2003 MIS BODAS DE ORO CON MARGARITA - Bienvenidos a la ...
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<strong>MIS</strong> <strong>BODAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>ORO</strong><br />
<strong>CON</strong> <strong>MARGARITA</strong><br />
PASIÓN, VIDA Y <strong>DE</strong>STINO<br />
Carlos Stohr frente al Castillo de Santa Rosa en La Asunción.1953 (Foto:Pedro Seidemann)<br />
CARLOS STOHR<br />
<strong>2003</strong><br />
3
Copyright <strong>2003</strong>. Carlos Stohr<br />
Impreso en Venezue<strong>la</strong><br />
Carlos Stohr<br />
Dibujo de <strong>la</strong> pintora venezo<strong>la</strong>no-alemana<br />
Doris Raecke-<strong>2003</strong><br />
ISBN: 980-12-0520-2<br />
lf: 2522004800230<br />
Ilustraciones: Carlos Stohr (año y # de obra)<br />
Arte: P<strong>la</strong>za Print-Caracas.<br />
Trascripción: Arliana González y Anna Orsi<br />
Corrección final: Olga Negrón de Stohr, “mi cuñada”. Gracias mil.<br />
Diagramación: Julián Sa<strong>la</strong>zar Velásquez. / Julián Sa<strong>la</strong>zar Rodríguez<br />
Diseño de portada: Danie<strong>la</strong> Sa<strong>la</strong>zar Rodrìguez.<br />
Obra pictórica de portada: “Amanecer tiranero”. Acuare<strong>la</strong>. Carlos Stohr. 2004<br />
4
<strong>CON</strong>TENIDO<br />
PRESENTACIÓN............................................................................. 6<br />
<strong>DE</strong>DICATORIAS.............................................................................. 7<br />
AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTO ESPECIAL.................................................... 9<br />
PALABRAS <strong>DE</strong>L AUTOR................................................................ 11<br />
<strong>MIS</strong> HÉROES <strong>DE</strong>L PASADO Y EN EL PRESENTE....................... 15<br />
GENERALIDA<strong>DE</strong>S.......................................................................... 25<br />
ALGO SOBRE <strong>MIS</strong> DIBUJOS......................................................... 33<br />
LA PROCE<strong>DE</strong>NCIA EUROPEA Y LA LLEGADA A<br />
VENEZUELA................................................................................... 41<br />
LA <strong>MARGARITA</strong> <strong>DE</strong> DON HERÁCLIO NARVÁEZ.1950............ 51<br />
LA ISLA EN LOS AÑOS SESENTA. 1960...................................... 71<br />
LA DÉCADA <strong>DE</strong> LOS SETENTA.................................................... 91<br />
<strong>DE</strong>SPUÉS <strong>DE</strong> 1980. ........................................................................ 117<br />
ANÉCDOTAS.................................................................................. 131<br />
SUGERENCIAS Y EL MENSAJE FINAL....................................... 149<br />
EN FIN............................................................................................. 158<br />
GLOSARIO...................................................................................... 159<br />
HIPOCORÍSTICOS.......................................................................... 160<br />
CRONOLOGÍA <strong>DE</strong>L AUTOR.......................................................... 161<br />
5
PRESENTACIÓN <strong>DE</strong> UN REGALO <strong>DE</strong> <strong>BODAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>ORO</strong><br />
Este libro que usted, amigo lector, actualmente tiene en sus manos, es el regalo de<br />
cincuenta años del enamoramiento de Carlos Stohr con <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> de Margarita. Aquí está<br />
p<strong>la</strong>smada <strong>la</strong> más hermosa demostración del espíritu creador que aporta obras útiles a <strong>la</strong><br />
humanidad cuando dispone de un profundo sentimiento de hermandad y solidaridad. Y el<br />
resultado de esto es lo que usted encontrará en cada una de sus páginas. Al pasearte por su<br />
contenido tendrás <strong>la</strong> satisfacción de haber nutrido un poco más tu percepción de <strong>la</strong><br />
margariteñidad, que te permitirá disfrutar de detalles, que tal vez, a veces pasan<br />
desapercibidos ante tus ojos o ya han desaparecido de nuestra is<strong>la</strong>.<br />
En este regalo de Bodas de Oro, <strong>la</strong> pluma y el pincel del autor trazan un retrato<br />
hiperrealista de nuestras costumbres, de nuestra forma de ser y de nuestra cotidianidad;<br />
que junto con los hitos cronológicos que transcurren desde su infancia y juventud, en aquellos<br />
tenebrosos años de <strong>la</strong> gran guerra europea, su llegada al país y el amor a primera vista y<br />
eterno noviazgo con <strong>la</strong> Per<strong>la</strong> del Caribe Mar, hasta los días actuales, hoy le permiten hacer<br />
entrega de esta obra que combina con anécdotas,vivencias y hechos históricos. Todo esto<br />
magistralmente ilustrada con su creación plástica de reconocido pintor y dibujante y narrada<br />
con su prosa amena y ligera. En su producción artística, el autor retrata con hondo detalle<br />
toda <strong>la</strong> idiosincrasia de lo margariteño. Su pasión por resaltar lo nuestro es admirable y <strong>la</strong><br />
profundidad del contenido de sus dibujos lo sentirá en el corazón, cuando su mirada se pose<br />
sobre cada uno de los paisajes, pueblitos, pescadores, conuqueros, p<strong>la</strong>yas, personajes, calles,<br />
casas y ambientes rurales, fotografías del ayer y recuerdos y más recuerdos de <strong>la</strong> Margarita<br />
actual y de <strong>la</strong> Margarita que se nos fue. Todo ello envuelto en una atmósfera que guarda un<br />
inmenso paralelismo y simil con <strong>la</strong> obra literaria de Cheguaco, el siempre recordado escritor<br />
costumbrista de Margarita.<br />
Este es un libro para leer con el corazón y para disfrutar con <strong>la</strong> vista, para reflexionar<br />
y contemp<strong>la</strong>r el contenido de <strong>la</strong> obra plástica de Carlos, que va desde sus recuerdos de<br />
infancia en su añorada Praga, hasta su arribo a Venezue<strong>la</strong> y su compenetración y devoción<br />
por el encanto y luminosidad del terruño insu<strong>la</strong>r, donde se refleja el orgullo de cantarle a<br />
nuestra idiosincrasia.<br />
La Editorial Fundación Cheguaco, como testimonio del cumplimiento de su misión<br />
de contribuir a divulgar <strong>la</strong> obra de escritores margariteños, especialmente de Tacarigua,<br />
considera de especial interés auspiciar <strong>la</strong> publicación de esta valiosa obra de nuestro paisano<br />
checo-tacarigüero, Carlos Stohr, Hijo Adoptivo de nuestro Municipio Gómez y de Antolín<br />
del Campo y Patrimonio Cultural Viviente de Margarita, a quien le ha brotado de su alma<br />
para ofrendarlo como un regalo a <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> y a su gente, por su devoción por nuestro terruño,<br />
quien con pasión, amor y tenacidad lo expresa por medio de su prosa y de sus dibujos.<br />
Estoy seguro que esta obra le despertará una hermosa emoción, igual como lo hacen<br />
los versos y <strong>la</strong>s canciones de los poetas margariteños; y es que Carlos, además de haberse<br />
ganado el título de Cronista Gráfico de Margarita, a partir de ahora se ha convertido en el<br />
Poeta Gráfico de nuestra Is<strong>la</strong>.<br />
6<br />
Julián Sa<strong>la</strong>zar Velásquez.
<strong>DE</strong>DICATORIAS<br />
No podría ser, que yo no dedicara especialmente esta obra a Margarita, <strong>la</strong><br />
Per<strong>la</strong> del Caribe Mar.<br />
Por mi parte, reconozco que me escapo para Margarita no sólo para estar en<br />
La Restinga, bañarme en Punta Arenas, contemp<strong>la</strong>r los cerros o los oleajes y<br />
disfrutar <strong>la</strong>s puestas del sol, sino para convivir con el margariteño, un personaje<br />
sencillo abierto y sincero, al cual incluyo en esa dedicatoria. Margarita ¡qué<br />
alivio! - ¡que bendición!<br />
También merecen dedicación mis familiares más cercanos, quienes por<br />
décadas saltan conmigo hacia el “Año Nuevo”; por cierto desde una sil<strong>la</strong> y<br />
con doce uvas en mano. Desde 1973 todos pasamos <strong>la</strong>s Navidades en Margarita;<br />
mis hijos Martín, Niels, Diana y Karina; en fechas recientes también mis nietos<br />
Carlos José y Martín Antonio y ahora una chama recién nacida, Isabe<strong>la</strong>, <strong>la</strong><br />
actual reina y centro de atención familiar; conforme lo fue por catorce años<br />
mi prima C<strong>la</strong>udia, por haber sido <strong>la</strong> bebé en su tiempo. Tanto los hijos de<br />
C<strong>la</strong>udia como también mi hermano Tomás con Olga, su señora, residían por<br />
un tiempo en Margarita....<br />
Y especial respeto y dedicación merece con todo el amor mi esposa Karen,<br />
una consecuente residente de tres meses anuales en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> y con quien espero<br />
que Dios y <strong>la</strong> Virgen me permitan celebrar mis <strong>BODAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>ORO</strong> en 2008.<br />
Los Stohr-Fossing en 1983: Niels,<br />
Karen, Martín, Diana,Carlos y Karina<br />
7
Juan Griego y <strong>la</strong> Bahía de <strong>la</strong> Galera. 1954<br />
Del libro “Venezue<strong>la</strong>” 2da Edic. por el Ministerio de Fomento Dirección de Turismo. 1955<br />
8
AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTO ESPECIAL<br />
Antes de cualquier otra mención, vayan mis sinceras pa<strong>la</strong>bras de<br />
agradecimiento a <strong>la</strong> Editorial Fundación “Cheguaco” por <strong>la</strong> gentil publicación<br />
de este libro y reitero mi admiración y respeto por ese noble gesto al dar<br />
continuidad divulgadora a todo aquello que tiene que ver con <strong>la</strong>s obras de<br />
nuestro querido Cheguaco.<br />
Aprovecho para expresar un profundo reconocimiento a Venezue<strong>la</strong> y en<br />
especial mi Margarita querida, por esa acogida incondicional y poder vivir<br />
con plena libertad; por haber tenido <strong>la</strong> oportunidad de educarme en un liceo<br />
público y en <strong>la</strong> Universidad Central de Venezue<strong>la</strong>. En mi calidad de inmigrante<br />
proveniente del Viejo Continente aprecio ese privilegio recibido, lo sé valorar<br />
y me motiva para usar parte de mi tiempo para <strong>la</strong>s causas sociales del país y<br />
así considerarme útil. Siempre estaré a <strong>la</strong> orden para lo que esté a mi alcance.<br />
En Margarita me siento en deuda con varias personas con quienes en su<br />
tiempo mantuve trato, <strong>la</strong>s cuales cayeron ahora en anonimato involuntario,<br />
pero siguen presentes en gratos recuerdos.<br />
Una vez más expreso mi agradecimiento al desaparecido Cheguaco por<br />
haberme aceptado como compañero en sus rutas costumbristas margariteñas.<br />
No tengo pa<strong>la</strong>bras para ello.<br />
Finalmente necesito agradecer todo apoyo recibido de Pedrito Bellorín, el<br />
hombre grande de <strong>la</strong> radio, en su calidad de conocedor y divulgador de todo<br />
“lo nuestro” en Margarita. Hemos cultivado una co<strong>la</strong>boración y apoyo mutuo<br />
en diferentes áreas.<br />
9
El Autor con su Ford “A” año 1931 y el loro amarillo “Jóvito” sobre su hombro,<br />
durante un programa televisado “ASÍ ES MI TIERRA” del santanero<br />
Luis Brito Arocha y los Hnos. Rodríguez (1979).<br />
10
Mercado de Por<strong>la</strong>mar en 1979<br />
PALABRAS <strong>DE</strong>L AUTOR<br />
11
PALABRAS <strong>DE</strong>L AUTOR<br />
Me considero muy afortunado porque el destino me trajo a Margarita en<br />
1953. Fue amor a primera vista. Es más, se convirtió en <strong>la</strong> terapia que yo<br />
necesitaba para alejar y hasta borrar los desagradables recuerdos de <strong>la</strong>s<br />
experiencias vividas en Europa durante y después de <strong>la</strong> Segunda Guerra<br />
Mundial. Margarita todavía sigue siendo <strong>la</strong> agradable alternativa en mi vida;<br />
<strong>la</strong> que calma esos nervios maltratados por el trabajo profesional que escogí en<br />
<strong>la</strong> Gran Capital. Recuerdo desde luego con agrado, los tiempos de <strong>la</strong> Caracas<br />
de los techos rojos, pueblo grande y simpático que conocí en 1948 y cuya<br />
sorpresiva transformación total, viví. Puesto que el ambiente lo hace <strong>la</strong> misma<br />
gente, no culpo al Ávi<strong>la</strong> por <strong>la</strong> complicada convivencia; de hecho es un<br />
fenómeno presente en toda metrópoli. Eso da lugar para que <strong>la</strong> gente busque<br />
salidas periódicas del tumulto; se alejen del trabajo rutinario agotador y se<br />
vayan para el campo, para <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya y a <strong>la</strong>s montañas.<br />
Así me integré plenamente al medio insu<strong>la</strong>r; me gustó. Con <strong>la</strong> costumbre<br />
de hacer apuntes espontáneos de lo que me parece interesante, logré asentar<br />
con el pasar de los años, recuerdos que significan mucho para mí. Cuál no<br />
sería mi sorpresa, que es ahora cuando estos apuntes se han convertido en una<br />
crónica gráfica fehaciente de los tiempos de <strong>la</strong> Margarita de antes, esa Margarita<br />
humilde y sencil<strong>la</strong> que llevaba una vida austera, sincera y muy religiosa, con<br />
señales de pocas variantes por décadas y hasta siglos. La Is<strong>la</strong> poseía un peculiar<br />
encanto que abrazaba a poetas, conquistaba a pintores y seducía a viajeros. La<br />
gente trasmitía un trato simplemente agradable. Vivían ajenos a los efectos<br />
contaminantes de <strong>la</strong> nueva civilización interesada, <strong>la</strong> cual como tentáculos de<br />
un pulpo invadían gradualmente los lugares vírgenes de cualquier región.<br />
Inevitablemente también esto tenía que alcanzar a Margarita algún día, y<br />
llegó después de los años 1970 con <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación del régimen del Puerto<br />
Libre.<br />
Bajo <strong>la</strong> consigna “progreso” este cambio comenzó a notarse más que todo<br />
en Por<strong>la</strong>mar, apareció más gente, más comercios y más movimiento en el mismo<br />
espacio. Esta nueva situación requería desde luego un ordenamiento y es así<br />
como me he dado a <strong>la</strong> tarea por radio y prensa de alertar sobre ciertos males<br />
que pudieran acarrear los comportamientos ciudadanos cuando se muestran<br />
indiferentes ante estos nuevos fenómenos. El progreso trae muchos beneficios<br />
y ventajas pero requiere, sin duda, una atención especial a los agentes<br />
contaminantes y destructores del medio ambiente y dentro de este renglón cae<br />
el turismo. La ciudad de Por<strong>la</strong>mar se ha convertido en una metrópolis comercial<br />
moderna, impactante, con edificios, hoteles, y avenidas, incorporada al turismo<br />
12
internacional. Juan Griego por su <strong>la</strong>do quedó con los comercios popu<strong>la</strong>res, <strong>la</strong><br />
mercancía económica.<br />
Poco a poco comenzaron a aparecer ciertas infraestructuras turísticas en<br />
<strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas más concurridas. El resto de <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> no ha sufrido mayores cambios<br />
en su fisonomía; tal vez l<strong>la</strong>ma <strong>la</strong> atención <strong>la</strong> vestimenta más actualizada de <strong>la</strong>s<br />
mujeres jóvenes y <strong>la</strong> presencia de un mayor número de vehículos.<br />
En lo que a mí respecta, me siento muy feliz y contento en Margarita, <strong>la</strong><br />
“Per<strong>la</strong> del Caribe Mar”. Aquí dispongo todavía de nutridos motivos para pintar.<br />
Escribo mis artículos para <strong>la</strong> prensa local y <strong>la</strong>s demás actividades resultan de<br />
utilidad comunitaria. No me dormiré sobre los <strong>la</strong>ureles ya que queda mucho<br />
por hacer, y se hará.<br />
Exposición.<br />
Casa de <strong>la</strong> Cultura.<br />
Tacarigua<br />
13<br />
Carlos Stohr conCheguaco.<br />
Exposición en <strong>la</strong> UDO.<br />
Universidad de Oriente.<br />
Guatamare. 1986.
El Puerto de Por<strong>la</strong>mar. 1953.<br />
Vista al Faro desde un pequeño muelle frente el Hotel Tropical<br />
(Foto: Pedro Seidemann)<br />
Calle La Marina. Por<strong>la</strong>mar. 1953 (Foto: P.Seidemann)<br />
14
Pescadores en Manzanillo. 1982<br />
<strong>MIS</strong> HÉROES <strong>DE</strong>L PASADO<br />
Y EN EL PRESENTE<br />
UN RESÚMEN <strong>DE</strong> AGRA<strong>DE</strong>CIMIENTOS A LOS<br />
AMIGOS <strong>DE</strong>L CAMINO<br />
15
<strong>MIS</strong> HÉROES <strong>DE</strong>L PASADO Y EN EL PRESENTE<br />
Es una gran verdad, que con el transcurrir de <strong>la</strong> vida aparecen personas que<br />
resultan influyentes y determinantes en el destino de uno. Son ellos en realidad<br />
los verdaderos héroes y cada individuo cuenta con los suyos en particu<strong>la</strong>r.<br />
Doy mis gracias:<br />
- Al Padre Joschko en el Colegio Don Bosco en Valencia por haberme<br />
aceptado en el internado, cuando recién llegados a Venezue<strong>la</strong>, nuestras<br />
condiciones económicas no eran muy favorables. (Enero 1948)<br />
- Al Br. Martín Suárez, director del Liceo Simón Bolívar en San Cristóbal,<br />
quien me permitió pasar <strong>la</strong> Nochebuena de 1948 en su seno familiar al<br />
encontrarme ese día solo en aquel internado.<br />
- A <strong>la</strong>s familias Anselmi y Chuecos, a los estonianos Oolo y a los húngaros<br />
Puky en San Cristóbal, a los alemanes Strenge y a <strong>la</strong> familia Rode en Santa<br />
Ana, donde fui aceptado con cariño durante mi estancia sin parientes en el<br />
Táchira. En Julio 1951 me gradué de bachiller y me tras<strong>la</strong>dé a Caracas para<br />
seguir <strong>la</strong> carrera de ingeniería en <strong>la</strong> UCV. Al c<strong>la</strong>usurarse ésta, comencé a trabajar.<br />
- A <strong>la</strong> Sra. Zimmermann, quien me consiguió un puesto de oficinista en el<br />
Banco Ho<strong>la</strong>ndés Unido. El banco se encontraba de Sociedad a San Francisco,<br />
es precisamente allí donde conocí a Fucho Tovar en 1951. Trabajamos en <strong>la</strong><br />
misma oficina, escritorios frente a frente, él en información bancaria y yo en<br />
valores. Por cierto, Fucho me firmó <strong>la</strong> carta de recomendación para optar por<br />
<strong>la</strong> nacionalidad venezo<strong>la</strong>na y me sugirió pasar <strong>la</strong>s vacaciones en Margarita,<br />
como en efecto lo hice en 1953 en compañía de mi amigo y paisano checo<br />
Pedro Seidemann, quien en <strong>la</strong> actualidad se desempeña como alto ejecutivo en<br />
el ramo siderúrgico y en proyectos industriales. Además, Pedro es miembro<br />
internacional de los radio-aficionados con cargos directivos en <strong>la</strong> presidencia<br />
o como secretario – región 2 – una organización mundial de carácter voluntario.<br />
Por estos años practicaba deportes a diario –los saltos ornamentales en <strong>la</strong><br />
Escue<strong>la</strong> Militar o en el Circulo Militar-- gracias a <strong>la</strong>s gestiones desinteresadas<br />
de mi amigo y rival deportivo Eduardo Fereda. Pero los deportes no<br />
proporcionan un futuro prometedor, así que mi carrera universitaria <strong>la</strong> debo a<br />
mi amigo y paisano Harry Osers quién insistía tajantemente para que terminara<br />
mis estudios. Para esa época yo trabajaba como topógrafo, conocimientos<br />
adquiridos en un curso dictado por Luis Gómez de <strong>la</strong> Vega en <strong>la</strong> Creole (todavía<br />
en <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za Morelos y luego en Los Chaguaramos); con él realicé muchos<br />
trabajos y aprendí a trabajar por mi cuenta. En 1963 el ingeniero yugos<strong>la</strong>vo<br />
16
Carlos Stohr, salto ornamental desde un barco en Araya<br />
Fachada del Banco Ho<strong>la</strong>ndés Unido. Caracas<br />
Fotografías del libro “ASÍ ES CARACAS” (1952)<br />
Publicación. de “El mes Financiero y Económico de Venezue<strong>la</strong><br />
17
Fucho me firmó <strong>la</strong> carta de recomendación para<br />
hacerme ciudadano venezo<strong>la</strong>no en 1953.<br />
Horvat me empleó en el IAN, pasé en 1964 a <strong>la</strong> Contraloría Interna con el Dr.<br />
Baduy donde me desempeñé por siete años como jefe de zona de Oriente.<br />
Don Carlos Klemprer me contrató en 1964 como persona de confianza para<br />
trabajar urbanismo en <strong>la</strong> zona de La Trinidad en Caracas. Así comenzó mi<br />
período de 39 años en el p<strong>la</strong>neamiento y <strong>la</strong> construcción como director técnico<br />
de <strong>la</strong>s urbanizaciones Sorokaima, Las Esmeraldas, La Tahona y <strong>la</strong>s diferentes<br />
fases de Las Granjerías; manteniendo presencia casi semanal con Margarita.<br />
-Gracias de nuevo a Cheguaco y a <strong>la</strong> “Fundación Cheguaco” por honrarme<br />
al ilustrar con un total de 286 dibujos, seis de sus libros sobre tradiciones y<br />
18
costumbres margariteñas, por considerarme tacarigüero y amigo, por haberme<br />
propuesto como el Cronista Gráfico de Margarita; así como para hacerme<br />
miembro del Círculo de Escritores, Seccional Nueva Esparta.<br />
-Verdaderamente grandioso resultó<br />
para mí, que Charo Rosa Acosta me<br />
incluyera en su Diccionario<br />
Margariteño-biográfico-geográfico e<br />
histórico. Asimismo tengo muy<br />
presente que Fabrizia Mariani no se<br />
olvidara de mí en el Cuaderno<br />
Regional de Artes Plásticas de <strong>la</strong><br />
Galería GALPÓN.<br />
-Gran felicidad experimenté por<br />
los nombramientos de Hijo Adoptivo<br />
otorgados por el Concejo de Gómez<br />
y luego por <strong>la</strong> Alcaldía de Antolín del<br />
Cheguaco<br />
Campo; en especial por <strong>la</strong><br />
designación como “Patrimonio<br />
Cultural Viviente” en un acto en <strong>la</strong> Casa Natal del Prócer Manuel Plácido<br />
Maneiro en Pampatar. Espero que Dios me conceda <strong>la</strong> salud para seguir<br />
ade<strong>la</strong>nte.<br />
Fucho Tovar Charo Rosa Acosta<br />
19
Inocente Carreño<br />
Pedro Rivero Nuñez<br />
Lipe Natera W.<br />
-Me siento privilegiado por haber conocido personalmente a personajes<br />
popu<strong>la</strong>res y del intelecto regional como lo son o fueron: el maestro Subero,<br />
Charo Rosa Acosta, Modesta Bor, el maestro Inocente Carreño, Dennis Bourne,<br />
Felito Gómez, Monchito Borra, Don Heraclio Narváez Alfonzo, Chico Toño<br />
Mata, Lipe Natera, Pablito Romero, Pedro Rivero, Perucho Aguirre, el<br />
maestro Beto Valderrama, Jesús Ávi<strong>la</strong>, Rafael Sa<strong>la</strong>zar el músico, Miguel Rivera,<br />
José Ramón Vil<strong>la</strong>rroel, Cheguaco, Chucho Indriago, Don Lucho Vil<strong>la</strong>lba,<br />
Don Antonio Reina, el Dr. Raimundo Verde Rojas, Fucho Tovar, Luis Brito<br />
Arocha, José Ramón Hernández, Bucho Hernández, el Dr. Emiro Marcano<br />
Maza, Hernán El Tacarigüero, el maestro Vásquez Brito, Pedro Tolú, Gacho,<br />
Cachicato, Doña Elba, Don Fernando Cervigón, Chelías Vil<strong>la</strong>rroel, Garganta<br />
de Oro, Pedrito Bellorín, el poeta Panchito Lares, el maestro “Cirio” Rosas<br />
Marcano, Cheché Marcano Rosas, el maestro Luis Beltrán Pietro, para citar<br />
los a todos con su nombre popu<strong>la</strong>r. También incluyo a los pintores, los propios<br />
del oficio de <strong>la</strong> pesca, carpinteros de ribera, poetas, músicos y hasta<br />
20
algunos políticos, en fin <strong>la</strong> gama completa que integra <strong>la</strong> “margariteñidad” y si<br />
dejé de nombrar a algunos, no es por falta de aprecio.<br />
En fin, gracias a todos ellos por el apoyo moral y soporte recibido. Gracias<br />
por los estímulos por radio y prensa, por los homenajes y reconocimientos,<br />
gracias a Margarita y a su gente por esos ratos amenos como un importante y<br />
significativo capítulo en mi vida.<br />
El Maestro Beto<br />
Pedrito Bellorín<br />
Jesús Avi<strong>la</strong><br />
Victor Aumaitre Maneque “Garganta de Oro”<br />
21<br />
Doña Elba S.
