y tecnológica en Colombia', antes de mencionar cada punto que los
lleva a emitir el diagnóstico.
El viceministro de Educación Superior, Javier Botero, insistió en que hay
mucho por hacer en este sector y en que la prioridad es mejorar la calidad
de la oferta de programas técnicos y tecnológicos, así como generar 25.000
nuevos cupos y promover la creación de más alianzas estratégicas.
Recordemos que en la visión 2019, el Gobierno plantea llegar al 50 por
ciento en crecimiento de cobertura de la educación superior (23 por ciento
en formación profesional universitaria y 27 por ciento en carreras técnicas
y tecnológicas).
Principales puntos
¿Cuál es la situación en la actualidad? El Conpes cita argumentos en cada
uno de los factores que fueron analizados:
* Inequidad en el acceso de la educación superior, donde la población de
ingresos más altos tiene las mayores tasas de asistencia, tanto en la
educación técnica y tecnológica como en la universitaria.
* Bajas tasas de cobertura bruta en educación: en técnica y tecnológica se
registra un 4,61 por ciento, y en universitaria, un 17,41 por ciento.
Esta última es inferior al promedio de los países latinoamericanos (25 por
ciento) y muy lejana a la que presentaron Estados Unidos, Canadá, Francia,
Australia y Noruega, en 1995.
* El bajo crecimiento de la matrícula de la educación técnica y tecnológica,
incluyendo el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), frente a un aumento
mayor de la educación universitaria, demuestra en parte la preferencia de
los jóvenes por esta última, dado el status socioeconómico que representa su
titulación: en el periodo comprendido entre el año 2000 y el 2004, la
matrícula de la educación técnica y tecnológica aumentó en un 13,6 por
ciento y su participación en el total de la matrícula en la educación
superior disminuyó del 21,4 por ciento al 20,6 por ciento, mientras que en
el mismo periodo, la matrícula registrada en educación universitaria aumentó
cerca del 19 por ciento.
* Falta de pertinencia y calidad, y limitada oferta de la educación técnica
y tecnológica, que no responde a la demanda de recursos humanos del sector
productivo ni a los avances de la ciencia y la tecnología, generando
formación de capital humano con bajas posibilidades de inserción en el
mercado laboral.
* La tasa de desempleo para la población de 21 años y más que terminaron
estudios técnicos o tecnológicos en el 2003 se situó en el 13,09 por ciento,
siendo la más alta en comparación con otros niveles de formación (ver
gráfico).
* Es evidente la concentración de programas técnicos y tecnológicos en
algunas áreas, como economía, administración, contaduría, ingeniería,
arquitectura, urbanismo y afines, los cuales representan el 74 por ciento de
todos los programas académicos de este nivel.
Lo anterior hace que queden excluidos programas pertinentes para el
desarrollo económico del país, como ciencias básicas, biotecnología y
biodiversidad, entre otros.
* Otra realidad es la concentración de la oferta de programas de educación
superior técnica y tecnológica, y universitaria, en tres entes
territoriales: el 58 por ciento de los programas técnicos y tecnológicos y
el 48,1 por ciento de los universitarios son ofrecidos en Bogotá, Antioquia
y Valle, entidades territoriales que concentran el 38 por ciento de la
población entre los 18 y 24 años.
Sólo en Bogotá, el porcentaje de carreras técnicas y tecnológicas llega a 28
por ciento (434 programas técnicos y 418 tecnológicos), mientras que los
universitarios suman 1.000.
* La baja tasa de retención y la alta tasa de deserción. Apenas un 48 por
ciento de los estudiantes que ingresan a la educación superior se gradúa y
algo más del 40 por ciento se retira antes del cuarto semestre, siendo la
tasa de deserción total del 50 por ciento.
* La desarticulación de la educación superior técnica y tecnológica con la
educación media: actualmente, los contenidos de los currículos de estos
niveles de formación no guardan coherencia entre sí, lo que les dificulta a
los estudiantes continuar con sus especializaciones técnicas o tecnológicas
en la educación superior.
* Un elemento más que vale la pena mirar es el de la desactualización e
insuficiente dotación de equipos: esto lamentablemente se presenta en
laboratorios, insumos, bibliotecas e infraestructura técnica y pedagógica
necesaria para el desarrollo de la educación técnica y tecnológica de
calidad, que en todos los casos debe ser acorde con los avances de la
ciencia y la tecnología.
* El bajo nivel de descentralización de las Instituciones de Educación
Superior (IES) adscritas al Ministerio de Educación Nacional. Es una
situación que no ha permitido la adaptación de estas instituciones frente a
las necesidades de las regiones.
Regulación
En Colombia, la educación técnica y tecnológica es regulada por la Ley 749
de 2002, los Decretos 2216, 2566 y 3678 de 2003, y la Resolución 3462 de
2003.
Con la expedición de estas normas, el Gobierno Nacional busca mejorar la
organización, funcionamiento, cobertura, calidad y pertinencia de estas
modalidades, dando claridad al marco legislativo que tenían en la Ley 30 de
1992 y en la Ley 115 de 1994 (Fuente: Documento Conpes 3360, remitido por el
Ministerio de la Educación Nacional).

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