Vasquez Brito Mundo Verde Rojas<br />
Lucho Vil<strong>la</strong>lba V. L.B. Prieto Figueroa<br />
22
Apuntes en el mercado de pescado (#1778)<br />
23
Preparando cocadas (# 2710/3)<br />
24
“Las muchachas de mi tierra” canta Manolo Monterrey con <strong>la</strong> Billo´s ( # 2071)<br />
GENERALIDA<strong>DE</strong>S<br />
25
GENERALIDA<strong>DE</strong>S<br />
No cabe duda de que los graves problemas sociales dejados por <strong>la</strong> Segunda<br />
Guerra Mundial en Europa sembraron señales de horror a todos los niveles, lo<br />
que provocó emigraciones masivas con destinos desconocidos. Prácticamente<br />
todos estaban sin recursos y sólo contaban con <strong>la</strong> esperanza de salir de aquello.<br />
Para usar términos actuales, <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción quedó estresada y padecía una<br />
profunda depresión colectiva.<br />
Estos emigrantes procedentes de Europa tenían algo en común. Habían<br />
perdido todo menos su “acento de musiú” como decían los criollos. En <strong>la</strong><br />
realidad perdieron todo menos su “formación” y esto fue su gran dote.<br />
Practicaban una cultura <strong>la</strong>boral franca, sin excusas ni condicionamientos,<br />
cumpliendo cabalmente <strong>la</strong>s tareas asignadas. Respetaban <strong>la</strong> hora y no<br />
practicaban el ausentismo <strong>la</strong>boral.<br />
Todos comenzaron desde <strong>la</strong> nada y<br />
poco a poco lograron su prosperidad.<br />
Llegaron a Venezue<strong>la</strong> en busca de una<br />
nueva patria y los que se quedaron <strong>la</strong><br />
consiguieron. La disfrutan con plena<br />
libertad, a pesar que se dice<br />
universalmente hab<strong>la</strong>ndo, que el que se<br />
aleja de su terruño por un tiempo <strong>la</strong>rgo,<br />
deja de ser el propio entre los suyos y<br />
nunca será plenamente aceptado por los<br />
nuevos. Algo hay de eso entre los seres<br />
humanos, pero en Venezue<strong>la</strong> no se<br />
notaban actitudes raciales agresivas en<br />
mis tiempos y se gozaba de buena<br />
convivencia.<br />
Debo admitir que a mi llegada a<br />
Venezue<strong>la</strong> conseguí una sociedad con<br />
San Cristobal en 1948. Carrera 12.<br />
costumbres muy distintas a mi formación checa en Praga. El idioma también<br />
era otro, sin embargo aprendí a dominar el español rápidamente ya que hab<strong>la</strong>ba<br />
bien el francés. Por cierto en Valencia, luego en San Cristóbal y por último en<br />
Caracas, notaba que todo era nuevo para mí, pues en <strong>la</strong>s ciudades resaltaba <strong>la</strong><br />
dependencia e influencia comercial de los Estados Unidos. Se vendían el Chicle<br />
Adams, <strong>la</strong> Coca-Co<strong>la</strong>, el caramelo Salvavidas, <strong>la</strong> leche en polvo, los carros<br />
Ford, Dodge y Chevrolet... Digamos más bien, los productos “Made in USA”.<br />
El aire que percibía no se asemejaba a los sonidos anglosajones ni es<strong>la</strong>vos.<br />
26
Ahora pisaba tierra <strong>la</strong>tina, un concepto diferente de vida. En Caracas observé<br />
que <strong>la</strong> gente de bien exhibía una formación inglesa o francesa y los profesionales<br />
se graduaban en el MIT, en Harvard o en Cambridge. La existencia de clubes,<br />
canchas de tenis, el whisky seco sobre hielo (on the rocks), los teatros, los<br />
tranvías, <strong>la</strong> venta de agua potable entre otros demostraban <strong>la</strong> presencia del<br />
progreso con influencias internacionales.<br />
Caracas 1940. Los Tranvías.<br />
Dibujo de una foto del diario.<br />
El Universal. 24-1-1984<br />
Algunos cigarrillos nacionales<br />
Caracas vieja, por San Lázaro. La Pastora. Esquina de Alcaba<strong>la</strong>.<br />
27
En <strong>la</strong>s ciudades se hizo sentir <strong>la</strong> modernización, pero en el interior del país,<br />
en los pueblitos, en los campos, así como en Margarita, el modus vivendi<br />
presentaba una cara con escasos cambios por siglos.<br />
Esa gente sencil<strong>la</strong>, humilde, autosuficiente en muchos renglones, austera y<br />
fundamentalmente religiosa, practicaba en el fondo una vida de buenas<br />
costumbres, con mucho respeto a sus tradiciones y de sanos procederes; a<br />
pesar que disponían de poca o ninguna escue<strong>la</strong>.<br />
Recuerdo que en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> el trato con el “Ñero” era sincero, abierto y sin<br />
maldad ni con intenciones ventajistas, muy atento y cortés. Las necesidades<br />
del pueblo estaban c<strong>la</strong>ramente a <strong>la</strong> vista. Padecían una constante escasez de<br />
agua potable, <strong>la</strong> ausencia y fal<strong>la</strong> de <strong>la</strong> luz eléctrica, pocas vías y carreteras<br />
comunicaban los pueblos, y también se marcaba <strong>la</strong> falta de fuentes de trabajo.<br />
Las quincal<strong>la</strong>s hacían <strong>la</strong>s veces del abasto y proporcionaban pocos alimentos<br />
foráneos. Los campesinos caminaban entre tunas y cardones “como perro por<br />
su casa”. Los pescadores “oril<strong>la</strong> e’ mar” hacían vida en sus rancherías de madera,<br />
<strong>la</strong>s techaban con hojas de <strong>la</strong> mata de coco o p<strong>la</strong>nchas de zinc.<br />
En los pueblos se notaba que pocas casas tenían ventanas hacia <strong>la</strong> calle.<br />
Aquel<strong>la</strong>s familias de menores recursos vivían en casas sencil<strong>la</strong>s de bahareque,<br />
fabricadas “en cayapa” con los vecinos. Las casas quedaban abiertas hacia el<br />
so<strong>la</strong>r, sin ventanas, ni puertas internas; una lona separaba los recintos. El piso<br />
Por<strong>la</strong>mar. Av. Miranda. 1953.<br />
(Foto: Pedro Seidemann)<br />
28
lo dejaban frecuentemente en tierra. Disponían de muy pocos muebles,<br />
so<strong>la</strong>mente lo indispensable; hamacas, petates para dormir. En <strong>la</strong>s paredes lucía<br />
una foto de los viejos y otra de <strong>la</strong> graduación de los hijos con su respectivo<br />
diploma, nunca faltaba <strong>la</strong> imagen de <strong>la</strong> Virgen del Valle o de José Gregorio<br />
Hernández, el Siervo de Dios, con su velita. El baño, <strong>la</strong> letrina y <strong>la</strong> cocina con<br />
leña quedaban separados de <strong>la</strong> vivienda principal. Tenía un sistema rudimentario<br />
de recolección de agua de lluvia. Un pilón, <strong>la</strong> piedra de moler, árboles frutales,<br />
matas, flores, perros y gallinas, completaban el ambiente. Se puede afirmar<br />
que el hombre apenas alteraba <strong>la</strong> naturaleza existente para hacer vida.<br />
El margariteño usaba para el trabajo ropa muy deteriorada, a veces<br />
confeccionada con sacos de <strong>la</strong> harina “Gold Medal”; pero para <strong>la</strong>s fiestas<br />
patronales vestían bien. Era el momento para sacarse <strong>la</strong> foto histórica que<br />
tendría más tarde colgada en su hogar.<br />
¿Y qué trasmite todo este cuadro sobre el margariteño? Que en el fondo <strong>la</strong><br />
riqueza material no lo es todo, es algo, pero de ninguna manera lo es todo.<br />
Este tema da mucho que hab<strong>la</strong>r. Dejémoslo de un <strong>la</strong>do.<br />
El ambiente margariteño lucía bastante limpio, los desperdicios se<br />
convertían en alimento rutinario de toda c<strong>la</strong>se de animales; por cierto, para <strong>la</strong><br />
época no se usaban los envases ni bolsas plásticas, así que en poco tiempo<br />
desaparecía <strong>la</strong> basura de <strong>la</strong> vista de todos.<br />
Cargadoras de agua en Boca de Río. 1953.<br />
(Foto: P. Seidemann)<br />
29
Boca del Río. 1953.<br />
(Foto: P. Seidemann)<br />
En p<strong>la</strong>ya El Agua se conseguían todavía los guacucos y chipichipis, en <strong>la</strong><br />
oril<strong>la</strong> abundaban algas fosforescentes y por épocas también algas flotando en<br />
el agua. En <strong>la</strong> arena b<strong>la</strong>nca crecía una gramita, que según el conocimiento<br />
popu<strong>la</strong>r, servía para botar <strong>la</strong>s piedras del riñón. Vecinos de <strong>la</strong> zona <strong>la</strong>nzaban su<br />
nailon (nylon) al cercano mar para conseguir el almuerzo. Bastantes cangrejos<br />
y un sin número de insectos habitaban <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya; siempre se contaba con <strong>la</strong><br />
grata compañía de <strong>la</strong>s aves marinas.<br />
Un italiano sembró en 1960 tres o<br />
cuatro hileras de matas de coco<br />
criollo, comenzando desde el<br />
balneario El Agua, (atendido por el<br />
español Manolo) hasta <strong>la</strong> chocita de<br />
los Oliveros, hoy “Miragua”. La<br />
señora Nelly de Oliveros dió mucho<br />
empuje al lugar con sus casitas<br />
vacacionales y el restaurante<br />
“Miragua” donde se servía excelente<br />
comida margariteña y criol<strong>la</strong>.<br />
Asimismo <strong>la</strong> antigua Calle Vereda 1<br />
de Cande<strong>la</strong>rio Romero lleva hoy por<br />
nombre calle Miragua.<br />
30<br />
Decían que esta hierbita p<strong>la</strong>yera<br />
servia para botar los cálculos del riñón.
Los Oliveros recibían frecuentes visitas de gran parte de <strong>la</strong> familia política<br />
de URD. En todo el frente de los Oliveros tenía Estílita Torcat su propiedad<br />
p<strong>la</strong>yera; allí, en una casita algo apartada, pasaba el Dr. Luis Beltrán Prieto sus<br />
días de descanso y meditación; leyendo y escribiendo en una hamaca. En el<br />
delta del cruce de <strong>la</strong> calle Miragua con <strong>la</strong> calle de <strong>la</strong> costa se encontraba una<br />
vieja mata de coco, motivo de <strong>la</strong>rgas discusiones sobre el ancho de <strong>la</strong> calle<br />
que tenía y tiene 4 metros. Y <strong>la</strong>s partes finalmente terminaban sus conversas<br />
en forma muy amena y amistosa.<br />
En <strong>la</strong> Salina de Pampatar. 1953<br />
31<br />
1953. Carretera nueva en<br />
Guatamare con el<br />
Cerro Mata Siete al fondo.
Puertas adentro. (# 2075)<br />
32
El re<strong>la</strong>to de Cheguaco”Otra de Mateíto” tiene su escena real en Boquerón (# 2284)<br />
ALGO SOBRE <strong>MIS</strong><br />
DIBUJOS<br />
33
ALGO SOBRE <strong>MIS</strong> DIBUJOS<br />
El dibujo practicado con seriedad trae sin duda méritos culturales con el<br />
pasar del tiempo. Es una pasión. Desde luego, cada artista posee su estilo que<br />
lo identifica. En mi caso admito, que este mar de motivos acá en Margarita me<br />
conquistó de tal manera, que el dibujar se convirtió en una rutina. Los apuntes<br />
son anotaciones rápidas con pocos trazos. Pueda que se aprovechen años<br />
después para crear un dibujo definido. Poseo gavetas y cajas enteras con apuntes,<br />
que he venido desempolvado principalmente con ocasión de documentar mis<br />
libros. De hecho, <strong>la</strong>s personas desvanecen y se llevan sus recuerdos, pero los<br />
apuntes, libros, escritos y dibujos, en fin <strong>la</strong>s obras, quedan.<br />
Ciertamente en los actuales tiempos nos estamos valiendo de <strong>la</strong>s imágenes<br />
fotográficas, mas no puede descartarse que los dibujos proporcionan detalles<br />
hasta más significativos. Es el caso de resaltar <strong>la</strong>s hojas de un árbol determinado<br />
para reconocer <strong>la</strong> especie o bien marcar en forma desproporcionada el motivo<br />
principal; hasta se pueden<br />
incluir varios objetivos<br />
importantes a <strong>la</strong> vez en el<br />
mismo cuadro, lo cual no es<br />
muy usual.<br />
No acostumbro marcar <strong>la</strong>s<br />
sombras que genera un sol<br />
radiante, so<strong>la</strong>mente uso el<br />
c<strong>la</strong>ro-oscuro para lograr<br />
efectos de contraste. Un<br />
objeto dibujado algo<br />
sobredimensionado como un<br />
cardón, <strong>la</strong>s tunas o un árbol,<br />
definen mejor el paisaje<br />
típico que se desea<br />
representar.<br />
Admito también que en mi<br />
caso, el dibujo ha significado<br />
una fase determinante en mi<br />
La Ceiba del Cruce de los Robles<br />
vida, un capítulo muy aparte de mi profesión y de <strong>la</strong> docencia universitaria;<br />
me abrió muchas puertas sin ser un político. Se sabe que conozco Margarita<br />
“de cabo a rabo”; durante estos andares sin rumbo por <strong>la</strong> geografía isleña<br />
ocurrieron encuentros con toda c<strong>la</strong>se de personas, algunos muy poco<br />
frecuentados aún por los mismos lugareños, mucho menos por un “navegado”.<br />
34
Los niños con su curiosidad innata, escasamente vestidos, me escoltaban durante<br />
mi estancia mientras dibujaba. A veces les facilitaba papel y lápiz para pintar<br />
o hacer un garabato, que luego transformaba para su asombro en figuras reales,<br />
gente o un animal. Hab<strong>la</strong>ban y hab<strong>la</strong>ban entre sí y me formu<strong>la</strong>ban cada pregunta<br />
con un lenguaje muy rápido, difícil de entender, usando a veces términos por<br />
mí desconocidos. La voz “una foto, una foto señol” significaba simplemente<br />
“señor pínteme!”.<br />
“Señol, una foto” (# 685)<br />
Estos encuentros resultaron ser muy útiles, puesto que me acostumbré a<br />
trabajar en presencia de muchos factores que distraen y desconcentran.<br />
Como era de esperarse, al rato se presentaba una señora para brindarme<br />
una “agüita negra”, café servido en una taparita. Nunca faltaba el ofrecimiento<br />
de algo para comer, o bien “si gusta una sil<strong>la</strong> para sentarse y poner sus corotos”<br />
En fin, me llenaban con atenciones y gestos amigables; por eso es natural y<br />
comprensible que el pasar ratos entre ellos agrada y uno se olvida de “<strong>la</strong> calor”.<br />
!Es algo increíble! Me encontraba en presencia de un gentilicio todavía sano,<br />
desinteresado, sincero; son los verdaderos valores anónimos de <strong>la</strong> humanidad,<br />
cuya conducta ejemp<strong>la</strong>r resaltan los religiosos en su prédica para infundir lo<br />
35
correcto y <strong>la</strong> paz interna. Esa gente no condiciona sus metas, aceptaron esa<br />
forma de vida como su destino y actúan como Dios manda<br />
A <strong>la</strong> hora de <strong>la</strong> verdad, estos son los verdaderos señores en toda <strong>la</strong> extensiòn<br />
de <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra.<br />
Pero si no me encontraba con gente,<br />
era simplemente una discreta cita con<br />
el silencio, mas nunca con <strong>la</strong> soledad.<br />
Siendo dibujante siento <strong>la</strong> presencia de<br />
<strong>la</strong>s realidades; sin desconocer el<br />
panorama que afianzan <strong>la</strong>s leyendas<br />
abrazadas a esa tierra mágica. De modo<br />
que hay algo de cierto cuando se dice<br />
que los pollos criados a oril<strong>la</strong> del mar<br />
saben a sal. A lo mejor oirás el verdadero<br />
grito en el mar y no el de <strong>la</strong> radio. De<br />
repente viene a <strong>la</strong> memoria “el 141”, el<br />
locutor Vásquez Cárdenas, a<strong>la</strong>bando el<br />
La muerta de Cayetano. Re<strong>la</strong>to con<br />
escenario en Tacarigua. 1996.<br />
Libro Creencias y Leyendas, de<br />
Cheguaco.<br />
Tipografía “El Sol” en Por<strong>la</strong>mar.<br />
1979 (# 1226 )<br />
estar en Margarita en “donde es dulce<br />
hasta <strong>la</strong> sal”. Se entenderá mejor el<br />
mensaje ecológico del cantautor Miguel<br />
Rivera en su “Pez Patriota” y los<br />
36
Los Gómez, co<strong>la</strong> para el agua.<br />
1982 (# 1760)<br />
poemas cantados por el viejo Chelías Vil<strong>la</strong>rroel. ¡Cuantas referencias no hiciera<br />
el “Huracán del Caribe” José Ramón Vil<strong>la</strong>rroel a <strong>la</strong>s “margariteñidades” a<br />
través de sus cantares! y no dejemos aparte todas <strong>la</strong>s realidades bel<strong>la</strong>s que nos<br />
transmite José Ramón Hernández en sus poemas melodiosos el “Amanecer<br />
Tiranero”, “P<strong>la</strong>ya el Agua” y recientemente “El Tomate”. ¡Quién no tiene<br />
presente al estar en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya a el “El Guanaguanare” Jesús Ávi<strong>la</strong>! Podríamos<br />
agregar los sucesos sorpresivos hace 30 años en Margarita, narrados en finas<br />
décimas por Domingo Carrasquero en “Los Zapatos Maqueros”...<br />
... y de repente se encuentra algo cierto en <strong>la</strong> leyenda que dice: hay una<br />
corriente de agua dulce que pasa por debajo de <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> de Margarita. Son los<br />
chimichimitos que mantienen <strong>la</strong> is<strong>la</strong> a flote y condenan <strong>la</strong> contaminación de su<br />
ambiente. Son los que dan fuerza a <strong>la</strong>s quejas del pescador artesanal y los que<br />
lloran <strong>la</strong>s enfermedades de <strong>la</strong>s matas, <strong>la</strong> ausencia de <strong>la</strong>s parrandas y <strong>la</strong> merma<br />
de <strong>la</strong> santa devoción a <strong>la</strong> Virgencita del Valle y conocieron <strong>la</strong> presencia de los<br />
indios transmisores de tradiciones cerca <strong>la</strong> Cueva del Piache. ¿Estaríamos<br />
seguros de no tropezar en el camino con <strong>la</strong> Chinigua, con el Chivato o con <strong>la</strong><br />
Llorona? ¿Qué nos queda hoy como herencia de <strong>la</strong> vida comunitaria de los<br />
indios Guaiqueríes? ¿Será <strong>la</strong> práctica de <strong>la</strong> cayapa? ¿Serán los escritos de<br />
Cheguaco?<br />
37
Pues respetando estas obras llenas de creencias, mitos y leyendas<br />
margariteñas, consideré muy justo que mis dibujos que ilustran los seis libros<br />
costumbristas de Cheguaco, lleven preferiblemente escenas reales de <strong>la</strong><br />
geografía, flora y fauna regionales. Esto le agrado mucho a Cheguaco.<br />
De por sí, mis dibujos expresan los verdaderos matices de <strong>la</strong> vida insu<strong>la</strong>r<br />
que conocí y que viví. Es ampliamente conocido que los artistas abstractos<br />
buscan lo universal, pero el cronista no abandona su puesto de vanguardia en<br />
su calidad de informador. Es así como p<strong>la</strong>smé <strong>la</strong> vida en Tacarigua completa,<br />
el paseo de los músicos, el entierro, Fermina <strong>la</strong> “vende-pescao”, <strong>la</strong>s empanadas<br />
de Po<strong>la</strong>, <strong>la</strong>s diversiones y parrandas, <strong>la</strong> gente, el encuentro de confraternidad<br />
en Chupacachimbo y <strong>la</strong> presentación de <strong>la</strong> pieza teatral “La Guaicora”, los<br />
sancochos, pilones, casas puerta adentro, calles en tierra, etc.<br />
Conforme mantuve total presencia en Tacarigua, también me dediqué a<br />
dibujar todos los cuatro vientos en Margarita.<br />
Agua de Vaca (# 2511)<br />
38<br />
La Asunción.<br />
Los Fieles (# 2105)
El conjunto “Los Terribles” de Tacarigua<br />
El conjunto “Los Compayó”<br />
39
Praga. Torres y más torres<br />
40
Praga. El viejo Puente Carlos siglo XIV con <strong>la</strong>s estatuas;<br />
al fondo el Castillo Hradcany, a <strong>la</strong> derecha <strong>la</strong>s dos torres de <strong>la</strong> Iglesia San Jorge (siglo X)<br />
y entre <strong>la</strong>s torres del puente, La Iglesia Barroca San Nicolás.<br />
LA PROCE<strong>DE</strong>NCIA EUROPEA<br />
Y LA LLEGADA A VENEZUELA<br />
41
LA PROCE<strong>DE</strong>NCIA EUROPEA Y LA LLEGADA A<br />
VENEZUELA<br />
Mi familia es de origen checo; es el gentilicio de <strong>la</strong> República Checa, una<br />
nación que cuenta entre los países desarrol<strong>la</strong>dos. Nací en el seno de una familia<br />
acomodada, los “mantuanos” de allá por parte materna, c<strong>la</strong>se media <strong>la</strong> paterna.<br />
Mi niñez transcurrió en Praga, <strong>la</strong> ciudad capital, en un ambiente de abundancia,<br />
pero basado en una educación muy estricta. Cuatro idiomas de cuna: checo,<br />
alemán, francés e inglés; mucha ética, infinidad de medidas de buenas<br />
costumbres a obedecer, de <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong> mayoría haría un bien en <strong>la</strong>s actuales<br />
sociedades; otras cayeron en desuso, fuera de práctica. Para mantener una<br />
postura correcta en <strong>la</strong> mesa, me tocaba comer con un libro sobre <strong>la</strong> cabeza y<br />
otro debajo de sendos brazos. Se me mantenía constantemente ocupado con<br />
juegos caseros en grupo, dibujos o manualidades, deporte y música. Durante<br />
<strong>la</strong> guerra se cambió nuestro modus vivendi, se hacían sentir <strong>la</strong> austeridad y<br />
<strong>la</strong>s persecuciones de los nazis.<br />
Por muchas razones se puede afirmar, que <strong>la</strong>s dos Guerras Mundiales del<br />
Siglo XX reformaron radicalmente <strong>la</strong>s cosas en el marco de los países en el<br />
Viejo Continente, especialmente aquellos en <strong>la</strong> parte central. El afrancesamiento<br />
perdió vigencia y lo anglo-americano se adueñó de los asuntos internacionales.<br />
C<strong>la</strong>ro está que París sigue siendo una “Meca” cultural, del arte y de <strong>la</strong> moda.<br />
Siempre resultó muy educativo salir de<br />
paseo con mi padre los días domingo. Se<br />
visitaban sitios históricos y cuando el<br />
tiempo lo permitía, íbamos a los bosques, a<br />
<strong>la</strong> naturaleza y a los castillos circunvecinos<br />
de Praga. Mi padre era un versado en temas<br />
como <strong>la</strong>s leyendas y <strong>la</strong> historia de Bohemia,<br />
así como de <strong>la</strong> región del Mar Mediterráneo<br />
en sus diferentes eras. También poseía<br />
abundantes conocimientos para conversar<br />
<strong>la</strong>rgamente sobre <strong>la</strong> flora y <strong>la</strong> fauna al visitar<br />
los bosques. En fin, valga el pensamiento<br />
de un ilustre español, cuyo nombre se me<br />
escapa; dijo: “que suerte es para una joven<br />
haber tenido un buen padre” – y yo le<br />
agregaría: “y de haberse formado en una<br />
ciudad culturalmente rica como Praga”.<br />
Carlos en 1934, de 3 años a caballo<br />
42
Eso es p<strong>la</strong>usible con el solo hecho de haberse nombrado internacionalmente<br />
a Praga en el año 2000 “Ciudad Cultural del Milenio” y en los actuales tiempos<br />
se encuentra entre <strong>la</strong>s capitales más visitadas en el mundo. La República Checa<br />
está enc<strong>la</strong>vada en el corazón de Europa, no tiene costas marítimas, su superficie<br />
de casi 79.000 km2, es doce veces menor que Venezue<strong>la</strong>.<br />
La habitan algo más de diez millones<br />
de almas, de <strong>la</strong>s cuales más de un millón<br />
están en Praga. Se desconoce el<br />
analfabetismo. La República Checa es un<br />
país fuertemente industrializado,<br />
principalmente en los reglones como el<br />
textil, material bélico, automóviles y<br />
vehículos industriales, motocicletas,<br />
cristalería, farmacología y productos<br />
químicos, aviones, ferrocarriles, acero, y<br />
hierro industrias pesadas, turbinas, etc.<br />
En Praga. Carlos su hermanoTomas<br />
y una tía 1942.<br />
Los cuatro STOHR*, papá Franz José,<br />
mamá María, mi hermano Tomás(**) y<br />
yo, somos todos venezo<strong>la</strong>nos<br />
naturalizados desde el año 1952/3; todos<br />
nacimos en Praga, <strong>la</strong> capital de <strong>la</strong> antigua<br />
Checoslovaquia, hoy República Checa.<br />
Salimos del terruño el 15 de Septiembre<br />
de1946, legalmente con una visa<br />
venezo<strong>la</strong>na obtenida por medio de los<br />
buenos oficios del Dr. Francisco Briceño<br />
Perozo, quien conociera a mi tío materno<br />
Karel desde 1937, re<strong>la</strong>cionado con<br />
algunos cursos universitarios en <strong>la</strong><br />
especialidad de <strong>la</strong> odontología en<br />
Mérida. Mi tío murió en uno de esos<br />
campos de concentración nazis en 1942;<br />
sin saber <strong>la</strong> utilidad que su profesión<br />
significaría para el beneficio de su<br />
familia años después.<br />
.<br />
43<br />
LOS BREUER MATERNOS:<br />
Mamá María, tío Karel<br />
(gracias a él estamos en Venezue<strong>la</strong>)<br />
y tío John (Médico en <strong>la</strong> Colonia Tovar<br />
y Clínica en Caurimare).Foto de 1920.
Nuestra casa-quinta temporal en Ceská Lípa,<br />
cerca de Praga. Dibujo de Carlos en<br />
Octubre 1939. A los 8 años de edad.<br />
Internado alemán Schlosschule Salem. Acuare<strong>la</strong>. 1946<br />
44<br />
La misma casa en 1991,<br />
dibujada a los 60 años
Una vez en Alemania, solicitamos ayuda para el tras<strong>la</strong>do a Venezue<strong>la</strong> por<br />
medio de <strong>la</strong> UNRRA (Administración de <strong>la</strong>s Naciones Unidas para el Socorro<br />
y Rehabilitación), una organización que prestaba ayuda a los refugiados en<br />
todo el mundo, a los apodados “personas desp<strong>la</strong>zadas” (disp<strong>la</strong>ced persons)<br />
aquél<strong>la</strong>s sin hogar y sin patria. La estancia en Alemania durante <strong>la</strong> espera para<br />
cruzar el Mar Atlántico fue impactante en todos los sentidos; como para narrar<br />
varios capítulos apartes.<br />
Pasamos 14 meses en Alemania. Mi padre logró colocarme en el internado<br />
tal vez más prestigioso de Alemania, <strong>la</strong> Schlosschule Salem, una institución,<br />
que mantenía por costumbre intercambios estudiantiles con Ing<strong>la</strong>terra desde<br />
casi su fundación. Se exigía un alto grado de disciplina, mucho deporte, idiomas,<br />
diferentes actividades asistidas como pasatiempos, paseos prolongados durante<br />
los fines de semana, todo bajo un régimen de estricto civismo. Para mi sorpresa<br />
compartía el cuarto con el posteriormente famoso p<strong>la</strong>y-boy Günther Sachs,<br />
con un nieto del General Von Bülow y con otro descendiente de un militar<br />
famoso de África del Sur.<br />
Durante <strong>la</strong> II Guerra Mundial, los aliados bombardearon severamente <strong>la</strong>s<br />
grandes pob<strong>la</strong>ciones alemanas, quedando gran parte de <strong>la</strong>s edificaciones en<br />
ruinas, inhabitables; con <strong>la</strong> afluencia masiva de <strong>la</strong> gente escapando de los<br />
rusos, más los damnificados, generaban un exceso de pob<strong>la</strong>ción nunca antes<br />
vista en Europa.<br />
Para llover sobre mojado se sumaba <strong>la</strong> limitada existencia de alimentos,<br />
vestimenta, medicinas, calefacción de <strong>la</strong>s viviendas y del transporte. Alemania<br />
como tal, quedó dividida en cuatro zonas, contro<strong>la</strong>das respectivamente y en<br />
forma separada por <strong>la</strong>s principales potencias vencedoras: Rusia, Francia,<br />
Ing<strong>la</strong>terra y los Estados Unidos. Por razones obvias los EEUU disponían de<br />
mejores condiciones para proporcionar ayuda y así fue.<br />
Por cierto, estoy convencido que el civismo tan presente en <strong>la</strong> formación<br />
del europeo, desempeñó un rol significativo para superar estos momentos de<br />
extrema crisis. El <strong>la</strong>tino en estos casos se hubiera comportado de una manera<br />
más anárquica, sin embargo, su gran arma a favor sería el humor siempre<br />
presente y el ánimo de esperanza y de fe.<br />
A pesar de <strong>la</strong> elevada inclinación musical del europeo central y en especial<br />
<strong>la</strong> del elemento checo, no me puedo imaginar un refugio antiaéreo o una co<strong>la</strong><br />
<strong>la</strong>rga para obtener su ración mensual de mantequil<strong>la</strong>, cantando “Škoda<br />
Lásky”(*) con versos improvisados y alusivos a los acontecimientos del<br />
momento. En esta misma situación el venezo<strong>la</strong>no estaría cantando “El Caimán”<br />
(* )“Škoda Lásky” es el “Alma L<strong>la</strong>nera” de los Checos.<br />
45
Praga. Vista al río Vltava.<br />
Praga. El viejo Ayuntamiento. Al fondo<br />
el mirador Petrín.(copia de <strong>la</strong> Torre Eiffel)<br />
46
acompañado por ritmos de percusión ejecutados por <strong>la</strong> mayoría de los presentes,<br />
mujeres, ancianos y niños; ya sea con <strong>la</strong> mesita de noche, vasos, cubiertos, lo<br />
que tuvieran a <strong>la</strong> mano. A pesar de <strong>la</strong> gravedad del momento, se crearía<br />
automáticamente un clima aliviador. ¡Y esto no ha cambiado! So<strong>la</strong>mente hay<br />
que comparar <strong>la</strong> atmósfera general dentro de un metro en Copenhague con el<br />
de Caracas, o bien observar <strong>la</strong>s expresiones de <strong>la</strong> gente joven en Berlín, Londres<br />
o Praga. ¿Será el clima o <strong>la</strong> formación, que moldea el estado de ánimo a <strong>la</strong><br />
gente? Opino que en este aspecto estamos bien por encima de muchas<br />
pob<strong>la</strong>ciones en el mundo, puesto que los venezo<strong>la</strong>nos somos un pueblo de<br />
espíritu alegre.<br />
Barco “General M.B. Stewart”, buque hermano del General Sturgis.<br />
Llegamos a Puerto Cabello el 12-12-1947 a <strong>la</strong>s 5:20 pm.<br />
Era el 3er viaje con emigrantes europeos de <strong>la</strong> UNRRA.<br />
Foto suministrada por el Dr. Georg Chmarin, odontólogo checo,<br />
quien también llegó a Venezue<strong>la</strong> en esa fecha.<br />
Salimos de Europa en medio de un clima frío, lluvioso con densa neblina,<br />
en Noviembre de 1947. Zarpamos en Bremerhaven, pasamos por el Canal de<br />
<strong>la</strong> Mancha muy asustados por el riesgo de tropezar con una mina y con <strong>la</strong> costa<br />
de “Dover”c<strong>la</strong>ramente a <strong>la</strong> vista. La comida en el vapor General Sturgis fue<br />
excelente para mis gustos, comparado con <strong>la</strong>s condiciones pasadas en los<br />
diferentes campamentos de refugiados en Alemania. Por <strong>la</strong>s tardes pasaban<br />
pelícu<strong>la</strong>s americanas. Al entrar en el Mar Caribe, el cielo azul c<strong>la</strong>ro, el limpio<br />
mar azul oscuro y el radiante sol conquistaron a todos los pasajeros. Muchos<br />
emigrantes arrojaron su ropa de invierno sucia, desgastada y pesada al mar, en<br />
presencia de cantos de júbilo interpretados en los más variados idiomas. Un<br />
acordeón sonaba al fondo.<br />
47
Entrada <strong>la</strong> noche del 12 de Diciembre atracamos en Puerto Cabello.<br />
¡Calor, divino calor!<br />
Al día siguiente nos tras<strong>la</strong>daron al campamento El Trompillo, una vieja<br />
haciendo del General J. V. Gómez, situado cerca de Güigüe, al sur del Lago de<br />
Valencia. “Como sardinas en <strong>la</strong>ta” con todas nuestras escasas pertenencias,<br />
estos autobuses viejos de madera y sin ventanas “vo<strong>la</strong>ban” por <strong>la</strong> sinuosa<br />
carretera hacia Valencia. En El Trompillo recibimos todos una Cédu<strong>la</strong> de<br />
Identidad “Extranjero”, más Bs 33. (Igual a $10) y de allí en ade<strong>la</strong>nte dispusimos<br />
de plena libertad para dispersarnos. Se notaba <strong>la</strong> presencia constante de personas<br />
en busca de mano de obra entre los recién llegados.<br />
Tanto el paso por <strong>la</strong> ciudad de Valencia como el excesivo verdor de <strong>la</strong><br />
vegetación en El Trompillo, los cocuyos nocturnos, el cielo azul, el día <strong>la</strong>rgo y<br />
caluroso, <strong>la</strong>s parejitas bai<strong>la</strong>ndo pegadito el bolero “Humo en los Ojos” sobre<br />
El Trompillo. La Barraca. 1947<br />
48
un <strong>la</strong>drillito, los muchachitos morenitos buscando compañía, semidesnudos y<br />
sonrientes, <strong>la</strong> vestimenta de <strong>la</strong>s mujeres en colores l<strong>la</strong>mativos, los carros<br />
grandísimos, todo conformaba un panorama nuevo y fundamentalmente<br />
distinto, lo cual produjo una sensación de gran emoción y a su vez alivio por<br />
haber dejado atrás <strong>la</strong> grave “pesadil<strong>la</strong>” aquel<strong>la</strong>.<br />
En el pequeño abasto (tipo quincal<strong>la</strong>) vendían Coca-Co<strong>la</strong>, chicle, caramelos<br />
Salvavidas, choco<strong>la</strong>tes, todo a “medio” (Bs 0,25), un paraíso para un joven.<br />
Estos eran productos inalcanzables en Europa. Conforme lo eran los cigarrillos<br />
de toda c<strong>la</strong>se para los adultos. Que paraíso!<br />
Y comienza un nuevo capítulo en <strong>la</strong> vida de los STÖHR.<br />
La Carretera y el tren de Puerto Cabello a Valencia (1948). Apunte<br />
*STÖHR es un apellido de origen alemán, en nuestro caso oriundo de Cheb (Eger) situado en el<br />
noroeste de Bohemia en <strong>la</strong> provincia conocida como “Los Sudetes”a pesar que nuestro STÖHR lleva<br />
varias generaciones en Praga. La ö es uno de los casos de una vocal modificada o sea cambio de <strong>la</strong><br />
pronunciación. En su origen se escribía “oe” con <strong>la</strong> “e” al <strong>la</strong>do o por encima. (Diccionario<br />
Langenscheit=Metafonía vocálica=Um<strong>la</strong>ut).Es el mismo caso del apellido Römer en Puerto Cabello.<br />
Erróneamente apodado “diéresis” lo cual se refiere a <strong>la</strong> disolución de un diptongo como lo es el<br />
caso de Tacarigüero o Güigüe.<br />
**TOMAS STÖHR mi hermano, es ingeniero civil profesor titu<strong>la</strong>r en vías, transporte y ferrocarriles<br />
con muchas publicaciones, artículos y normas, todo re<strong>la</strong>cionado con su especialidad. Tomás es uno<br />
de los máximos exponentes de <strong>la</strong> Numismática Venezo<strong>la</strong>na; libros, publicaciones y catálogos. Es, tal<br />
vez, <strong>la</strong> máxima autoridad en marcas de agua en Venezue<strong>la</strong> (filigranas en documentos viejos) así<br />
como conocedor de los mapas antiguos de nuestra región.<br />
49
Juan Griego. Apunte muy viejo.<br />
50
Casa rural en Macanao ( # 2118)<br />
LA <strong>MARGARITA</strong> <strong>DE</strong><br />
DON HERACLIO NARVÁEZ<br />
1950<br />
51
LA <strong>MARGARITA</strong> <strong>DE</strong> DON HERACLIO* EN LA DÉCADA<br />
<strong>DE</strong> LOS AÑOS CINCUENTA<br />
Con excepción de mis dos visitas a Margarita por avión como turista, en<br />
1953 y en 1957, todas <strong>la</strong>s demás idas a <strong>la</strong> is<strong>la</strong> fueron de trabajo desde Araya,<br />
donde me desempeñaba como topógrafo. Para el año 1954 se comenzaron los<br />
proyectos de conservación y luego de <strong>la</strong> explotación mecanizada de <strong>la</strong> sal<br />
comestible. Decían, que Araya es <strong>la</strong> salina natural más grande del Mundo<br />
después de “Torre Vieja” en España. Desde Araya cumplimos con comisiones<br />
cortas para Coche y para Margarita, comiendo y pernoctando en casas privadas<br />
o en rancheríos de los pescadores, oril<strong>la</strong> e´p<strong>la</strong>ya. Eran tiempos de trabajo y no<br />
para hacer turismo. Por <strong>la</strong> noche tal vez un jueguito de truco con <strong>la</strong> pálida<br />
iluminación de una lámpara de kerosén.<br />
Juan Griego. Tarjetas nacionales de Venezue<strong>la</strong><br />
INTANA-1952<br />
Mi primera llegada a Margarita en octubre 1953 fue también el primer<br />
punto que tocamos Pedro y yo en una gira por el Oriente Venezo<strong>la</strong>no. Para los<br />
gastos solicitamos una “Carta de Crédito” por Bs. 2000 °°(correspondía a mi<br />
sueldo de cuatro meses), cantidad pagada de antemano al Banco de Venezue<strong>la</strong>,<br />
Sociedad a Traposos en Caracas. Para <strong>la</strong> época fue el único modo de recibir<br />
(*)Don Heráclio vive y frecuentemente converso con él.<br />
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algún efectivo en el interior;<br />
presentamos esa carta, <strong>la</strong> cual<br />
reflejaba al dorso el saldo<br />
disponible y el banco restaba <strong>la</strong><br />
cantidad entregada previa<br />
confirmación por teléfono. No<br />
había fax, tarjetas de crédito, de<br />
débito, ni disponibilidad de<br />
hacer efectivo un cheque de otra<br />
p<strong>la</strong>za aun siendo del mismo<br />
banco. Tampoco había celu<strong>la</strong>res<br />
Un avión DC-3 de <strong>la</strong> línea TACA<br />
ni l<strong>la</strong>madas directas entre los<br />
pueblos. La telefonía<br />
funcionaba a través de una central operada por una persona manipu<strong>la</strong>ndo<br />
muchas c<strong>la</strong>vijas, una para cada teléfono, que funcionaban con magnetos. Desde<br />
luego que una confirmación bancaria en estas condiciones, duraba su tiempo,<br />
horas y hasta más, el telegrama también sufría retrasos. El que enviamos<br />
desde Margarita a Caracas para avisar que nos encontramos bien, llegó ocho<br />
días después de nuestro regreso a <strong>la</strong> capital y eso que nuestra gira duró doce<br />
días más. De acuerdo con lo p<strong>la</strong>neado salimos de Maiquetía en un avión bimotor<br />
DC-3 de <strong>la</strong> línea aérea “TACA”, haciendo esca<strong>la</strong> en Barcelona y Cumana,<br />
para estar a <strong>la</strong>s 8:45 am en Por<strong>la</strong>mar. Este vuelo lo apodaban el “lechero”,<br />
porque traía <strong>la</strong> leche y <strong>la</strong>s prensas capitalinas.<br />
En Por<strong>la</strong>mar nos alojamos en el único Hotel existente, el “Tropical”, <strong>la</strong><br />
casa alta de los Rodríguez en <strong>la</strong> calle <strong>la</strong> Marina, a oril<strong>la</strong>s del mar. En mi<br />
condición de extranjero tuve que presentarme en <strong>la</strong> oficina de identificación<br />
para que mi estancia quedará registrada. No hubo problemas, ya que el<br />
funcionario que nos atendió era Tobías Cárdenas un compañero de estudios<br />
años antes en San Cristóbal. A <strong>la</strong>do de esa dependencia estaba Ma<strong>la</strong>riología<br />
del M.S.A.S; estuvieron en campaña contra <strong>la</strong> fiebre amaril<strong>la</strong> y el paludismo.<br />
La fiebre aftosa que afectaba los vacunos en otras partes, no se manifestó en <strong>la</strong><br />
Is<strong>la</strong>. También <strong>la</strong> recién establecida “Radio Nueva Esparta” (28 de septiembre<br />
de 1952) con su inolvidable lema: “Un grito en el mar, eco de un pueblo”<br />
funcionaba a <strong>la</strong>do. El mercado de pescado proporcionaba especial curiosidad<br />
a <strong>la</strong> gente navegada, a los de tierra firme, criollos o musiúes.<br />
Los coro-coro y sardinas no tenían mayor valor. Las huevas de lisa costaban<br />
hasta un fuerte (Bs. 5,oo). Todo pescado era fresco y sin conge<strong>la</strong>r.<br />
53
PORLAMAR . A <strong>la</strong> <strong>la</strong> izquierda el Hotel Tropical.<br />
Teléfonos de magneto para <strong>la</strong> pared y una central telefónica de antes.<br />
54
Puertas adentro.La niña sueña<br />
con ser madre<br />
La Asunción.La esquina de <strong>la</strong><br />
Gobernación y el reloj so<strong>la</strong>r<br />
Pedro verificando <strong>la</strong> hora con un reloj so<strong>la</strong>r “Porái” en oriente.<br />
(Foto: Pedro Seidemann).<br />
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Haiek era <strong>la</strong> empresa privada que suministraba <strong>la</strong> electricidad a Por<strong>la</strong>mar.<br />
La p<strong>la</strong>ya frente a sus oficinas en <strong>la</strong> calle Marina fue engrandeciéndose y<br />
ampliándose gradualmente con rellenos de rocas y tierra. Años después se<br />
construyó allí un comedor popu<strong>la</strong>r, convertido después en el Mercado<br />
Municipal. Durante el Puerto Libre aparecieron innumerables tarantines en su<br />
alrededor. Todo este sistema comercial popu<strong>la</strong>r fue reubicado en los años<br />
ochenta a Conejero, donde aun funciona. En el sitio p<strong>la</strong>yero se construye hoy<br />
el moderno complejo turístico “Puerto de <strong>la</strong> Mar”.<br />
Mi llegada a Margarita coincidió con <strong>la</strong>s fiestas de <strong>la</strong> Virgen del Pi<strong>la</strong>r en los<br />
Robles. Era en todos los aspectos una interesante novedad en los ojos de un<br />
turista procedente de <strong>la</strong> Europa Central. Por <strong>la</strong> madrugada siguiente<br />
aprovechamos para acompañar a unos pescadores en su faena madrugadora,<br />
<strong>la</strong> mar tranqui<strong>la</strong> como un espejo. A una distancia de metros se divisaban unos<br />
ballenatos con su chorrito y delfines juguetones. Visitamos también los lugares<br />
más obligados, los castillos: el de Pampatar y el de La Asunción, El Valle del<br />
Espíritu Santo y <strong>la</strong> puesta del sol en Juan Griego. Dedicamos un día completo<br />
para conocer a La Restinga y llegar hasta Boca del Río vía el Saco con un Jeep<br />
pactado con el Sr. Narváez, representante de los aceites Quaker State en<br />
Margarita.<br />
PORLAMAR, oril<strong>la</strong> é p<strong>la</strong>ya . 1953 (Foto: Pedro Seidemann)<br />
56
1953. Vista de La Asunción desde el Castillo Santa Rosa.<br />
Para recordar los años 1950 me vienen a <strong>la</strong> mente tantas cosas, a saber: los<br />
hermanos Rafael y Juan Ávi<strong>la</strong>, eran los comerciantes por excelencia de per<strong>la</strong>s<br />
autenticas de <strong>la</strong> región, vertían centenares de per<strong>la</strong>s sobre una mesita cubierta<br />
de terciopelo, manipulándo<strong>la</strong>s con una palita metálica muy peculiar. En <strong>la</strong><br />
calle se hal<strong>la</strong>ba uno que otro vendedor de per<strong>la</strong>s ambu<strong>la</strong>nte, como Juan<br />
Andrade, procedente de Punta Araya.<br />
También los mismos pescadores y <strong>la</strong>s mujeres del mercado <strong>la</strong>s vendían. El<br />
joyero cochano Lucho era el especialista en col<strong>la</strong>res y rosarios con per<strong>la</strong>s<br />
naturales y oro puro. Si no mal recuerdo se le daban distintos calificativos a<br />
<strong>la</strong>s per<strong>la</strong>s: normal y barroco entre otros, también lucían diferentes colores y<br />
formas.<br />
Por esos años <strong>la</strong>s neveras eran de kerosén, <strong>la</strong>s gabarras con aspecto<br />
semihundido, suministraban agua potable para <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. El agua era<br />
distribuida luego en camiones cisternas. La llegada de <strong>la</strong>s roco<strong>la</strong>s abrazaron<br />
de inmediato a jóvenes y viejos; en los bares sonaba a pleno volumen: La<br />
Hierbita, Dos Cruces, Usted, Como fue, Tú solo tú... en fin, el Trío de los<br />
Panchos, corridos mejicanos, Jorge Negrete, porros colombianos y <strong>la</strong> Billo’s<br />
Caracas Boys, principalmente.<br />
57
Paseo a Boca del Río en una camioneta<br />
Jeep Willys-Over<strong>la</strong>nd<br />
por el Istmo de La Restinga<br />
Ranchería en La Restinga. 1953<br />
En algunas casa tenían una vitro<strong>la</strong> (Victoro<strong>la</strong>), eso era un gramófono con<br />
cambio de agujas cada tres discos. Era un producto de <strong>la</strong> RCA-Víctor para<br />
discos de baquelita, (78 r.p.m). Las melodías margariteñas so<strong>la</strong>mente se<br />
escuchaban en los programas musicales en Radio Nueva Esparta o en vivo<br />
“porái”. La cantante femenina por excelencia era Isabelita Romero de León,<br />
cantaba de todo, hasta galerón improvisado. El locutor Pedro Brito Gamboa<br />
era de <strong>la</strong> Vil<strong>la</strong> del Norte Santa Ana; igual que Don Heraclio Narváez, el<br />
gobernador del Estado, poeta, escritor y considerado el pionero de los desarrollos<br />
socio-económicos en Nueva Esparta. Bajo su mandato, a pesar de los escasos<br />
recursos, se construyeron los primeros hoteles, balnearios, edificios públicos,<br />
vías de comunicación y comenzó a dotar a <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> con infraestructuras para<br />
atraer turistas. Como santanero se esmeró para mantener bel<strong>la</strong> <strong>la</strong> cara de su<br />
pueblo. Dos jardineros fijos, Carceliano y Julián se ocupaban del verdor<br />
permanente frente <strong>la</strong>s casas y en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za. Supongo, que así se originó su apodo<br />
“Ciudad Jardín”.<br />
Y al tocar el tema de aspectos físicos bellos, debo recordarme con nostalgia<br />
aquel cuadro secuestrador del pueblito p<strong>la</strong>yero Juan Griego, indescriptiblemente<br />
acogedor en el pasado. Se desprende, que a juicio de los visitantes y de los<br />
propios lugareños, ese sufrió una transformación escasamente contro<strong>la</strong>da desde<br />
el punto de vista urbanístico; hoy padece los efectos estéticos negativos, por<br />
ende nos debemos conformar ahora, con <strong>la</strong>s imágenes poéticas de Panchito<br />
Lares Granados, quien soñando describía una realidad que todos podían<br />
contemp<strong>la</strong>r.<br />
58
Allí en Juan Griego y cerca del muelle, existía un kiosco de madera, muy<br />
concurrido, especialmente por gente mayor; un sitio de conversas y pláticas.<br />
Tal vez se trataba de <strong>la</strong> propia “Casil<strong>la</strong> de Leocadio de Jesús Cholet”.<br />
Juan Griego ( # 2518)<br />
Aparte del uso de <strong>la</strong> carretera nueva asfaltada de Por<strong>la</strong>mar a Juan Griego,<br />
se mantenían <strong>la</strong>s comunicaciones marítimas entre los pueblos, en bote o en<br />
<strong>la</strong>nchas. Todavía por los años cincuenta se divisaban los “tres puños” y “orejetas<br />
a ve<strong>la</strong>”, vestigios de los tiempos de Gómez, quien no permitía el uso del motor.<br />
También los viajes a costa firme se hacían en <strong>la</strong>nchas o peñeros.<br />
En plena p<strong>la</strong>ya de Por<strong>la</strong>mar se podía comprar pescado fresco sin conge<strong>la</strong>r.<br />
Alí mismo se asaban sardinas; se comía con <strong>la</strong> mano, el funche se preparaba<br />
en hojas de cambures en el suelo y no faltaba <strong>la</strong> carterita de ron.<br />
Se me comentaba, que en los comercios en Punta de Piedras existían unas<br />
fichas privadas para pagar <strong>la</strong>s mercancías. El pueblo lucía bastante pobre pero<br />
cambió a partir de 1959 con el servicio de ferry a Cumaná; el “Margariteño”,<br />
capitaneado por José Luis Piñerúa; el “Angostura” se trajo más tarde y cumplió<br />
con el servicio para Araya por muchos años; terminó navegando a Coche hasta<br />
tiempos recientes.<br />
59
PORLAMAR.. Las vendepan frente a <strong>la</strong> oficina de los Haiek<br />
La casa del representante de<br />
Quaker State. Por<strong>la</strong>mar<br />
60
Por los años cincuenta comenzaron a parce<strong>la</strong>r Punta Ballena, El Morro del<br />
Fuerte de <strong>la</strong> Galera y Taguantar entre otros. Mis condiciones económicas estaban<br />
muy lejos como para comprar un terreno frente al mar. Por cierto <strong>la</strong> vía de<br />
Juan Griego a La Guardia por Taguantar, ya estaba trazada, faltaban <strong>la</strong>s obras<br />
civiles, alcantaril<strong>la</strong>s y pontones. No había paso hasta muy entrada <strong>la</strong> democracia.<br />
El servicio íntervecinal de los carritos por puesto, lo prestaban casi<br />
exclusivamente <strong>la</strong>s camionetas tipo rancheras. No salían del terminal hasta no<br />
llenarse con pasajeros. El recorrido era de mucha calma, se detenían,<br />
conversaban y dejaban un recado a <strong>la</strong> comadre, esperaban a un pasajero que se<br />
aliste, se salían de <strong>la</strong> ruta para recoger o dejar un pasajero, sacaban y metían<br />
cajas, gallos, maras y peroles; muchas veces conducían con excesivo peso.<br />
Los chóferes y <strong>la</strong> gente mostraban un trato muy ameno hacía los navegados y<br />
a los escasos turistas visitantes.<br />
Juan Griego en 1957 (# 442) Las camionetas rancheras,<br />
una Ford año 1956 y <strong>la</strong> otra una Chevrolet 1947/8<br />
(del libro “Margarita, un solo rostro”1996, del mismo Carlos Stohr<br />
61
Con mi esposa Karen llegue <strong>la</strong> primera vez a Margarita en 1957. Quedamos<br />
una semana en el Hotel Bel<strong>la</strong> Vista (de <strong>la</strong> cadena hotelera Conahotu). Ese<br />
hotel fue inaugurado en Marzo 1956 con el solo uso del primer piso. En Caracas<br />
conocí a dos muchachas suecas, Margret y Kerstin, quienes adiestraron el<br />
personal hotelero antes de entrar en funcionamiento. Los últimos dos días nos<br />
cambiamos para el Hotel Bahía (inaugurado 1954) era más económico.<br />
Por<strong>la</strong>mar El nuevo Hotel Bel<strong>la</strong> Vista 1955<br />
Libro “Venezue<strong>la</strong>” Ministerio de Fomento<br />
Juan Griego. Mi esposa Karen 1957<br />
62
Una vez, de paso por <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za Bolívar se escuchaba música suave moderna<br />
en <strong>la</strong> catedral, su construcción se inicio hace un siglo y estaba recientemente<br />
concluida.<br />
Conocí al médico otorrino Dr. Eduardo Grom, po<strong>la</strong>co, gruñón y buena gente,<br />
un admirador de Margarita. El Dr. Luis Lap<strong>la</strong>na estaba en Tacarigua, donde le<br />
nació una hija; su señora Carmina pintaba con óleo. Después de Lap<strong>la</strong>na vino<br />
<strong>la</strong> Dra. Dobrovolska, también de orígen po<strong>la</strong>co y colega del médico yugos<strong>la</strong>vo<br />
de Por<strong>la</strong>mar.<br />
La medicatura rural de Los Mil<strong>la</strong>nes <strong>la</strong> atendía el Dr. Alfonso Csanalosi,<br />
húngaro, quien rindió en 1952 un informe detal<strong>la</strong>do estadístico, copia del cual<br />
entregué al centro cultural de Los Mil<strong>la</strong>nes. Dice el Dr. Csanalosi, que en Juan<br />
Griego había dos farmacias; de <strong>la</strong>s encuestas y censos realizados resultaron<br />
40% casados y 60% viven en concubinato.<br />
Hay datos sobre casas, ocupaciones y oficios, familias y sueldos y califica<br />
<strong>la</strong> gente como trabajadora, especialmente <strong>la</strong>s mujeres; considera que el<br />
curanderismo mermó (creo que ahora en el año 2000 revivió por <strong>la</strong> falta de<br />
reales).<br />
Csanalosi menciona algunas p<strong>la</strong>ntas medicinales y remedios caseros, hab<strong>la</strong><br />
de animales y de <strong>la</strong> flora, de <strong>la</strong>s navidades con pesebres, de <strong>la</strong>s hal<strong>la</strong>cas y<br />
diversiones, costumbres como <strong>la</strong> vida familiar con regalos que trae el Niño<br />
Jesús, etc. También hace referencia a <strong>la</strong> existencia de niños abandonados,<br />
propone un p<strong>la</strong>n de mejoramiento en general. Muchas mujeres fuman desde <strong>la</strong><br />
adolescencia, los hombres beben.<br />
Las mujeres caminan con <strong>la</strong>s alpargatas a medio poner y llevan corotos<br />
sobre <strong>la</strong> cabeza, los hombres en cambio usan <strong>la</strong>s alpargatas bien puestas y<br />
cargan <strong>la</strong>s cosas pesadas sobre el hombro.<br />
En general llueve muy poco en Margarita, y cuando eso ocurre muchos<br />
niños desnudos aprovechan jugar con el agua que corre por <strong>la</strong>s calles.<br />
El comercio estaba concentrado en Por<strong>la</strong>mar; en <strong>la</strong>s afueras no había<br />
mayores establecimientos, una que otra quincal<strong>la</strong> o bodega donde vendían de<br />
todo.<br />
Los caseríos sin luz, sin agua y hasta sin calle hacían vida bastante apartada,<br />
muchas veces me picaba <strong>la</strong> curiosidad y ambu<strong>la</strong>ba por esas zonas rurales. ¿De<br />
qué vivía esa gente?... y no hal<strong>la</strong>ba respuestas, pero allí estaban y<br />
aparentemente “hacen” años totalmente adaptados a su condición de vida,<br />
rodeados por toda c<strong>la</strong>se de animales domésticos y silvestres, se conformaban<br />
con esa vida primitiva, era su destino.<br />
El caraqueño lo calificaba con el término “monte y culebra”. Sin duda, al<br />
volver a <strong>la</strong> civilización, lo visto en zonas rurales deja a uno muy pensativo.<br />
63
Finalizamos nuestra visita a Margarita en 1953 embarcándonos en un barco<br />
de cabotaje, el “Miranda” comandado por el Capitán Guevara. Las siguientes<br />
paradas eran Carúpano, Río Caribe, Port of Spain (Trinidad), Pedernales, Güiria,<br />
Caño San Juan, Tucupita (donde atracamos el día del asesinato del Dr. Duque),<br />
Barrancas de Orinoco, San Félix para desembarcar en Ciudad Bolívar. Salimos<br />
vía terrestre a Puerto <strong>la</strong> Cruz y regresamos vía aérea a Maiquetía, después de<br />
pernoctar en el viejo hotel “Polo Norte”.<br />
Hotel Polo Norte<br />
en Puerto La Cruz<br />
64<br />
El buque de cabotaje “ Miranda”
Algo más sobre <strong>la</strong> década de los cincuenta...<br />
La compañía “Margarita Mining & Manufacturing comp.”, explotadora de<br />
<strong>la</strong> magnesita en Loma de Guerra, ya había dejado de operar hace años; quedaban<br />
algunos pocos vestigios de <strong>la</strong> infraestructura. Lo único que ahora en el año<br />
2000 está a <strong>la</strong> vista de todos, es una alcantaril<strong>la</strong> pintada de color b<strong>la</strong>nco, situada<br />
a media altura en el cerro “este” en <strong>la</strong> bahía del Puerto de Manzanillo y <strong>la</strong>s<br />
ruinas de <strong>la</strong> casa Elisa, residencia de Schumacher, el último jefe.<br />
Los hermanos Calderín eran conocidos presentadores de diversiones<br />
navideñas; entre otras tantas se recuerda el baile del “zeppelín”.<br />
El Zeppelín sobre Por<strong>la</strong>mar 26 de Enero de 1944<br />
Calle Mariño. A <strong>la</strong> izquierda <strong>la</strong> casa de Perucho Millán; los zeppelines de <strong>la</strong> armada de los<br />
EE.UU patrul<strong>la</strong>ban el Caribe durante <strong>la</strong> II Guerra Mundial. Me cuenta Don Antonio, que tenían su<br />
base en <strong>la</strong> vecina Is<strong>la</strong> de Trinidad y por una emergencia aterrizó uno en Por<strong>la</strong>mar con <strong>la</strong> ayuda de<br />
<strong>la</strong>s luces de varios carros. Una vez reparado, partió el día siguiente. Los Hermanos Calderín sacaron<br />
una versión navideña con un zeppelín. .Foto de Don Antonio Reina.<br />
65
Vivienda rural<br />
en 1953<br />
( # 315 )<br />
La Asunción en 1957.<br />
Iglesia del año 1568 ( # 40)<br />
66<br />
Juan Griego.<br />
Vivienda con<br />
cerca de<br />
cardones<br />
( # 1857)<br />
Paraguachi en 1953. Iglesia( # 37 )<br />
-
Juan Farías tenía en Paraguachí <strong>la</strong> venta de gasolina y prestaba el servicio<br />
de pasajeros con su autobús “Alicia”, un Ford año 1948 rojo y amarillo.<br />
Me comentaban que Radio Nueva Esparta salió al aire el 28 de Septiembre<br />
de 1952.<br />
En 1953 se estrenó el nuevo Aeropuerto de Por<strong>la</strong>mar.<br />
Me l<strong>la</strong>mó bastante <strong>la</strong> atención el trato privilegiado que gozan los concejales<br />
y los empleados públicos. Sus autos lucían p<strong>la</strong>cas oficiales.<br />
En esta década CADAFE comenzó a electrificar <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>. La p<strong>la</strong>nta de Haiek<br />
cesó en 1956 (?)<br />
El circu<strong>la</strong>nte de dinero era principalmente en monedas, de allí el dicho:<br />
“pago en efectivo contante y sonante”. Las monedas de baja unidad, el centavito<br />
ó puya (0,05), <strong>la</strong> locha o cuartillo (0,125) eran de níquel; (en 1944 salió una<br />
edición de bronce). El medio (medio real = 0,25), el real (0,50), el bolívar<br />
(1,00), dos bolívares (2,00) y el fuerte (Bs. 5,00) eran de p<strong>la</strong>ta. La voz de real<br />
y cuartillo correspondía a Bs. 0,625; tres lochas a Bs. 0,375 y real y medio eran<br />
Bs. 0,75. El dó<strong>la</strong>r estaba a Bs. 3,35 <strong>la</strong> unidad. Un obrero raso ganaba 3 a 4<br />
bolívares en el campo y tal vez el doble en <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones.<br />
Los hombres vestían camisas b<strong>la</strong>ncas con manga <strong>la</strong>rga, pantalón amplio<br />
kaki. Las mujeres lucían con faldas que bajaban de <strong>la</strong>s rodil<strong>la</strong>s; los colores<br />
más frecuentes eran violeta, gris o negro todo con b<strong>la</strong>nco. Nada de pantalones.<br />
El margariteño celebra con devoción sus fiestas religiosas en cada pueblo,<br />
iban mucho a pie de pueblo en pueblo, el burro era un excelente modo de<br />
transporte. Con <strong>la</strong>s facilidades de los vehículos de ahora, se observa mucha<br />
más presencia de gente de otros pueblos asistiendo a <strong>la</strong>s fiestas patronales.<br />
Las mujeres se encargaban de <strong>la</strong>s obligaciones caseras y llevar mercancías<br />
de pueblo en pueblo, mara sobre <strong>la</strong> cabeza. La ocupación de los hombres era<br />
<strong>la</strong>brar <strong>la</strong> tierra y <strong>la</strong>s faenas de <strong>la</strong> pesca artesanal. La confección de utensilios,<br />
hoy l<strong>la</strong>mado artesanía, se repartía. Las niñas tenían el cuido de los mas pequeños<br />
y traían agua potable en taparas, a veces hasta de muy lejos. Cheguaco afirmaba,<br />
que una mujer “adurta” (adulta) portaba hasta siete taparas con agua a <strong>la</strong> vez.<br />
Los varones llevaban agua en <strong>la</strong>tas de aceites de 20 litros con un palo sobre el<br />
hombro, el pingo.<br />
La gente madrugaba mucho, por <strong>la</strong>s tardes se sometían a <strong>la</strong>s conversas <strong>la</strong>rgas<br />
en frente de sus casas, debajo del guayacán. Ya entrando <strong>la</strong> noche <strong>la</strong> gente se<br />
“encuevaba” y <strong>la</strong>s calles quedaban vacías.<br />
Escaseaba <strong>la</strong> luz eléctrica. Me cuentan que en Tacarigua cobraban Bs. 2,00<br />
mensuales por cada bombillo. La radio estaba prendida todo el día, a pleno<br />
volumen. La cocina, el baño con taparas y <strong>la</strong> letrina quedaban separadas de <strong>la</strong><br />
vivienda principal.<br />
67
La Asunción Casa Natal del<br />
General Arismendi, antes de<br />
su restauración<br />
Por<strong>la</strong>mar 1957.<br />
Hotel Tropical<br />
No quiero concluir este capítulo, sin antes dar mención de <strong>la</strong> cordial<br />
conversación sostenida en estos días con Don Heraclio; personalmente y en su<br />
casa. Me recibió a pesar de su avanzada edad. Recordamos sus años como<br />
gobernador y sus principales gestiones disponiendo de un presupuesto anual<br />
escaso. Con todo eso se<br />
consolidaron importantes<br />
en<strong>la</strong>ces viales asfaltados, el<br />
acondicionamiento de <strong>la</strong>s<br />
calles centrales de Por<strong>la</strong>mar,<br />
el inicio de <strong>la</strong> hotelería y <strong>la</strong><br />
infraestructura de los<br />
principales servicios<br />
públicos. Don Heraclio<br />
aprovechó para expresarse<br />
comp<strong>la</strong>cido a través de este<br />
libro y como siempre se<br />
siente conmovido con todo<br />
lo que está re<strong>la</strong>cionado con<br />
Margarita.<br />
68<br />
Cuando se buscaba leña
Confección<br />
del mapire.<br />
69<br />
Una goleta en Juan Griego.<br />
Pequeño monumento<br />
dedicado a <strong>la</strong> radiodifusión,<br />
año1957, en <strong>la</strong><br />
P<strong>la</strong>za del<br />
periodista en Por<strong>la</strong>mar.<br />
Me dicen que <strong>la</strong> foto<br />
que estampé en este<br />
dibujo, fue tomada<br />
antes que Don Heráclio<br />
mandara quitar<br />
<strong>la</strong>s cadenas<br />
perimetrales.
Val<strong>la</strong> existente en 1959 en El Portachuelo de Tacarigua.<br />
Foto tomada por Jesús Cholet. Reflejado en rojo:“NO TIENE CARCEL”, (me contaban, que llegaron a<br />
eliminar los Tribunales y tampoco existía una Biblioteca).<br />
70
Esperando <strong>la</strong> llegada del pescado ( # 868)<br />
LA ISLA EN LOS AÑOS<br />
SESENTA 1960<br />
71
LA ISLA EN LOS AÑOS SESENTA 1960<br />
En los años sesenta empecé a compenetrarme más con <strong>la</strong> gente. Antes<br />
contactaba so<strong>la</strong>mente obreros y pescadores. En el Instituto Agrario Nacional<br />
IAN compartí zonas y oficios con el colega Pedro Rivero Núñez, tacarigüero.<br />
Las familias se conocieron, hicimos amistad y Tacarigua se convirtió ahora en<br />
mi llegadero rutinario. Es así como me encontraba presente en los primeros<br />
respiros del Comité de Desarrollo Cultura de Tacarigua (C.D.C), de Fedecene,<br />
en Radio Margarita, en <strong>la</strong> Casa de <strong>la</strong> Cultura en Tacarigua y también en el gran<br />
reencuentro en Paraguachí en 1966; en fin en muchos eventos lugareños. Pedro<br />
Rivero se retiró del IAN en 1966, abrió su Centro Técnico en Por<strong>la</strong>mar y trabajó<br />
en <strong>la</strong> construcción del Hotel Concorde; más tarde aceptó el cargo de secretario<br />
de Obras Públicas en el Estado Nueva Esparta. En Tacarigua conocí a Pablito<br />
Romero, a Cheguaco, a Florentino Núñez y <strong>la</strong> gente del pueblo comenzó a<br />
tratarme.<br />
En fin se me abrió <strong>la</strong> “Margariteñidad”. Como siempre aproveché los fines<br />
de semana para recorrer los rincones de <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> con intenciones de pintar. En<br />
los comienzos con un Volkswagen alqui<strong>la</strong>do del Sr. Galán en <strong>la</strong> agencia VW<br />
en Por<strong>la</strong>mar. Comencé a co<strong>la</strong>borar con los eventos folclóricos y participar en<br />
muchas cosas.<br />
Mi hermano Tomás y yo donamos unas monedas antiguas a sendos castillos,<br />
<strong>la</strong>s cuales fueron hurtadas entre otras cosas en poco tiempo. (Varias monedas<br />
de ½ real de cobre, procedentes de los castillos de Guayana, unos centavos<br />
monagueros y una moneda de p<strong>la</strong>ta de cinco reales, todas de poco valor<br />
numismático pero una curiosidad para el turista.<br />
Pedro Rivero tenía su oficina de ingeniería, el “Centro Técnico” en Por<strong>la</strong>mar.<br />
Antes de volver a Tacarigua compraba en <strong>la</strong> panadería frente a <strong>la</strong> bomba de<br />
Eurípides Sa<strong>la</strong>zar, toda una “cuenta” de pan, eran diez docenas. Los había del<br />
tamaño “pan de a locha” y uno más pequeño el “pan de a centavo”.<br />
Mi bebida preferida era siempre el ron y créanme, con tanto contrabando<br />
de brandy a bajo costo, me resultó difícil a veces conseguir mi carterita de ron<br />
Santa Teresa.<br />
Durante los días de los carnavales en 1967 me hincó un pez-sapo en plena<br />
bahía de Pampatar, llena de bañistas. Ardía fuertemente. Pachicho, el dueño<br />
del kiosco Brisas del Zulia, me dijo: “ni lo menciones a otros, eso trae muerte<br />
cercana”.<br />
Como todavía no tenía vivienda propia en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>, me quedaba con mi familia<br />
en los hoteles. Pasaba el día en El Silguero, en El Morro o en <strong>la</strong> Bahía del<br />
Puerto Moreno, frente a <strong>la</strong> “Piedra del Ángel”, <strong>la</strong> que se cayó al mar en 1990(?).<br />
72
Recuerdo que había varias estaciones de gasolina en Por<strong>la</strong>mar: una en <strong>la</strong><br />
calle Guevara, <strong>la</strong> Móvil en <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za Bolívar, <strong>la</strong> de los hermanos Rojas en el<br />
Pob<strong>la</strong>do, <strong>la</strong> del gallero Oscar Sa<strong>la</strong>zar en <strong>la</strong> 4 de Mayo, <strong>la</strong> de Eurípides Sa<strong>la</strong>zar,<br />
entre otras.<br />
El 17 de Marzo de 1963 inaugura Monchito Borra el puente que une Macanao<br />
a Margarita, el cual fue gestionado y construido por Don Antonio Reina Antoni,<br />
el Gobernador saliente.<br />
El Gobernador Antonio Reina firma en Boca del Río<br />
<strong>la</strong> construcción del puente 1961.<br />
(Foto de Don Antonio Reina)<br />
Me cuenta Don Antonio, quien todavía vive y por cierto le encanta una<br />
buena conversa, que <strong>la</strong> realización del puente tuvo muchos contratiempos.<br />
Los camiones viajaron toda <strong>la</strong> vuelta por Ipire y Cumana. Juancho Otao<strong>la</strong> se<br />
encargó de los cálculos; del estudio Julio Urbina.<br />
Para esa década se recuerda <strong>la</strong> aparición de hoteles nuevos en <strong>la</strong> ciudad de<br />
Por<strong>la</strong>mar, como el ya desaparecido Hotel P<strong>la</strong>za de Don Cesar Romero (1960)<br />
en <strong>la</strong> 4 de Mayo. Tenía una fachada redondeada. Se ofrecían especialidades en<br />
comida españo<strong>la</strong>. El cuarto valía algo como Bs. 20.<br />
En Margarita no había un supermercado como el “Cada” de <strong>la</strong> Gran Parada<br />
en Puerto <strong>la</strong> Cruz. De hecho tampoco se habían organizado abastos grandes<br />
73
Por<strong>la</strong>mar. Casa colonial<br />
con el cañón<br />
Allí arreg<strong>la</strong>ban <strong>la</strong>s motos<br />
Vespa y neveras al <strong>la</strong>do.<br />
más bien eran establecimientos sencillos como el mercadito en La Asunción.<br />
El mercado se hacía en Por<strong>la</strong>mar directamente en el Mercado Municipal.<br />
A medida que Cadafe procedía con <strong>la</strong> electrificación de los pueblos,<br />
colocando líneas de alta y de baja tensión con postes de madera impregnados<br />
con alquitrán de hul<strong>la</strong>, se lograba cierto alumbramiento de <strong>la</strong>s calles, aparecían<br />
abastos con alimentos refrigerados. La electricidad le daba otro nivel de vida a<br />
<strong>la</strong> gente en los pueblos. Una val<strong>la</strong> de <strong>la</strong> construcción de <strong>la</strong> carretera a Antolín<br />
del Campo, puesta por <strong>la</strong> compañía Via<strong>la</strong>rte, estaba situada antes de llegar al<br />
cruce del instituto y permaneció allí hasta entrar el nuevo milenio.<br />
¿Qué más recuerdo de los años sesenta?<br />
La construcción del tubo submarino desde costa firme era para dotar con<br />
agua continua a <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> entera (1961).<br />
74<br />
La llegada del tubo submarino,<br />
de Araya a Cumaná, 1961
El cable eléctrico también submarino, llegó casi al mismo tiempo.<br />
Para <strong>la</strong> época había muy pocos puentes sobre el río Valle en Por<strong>la</strong>mar, ni su<br />
cauce se había revestido o embau<strong>la</strong>do. Muchas calles se encharcaban con <strong>la</strong><br />
menor lluvia, faltaban los colectores de drenaje y para <strong>la</strong>s cloacas.<br />
En <strong>la</strong> carretera a Manzanillo colocaron el tubo de acueducto. Por<strong>la</strong>mar tenía<br />
un aspecto muy pueblerino. Muchas calles en tierra. Al no haber tanta gente,<br />
no se generaba tanta basura. Todavía no se usaban envases de plástico. La<br />
mercancía se llevaba en bolsas papel resistente, que venían en varios tamaños.<br />
No recuerdo el año de aparecer el restaurante Punto Criollo en <strong>la</strong> calle<br />
Igualdad en Por<strong>la</strong>mar; pero a <strong>la</strong>do estaba el Hotel Por<strong>la</strong>mar y una venta de<br />
artesanía confeccionada por el italiano Ruffini.<br />
Salió al aire Radio Margarita en La Asunción 1968.<br />
Desaparecen los ranchos alrededor del faro de Por<strong>la</strong>mar y el sector comenzó<br />
a pob<strong>la</strong>rse. Finalmente se construyó allí un anfiteatro.<br />
Me parece que <strong>la</strong> primera estación de servicio moderna en Por<strong>la</strong>mar fue <strong>la</strong><br />
Nueva Cádiz, quedaba y todavía esta, a <strong>la</strong> salida para Punta de Piedras (1961?).<br />
En Agosto 1961 se inauguró el acueducto para Margarita, desde El C<strong>la</strong>vellino<br />
en costa firme hasta Punta Mosquito. Yo trabajaba para <strong>la</strong> misma época en <strong>la</strong><br />
construcción del tubo submarino Cumaná-Araya donde se usó completamente<br />
otro sistema de colocar un tubo submarino. Lo ja<strong>la</strong>ron con un potente guinche<br />
desde Punta Arenas.<br />
En esa misma década, Manolo Ladrón de Guevara construyó el hotel<br />
Guaiquerí en <strong>la</strong> vía a El Morro. Funcionaron también los hoteles Nueva Cádiz,<br />
Bahía, Por<strong>la</strong>mar y el INCRET en Pampatar, entre otros.<br />
El pintoresco mercado de pescado en Por<strong>la</strong>mar se convirtió en uno de los<br />
lugares más concurridos por los visitantes.<br />
De <strong>la</strong> vieja carretera hacia el Tirano ya son pocos los que podrían echar<br />
cuentos. Una vez leí una crónica de Pedrito Bellorín al respecto, muy detal<strong>la</strong>da<br />
por cierto. Sí me acuerdo de <strong>la</strong> bodeguita de Toñito Arismendi en La Fuente,<br />
de <strong>la</strong> vieja quincal<strong>la</strong> de los Sa<strong>la</strong>zares en El Sa<strong>la</strong>do, Dámaso Rodríguez en<br />
Paraguachí, de <strong>la</strong> venta de gasolina de Jesús Hernández Arias en el Tirano y de<br />
<strong>la</strong> quincal<strong>la</strong> de Quintín en Loma de Guerra. Había casas privadas con servicio<br />
telefónico para el público. El restaurante de “El popu<strong>la</strong>r Gacho” desmejoró y<br />
finalmente desapareció después del fatal accidente el 2 de septiembre de 1973,<br />
cuando un camión fuera de control embistió <strong>la</strong> cocina, matando a <strong>la</strong> hija de<br />
Gacho. “El popu<strong>la</strong>r Gacho” era conocido por sus excelentes p<strong>la</strong>tos marinos.<br />
Gacho es uno de tantos hipocorísticos que se usa, el nombre era Deogracia<br />
Sa<strong>la</strong>zar y fundó su primer restaurante en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya, allí donde se encontraba “El<br />
Camaruco” de Murguey. También Dorina comenzó por esos <strong>la</strong>dos. Yo compraba<br />
75
mis pescados en El Tirano, frente a Erasmo Córdoba, el “Serenatero Gallinero”.<br />
Meranga ó Andresito componían el pescado, allá a <strong>la</strong>do de una cruz y unas<br />
matas de coco grandes. Edita <strong>la</strong> gorda o Cayita me lo vendían. El bendito hotel<br />
moderno allí nunca resultó; dos intentos fracasaron y hoy se encuentra en ruinas.<br />
Durante <strong>la</strong>s fiestas patronales se observaba <strong>la</strong> presencia de los juegos de<br />
azar callejero y “muuuuucha” cerveza. Había abundante bebida y comida, cuyos<br />
desperdicios fueron arrojados allí mismo. Esa costumbre me impactaba<br />
tremendamente, porque no veía nada constructivo ni cívico en todo eso. Traté<br />
en su tiempo sugerir en Tacarigua promover actividades deportivas y culturales<br />
para incorporar a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción menor a <strong>la</strong>s fiestas; dejar <strong>la</strong> “caña” para los<br />
finales y disponer de basureros a <strong>la</strong> vista. Mi sugerencia gustó en sus comienzos,<br />
tuvo poca sintonía, pero se hizo finalmente. Hoy debo reconocer con mucho<br />
agrado, que <strong>la</strong>s festividades patronales de Corazón de Jesús en Tacarigua tienen<br />
matices ejemp<strong>la</strong>res en cuanto a su desenvolvimiento. La pob<strong>la</strong>ción tiene ahora<br />
plena participación y los niños son parte activa en todos los programas. Me<br />
siento orgulloso por Tacarigua. Una vez más queda comprobado que “!civismo<br />
y cultura, a los pueblos da altura!”<br />
La cruz en el puerto de El Tirano era antes un faro de pequeña estructura.<br />
En Por<strong>la</strong>mar divisé una vez un carro marca Studebaker pintado en color rojo<br />
en el <strong>la</strong>do completo izquierdo y azul por el <strong>la</strong>do derecho, hoy dirían: “mitimiti”.<br />
Todavía se pasaba con vehículos por el viejo puente colonial en La Asunción.<br />
Se trabajaba medio día los sábados. Empezaron a aparecer <strong>la</strong>s per<strong>la</strong>s cultivadas<br />
japonesas y hasta aquel<strong>la</strong>s plásticas. La gente <strong>la</strong>s mordía para comprobar su<br />
Llevamos “ pescao” a <strong>la</strong> casa. Componedores de “pescao”<br />
76
Juan Griego (# 2055)<br />
autenticidad, igualmente lo hacían con los fuertes falsos (moneda de Bs. 5). Ya<br />
para el año 1965 comenzaron a desaparecer <strong>la</strong>s monedas de p<strong>la</strong>ta en el país.<br />
En Guatamare, Pedro Antonio García cambió su cantera de piedras picadas<br />
para el <strong>la</strong>do en frente, allí cerca se divisaban <strong>la</strong>s val<strong>la</strong>s rayadas de cauchos<br />
“Royal” con varias inscripciones como “Zamuro no come alpiste”..<br />
Como hecho histórico menciono que en 1965 aproximadamente comenzó a<br />
desaparecer <strong>la</strong> popu<strong>la</strong>r “locha”, el también l<strong>la</strong>mado cuartillo (<strong>la</strong> cuarta parte<br />
de un real). Un real era Bs. 0,50 y <strong>la</strong> locha Bs. 0,125. El medio valía Bs. 0,25.<br />
77
Comenzaron los servicios aéreos con los aviones jet, primero con un<br />
Caravelle de Avensa, luego los DC-9. Una viejita me preguntó una vez ¿Por<br />
qué se detuvo aquí el avión en el aire?, es que en los asientos ade<strong>la</strong>nte no se<br />
siente el ruido de los motores. En los aviones jet se servía whisky, ron o cerveza.<br />
Comenzaron los vuelos directos en esca<strong>la</strong> nacional.<br />
Boleto LAV. Mayo 1966.<br />
Comenzó el servicio con aviones jet.<br />
Primero Avensa con el Caravelle<br />
luego DC-9 ambas líneas.<br />
Después del terremoto de 1967 en Caracas, hubo cierta preocupación por<br />
<strong>la</strong>s fisuras aparecidas en <strong>la</strong> construcción del Hotel de La Asunción; especialistas<br />
nacionales e internacionales examinaron el caso y cesaron <strong>la</strong>s a<strong>la</strong>rmas. Hoy<br />
funciona allí al Policlínico sin novedades por ese <strong>la</strong>do.<br />
“La Venezia” era una casona situada a <strong>la</strong>do del puente de Las Bo<strong>la</strong>s en Juan<br />
Griego. Es allí donde el médico Pierre Bougrat atendía a sus pacientes; más<br />
tarde se convirtió en <strong>la</strong> Escue<strong>la</strong> Antonio Díaz. El Dr. Bougrat era otro de los<br />
fugitivos que llegó a Venezue<strong>la</strong>. Fue muy querido en Margarita pero el<br />
presidente Medina le exigió personalmente <strong>la</strong> equivalencia para poder ejercer<br />
su profesión.<br />
Me parece que <strong>la</strong> farmacia cambió de esquina en <strong>la</strong> calle Guevara en<br />
Por<strong>la</strong>mar. En esa misma calle había una estación de servicio, el Banco de<br />
Venezue<strong>la</strong>, <strong>la</strong> ferretería de Tottesaut y una agencia del Banco Agríco<strong>la</strong> y<br />
Pecuario; muchos comercios. La calle central de El Pob<strong>la</strong>do era de doble vía y<br />
se llenaba de agua con cada lluvia.<br />
En el Hotel Bel<strong>la</strong> Vista habían quitado por <strong>la</strong>rgo tiempo el bar con fines de<br />
reconstrucción. Los turistas canadienses se reunían en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya donde algunos<br />
niños sin camisa hacían su agosto cantando y bai<strong>la</strong>ndo. El negro Bolívar vendía<br />
<strong>la</strong>s ostras y Juan Andrade de Araya junto con otros pescadores ofrecían per<strong>la</strong>s<br />
autenticas de Margarita.<br />
Para el pueblo de Pragedes, Guayacán, se llegaba únicamente en bote.<br />
Los actos culturales en <strong>la</strong> Benefactora de Juan Griego siempre comenzaban<br />
al menos una hora después de <strong>la</strong> hora anunciada. Tengo bellos recuerdos de <strong>la</strong>s<br />
presentaciones allí, especialmente los actos aniversarios. (Fundación 1936).<br />
Por mera casualidad tropecé con el mitin de Copey en Por<strong>la</strong>mar en 1967. Por<br />
tratarse de un evento estatal me parecía poca <strong>la</strong> asistencia. Comentaban, que<br />
78
comenzó tarde porque se retrasaron en buscar al Dr. Caldera en el aeropuerto,<br />
quien ya había llegado.<br />
Siempre oía hab<strong>la</strong>r de <strong>la</strong> “Casil<strong>la</strong> de Leocadio”, <strong>la</strong> de Jesús Cholet. Era un<br />
lugar de reunión cotidiana de <strong>la</strong> gente en Juan Griego. Se motivaban para<br />
buscar conversas y entre chistes y <strong>la</strong>mentos, se hacía política; en fin pasar el<br />
tiempo en algo. Monchito Borra le dedicó todo un libro. Nunca frecuenté el<br />
sitio referido, pero recuerdo un kiosco de madera al sur-oeste del muelle con<br />
bastante gente. No puedo afirmar que haya sido <strong>la</strong> “Casil<strong>la</strong> de Leocadio”.<br />
La gente empleaba ahora materiales convencionales modernos en <strong>la</strong><br />
construcción de sus viviendas y el bahareque comenzó a perder vigencia.<br />
Miel de <strong>la</strong> tierra.<br />
Casa de Cheguaco en Tacarigua.<br />
Pared de bahareque.<br />
No era raro, que un pasajero muy conocido y frecuente l<strong>la</strong>mara al aeropuerto<br />
por el teléfono, aquel<strong>la</strong> vez todavía de magneto y pidiera: “aguántame el avión,<br />
que ya voy para allá”...<br />
Frutas criol<strong>la</strong>s como el ponsigué, el anón, el catuche, el mamey y hasta el<br />
mismo dátil están prácticamente desaparecidas de los mercados popu<strong>la</strong>res y<br />
so<strong>la</strong>mente en muy raros ocasiones aparecen ventas de los mismos a oril<strong>la</strong> de<br />
<strong>la</strong>s carreteras.<br />
En febrero 1962 cayó un avión F-27 de Avensa en el Piache, procedente de<br />
Carúpano.<br />
79
Desaparecen <strong>la</strong>s famosas cachapas en Tacarigua. Por cierto, fue allí donde<br />
vi <strong>la</strong> primera vez maíz negro y otros de color morado.<br />
La venta de cachapas en Tacarigua. 1984.<br />
Comienzan a desaparecer ciertos utensilios de cuero confeccionados en el<br />
Maco, especialmente aquellos re<strong>la</strong>cionados con los animales de carga, como<br />
el burro y el caballo.<br />
Gran esperanza para una restauración completa causó <strong>la</strong> noticia de <strong>la</strong><br />
dec<strong>la</strong>ración de Patrimonio Nacional de los dos castillos grandes (1965).<br />
Por allí en Caigüire, por <strong>la</strong> Laguna B<strong>la</strong>nca y sobre un altico, se encontraba<br />
una casa de techo verde que parecía estar en una is<strong>la</strong>. La habitaban unos<br />
alemanes, dueños de <strong>la</strong> compañía constructora Wimberg y Graf (carreteras y<br />
el Hospital Luis Ortega). Más allá de Caigüire y pasando La Caraco<strong>la</strong> y con un<br />
acceso improvisado se encontraba P<strong>la</strong>ya Valdés, sitio que ocupaban los<br />
pescadores en tierra, vendían buen pescado y ostras grandes. Más tarde se<br />
construyó allí en plena punta, un terminal donde atracaban los ferrys<br />
procedentes de Pamatagualito (Guanta).<br />
80
Lavanderas de Fuentidueño (# 2409)<br />
81
Las muchachas adolescentes de familia quienes para no salir so<strong>la</strong>s, se<br />
hicieron acompañar con un niño pequeño. Frecuentemente fueron pasto de<br />
piropos y cuando se sentían observadas, acostumbrabas exc<strong>la</strong>mar<br />
automáticamente “apúrate muchacho” y el niño no entendía el motivo del<br />
repentino regaño. (A pesar que un piropo bueno siempre agrada).<br />
El Señor Quijada vendía <strong>la</strong> prensa, el papel sel<strong>la</strong>do y <strong>la</strong>s estampil<strong>la</strong>s fiscales<br />
en una casa situada frente a <strong>la</strong> Asamblea Legis<strong>la</strong>tiva en La Asunción. La<br />
ferretería de Don Félix Silva a <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> gobernación <strong>la</strong> atendía Tartuliano<br />
todo un personaje. A una cuadra de <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za Bolívar por <strong>la</strong> calle Miranda a<br />
<strong>la</strong>do de <strong>la</strong> foto Franz se encuentra todavía hoy una bomba de gasolina, que<br />
pertenecía a Eurípides Sa<strong>la</strong>zar. En todo el frente vivía Don German León con<br />
su taller mecánico privado. Allí guardaba su orgullo: un automóvil marca<br />
Holsman del año 1902, el carro más antiguo existente en Venezue<strong>la</strong>. Lo sacaba<br />
a <strong>la</strong> calle para lucirlo en días de los carnavales. También tenía un Ford (1939)<br />
un Opel (Olimpia 1938) y el American-Austin del año 1932 para el uso diario.<br />
Otro coleccionista era Isa León. Al tocar ese tema, hago referencia a mi artículo<br />
“Los carros viejos en Margarita” publicado en <strong>la</strong> revista “Esparta” N° 9 en<br />
1994.<br />
El “American Austin” año 1932<br />
de Don Germán León.<br />
82<br />
El Holsman 1902 (No.1194)
Pampatar.<br />
La ceiba detrás de <strong>la</strong> Iglesia (# 506 )<br />
Juan Griego. Rancherías (# 2035 )<br />
83
Siempre me ha l<strong>la</strong>mado <strong>la</strong> atención <strong>la</strong> habilidad de los poetas popu<strong>la</strong>res<br />
(los conocidos o los anónimos) para improvisar al instante sus versos. Los<br />
cantores del galerón y los fabu<strong>la</strong>dores son verdaderos conocedores de <strong>la</strong>s cosas<br />
regionales. Asistiendo los galerones alcancé a conocer personalmente a muchos<br />
de ellos.<br />
Dennis Bourne llegó a Margarita en 1966 para quedarse, hizo vida útil en<br />
nuestro medio insu<strong>la</strong>r, tan así que con el transcurrir de los años fue aceptado y<br />
ga<strong>la</strong>rdonado por sus aportes. Otros navegados aceptados por <strong>la</strong> sociedad insu<strong>la</strong>r<br />
eran: Ives Girard, Iván Cardozo y Mario Pe<strong>la</strong>yo periodistas, Doña Elba Salvati,<br />
Fernando Cervigón y seguramente habrá unos cuantos más a todos los niveles.<br />
Nino (Saturnino) Reyes, el que arreg<strong>la</strong>ba radios se había mudado para <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za<br />
del Periodista y se estableció finalmente a <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> tintorería “La Per<strong>la</strong>”,<br />
donde fue construido el puente que une <strong>la</strong> calle Igualdad con <strong>la</strong> Avenida 4 de<br />
Mayo.<br />
En 1963 fundaron el cuerpo de bomberos en Por<strong>la</strong>mar. El capitán Simón<br />
Flores <strong>la</strong> comandaba. “Yaya” Hi<strong>la</strong>ria, <strong>la</strong> hermana del maestro Cirio, tenía su<br />
tiendita con chucherías en el viejo aeropuerto; por un tiempo también se mudó<br />
al nuevo. Entre <strong>la</strong>s primeras mujeres policía estaba Haydée, <strong>la</strong> catirita.<br />
En el Registro Subalterno de La Asunción estaba Cosme Lárez y en el<br />
Principal trabajaba Cheguaco. Ciertos escultores regionales, a falta de <strong>la</strong> piedra<br />
de Cumarebo, usaban <strong>la</strong> clorita verdosa que se encuentra en el cerro del Fortín<br />
España. Otros artistas <strong>la</strong>braban <strong>la</strong>s piedras porosas de <strong>la</strong>s ruinas de Nueva<br />
Cádiz en Cubagua.<br />
Las mujeres tejían crinejas para <strong>la</strong> confección de sombreros en todas partes<br />
y durante <strong>la</strong>s más variadas actividades cotidianas. También se han visto hombres<br />
tejiendo.<br />
Los pasajeros de siempre en el avión: el Ing. Hugo Buonafina, el Ing. Sa<strong>la</strong>zar,<br />
papá del músico Rafael Sa<strong>la</strong>zar, Toufic Abouhamad el comerciante, a veces<br />
Jóvito y el maestro Prieto, Fucho Tovar y los políticos de turno. Se comía<br />
donde Cachicato, más tarde convertido en el Fuji-mar. Durante <strong>la</strong> construcción<br />
del Hotel Concorde en 1966 conocí a Bellorín, todo un personaje el cual<br />
promulgaba <strong>la</strong> necesidad de imp<strong>la</strong>ntar el “control de calidad” en todo y para<br />
todo. Le sobraban razones para afirmarlo.<br />
Foto Franz esta hoy en el mismo sitio de ayer. La familia Bor tenía su<br />
tipografía frente <strong>la</strong> Iglesia en Juan Griego. “El negro Sánchez” era el ingeniero<br />
de <strong>la</strong> construcción de un hotel en Boca del Río. Ese edificio pasó luego a <strong>la</strong><br />
Fundación La Salle, hoy forma parte de <strong>la</strong> Universidad de Oriente.<br />
Chico Mata viajó a Caracas para grabar el LP “Recorriendo Margarita”<br />
(1968?); lo llevó Chuíto Marcano, el de Tacarigua, esposo de Silvia Rivero,que<br />
84
vivían en Tari-Tari. Ya Luisito García, <strong>la</strong> voz juvenil, había grabado el suyo.<br />
LP significa Long-p<strong>la</strong>y, disco de <strong>la</strong>rga duración. El restaurante “El Chipi”<br />
pertenecía a una señora francesa, Chipi (Felipe) era su hijo. El ingeniero Julio<br />
Veróes era el encargado de <strong>la</strong> Salina de Pampatar.<br />
Todavía en <strong>la</strong> década de los sesenta se mantenía en los núcleos familiares<br />
<strong>la</strong> costumbre de pedir <strong>la</strong> bendición directamente a los progenitores, tanto a <strong>la</strong><br />
salida como al regreso al hogar. Es más, se notaba un ambiente de gran respeto<br />
hacia los mayores, a los cuales se acostumbraba besar <strong>la</strong> mano. El pedir <strong>la</strong><br />
bendición sigue vigente en algunos hogares. Las vendepan pertenecen sin dudas<br />
a <strong>la</strong>s escenas reales de <strong>la</strong> Margarita de ahora y de siempre. Están no so<strong>la</strong>mente<br />
en La Asunción, donde se le atribuye su origen, sino se encuentran presentes<br />
en todas y cada una de <strong>la</strong>s fiestas patronales por toda <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>.<br />
Al Prof. Julio Vil<strong>la</strong>rroel se encontraba siempre en los alrededores de <strong>la</strong><br />
P<strong>la</strong>za Bolívar de La Asunción, o tal vez en <strong>la</strong>s cercanías de <strong>la</strong> gobernación.<br />
Don Germán León, multifacético mecánico, se desempeñaba por esos años<br />
como jefe de los talleres del MOP. Perucho Aguirre le asigna en su canción el<br />
cuido y mantenimiento de <strong>la</strong>s “roco<strong>la</strong>s”. Chú Ávi<strong>la</strong> interpretó “El Mar” en <strong>la</strong><br />
casa del periodista. Por cierto, Jesús Ávi<strong>la</strong> se moviliza todavía con una<br />
camioneta “panel” vieja del año 1949, una Chevrolet.<br />
Si bien se considera, que el tiempo es un agente que debilita y hasta borra <strong>la</strong><br />
memoria, algo me quedó presente, a saber: “Guaro” con ojos azul-verdosos,<br />
bien trajeado con un flux y corbata caminaba desde muy lejos a pie hasta<br />
Por<strong>la</strong>mar; siempre portaba unos papeles. Me decían, que era hermano de un<br />
médico l<strong>la</strong>mado Miguel. También recuerdo allí en <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za del Periodista a<br />
“Hi<strong>la</strong>rio”. El cubano “Ayarí” tenía una pensión económica. “Pedro Brito<br />
Gamboa” entre otras actividades se encontraba en Radio Nueva Esparta.<br />
Salvador Rodríguez, el de <strong>la</strong> Casa Azul y del Cine Paraguachí tenía <strong>la</strong> costumbre<br />
de visitar el pueblo de La Mira. Bastante retirado de <strong>la</strong> costa de El Cardón,<br />
Augusto (Rivas?), el carpintero de ribera, fabricaba <strong>la</strong>nchas y botes de todos<br />
los tamaños. Muy cerca estaba <strong>la</strong> casa de Lico Moya, después <strong>la</strong> habitaba<br />
Pedro (Rosas?) Rojas. Era una casa de bahareque muy antigua, pero mantenida<br />
en estado habitable.<br />
Con el tiempo llegué a conocer al poeta Panchito Larez Granados, a Manuel<br />
Felipe Rodríguez, a Bucho Hernández, a Luis Brito Arocha, a Don Heraclio, a<br />
Don Lucho, a Antonio Reina y los demás ex gobernadores, a los poetas, pintores,<br />
cronistas y escritores, músicos y galeronistas. Finalmente hice dibujos de todos<br />
ellos. Comía donde “Cachicato” y años después en “El Caporal”, del español<br />
Manolo, quien mantenía los peces vivos hasta el momento de ser seleccionados<br />
por el cliente.<br />
85
El director de <strong>la</strong> Banda Estatal Augusto Fermín había fallecido, lo reemp<strong>la</strong>zó<br />
Perucho Rosas. También había una banda musical de viejitos quienes<br />
interpretaban merengues, pasodobles, guarachas y boleros. Los días jueves<br />
había retretas en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za.<br />
Las maestras Esther y Nancy preparaban danzas folklóricas en el Colegio<br />
Antonio Díaz en Juan Griego. Pedro Rivero y yo, de paso por el Hotel<br />
Bicentenario de Upata en 1966, preparamos una lista tentativa de obras públicas<br />
menores, pero significativas y necesarias en algunos pueblos del Estado Nueva<br />
Esparta; todo con <strong>la</strong> esperanza de un cambio de gobierno para 1968. El cambio<br />
se dio y Pedro Rivero fue nombrado Ingeniero del Estado. Como director de<br />
obras públicas rindió <strong>la</strong> Memoria y Cuenta en 1973 y su diligencia se destacó<br />
en haber atomizado el presupuesto asignado para cumplir con muchas obras<br />
pequeñas, en vez de pocas grandes. Desempeñó una excelente <strong>la</strong>bor en ese<br />
cargo.<br />
Estílita Torcat, <strong>la</strong> hermana de Bartolo Rojas, comenzó con Modas Mireya<br />
antes del Puerto Libre. El apetito de Monchito Borra generaba los más<br />
simpáticos cuentos, los cachos, como los apodan los margariteños. Hace<br />
poco me encontré en el Museo de Transporte en Caracas con los capitanes<br />
retirados de Avensa: Harry Gibson y Juan Nolk Cárdenas. El ingeniero Víctor<br />
Betancourt trabajó en <strong>la</strong> construcción de <strong>la</strong> carretera a Boca de pozo en<br />
Macanao.<br />
Con <strong>la</strong> creación del servicio de ferry en 1959 comenzó el interés turístico<br />
nacional y con eso se notaba cierto movimiento de dinero. Nuevos<br />
establecimientos comerciales con <strong>la</strong> apertura de sucursales y <strong>la</strong>s agencias<br />
bancarias dieron estímulo a una presencia del progreso general en Por<strong>la</strong>mar.<br />
Los margariteños que trabajaban en costa firme visitaban sus familiares con<br />
mucha frecuencia y viceversa; siempre con el bien recordado ferry “El<br />
Margariteño” cuyo capitán era José Luis Piñerúa.<br />
Por esos años aparecieron otros ferry, el “Virgen del Valle”, el “Mariscal<br />
Sucre” y los ferry-boat también en repetidas ocasiones se intentaron el servicio<br />
de <strong>la</strong>nchas vo<strong>la</strong>doras y competencias en el servicio. Cabe seña<strong>la</strong>r, que <strong>la</strong>s<br />
conexiones marítimas más frecuentes significaron el primer gran episodio para<br />
mejorar <strong>la</strong>s condiciones de vida en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>.<br />
Pero el ambiente en los ferrys se incorporó plenamente a <strong>la</strong> idiosincrasia<br />
del pueblo margariteño. Mucha gente junta, niños, peroles y más peroles,<br />
animales, el juego de truco y el dominó. Los cantos y <strong>la</strong> cerveza dieron su<br />
toque característico generando el encuentro entre el pueblo y el turista. Las<br />
quejas sobre el servicio y los terminales de los ferrys se convirtieron en un<br />
“disco rayado”. Siempre observé con pena que tanto los pasajeros como los<br />
86
empleados arrojaran todo desperdicio al mar. Eso <strong>la</strong>mentablemente, no ha<br />
cambiado. Se sigue dañando así nuestra flora y fauna marina. Por ahora el<br />
ecosistema no ha dado señales de fatiga, aparentemente, sin embargo el hecho<br />
c<strong>la</strong>ma por una pronta acción correctiva.<br />
El paso del ferry “El Margariteño” frente Punta Arenas<br />
en Araya. 1961 ( # 2038)<br />
Margarita ofrecía bellísimos trechos para realizar caminatas y paseos de<br />
madrugada. Subir al Tamoco, al Guayamurí, para <strong>la</strong> Sierra; pasear de Tacarigua<br />
a San Juan o caminar los cerros de Manzanillo. Hasta llegar a <strong>la</strong> cima de <strong>la</strong>s<br />
mismas Tetas de María Guevara, resulta una experiencia interesante.<br />
Los navegados hacíamos en compañía de amigos y familiares unos paseos<br />
domingueros a los terrenos que ocupaba el viejo Lucas Hernández en Loma de<br />
Guerra, a <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> antigua mina de magnesita. Tenía una vegetación densa<br />
con árboles grandes y agua de manantial. Se l<strong>la</strong>maba “La Macaurel”. También<br />
íbamos a Chupacachimbo, Fuentidueño y por los cerros de Manzanillo.<br />
La línea aérea TACA tenía su oficina de Conde a Carmelitas en Caracas.<br />
No todos los carritos iban por <strong>la</strong> nueva autopista para Maiquetía; era para no<br />
pagar Bs. 2 en el peaje. Se pagaban Bs.5 por puesto. El último tren para La<br />
Guaira era eléctrico, salía de Caño Amarillo. Detrás del Fortín de <strong>la</strong> Galera en<br />
Juan Griego estaban <strong>la</strong>s casitas de INTUR y más allá nada.<br />
87
Con frecuencia visitaba el Balneario El Agua adscrito al Ministerio de<br />
Fomento; a veces me llevaba los muchachos de Pedro Rivero y los de Ismael<br />
Ordaz, primos y primas, full de jóvenes. La p<strong>la</strong>ya estaba muy poco concurrida.<br />
Las matas de coco tenían poco tiempo de p<strong>la</strong>ntadas, nada de tarantines, kioscos<br />
o venta de comida; Humberto González y Celestino fueron los primeros en<br />
estos menesteres. Mr. Telly trajo luego <strong>la</strong>s primeras sombril<strong>la</strong>s turísticas para<br />
Humberto: El gringo Telly era un jubi<strong>la</strong>do de <strong>la</strong> cadena “Cada” y vivía cerca.<br />
La ruta normal de Avensa hacia el Oriente del país estaba fijada: Maiquetía,<br />
Barcelona, Cumana, Por<strong>la</strong>mar hasta Carúpano. El en<strong>la</strong>ce para Güiria solo<br />
funcionaba por períodos cortos. Anaco y el Tigrito tenían servicios aparte,<br />
igualmente Maturín, Pedernales etc. Los aviones eran el DC 3 y el Convair<br />
440. Antes de traer el DC-9 jet, Avensa tenía los Caravelle. Avensa también<br />
usaba aviones turbo, el Convair y el Fokker F-27; LAV por su <strong>la</strong>do usaba el<br />
Avro y el Viscount.<br />
Todo visitante a Margarita, entre ellos yo, buscaban llegar a Juan Griego<br />
para presenciar una puesta del sol vistosa. Luego venía <strong>la</strong> verdadera sorpresita<br />
al percatarnos de <strong>la</strong> escasa posibilidad de transporte para regresar a Por<strong>la</strong>mar<br />
en horas nocturnas.<br />
En el bar “Tropical” de Ismael Ordaz en Tacarigua se presentaban por épocas<br />
pelícu<strong>la</strong>s, bailes a medio, había una roco<strong>la</strong> y últimamente mesas de bil<strong>la</strong>r,<br />
hoy funciona allí <strong>la</strong> farmacia “Hilda”. Se fundó el Comité de Desarrollo Cultural<br />
de Tacarigua CDC en 1969 en ese bar de Ismael Ordaz, el bar y cine Tropical.<br />
Diagonal en frente estaba Dora, con su bodega; antes <strong>la</strong> tenía el papá de Ismael<br />
Ordaz, Don Ernesto Ordaz. El papá del Ing. Pedro Rivero, Luis Beltrán Rivero,<br />
era Jefe Civil cuando Don<br />
Lucho estaba en <strong>la</strong><br />
gobernación. Pedro<br />
Rivero Núñez fue el<br />
primer presidente del<br />
CDC. Florentino Núñez<br />
compró su primer carro,<br />
una camioneta Chevrolet<br />
1952 azul-b<strong>la</strong>nca.<br />
88<br />
Tacarigua<br />
El Bar Tropical<br />
de Ismael Ordaz
.<br />
La Restinga 1967. Mi carro Mercedes<br />
con los dos hijo Martín y Niels.<br />
Guayacancito. Macanao<br />
La venta de combustible al aire libre<br />
89
Las Tetas de María Guevera. Al fondo Macanao. Paisaje estero ( # 1771)<br />
90
Juangriego en 1973<br />
LA DÉCADA <strong>DE</strong> LOS SETENTA<br />
91
SUCESOS QUE RECUERDO <strong>DE</strong> LA IMPULSIVA<br />
DÉCADA <strong>DE</strong> LOS SETENTA,<br />
sin seguir un orden cronológico.<br />
Desde 1953 pasa mi familia <strong>la</strong>s Navidades y recibe el Año Nuevo en<br />
Margarita. Al comienzo fue en mi casa en Loma de Guerra. Allí coincidí con<br />
Jesús Ávi<strong>la</strong> el 24 de Diciembre, él con su guitarra<br />
y yo con el acordeón. Desde 1974 nos mudamos<br />
a <strong>la</strong> casa en P<strong>la</strong>ya El Agua. En los años setenta<br />
me disfrazaba de San Nicolás o recorríamos <strong>la</strong>s<br />
casa vecinas en son de parranda, cada hijo nuestro<br />
con su instrumento.<br />
Rep<strong>la</strong>nteo de mi casa en<br />
1973.<br />
San Patricio. La casa del autor<br />
en P<strong>la</strong>ya El Agua.<br />
En 1978 estuve a punto de hacerme Rotario por recomendación del Dr.<br />
Pablo Puky de San Cristóbal. Ellos se reunían en el Hotel Concorde. Yo presenté<br />
varias char<strong>la</strong>s referentes a problemas ecológicos y <strong>la</strong> contaminación.<br />
Como una sabia decisión para <strong>la</strong> salud, resolví no trabajar en mi profesión<br />
en Margarita, a pesar que llovían los trabajos una vez imp<strong>la</strong>ntado el Puerto<br />
Libre. Sin embargo, pasé <strong>la</strong> residencia de mi compañía a Margarita en 1974,<br />
para cuyos efectos publiqué el aviso por un costo de Bs. 50,oo en el Diario<br />
delCaribe, éste con poco tiempo de fundado. Costaba Bs. 0,25 <strong>la</strong> edición de<br />
cada periódico.<br />
92
Una vez aparecieron en <strong>la</strong> revista Ondas de Margarita unas fotos de Peter<br />
Falk, el “Teniente Columbo”. En realidad el retratado era Carlos Stohr, quien<br />
tiene mucho parecido con este personaje detective televisado.<br />
“Peter Falk”,<br />
el famoso teniente Columbo<br />
de <strong>la</strong> televisión, en Margarita .<br />
En realidad el de esta foto<br />
es Carlos Stohr. ¡Vaya parecido!<br />
Ernesto Piñerúa, el topógrafo, fue el primero en construir un complejo<br />
turístico en La Galera. La casa de <strong>la</strong> antigua aduana en Pampatar se encontraba<br />
en ruinas, pero con <strong>la</strong>s fachadas completas. FON<strong>DE</strong>NE restauró <strong>la</strong> edificación<br />
y <strong>la</strong> convirtió en su sede para oficinas, actividades y Salones de Arte. Se inaugura<br />
el nuevo aeropuerto en El Yaque en Diciembre 1975, día de <strong>la</strong> Batal<strong>la</strong> de<br />
Ayacucho. Se inaugura el boulevard Guevara en Por<strong>la</strong>mar.<br />
El conocido empresario capitalino Borges Villegas promovió el “Safari” en<br />
Margarita. El mismo funcionó durante varios años en <strong>la</strong> cercanía de Altagracia.<br />
Los visitantes recorrían en su carro todo el<br />
parque en presencia de los animales<br />
africanos vivos y sueltos. Algunos animales<br />
se acercaban por curiosidad a los<br />
automóviles. Dicen, que una vez se escapó<br />
un tigre. También se comentaba que el<br />
Safari acabó con los burros en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>.<br />
Finalmente se llevaron a los animales a otro<br />
Safari cerca de Valencia.<br />
Altagracia,<br />
una jirafa en el safari.<br />
93
Comunicaron <strong>la</strong> calle entre <strong>la</strong> bomba de Cocheima y el taller mecánico de<br />
Justo Martínez en Remanganagua (La Otra Banda); como comunicación vial<br />
resultó de gran utilidad. En Por<strong>la</strong>mar se establecen oficinas y consultorios de<br />
<strong>la</strong>s más variadas profesiones. Ahora había carretera de asfalto para llegar a <strong>la</strong><br />
Guardia, antes se pasaba entre tunas y cardones, tragando mucho polvo. En La<br />
Asunción prohibieron el paso de vehículos por el puente colonial. En Por<strong>la</strong>mar<br />
se nota el comienzo de <strong>la</strong> rancherización en los alrededores. Frente a <strong>la</strong> antena<br />
de Radio Margarita en Pampatar construyeron los “Chalet de <strong>la</strong> Caranta”, una<br />
novedad en cuanto al alojamiento de turistas.<br />
... y siguen los sucesos de de los años de 1970:<br />
Primero <strong>la</strong> Zona Franca, luego el Puerto Libre; con sus ventajas y bemoles.<br />
El primero comenzó a tener vigencia en 1971, el segundo en 1975. Ambos<br />
impulsaron el crecimiento socio-económico de <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>. Aparecieron muchos<br />
establecimientos nuevos, así como sitios de interés en Margarita. Los europeos<br />
centrales, residentes en Venezue<strong>la</strong>, eran visitantes muy frecuentes, pero se<br />
guardaban el secreto; en cambio <strong>la</strong> naturaleza del criollo es pasar el dato,<br />
mientras más mejor. Así que en sus comienzos teníamos los alemanes<br />
acompañados por sus visitantes europeos y un nutrido turismo nacional. En<br />
general no se observaban visitantes “gringos”. Los americanos del norte que<br />
trabajaban en Venezue<strong>la</strong>, con o sin sus familias, pasan <strong>la</strong>s vacaciones en los<br />
EEUU, será por <strong>la</strong> cercanía o por motivación general, (preferencias). En <strong>la</strong><br />
década de los setenta comenzó a notarse un cambio significativo en <strong>la</strong> vida<br />
tranqui<strong>la</strong> de Por<strong>la</strong>mar y Juan Griego, Cheguaco lo apodó el “Noconozco” y se<br />
le sacó “una diversión” navideña en 1980.<br />
Diversion El Noconozco, una creación del mismo Cheguaco.<br />
94
¡EL PUERTO LIBRE... AY, EL PUERTO LIBRE!<br />
Para <strong>la</strong> liberación de impuestos de <strong>la</strong> mercancía<br />
comprada, se adquiría una p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong>, <strong>la</strong> cual traía<br />
impreso todos los artículos con su cantidad permitida.<br />
Con un alicate perforador se dejaba constancia de lo<br />
comprado. La misma p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong> decía: “El exceso de<br />
artículos comprados por encima del límite<br />
determinado por esta lista está sujeto a pena de<br />
decomiso”. Debido a que el monto total de <strong>la</strong>s compras<br />
estaba limitado a 1.500 bolívares por trimestre, se<br />
cambiaba el color de <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong>s. En esta p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong> no<br />
se llenaba ni el nombre ni <strong>la</strong> fecha so<strong>la</strong>mente estaba<br />
el número de <strong>la</strong> cédu<strong>la</strong> de identidad.<br />
Así fue como los ciudadanos comunes podían gozar<br />
de <strong>la</strong>s ventajas de compras sin impuestos; del resto no<br />
prefiero opinar porque no estoy bien informado al<br />
respecto.<br />
Mi problema como viajero semanal fue el<br />
“cómprame”; y si <strong>la</strong> mercancía no gustaba o los<br />
tabacos tenían gusano, pedían el segundo favor<br />
“cámbiame”. Es así como me quité de encima toda<br />
c<strong>la</strong>se de favores de este tipo y yo viajaba sin equipaje.<br />
Cupo limitado Bs. 850.<br />
Esta p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong> costaba Bs. 5<br />
para adquirir<strong>la</strong>.<br />
Una camisa valía por<br />
el orden de Bs.6<br />
95<br />
Tarjeta de Visita<br />
“Zona Franca”,<br />
La p<strong>la</strong>nil<strong>la</strong> de<br />
“Zona Franca”,
La afluencia del elemento capitalino acarreó costumbres y formas de<br />
comportamiento en público bastante ajenos a <strong>la</strong> vida tranqui<strong>la</strong> y pacífica del<br />
“ñero”, (pues <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s mañas se adquieren rápidamente).<br />
Se crearon los talleres de enseñanza en el complejo cultural Rómulo<br />
Gallegos: escultura, tal<strong>la</strong>do de piedras semipreciosas, dibujos, música, etc. Se<br />
consolidó el mercado general de Por<strong>la</strong>mar en Conejero, a <strong>la</strong>do de una vía<br />
rápida. Surgió un nuevo concepto de albergue, el “Puerto Esmeralda”, distinto<br />
a Los Chalet de La Caranta en Pampatar. Se nota cada vez más <strong>la</strong> llegada a<br />
Margarita de revendedores de ciertas mercancías, lo que provoca un crecimiento<br />
de tiendas en Por<strong>la</strong>mar. En el Estado Nueva Esparta no se había imp<strong>la</strong>ntado el<br />
Seguro Social Obligatorio.<br />
Se inundó Juan Griego en Diciembre 1975. Este mismo año salió el primer<br />
número de <strong>la</strong> revista “Ondas de Margarita”, bajo <strong>la</strong> dirección de Dennis Bourne.<br />
En Venezue<strong>la</strong> se puso <strong>la</strong> moda el “motorhome”, era una casa rodante para<br />
hacer viajes de p<strong>la</strong>cer. En Margarita no evolucionó por falta de <strong>la</strong>s insta<strong>la</strong>ciones<br />
que estos requerían. Apareció un caimán vivo en Chacachacare.<br />
Presenciar una lectura de testamento y <strong>la</strong> quema de Judas en un pueblo,<br />
resultaba además de divertido, un contacto excelente con <strong>la</strong> gente. Se resaltaban<br />
los acontecimientos más significativos del lugar. Valía <strong>la</strong> pena asistir. A lo<br />
<strong>la</strong>rgo del Istmo de La Restinga se hal<strong>la</strong>ban muchas conchas marinas y tone<strong>la</strong>das<br />
de conchas trituradas, ya redondeadas por <strong>la</strong> acción del oleaje del mar. La<br />
costa de La Guardia no era tan arenosa pero había muchas piedras redondeadas.<br />
En horas tempranas llegaban <strong>la</strong>s mujeres de La Guardia con el fin de sacar los<br />
guacucos y los chipichipi para <strong>la</strong><br />
venta en los mercados. Con el nuevo<br />
muelle de Pampatar desapareció <strong>la</strong><br />
gabarra hundida. Aumentó <strong>la</strong><br />
presencia de embarcaciones y<br />
veleros, procedentes de Europa en<br />
<strong>la</strong> Bahía de Pampatar. Se diseñó un<br />
logo triangu<strong>la</strong>r para <strong>la</strong> capil<strong>la</strong> en El<br />
Sa<strong>la</strong>do.<br />
Con los festivales de diversiones<br />
liceístas se logró dar continuidad a<br />
estas manifestaciones folklóricas<br />
que están mermando y hasta<br />
desapareciendo del panorama<br />
insu<strong>la</strong>r.<br />
Diversión de <strong>la</strong> cerbatana en un Festival Liceísta.<br />
96
El ñangaragato en Los Bagres. El baile de <strong>la</strong> osa en Tacarigua.. 1979.<br />
Tacarigua. 1979. Los que se encargaban<br />
de curar <strong>la</strong> osa durante <strong>la</strong> diversión.<br />
El baile del carro. Diversión navideña.<br />
Tacarigua. 1979.<br />
A veces, los niños dan continuidad a una “diversión navideña”. Tristemente cierto es, que<br />
reciben regaños e insultos de los choferes apurados, cuando bai<strong>la</strong>n en <strong>la</strong> calle.<br />
97
Pedrito Bellorín,<br />
animando <strong>la</strong>s diversiones<br />
en Tacarigua. 1979<br />
98<br />
El Conjunto Navideño<br />
“Ondas del Caribe” de<br />
Bucho Hernández<br />
del Tirano.<br />
Anita, <strong>la</strong> cantante,<br />
había parido<br />
una niña dos días antes<br />
El conjunto<br />
“Los Compayó”<br />
Tacarigua. 1979.
Allá arriba en <strong>la</strong> fi<strong>la</strong> del Tamoco, específicamente en “Chupacachimbo”,<br />
en el caney de Tomas Sánchez, se realizó el 10 de Noviembre de 1979 el<br />
“Primer Encuentro de Confraternidad” cuyos objetivos tratados eran los<br />
siguientes:<br />
1. El rescate y divulgación de nuestras manifestaciones folclóricas, popu<strong>la</strong>res<br />
y literarias.<br />
2. Promover el deporte en todas sus disciplinas.<br />
3. Gestionar <strong>la</strong> construcción de <strong>la</strong> carretera Paraguachí-Tacarigua-Santa<br />
Ana.<br />
Se reunieron los vecinos de Tacarigua, Santa Ana y de Antolín del Campo,<br />
con <strong>la</strong> presencia de más de 200 personas. Subimos al Tamoco y llegamos<br />
hasta el conuco de Jorgito. Hubo cantos, poemas, discursos y <strong>la</strong> presentación<br />
teatral de “La Guaicora” bajo <strong>la</strong> dirección de <strong>la</strong> profesora Elvia Méndez.<br />
Chupacachimbo 1979. La Señora Karen y Cheguaco<br />
moliendo caña en el trapiche de Tomás Sánchez<br />
99
El Encuentro de Solidaridad<br />
en Chupacachimbo<br />
se talló en <strong>la</strong> roca.<br />
Fecha 10 de noviembre de 1979<br />
Chupacachimbo.<br />
Se sembró <strong>la</strong> Cruz<br />
100<br />
Carlos Stohr entrega a<br />
Tomás Sánchez el dibujo del caney.
Edición No.5 del periódico CDC donde se<br />
reseña el Encuentro de Solidaridad deTacarigua- Paraguachí-Santa Ana,<br />
efectuado en el cerro de Chupacachimbo el 10-11-79.<br />
101
El 12 de Febrero, día de <strong>la</strong> juventud, se organizó una siembra colectiva de<br />
matas en Tacarigua; <strong>la</strong>s mismas fueron suministradas por <strong>la</strong> Granja en<br />
Sa<strong>la</strong>manca. La asistencia fue pobre, pero se logró el objetivo.<br />
Muchas personas recordaran también <strong>la</strong> promoción de <strong>la</strong> construcción del<br />
puente sobre “El Caribe”, entre Chacopata y Margarita, pasando por <strong>la</strong> is<strong>la</strong> de<br />
Coche, todo orquestado por el ingeniero Carpóforo Olivares en 1979.<br />
Para realizar el campeonato Suramericano de Bridge en el Hotel Concorde,<br />
el gobernador Fonturvel mandó a limpiar<br />
<strong>la</strong>s calles de Por<strong>la</strong>mar durante toda una<br />
semana. Yo participe en el “abierto” y quedé<br />
de último; así que recibí el premio de<br />
conso<strong>la</strong>ción y un diploma de<br />
agradecimiento por participar en <strong>la</strong><br />
organización.<br />
29° Campeonato Suramericano<br />
de Bridge en el Hotel Concorde.<br />
Los Guaiqueríes fueron los reyes y campeones del básquetbol en Venezue<strong>la</strong><br />
y en todos los pueblos había una cancha buena o ma<strong>la</strong>, tal vez improvisada. El<br />
grupo musical “Acuario” se puso muy de moda con interpretaciones propias.<br />
102<br />
Básquetbol<br />
pueblerino
Siempre con una premiación atractiva, se popu<strong>la</strong>rizaron los concursos de<br />
“Ranchos Típicos”, algunos monigotes puestos en movimiento con motores<br />
eléctricos. El de La Otra Banda era un gran rival para los demás y ganaba.<br />
Margarita ya recibía <strong>la</strong> grata visita de artistas de gran calibre: Alírio Díaz,<br />
Freddy Reina, Simón Díaz, Antonio Lauro y Maurice Hassan tocando un<br />
Stradivarius. Estos contactos con los artistas eran muy importantes, el público<br />
aprendió a comportarse como tal y a su vez, darle <strong>la</strong> seriedad que el evento<br />
ameritaba. Por cierto, en <strong>la</strong>s primeras presentaciones de <strong>la</strong>s danzas folclóricas<br />
de Yo<strong>la</strong>nda Moreno se escuchaba más <strong>la</strong> pita que <strong>la</strong> música cada vez que <strong>la</strong><br />
bai<strong>la</strong>rina levantaba <strong>la</strong>s faldas. Muy constructivo en este aspecto resultaron ser<br />
los salones de arte organizados por Doña Elba Salvati fuera de Por<strong>la</strong>mar, el de<br />
Is<strong>la</strong> de Coche y el de Puisito en Los Gómez. Nunca antes <strong>la</strong> gente que vive allí<br />
se había encontrado en medio de artistas plásticos con sus obras. Al comienzo<br />
se notaba que tenían como reserva para asistir a los eventos. Finalmente todos<br />
participaron directamente en <strong>la</strong> votación del “premio popu<strong>la</strong>r”. Era un ga<strong>la</strong>rdón<br />
escogido por el público, donde el jurado oficial no tenía ingerencia. Esta<br />
modalidad gustó mucho.<br />
En los años recientes se han puesto de moda los “Festivales de <strong>la</strong><br />
Empanada”, un evento que lleva <strong>la</strong> esencia completa de Margarita, música,<br />
poetas, discursos, transmisión por <strong>la</strong> radio, galerones infantiles y de los propios<br />
cantores, venta de artesanía, todo con <strong>la</strong> presencia nutrida de <strong>la</strong> gente de todas<br />
partes. Antes so<strong>la</strong>mente eran unos “concursos” organizados por FE<strong>DE</strong>CENE.<br />
En el Tuey apareció una vieja camioneta de madera Ford del año 1937, que<br />
fue restaurada. En Carapacho tenían un camión Ford del año 1937, amarillo el<br />
cual se llevaron a Maracay. En los tiempos de antes, un vehículo rústico y<br />
también ciertos camiones llegaban a Boca del Río por el Istmo, pasando por<br />
El Saco. El mismo camino recorrimos en 1953.<br />
A <strong>la</strong> salida de <strong>la</strong> Guardia había en toda oril<strong>la</strong> del mar una capil<strong>la</strong> <strong>la</strong> cual<br />
años más tarde cayó al agua durante una marejada. No se permitía cruzar <strong>la</strong><br />
P<strong>la</strong>za Bolívar con bolsas o cargando algo voluminoso. Antes de insta<strong>la</strong>rse el<br />
mercado municipal al final de <strong>la</strong> calle Guevara en Por<strong>la</strong>mar, funcionaba allí<br />
un comedor popu<strong>la</strong>r. El cine de <strong>la</strong> Asunción, inicialmente del mismo nombre,<br />
luego l<strong>la</strong>mado “Guayamurí” era de Don Félix Silva; años después operaba allí<br />
radio Expresión. El cine de Por<strong>la</strong>mar era el “Paramount” luego l<strong>la</strong>mado<br />
“Arestinga”. También en el Bar Tropical de Ismael Ordaz en Tacarigua se<br />
presentaban pelícu<strong>la</strong>s, (cuando no había problemas con <strong>la</strong> luz). Me cuentan,<br />
que en el pueblo se pagaban mensualmente Bs.2,oo al dueño de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta por<br />
cada bombillo. Para darle una cara más ordenada a ciertas p<strong>la</strong>citas en los<br />
pueblos, se solicitaron puntos de agua al INOS (Instituto Nacional de Obras<br />
103
Sanitarias) y se programó para el 12 de Febrero, Día de La Juventud, una<br />
arborización general. Nació Fundaconferry en 1976. Se inauguró el Museo<br />
Francisco Narváez en 1979. Cayó un avión de LAV en el Piache y, en otra<br />
oportunidad, dicen que se desprendió un pedazo de a<strong>la</strong> de un avión AVRO, sin<br />
consecuencias. Un granjero austriaco comenzó con una siembra masiva de<br />
tomates margariteños en Guacuco. Los actos de 40 años de <strong>la</strong> Benefactora en<br />
Juan Griego (1976) eran solemnes.<br />
Pedregales. Muchacho buscando<br />
agua con el pingo.<br />
Puertas Adentro.<br />
San Sebastián en 1979. ( # 1901)<br />
Ranchería en Boca del Río, con <strong>la</strong>s Tetas de María Guevara al fondo.<br />
104
Mi hija Diana y mi sobrina Maria Elena<br />
frente al reloj so<strong>la</strong>r. La Asunciòn.<br />
Mis hijos Martín y Niels,<br />
en P<strong>la</strong>ya El Agua, 1970<br />
Murió Alejandro Hernández un gran margariteño; “no importa donde se<br />
nace, importa donde se lucha”. Fue el creador de <strong>la</strong> campaña “Pro Venezue<strong>la</strong>”.<br />
Requena era para <strong>la</strong> época músico de <strong>la</strong> banda del estado; su hijo pródigo<br />
tocaba el c<strong>la</strong>rinete y <strong>la</strong> f<strong>la</strong>uta. Fue o es integrante del cuarteto “Opus 4”. Hoy<br />
está incorporado al estrel<strong>la</strong>to nacional en su especialidad. Para celebrar <strong>la</strong><br />
terminación del primer libro costumbrista escrito por Cheguaco, este<br />
desempolvó una garrafa de “chinguirito” de cinco años de antigüedad.<br />
¿Quién no conocía a <strong>la</strong> carismática Esther Gil de Punta de Piedras? “Adeca<br />
hasta <strong>la</strong> muerte”, personaje popu<strong>la</strong>r que entab<strong>la</strong>ba conversaciones con los<br />
máximos exponentes de <strong>la</strong> política venezo<strong>la</strong>na al pisar tierra neoespartana. El<br />
maestro Jóvito Vil<strong>la</strong>lba era el secretario general del partido URD, del cual fue<br />
su fundador. A sus discursos no asistían so<strong>la</strong>mente sus seguidores sino <strong>la</strong> gente<br />
en general, dicen que agradaba escucharlo en su calidad de excelente tribuno;<br />
tal vez el más grande en sus tiempos. “Mi partido y yo, yo y mi<br />
partido”(referencia: Radio Roche<strong>la</strong>)<br />
Ya toda <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción estaba pendiente del característico despido al “Viejo<br />
Año” de Andrés Quijada Rojas, en Radio Margarita. Dorina, <strong>la</strong> de El Tirano,<br />
tenía su secreto para preparar un guiso con <strong>la</strong>ngostas cuya fama traspasó <strong>la</strong>s<br />
costas de Margarita. En su restaurante compartían mesas gente de toda c<strong>la</strong>se<br />
social. Por costumbre ya, los festivales de “Galerón Oriental” gozaban de gran<br />
simpatía entre <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Un enfrentamiento con picón entre el “Maestro<br />
Anjá” (José Farias de Costa Firme) y El Huracán del Caribe (José Ramón<br />
Vil<strong>la</strong>rroel de Margarita) era c<strong>la</strong>se aparte. El margariteño sigue siendo un<br />
105
adioescucha. Esa radio queda prendida todo el día y <strong>la</strong> gente está pendiente<br />
de lo que se hab<strong>la</strong>. Hay buena comunicación entre el pueblo y el locutor; lo<br />
que no ocurre en <strong>la</strong>s ciudades. Es así como el programa “Margariteñerías”<br />
producido por “Lipe” el insigne maestro Felipe Natera Wanderlinder, toda una<br />
institución, fue transmitido todos los domingos con <strong>la</strong> voz inconfundible del<br />
guariqueño Porfirio Torres. Lipe, a su vez, fue el fundador y editor de <strong>la</strong> revista<br />
cultural “Margariteñerías”, de un contenido intelectual invalorable. En años<br />
recientes, otros santaneros le dieron continuidad a <strong>la</strong> revista, lo cual me contenta.<br />
Finalizando <strong>la</strong> década, organicé y financié una grabación de <strong>la</strong> orquesta<br />
típica regional dirigida por Beto Valderrama, con el fin de hacer un disco.<br />
Lamentablemente se extravió <strong>la</strong> matriz en <strong>la</strong> mudanza de “Discoriente” en<br />
Taritari. Don Ricardo Pallisó y Solé, un catalán ya jubi<strong>la</strong>do, se vino a radicar<br />
definitivamente en Margarita. Patentó <strong>la</strong> venta de un bronceador y en<strong>la</strong>tó “Aire<br />
de Margarita”,como un souvenir simpático y original para los turistas.<br />
Dennis Bourne fue nombrado delegado de <strong>la</strong> Oficina de Turismo en<br />
Margarita. Gloria Bourne organizaba desfiles de moda. Gloria Buonafina se<br />
lucía con sus poemarios llenos de sensibilidad.<br />
A pesar de <strong>la</strong> distancia, íbamos a pasar el día donde Agapita en Punta<br />
Arenas, en Macanao. De paso, me quedaba y todavía sigo pasando parte del<br />
día en Boca Chica, un sitio seductor que siempre me murmura “píntame”. Es<br />
un lugar que aparte de tranquilizar mis dolores reumáticos, me proporciona<br />
motivos excelentes para pintar paisajes llenos de colores fuertes. Pedro Tolú<br />
era el Director de Cultura en Nueva Esparta y me dijo que disponía de catorce<br />
conjuntos musicales organizados para eventos; entre ellos: Jesús Ávi<strong>la</strong> y sus<br />
Cuerdas Espartanas, Choromar, Per<strong>la</strong>s Orientales, los Ñeritos, Ondas del Caribe,<br />
Carmelo Acosta, Brisas Marinas, Orgullo Insu<strong>la</strong>r, Col<strong>la</strong>r de Per<strong>la</strong>s, Los<br />
Compayó y muchos más.<br />
...Y sigue lo de los años 1970<br />
Durante los años de Virgilio como gobernador se consolidaron muchas<br />
obras: el Museo Contemporáneo Francisco Narváez, algunos boulevares, el<br />
paseo Rómulo Gallegos en Por<strong>la</strong>mar, <strong>la</strong> Avenida 4 de Mayo, el tramo entre<br />
Manzanillo y Guayacán, entre otros. Los pescadores artesanales comenzaron<br />
a cuestionar cada vez más por <strong>la</strong> presencia de <strong>la</strong> pesca de arrastre y el despojo<br />
de sus espacios p<strong>la</strong>yeros en Por<strong>la</strong>mar.<br />
José Inés abrió el “Brisas de Matasiete” un bar al aire libre visitado en su<br />
tiempo por jóvenes y familias. Una ley de prohibición de despachos de licor a<br />
oril<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> carretera motivaron el cierre del establecimiento, y José Inés se<br />
cambió para <strong>la</strong> venta de línea b<strong>la</strong>nca, artefactos de uso caseros.<br />
106
La Asunción . Calle Páez<br />
El Maco<br />
Porái en Láis<strong>la</strong><br />
Las P<strong>la</strong>yas,<br />
Puerto Cruz<br />
y Puerto Viejo<br />
La “bajaíta de Carías” y El Molino, en Tacarigua<br />
107
Maritza Pineda era Miss Nueva Esparta y Erasmo Córdova tenía un botiquín<br />
en todo el frente del mercado de pescado en el puerto de El Tirano. Erasmo,<br />
vendía caña pero nunca tomaba. Es así por lo que en sus parrandas como<br />
músico aficionado <strong>la</strong>s apodaban “Gallineras”, (pollo y jugo de naranja). Tocaba<br />
<strong>la</strong> marímbo<strong>la</strong> y era santanero.<br />
En <strong>la</strong> fuente vivía el viejo Lucas siempre con su bandolín; era el padre del<br />
ingeniero Miguel, quien mas tarde abrió un restaurante con p<strong>la</strong>tos típicos. Bucho<br />
Hernández se pasó a Evangélico, pero duró poco tiempo.<br />
Julián Figueroa mataba reses y vendía <strong>la</strong> carne a oril<strong>la</strong> é carretera en el<br />
cruce de El Sa<strong>la</strong>do, justamente donde después de cada lluvia se formaba una<br />
charca. Un día mientras yo lo pintaba, pasó un carro y me mojo de “pie a<br />
cabeza” y <strong>la</strong> pintura se volvió una aguada de tinta china.<br />
El arquitecto Oswaldo Larez, investigaba interpretaciones musicales<br />
folclóricas para luego organizar eventos documentados. Es el director del<br />
conjunto “<strong>CON</strong>VENEZUELA”, agrupación todavía hoy existente. Lo conocí<br />
en una presentación en <strong>la</strong> Casa de <strong>la</strong> Cultura en Tacarigua (1978).<br />
El campeonísimo ciclista Pedro Cartaya tenía su taller en Por<strong>la</strong>mar. Allí<br />
mandaba a revisar <strong>la</strong>s bicicletas de mis hijos, quienes para <strong>la</strong> época no<br />
manejaban carro, ni montaban moto.<br />
La popu<strong>la</strong>r gastrónoma Chica Guerra ganó un festival de comida típica.<br />
Una vez se entrevistaron los pescadores sobre el significado del ojo en los<br />
peñeros. De eso sacaron cada “cacho” (cuentos); pero <strong>la</strong> opinión general fue:<br />
que es el ojo que guía. El origen histórico del ojo, se atribuye a <strong>la</strong>s<br />
embarcaciones del Mar Mediterráneo Oriental (Egipto), llegado a España con<br />
los árabes.<br />
Hacia finales de <strong>la</strong> década<br />
1970 se popu<strong>la</strong>rizó <strong>la</strong> P<strong>la</strong>ya El<br />
Agua. Había dos tarantines, el de<br />
Celestino, a <strong>la</strong>do del caserón en<br />
ruinas de Fucho Quijada y el de<br />
Humberto González, de moda<br />
entre <strong>la</strong> gente bien de Caracas.<br />
Nelly de Oliveros ya tenía su<br />
restaurante Miragua con comida<br />
criol<strong>la</strong> y casitas vacacionales.<br />
María Pancha, una humilde<br />
mujer del pueblo, recorría <strong>la</strong>s<br />
p<strong>la</strong>yas con su hija llenando<br />
bolsas enteras con cachivaches; El Tirano, 1977. La mano Amiga ·( # 1904)<br />
108
nadie se explicaba para qué. No hab<strong>la</strong>ban y se quedaban paradas un <strong>la</strong>rgo rato<br />
frente a los bañistas; hasta que alguien les diera algo. Otro presente en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya<br />
fue Juan de Dios, siempre en son de pedir limosnas. Con bastante frecuencia<br />
aparecía Juan el de C<strong>la</strong>ra, el vallero, quien en busca de más caña recorría el<br />
sector entonando su cuatro, buscando compañía.<br />
Juan de Dios en La Mira. Juan el de C<strong>la</strong>ra<br />
Marietta Berman fue <strong>la</strong> primera persona checa en participar en los salones<br />
de arte de Fondene. Se ganó el premio del grabado en el IV Salón. Tibor el<br />
húngaro tenía al final de <strong>la</strong> Avenida 4 de Mayo el restaurante “La Ta<strong>la</strong>nquera”<br />
muy visitado por familias con niños quienes disfrutaban <strong>la</strong> gran variedad de<br />
animales vivos que mantenía dentro de su insta<strong>la</strong>ción. Tibor manejaba una<br />
moto grande y trotaba <strong>la</strong>rgas distancias por toda <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> y en pleno sol. Irma, <strong>la</strong><br />
alemana del kiosco “El Agua” de Humberto, pasó una temporada atendiendo<br />
el Museo El Caserío de Pepe García en La Mira. Don Pepe, español de origen,<br />
era un coleccionista de artefactos y utensilios antiguos; al comienzo se<br />
encontraba al final de <strong>la</strong> Calle Igualdad, cerca del Hotel Bel<strong>la</strong> Vista, luego<br />
construyó “El Caserío”, el cual fue vendido a <strong>la</strong> Nación y luego saqueado.<br />
Don Pepe es también el creador del Museo en Taguantar, el que está antes de<br />
llegar a Juan Griego. Mr Telly un gringo jubi<strong>la</strong>do del “CADA” (cadena de<br />
supermercados) consiguió los primeros toldos en P<strong>la</strong>ya El Agua. Betsy, su<br />
mujer, temía estar so<strong>la</strong> en <strong>la</strong> casa y se mudaron a los EEUU. Tres meses después<br />
entraron a robar en su casa de Miami.<br />
109
Pim, de El Tirano, se da a conocer como coreógrafo y organizador de danzas<br />
en <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s y centros culturales. El Dr. Pablo González estaba el <strong>la</strong><br />
medicatura de Paraguachí y atendía al pueblo entero, dentro y fuera del<br />
consultorio. El viejo Caraballo, de quién se cuenta que tenía más de 80 hijos,<br />
manejaba su Chevrolet a 30 km/h por todos los <strong>la</strong>dos. Cande<strong>la</strong>rio, el de La<br />
Mira, era muy conversador, prácticamente se trataba de monólogos,<br />
especialmente hab<strong>la</strong>ndo sobre sus viajes a Europa.<br />
1970 fue <strong>la</strong> década en <strong>la</strong> que se dieron a conocer personajes como Juan<br />
García, el pintor, con un estilo muy propio, (una especie de puntillismo con un<br />
tacón de zapato de dama). Pedrito Bellorín el locutor, Beto, Chico Mata, Jesús<br />
Ávi<strong>la</strong>, José Ramón (el Huracán), músicos todos. Recibían ap<strong>la</strong>usos con sólo<br />
aparecer en el escenario; <strong>la</strong> aceptación era total.<br />
Dennis Bourne publicó su poema del “Hombre de <strong>la</strong> Mar” e hizo suya a<br />
Margarita.<br />
En <strong>la</strong> voz de Miguel Serra salió el disco “Los Zapatos Maqueros” de<br />
Domingo Carrasquero.<br />
“RECORRIENDO <strong>MARGARITA</strong>”<br />
disco L.P. Grabado por Chico Mata.<br />
(Carátu<strong>la</strong> suministrada por Don Marcelo<br />
González, en Caracas<br />
“GAITA MARGARITEÑA”<br />
de Domingo Carrasquero.<br />
Canta Miguel Serra<br />
(más conocido como<br />
“los zapatos maqueros”).<br />
Disco 45 r.p.m.<br />
Con <strong>la</strong>s vitro<strong>la</strong>s manuales se usaban discos de baquelita, 78 r.p.m.<br />
Con los tocadiscos eléctricos, habían discos grandes de 78 r.p.m; los discos pequeños de 45<br />
r.p.m. Más tarde salieron los discos grandes L.P., de 33 r.p.m.<br />
Recordemos los inicios:<br />
Luisito García 1966, voz infantil.<br />
Chico Mata 1968, hoy “El cantor de Margarita”.<br />
Jesús Ávi<strong>la</strong>, cantautor por excelencia, más conocido como “el guanaguanare”<br />
110
Dorina, <strong>la</strong> de El Tirano, se popu<strong>la</strong>rizó entre el público caraqueño con su<br />
especialidad: el guiso de <strong>la</strong>ngosta. Se dice, que Dorina murió debido a una<br />
inyección mal aplicada; sus familiares siguieron con el restaurante por un<br />
tiempo. Muy concurridos fueron los homenajes al maestro Inocente Carreño y<br />
a <strong>la</strong> profesora Modesta Bor en Juan Griego. Max Bernard Patrick, administrador,<br />
era otro “navegado” que mostraba inquietudes por Margarita. El ingeniero<br />
Ernesto Ruiz García, especialista en protección catódica del MOP (Ministerio<br />
de obras Públicas), vino varias veces a revisar el tubo submarino del agua para<br />
Margarita. Sugirió reparaciones y mantenimiento. Pedrito Bellorín es conocido<br />
por su programa radial “El Gallo Madrugador”. Chucho Indriago a su vez<br />
popu<strong>la</strong>riza el programa matutino “Margarita, siempre Margarita” el cual sigue<br />
vigente hasta <strong>la</strong> fecha. El profesor Julio Vil<strong>la</strong>rroel, ex gobernador, era ahora el<br />
director de <strong>la</strong> casa de <strong>la</strong> Cultura en La Asunción. Se hizo un homenaje a Lino<br />
Gutiérrez en 1975. Murió Augusto Fermín en <strong>la</strong> Asunción. Brígido Iriarte, el<br />
atleta, pasó unos años en Margarita, así como Luis Cisneros, fotógrafo de <strong>la</strong><br />
prensa y serenatero aficionado. Pedro Tolú se desempeñaba con mucho éxito<br />
en <strong>la</strong> dirección de Cultura del Estado. El Dr. Vincenzo Italiani, gerente del<br />
Banco República, organizaba semanalmente char<strong>la</strong>s de interés comunitario<br />
en el Hotel Concorde.<br />
La cueva de Bufón en Punta Ballena fue mi sitio obligado para llevar a los<br />
turistas. Así conocían los cardones utilizados como cercas de una propiedad,<br />
comerse una fruta de pichigüey y ver tunas y otras especies de cactus típicos.<br />
Había muchas conchas marinas en <strong>la</strong> costa y siempre se terminaba con un<br />
agradable baño en el mar. En horas tempranas y con <strong>la</strong> mar tranqui<strong>la</strong>, se<br />
divisaban a lo lejos delfines y hasta tiburones, de paso se contemp<strong>la</strong>ba un<br />
paisaje multicolor, el vino tinto de<br />
<strong>la</strong> salina principal, otros colores más<br />
verdosos en <strong>la</strong>s salinas adyacentes,<br />
varias tonalidades de azul del mar y<br />
especialmente el verde amarillento<br />
de <strong>la</strong>s hierbas p<strong>la</strong>yeras sobre el<br />
b<strong>la</strong>nco de <strong>la</strong> arena.<br />
Para co<strong>la</strong>borar con <strong>la</strong>s campañas<br />
oficiales “Margarita Limpia”,<br />
algunas iniciativas privadas<br />
proporcionaban bolsas plásticas a los<br />
turistas a su llegada a <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> (solo<br />
por corto tiempo).<br />
El logo “Margarita Limpia” ( # 802)<br />
111
Tacarigua.<br />
Marco: el del violín (# 2353)<br />
112
Los muchachos tiraneros iban a Puerto Abajo para bañarse en el mar. En<br />
P<strong>la</strong>ya Parguito no había gente, ni siquiera una trocha para llegarle. Los que<br />
iban a pie, pasaban el día solos. P<strong>la</strong>ya Parguito se popu<strong>la</strong>rizó años más tarde<br />
con <strong>la</strong> aparición de los surfistas. Lamentablemente poco caso se hizo a ciertas<br />
reg<strong>la</strong>mentaciones, de <strong>la</strong>s zonificaciones y de <strong>la</strong> conservación del ambiente. El<br />
movimiento de tierra se hacía presente por todas partes y no había dolientes<br />
cuando después de <strong>la</strong>s lluvias se tapaban los drenajes existentes. También<br />
hubo casos que se intervinieran pendientes mayores de 20%. Se comenzó a<br />
hab<strong>la</strong>r de los rellenos sanitarios, de p<strong>la</strong>ntas procesadoras de los desechos, se<br />
trajo una máquina para emparejar <strong>la</strong> arena en P<strong>la</strong>ya El Agua, pero fue<br />
preferible no usar<strong>la</strong>. La gente dejaba demasiadas botel<strong>la</strong>s en plena p<strong>la</strong>ya y <strong>la</strong><br />
bendita máquina trituraba el vidrio con el agravante de introducir muchos<br />
objetos cortantes en <strong>la</strong> arena donde <strong>la</strong> gente caminaba descalza. De por sí, los<br />
usuarios de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya no le dan importancia al cuido “individual”, pues tienen <strong>la</strong><br />
convicción que tanta arena cubrirá los objetos arrojados. Pero: conforme cada<br />
gota constante llena un vaso, llegará el momento en que el agua se vierte y <strong>la</strong><br />
p<strong>la</strong>ya...muy bien gracias. ¡Hasta cuándo nuestra gente será tan “paterrolo” ante<br />
sus obligaciones!<br />
Un gracioso se metió por el techo de caña brava a <strong>la</strong> bodeguita de Juancho<br />
Rivero en Tacarigua. Juancho no tenia mucha mercancía en existencia, pero el<br />
hecho cayó muy mal en el pueblo.<br />
La p<strong>la</strong>za de toros en Guacuco no dio resultado, fracasó.<br />
Algo que realmente recuerdo con tristeza es <strong>la</strong> presentación del proyecto<br />
“DISCA” en 1979, un trabajo sobre <strong>la</strong> Disposición Final de los Sólidos en<br />
Margarita, <strong>la</strong> basura. Se trataba de proporcionar a <strong>la</strong>s autoridades regionales<br />
<strong>la</strong>s soluciones en forma detal<strong>la</strong>da. Todo re<strong>la</strong>cionado con el transporte, los sitios<br />
de transborde, el personal y los controles en general, el acondicionamiento del<br />
bote final y <strong>la</strong> futura utilización del terreno como parque recreacional,<br />
combinado con colinas rompevientos. El proyecto nunca llegó a realizarse ni<br />
siquiera parcialmente. Se dice que por oposición de un concejal y el consecuente<br />
rechazo de los vecinos en La Guardia. Es una verdadera lástima.<br />
Seguimos conviviendo con <strong>la</strong> basura, al extremo que ya nos acostumbramos<br />
a esta contaminación. Otro agravante es <strong>la</strong> cara que damos a nuestros visitantes<br />
y estoy convencido que parte de <strong>la</strong> merma del turismo es el desaseo que existe<br />
en Margarita. También es cierto, que <strong>la</strong> participación ciudadana para subsanar<br />
el caso de <strong>la</strong> basura es indispensable. Debemos entender, que nadie tiene <strong>la</strong><br />
obligación de recoger lo que <strong>la</strong> gente arroja alegremente fuera de su sitio.<br />
Igualmente, me apena ver que toda <strong>la</strong> zona de P<strong>la</strong>ya El Agua se llenó de<br />
ventas de comida y tarantines sin disponer de <strong>la</strong> correspondiente infraestructura,<br />
113
sin un colector de aguas servidas y habiendo invadido <strong>la</strong>s áreas de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya<br />
b<strong>la</strong>nca. Es un c<strong>la</strong>ro recurso natural no renovable, ni mediante <strong>la</strong>s más<br />
sofisticadas técnicas de <strong>la</strong> ingeniería moderna.<br />
A pesar del tubo submarino, sigue <strong>la</strong> ca<strong>la</strong>midad de <strong>la</strong> falta de agua en<br />
Margarita; por muchas razones, algunas por causas bastante insólitas. Todo<br />
toma su tiempo, pero por fin <strong>la</strong> gente comienza a entender que el autobús se<br />
espera en <strong>la</strong> parada, que al teléfono público que presenta una fal<strong>la</strong> no se rompe<br />
a palo limpio, que los camiones recolectores de basura también deben llevarse<br />
<strong>la</strong>s bolsas dejadas por los turistas visitantes en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas y paremos de hab<strong>la</strong>r.<br />
Poco a poco se hace notar más <strong>la</strong> participación ciudadana, aunque falta bastante,<br />
pero <strong>la</strong> pelota comenzó a rodar. No había forma ni manera de evitar el bote<br />
masivo de basura y escombros en <strong>la</strong> carretera de Juan Griego hacia P<strong>la</strong>ya Caribe.<br />
Cada vez que se hizo sentir una reacción del Concejo, el mal avanzaba más<br />
hacia Altagracia. Tomó dos décadas subsanar este daño ecológico.<br />
Comienza <strong>la</strong> proliferación de ranchos en Por<strong>la</strong>mar. Agua tierra y el aire<br />
sufren con <strong>la</strong> presencia del ser humano, los efluentes de <strong>la</strong>s aguas servidas y <strong>la</strong><br />
basura están en aumento y el escurrimiento del agua de lluvia afecta <strong>la</strong><br />
salubridad del mar. La naturaleza c<strong>la</strong>ma por más consideración. Se nota cada<br />
vez más el deterioro causado. Nos estamos contaminando frente a <strong>la</strong> mirada de<br />
todos.El Rotary Club y el Club Los Leones gozaban<br />
de plena presencia en Margarita.<br />
Se bautizaron muchos periódicos nuevos: El Fogón,<br />
Quebrahacho, Remanganagua, etc. Salió <strong>la</strong> guía<br />
turística e<strong>la</strong>borada por el suizo Christian Raimundín.<br />
El cantautor ambientalista Miguel Rivera popu<strong>la</strong>riza<br />
“El Pez Patriota”. Jesús Ávi<strong>la</strong> arrasa con <strong>la</strong> audiencia<br />
con el “Guanaguanare”. Rubartelli hace <strong>la</strong> filmación<br />
“Simplicio” en 1975.<br />
El logo de Cheguaco, que usa <strong>la</strong> Fundación<br />
Cheguaco, está en el libro, Mitos y Creencias<br />
Margariteñas y fue diseñado en 1979. En 1973 se<br />
concluyó <strong>la</strong> casa de <strong>la</strong> Cultura en Tacarigua, lleva el<br />
nombre del poeta Pedro Rivero y su construcción se<br />
debe a los buenos oficios del ingeniero tacarigüero<br />
Pedro Rivero Núñez, durante el período como<br />
secretario de obras públicas del Estado Nueva Esparta.<br />
Igualmente durante su gestión, inauguró en 1971 el<br />
asfaltado de todas <strong>la</strong>s calles de Tacarigua. La figura de Cheguaco y el logo.<br />
114
Desaparecen <strong>la</strong>s famosas cachapas en Tacarigua y Po<strong>la</strong> vende empanada.<br />
Hilda se pone de moda con <strong>la</strong> venta de ropa y te<strong>la</strong>s en Tacarigua; “Carmen” y<br />
“El Burro” son <strong>la</strong>s primeras ventas de artesanía; una en <strong>la</strong> entrada, <strong>la</strong> otra a <strong>la</strong><br />
salida del pueblo.<br />
Chente González<br />
y Tomás Ramón Lárez<br />
en Tacarigua.<br />
Las empanadas de Po<strong>la</strong> en Tacarigua<br />
… en el caso que en el futuro se despierte un interés por lo que ocurrió en<br />
los años setenta en Margarita, estos datos servirán para algo y seguramente<br />
otras personas aportarían complementos útiles aquí faltantes.<br />
115
El chivato, personaje celestial. Según <strong>la</strong>s leyendas escritas por Cheguaco,<br />
se llevaba <strong>la</strong>s mujeres que no cumplieran con el deber de ser madre antes<br />
de tener los 30 años de edad. Este re<strong>la</strong>to aparece en el libro “Mitos y<br />
Creencias Margariteñas”. Hay un total de seis libros escritos por Cheguaco<br />
sobre estos temas.<br />
116
P<strong>la</strong>ya Valdés<br />
<strong>DE</strong>SPUÉS <strong>DE</strong> 1980<br />
117
<strong>DE</strong>SPUÉS <strong>DE</strong> 1980, sin un orden cronológico.<br />
Homenaje a Luis Mariano en el Faro de Por<strong>la</strong>mar. Cumplía 80 años. Cantaba<br />
Cecilia Todd, todavía poco conocida en Margarita y <strong>la</strong> siempre extraordinaria<br />
actuación del dec<strong>la</strong>mador Balbino B<strong>la</strong>nco Sánchez, quien por cierto se sentó a<br />
mi <strong>la</strong>do después de salir de escenario.<br />
Todos los domingos se transmitía en vivo el programa musical “Fondeadero”<br />
con <strong>la</strong> participación de los conjuntos y cantautores más popu<strong>la</strong>res. Animado<br />
por Joel Velásquez, cambiaban de pob<strong>la</strong>ción en cada programa.<br />
Igualmente se ha hecho costumbre <strong>la</strong> trasmisión de parrandas navideñas<br />
durante todo el mes de Diciembre, así como los galerones sabatinos en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong>;<br />
en <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones de costa firme y hasta tierra adentro.<br />
Se organizó un homenaje a María Teresa Castillo en el foro del Castillo de<br />
San Carlos en Pampatar, el cual dio que hab<strong>la</strong>r.<br />
Los hermanos rumanos Georgeseu compraron un peñero margariteño y<br />
emprendieron viaje vía fluvial por el Amazonas, río arriba hasta el Perú, para<br />
llegar a Buenos Aires, Argentina.<br />
Se abrió en Museo de <strong>la</strong> Tradición en Santa Ana. El conjunto juvenil “Los<br />
Cayuquitos” sacaron su LP (disco Long P<strong>la</strong>y). Me sorprendí al escuchar en<br />
Margarita <strong>la</strong> típica melodía de los he<strong>la</strong>dos EFE <strong>la</strong> cual alerta <strong>la</strong> presencia del<br />
he<strong>la</strong>dero. Es en realidad <strong>la</strong> canción infantil danesa “Sov dukke e Lise” (duerme<br />
muñeca Lise) <strong>la</strong> cual imp<strong>la</strong>ntó en Caracas el técnico en refrigeración Tove<br />
Kjaer, también danés.<br />
La profesora Carmen Ordaz de Patiño estando en <strong>la</strong> presidencia de <strong>la</strong><br />
Asamblea Legis<strong>la</strong>tiva del Estado, publicó el primer libro de re<strong>la</strong>tos<br />
costumbristas “Mitos y Creencias Margariteñas” de Cheguaco, (1982). Conferry<br />
presta el servicio desde La Guaira a Margarita (16 horas) (1982).<br />
Estuve presente en el bautizo de muchas revistas y periódicos; de inmediato<br />
me vienen a <strong>la</strong> mente, El Fogón, Mureche, El Espartano, Remanganagua, Is<strong>la</strong><br />
de Coche, El Lomeño.La Fundación Bigott hace un estudio sobre <strong>la</strong> artesanía<br />
de los tejidos en Margarita. Agustín Coll y el fotógrafo Nelson Garrido me<br />
postu<strong>la</strong>ron como guía para recorrer <strong>la</strong> is<strong>la</strong>. Parte del trabajo salió reflejado en<br />
<strong>la</strong> revista Bigott # 20 (1989/90) mientras Garrido gastaba rollos retratando, yo<br />
pintaba los mismos personajes y motivos.Cuando se construyó <strong>la</strong> capil<strong>la</strong> en<br />
puerto Real Is<strong>la</strong> de Los Frailes, tallé una p<strong>la</strong>ca de madera conmemorativa y<br />
doné <strong>la</strong> madera de palo sano para <strong>la</strong> cruz grande. Estos palos fueron comprados<br />
en los años sesenta donde Zoilo López a Bs. 15 el metro lineal. Al concluir el<br />
acto de <strong>la</strong> exposición “Tingo” Quijada, el Ruiseñor de Antolín, cantó en el<br />
Rancho Mandinga, el 20/11/94<br />
118
Para <strong>la</strong> revista # 20 de <strong>la</strong> Fundación Bigott, 1991<br />
Fotos y dibujos hechos simultáneamente<br />
Foto de Nelson Garrido<br />
“Nicha” Dionisia Caraballo<br />
Foto de Nelson Garrido<br />
Silverio Rodriguez<br />
119<br />
Dibujo de Carlos Stohr<br />
Tejedoras de hamacas<br />
Dibujo de Carlos Stohr<br />
Fabricante de alpargatas
Con ocasión de <strong>la</strong> exposición individual de C. Stohr, en el Museo Narváez,<br />
1994, “Personajes Margariteños”<br />
Hoy le rindo yo homenaje<br />
con el alma y corazón<br />
a todos los personajes<br />
que integran <strong>la</strong> exposición.<br />
Más no pude hacer el viaje<br />
por <strong>la</strong> maldita inf<strong>la</strong>ción<br />
para costearme el viaje<br />
que es un billete en avión,<br />
Sin embargo estoy contigo<br />
pues te tengo admiración<br />
artista y mejor amigo<br />
defensor del galerón.<br />
Gracias por incluirme<br />
aunque mi rostro no es grato<br />
yo no soy muy atractivo<br />
ni en persona, ni en retrato.<br />
Y al hermano Vásquez Brito<br />
del Museo Director<br />
junto a ti lo felicito<br />
hermano Carlos Stohr.<br />
120<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
Pedro Tolù<br />
Pinco Pittsburgh<br />
Director de siluetas<br />
“Stohrizadas”
Exposición de Carlos Stohr en el Museo de Arte Francisco Narváez,<br />
en Por<strong>la</strong>mar. 1992<br />
Por medio de los buenos oficios de Pedrito Bellorín, se p<strong>la</strong>neó en Guarame<br />
un lugar para <strong>la</strong> comunidad: una p<strong>la</strong>cita, una escuelita, una casa comunal y<br />
una bodeguita. Algo logró consolidarse. Con Pedrito Bellorín en <strong>la</strong> radio, se<br />
organizaron dos veces un bote masivo de basura y cachivaches del fondo de<br />
<strong>la</strong>s casas en El Tirano. La gente respondió, se aglomeraron los desperdicios en<br />
el frente de <strong>la</strong>s casas y después de unos días el Concejo emprendió el bote<br />
masivo (1978/1981).<br />
Campaña de limpieza en El Tirano.<br />
121
Se b<strong>la</strong>nquearon con cal los árboles a lo <strong>la</strong>rgo de <strong>la</strong> carretera 31 de Julio, con<br />
<strong>la</strong> eliminación de árboles muertos, limpieza de cunetas y bote de escombros.<br />
Ildemaro Rosas, siendo alcalde comienza <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación de paradas de<br />
autobuses en Antolin del Campo. Duró un tiempo para que el usuario<br />
comprendiera que se deben esperar el transporte en <strong>la</strong>s respectivas paradas.<br />
Hasta se escuchaban quejas por <strong>la</strong> radio, como por ejemplo: el autobusero no<br />
monta pasajeros adecos.<br />
Luis Brito Arocha hizo una presentación especial de su programa televisado<br />
“Así en mi tierra”. Llegó con el ferry a Punta de Piedras. Fui a recibirlo con mi<br />
señora Karen y mi hija Karina. Pedro Tolú, quien era el director de Cultura del<br />
Estado mandó a un representante, con el conjunto de Carmelo Acosta de<br />
Pampatar y el cantautor Chelías Vil<strong>la</strong>rroel. Pero Luis, conforme llegó, se<br />
devolvió con el mismo ferry y no pisó tierra neoespartana. Tania, su señora,<br />
me confesó después el motivo.<br />
La siempre presente en <strong>la</strong>s ventas de pescado, “patecabra”, mejillones etc.<br />
allá en Manzanillo, era Marciana; no fal<strong>la</strong>ba. Con o sin gripe, sábado, domingo,<br />
días feriados, primero de Enero... siempre se encontraba pata é mingo. Entre<br />
los consecuentes compradores se hal<strong>la</strong>ba Rafucho Aguilera, el de La Asunción,<br />
quién todavía usaba a diario su Chevrolet cuatro puertas negro, todo original<br />
del año 1939.<br />
Marciana, <strong>la</strong> de Manzanillo, sentada a <strong>la</strong> izquierda.<br />
122
A Pablito Romero Millán le tocó una operación de corazón abierto en el<br />
Hospital Universitario de Caracas. Muy triste y decaído pasó de casa en casa<br />
por <strong>la</strong>s calles de Tacarigua para despedirse. Todo el mundo le daba ánimo para<br />
contrarrestar su cara <strong>la</strong>rga. Por fin se fue Pablito a <strong>la</strong> gran capital, se operó,<br />
duró unas semanas en recuperarse y volvió como nuevo. Chucho Indriago y yo<br />
lo fuimos a recibir al aeropuerto. Quedó tan bueno, que volvió a subir a<br />
Chupacachimbo.<br />
Organicé que Beto y su Orquesta Típica Regional (cantando Chica Gil)<br />
actuaran en el programa de televisión “Así es mi tierra” de Luis Brito Arocha<br />
(Caracas 1982?). En otra oportunidad se presentaron “Los Ñeritos”, quienes<br />
en su tiempo fueron un conjunto infantil de tacarigüeros residentes en Anaco,<br />
donde por cierto, al volver gozaron de un espectacu<strong>la</strong>r recibimiento.<br />
Cuando Cirilo Rivas cumplía sus 30 años como encargado del Castillo Santa<br />
Rosa en La Asunción (1982) soplé el dato a Chucho Indriago y Fedecene<br />
organizó un acto solemne en honor a tal acontecimiento. Pero me salió “el tiro<br />
por <strong>la</strong> cu<strong>la</strong>ta” porque días después jubi<strong>la</strong>ron a Cirilo. No fue esa mi intención.<br />
Pedrito Bellorín<br />
y mis cuatro hijos<br />
de parranda en <strong>la</strong><br />
casa de<br />
Chuíto Marcano<br />
1983.<br />
123<br />
Una grata visita<br />
de Bucho Hernandez<br />
en mi casa.
C. Stohr, Oswaldo Larez (Director de <strong>la</strong> Coral Venezue<strong>la</strong>)<br />
y el Cantautor José Ramón Hernández, durante un canto<br />
de Velorio de Cruz, en el Caracas Sports Club. 17/05/2002<br />
Jesús Marín “Chuguaro”, el de <strong>la</strong> Guardia Nacional, es hoy el cronista de <strong>la</strong><br />
Policía en el Estado. Mariano Díaz, escritor e investigador, hace varios estudios<br />
en Margarita. Lo acompañé a veces en <strong>la</strong>s entrevistas. Mariano es chileno con<br />
muchos años en el país y publicó muchos libros sobre el folklore, tradiciones,<br />
arte y personajes popu<strong>la</strong>res en Venezue<strong>la</strong>. Mariano es toda una institución.<br />
Comenzó el discado directo en Nueve Esparta (1980).<br />
Lo cierto es que los sucesos después de 1980 son tantos que prefiero no<br />
seguir y usar el espacio para algo constructivo: “Algunas sugerencias mías”.<br />
En un momento se habló de un desarrollo turístico en grande en <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> de<br />
Cubagua. Hubo fuerte oposición. Tal vez hubiera convenido hacerlo, dejando<br />
intacto el sector de <strong>la</strong>s ruinas de Nueva Cádiz como monumento histórico.<br />
También en Boca Chica comenzó el urbanismo a afectar <strong>la</strong>s bellezas naturales.<br />
Lo pararon.<br />
Por principio, debemos estar conscientes de que el turista prefiere ahora<br />
estar entre el verdor natural y alejarse del concreto.<br />
Morel mandó a pintar <strong>la</strong>s fachadas de <strong>la</strong>s casas en <strong>la</strong>s vías principales de <strong>la</strong>s<br />
pob<strong>la</strong>ciones y muchas iglesias fueron remode<strong>la</strong>das totalmente.<br />
124
Portada de <strong>la</strong> Revista<br />
“Artesanía y Folklore”<br />
Edición 1983 en alemán<br />
125<br />
Carlos Stohr junto a<br />
su dibujo de Cheguaco<br />
en Tacarigûita, 2001.<br />
(Foto: Julián Sa<strong>la</strong>zarV.)<br />
Apunte de Jesús Ávi<strong>la</strong><br />
(Programa Fondeadero<br />
Pedregales.. 1982)
El maestro Cirio, Stohr<br />
y el Dr. Basilio.<br />
Exposición del Holsman 1902<br />
en Caracas, 1996<br />
Rafael Montaño, Stohr,<br />
Emiro, Iván y Cheguaco.<br />
Exposición “Puertas Abiertas”<br />
Santa Ana, 1990<br />
Mural interior del museo de <strong>la</strong> Tradición en Santa Ana<br />
126
Según opinan: Bolívar, mi obra maestra, que se encuentra en <strong>la</strong> Casa-Museo<br />
General Santiago Mariño en el Valle del Espíritu Santo<br />
127
El bautizo del libro “Margarita un solo rostro”, en La Asunción, 1996.<br />
El Alcalde Narváez, el maestro Subero, Dennis, Pedrito, Stohr, Cheguaco y Lipe Natera.<br />
Los músicos en <strong>la</strong> exposición “Tacarigráfica”,<br />
en Tacarigua, 1997. Felipe, Beto y José Ramón<br />
Carlos Stohr está presente en <strong>la</strong> Casa-Museo<br />
General Santiago Mariño, en El Valle<br />
128<br />
Réplicas de los p<strong>la</strong>tos de Paraguachí<br />
hechos porCarlos Stohr, 1995
Carlos Stohr junto a <strong>la</strong> Ceiba de Emeteria, caída (1998?).<br />
Foto de Mariano Díaz<br />
Martín Stohr vino de los EEUU a Margarita<br />
piloteando una avioneta. Foto aérea del sector Miragua.<br />
129
Componedores de pescado. Por<strong>la</strong>mar.<br />
130
Los pajarracos. La eterna compañía del hombre ( # 2746)<br />
ANÉCDOTAS<br />
131
UNA BROMITA SIMPÁTICA Y OPORTUNA<br />
Un Domingo hace más de 20 años, me encontraba en Pampatar pintando<br />
una de esas casas bien viejas, cuando de repente se paró un carro y una voz<br />
preguntó, imitando un acento musiú: “Señor, dónde queda Pampatar?”. Yo me<br />
encontraba profundamente concentrado en mis menesteres, así que no logré<br />
contestar en seguida, y <strong>la</strong> voz repitió <strong>la</strong> pregunta: “Señor, dónde es que queda<br />
Pampatar?”. Cuando por fin levanté <strong>la</strong> vista reconocí a Felito Gómez en su<br />
carro b<strong>la</strong>nco grande, acompañado por el maestro Subero, Cheguaco y Charo<br />
Acosta; era para gentilmente invitarme a acompañarles a tomar un refresquito.<br />
La casa vieja de los Rodríguez en Pampatar; dibujo que estaba haciendo<br />
cuando me preguntaron por Pampatar ( # 566)<br />
ENCUENTRO <strong>DE</strong> DOS CULTURAS<br />
“Porái” en tiempos iniciales del Puerto Libre, los pasajeros debían cumplir<br />
con bastante papeleo, para cuyos efectos se colocaban sellos de todos tamaños<br />
y colores. Sucedió, que por aquellos días se regó una especie de fiebre asiática<br />
y todo viajero era examinado. De encontrarse con buena salud, le marcaban <strong>la</strong><br />
mano con un sello “normal”. La mayoría de los pasajeros eran compradores de<br />
mercancía de uso personal. No era raro, que un campesino muy característico<br />
tanto en <strong>la</strong> vestimenta como en el hab<strong>la</strong>, viajara a Carúpano por avión, y con<br />
su morral. Por supuesto, al llegar al sitio de chequeo aduanal:<br />
132
-Señor, sus papeles<br />
-¿Qué papeles?<br />
-¿Tiene alguna mercancía?<br />
-Voy para Carúpano por avión<br />
-Pregunto, si compró algo<br />
-Sí, lo que llevo aquí es este gallo para mi compai Chucho en Macarapana<br />
-¡Qué! ¿Entonces no chequea equipaje alguno?<br />
-¿Qué equipaje?<br />
-Bueno una maleta como ésta, vea aquí (seña<strong>la</strong> una maleta cercana)<br />
-No señor, ya le dije, no llevo sino ese gallo<br />
-Pero <strong>la</strong>s normas no permiten animales vivos en <strong>la</strong> cabina, son normas,<br />
disculpe<br />
-¡A valse! Me cayó frutero con ese +¿%”!!°? b<strong>la</strong> b<strong>la</strong> b<strong>la</strong>!<br />
-Frutero o no, hay que examinar ese gallo y a Ud. para que puedan viajar.<br />
El funcionario comprendió, que no llegaría muy lejos si pretendía convencer<br />
al señor. La co<strong>la</strong> atrás crecía con los correspondientes comentarios de los otros<br />
pasajeros ya impacientes, decide no discutir más y coloca el papelito-sello<br />
aduanal al morral. Para su sorpresa se percata, que el campesino simu<strong>la</strong> aflojar<br />
<strong>la</strong> cabuya que amarraba su pantalón (no tenía correa) y le pregunta:<br />
-¿Pero, que hace Ud.?<br />
Y ya con señales de molestia por tantas exigencias el campesino le responde:<br />
-Pues póngame el sello en <strong>la</strong> nalga, yo también voy a viajar.<br />
ME QUEDA LA DUDA<br />
Durante unos actos culturales en Anaco organizados con ocasión de un<br />
“Encuentro de tacarigüeros”, Carlos Stohr subió al escenario para<br />
comprometerse a llevar al Conjunto Juvenil “Los Ñeritos” al programa “Así<br />
es mi tierra”; una producción televisada semanalmente por Luis Brito Arocha,<br />
margariteño. La presentación se dio y “Los Ñeritos” fueron recibidos al volver<br />
para Anaco como grandes héroes en <strong>la</strong> calle.<br />
Al bajar Stohr del escenario, una señora preguntó a Cheguaco “y ese señor<br />
que parece navegao, será también tacarigüero?” a lo que Cheguaco respondió:<br />
“sí hija, pero cuando tenía 6 años se cayó en el so<strong>la</strong>r, se partió <strong>la</strong> lengua y<br />
quedó con <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras atravesadas”; y <strong>la</strong> señora le contesta: “lo creo Cheguaco,<br />
porque lo dices tú, pero me queda <strong>la</strong> duda”.<br />
133
MÚSICA CLÁSICA<br />
Hace más de veinte años, el locutor Pedrito Bellorín tenía los Domingos un<br />
programa radial en Radio Visión Oriente, específicamente “Musicología<br />
Venezo<strong>la</strong>na”; abordando temas re<strong>la</strong>cionados con lo popu<strong>la</strong>r y lo folklórico.<br />
Carlos Stohr co<strong>la</strong>boraba espontáneamente en algunas ocasiones. Sucedió, que<br />
en septiembre de 1981 Stohr llega a <strong>la</strong> emisora y por el motivo de <strong>la</strong> muerte<br />
del presidente Betancourt, se tocaba música clásica. Es cuando Stohr pregunta:<br />
“¿y por qué no comentan <strong>la</strong>s piezas que están tocando?”. La respuesta que<br />
recibió fue sencil<strong>la</strong>; son casettes que <strong>la</strong> emisora tiene para tales ocasiones. Al<br />
terminar <strong>la</strong> pieza, Stohr ac<strong>la</strong>ra que acababan de escuchar el “Vals Triste” del<br />
compositor fin<strong>la</strong>ndés Jean Sibelius. Pedrito, como persona activa y con buenos<br />
ánimos de promover cosas útiles para <strong>la</strong> comunidad, pensó en seguida en voz<br />
alta y comentó en vivo: “ya que Margarita abrió sus fronteras al turismo<br />
internacional, sería hasta conveniente disponer de un programa con música<br />
clásica bien comentada, con el fin de divulgar los secretos de <strong>la</strong> cultura general<br />
universal. Comencemos con una hora dominical cada semana.<br />
Sonó el teléfono, era un amigo pescador quien opinaba, que él prefería un<br />
polito margariteño. Respondimos así. “Es muy cierto amigo pescador, nosotros<br />
todos preferimos escuchar un polito, pero nuestros hijos que ya no están<br />
motivados para ir a <strong>la</strong> mar de madrugada, trabajarán el turismo, el comercio o<br />
el mismo transporte. Tendrán contacto directo con gente de otros horizontes,<br />
conocerán otras costumbres y el poseer conocimientos de <strong>la</strong> cultura universal<br />
les será de gran utilidad para prosperar en estos menesteres”.<br />
Lamentablemente hasta los tiempos actuales no disponemos de programas<br />
de corte clásico en nuestras emisoras regionales.<br />
SE FUE LA LUZ<br />
Yo asisto con regu<strong>la</strong>ridad a los galerones sabatinos y me llevo, cuando se<br />
presenta <strong>la</strong> ocasión, a los navegaos para que conozcan esa manifestación tan<br />
típica. Una vez, en <strong>la</strong> década de los ochenta, los organizadores del evento con<br />
<strong>la</strong> tarima montada en el Barrio Copey en La Asunción, lograron también <strong>la</strong><br />
presentación del conjunto “Opus 4”, excelentes intérpretes de nuestra música<br />
venezo<strong>la</strong>na. Eddy Marcano con el violín y si mal no recuerdo, Requena Junior<br />
con <strong>la</strong> f<strong>la</strong>uta. A diez minutos para <strong>la</strong>s nueve de <strong>la</strong> noche se va <strong>la</strong> luz en todo el<br />
pueblo. A pesar del apagón, los muchachos del “Opus 4” siguieron tocando; y<br />
¨Ël Diablo Suelto” sonó en <strong>la</strong> oscuridad de <strong>la</strong> noche. Ni pitas ni gritos... hasta<br />
el final de <strong>la</strong> pieza. Sentí respeto por este comportamiento cívico del pueblo.<br />
134
Galerón margariteño<br />
UN GRAN VACÍO<br />
Ya hace más de 20 años, que a través de los buenos oficios de Pedro Bellorín<br />
Caraballo, el locutor, se lograra que los alumnos del último año de bachillerato<br />
se quedaran los Viernes por <strong>la</strong> tarde en sus au<strong>la</strong>s con el fin de asistir a algunos<br />
foros y char<strong>la</strong>s dictadas por diferentes profesionales, uno cada Viernes.<br />
Asistieron un ingeniero, un topógrafo, un banquero (Dr. Italiani), un bombero<br />
(Simón Flores), un oficial militar, médicos, <strong>la</strong>boratoristas y un farmacéutico<br />
entre otros. Me informaron, que esto no se ha podido seguir, porque no está<br />
incluido en el pensum ministerial. Algo simi<strong>la</strong>r pasó con los paseos para los<br />
niños de <strong>la</strong>s primarias; pasando por un sitio histórico, donde Cheguaco daba<br />
una char<strong>la</strong> alusiva a <strong>la</strong> libertad, para luego disfrutar un día de p<strong>la</strong>ya.<br />
Así de <strong>la</strong>mentable resulta también, que se suspendieran los cursos de los<br />
huertos familiares, esco<strong>la</strong>res y para los campesinos, los cuales entre los años<br />
1979/ 1980, (patrocinados por Fondene e INCEMAR) dirigiera el agrónomo<br />
Muñoz con dos asistentes.<br />
135
La única finalidad consistía en crear pequeños focos de autoalimentación<br />
entre <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Opino aquí sólo como ciudadano común, sin tener un interés<br />
político. A lo mejor no llegaron a mis oídos <strong>la</strong>s causas reales de <strong>la</strong> suspensión.<br />
Y que tanto no se podría criticar, que después de muchos estudios, no se<br />
consolidara <strong>la</strong> construcción de nuestro puente a costa firme. Sin embargo<br />
tenemos los casinos, bingos, muchísimas loterías, remate de caballos, amén<br />
de <strong>la</strong>s folklóricas loterías de los animalitos para soñar y re<strong>la</strong>cionar unos hechos<br />
con el perro, o con el número 12. Los tiempos cambian; <strong>la</strong> gente que no es <strong>la</strong><br />
misma hace cambiar <strong>la</strong>s cosas, los usos se convierten en ley y con todo eso, el<br />
mundo sigue su ruta. Muchas cosas quedan en el recuerdo y finalmente pasan<br />
al olvido.<br />
LA VIVEZA CRIOLLA<br />
De que se pega, se pega. “Porái” en los años sesenta me agarró el 23 de<br />
Diciembre, casi Nochebuena, en Puerto Ordaz en funciones de trabajo para el<br />
IAN. Una contratista dejó todo para última hora, llegó tarde a <strong>la</strong> delegación y<br />
yo perdí mi reservación del día anterior. La lista de pasajeros de Avensa estaba<br />
completa; <strong>la</strong> lista de espera, full. De repente encuentro en aquel<strong>la</strong> lista de<br />
pasajeros expuesta en cartelera un G. STONE, y logré convencer al empleado<br />
que se trataba de un error de tipeo. Al pasar por <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> de espera giré <strong>la</strong> mirada<br />
y veo a un musiú vestido con un traje típico “gringo”, con rayas, caminando<br />
con <strong>la</strong> cabeza baja, visiblemente preocupado. La verdad, que me quedó un<br />
gran cargo de conciencia, ya que estas actitudes no cuadran con mi naturaleza.<br />
MEDIDAS <strong>DE</strong> PRECAUCIÓN QUE RESULTAN<br />
Mi empleo fijo con el IAN entre los años 1964 y 1971 exigía viajar<br />
semanalmente por todo el Oriente de Venezue<strong>la</strong>; muchas veces no fue posible<br />
respetar <strong>la</strong>s reservaciones. Por eso puse en práctica el siguiente procedimiento:<br />
Cada vez que me encontraba en un aeropuerto me presentaba en el mostrador<br />
de ambas compañías, LAV y AVENSA. Si viajaba con LAV, pasaba a saludar a<br />
<strong>la</strong> gente en Avensa tanto a <strong>la</strong> salida como a <strong>la</strong> llegada. Así logré que mi cara les<br />
fuera familiar. ¡Santo remedio! jamás me quedé sin abordar un avión de turno.<br />
Aparte, tenía <strong>la</strong> precaución de tener a <strong>la</strong> mano siempre un boleto extra de cada<br />
línea aérea, con fecha abierta. Curiosamente obtuve frecuentemente el mismo<br />
trato que los políticos; les daban el pase fuera de co<strong>la</strong>.<br />
136
UNA VEZ ESTUVIMOS A LA ALTURA <strong>DE</strong> LOS<br />
BUENOS<br />
El locutor A. Vásquez Cárdenas, popu<strong>la</strong>rmente apodado “el 141” (número<br />
de su certificado de locución de los años 1930) acostumbraba hacer entrevistas<br />
en el viejo aeropuerto de Por<strong>la</strong>mar. Un día me pidió una opinión:<br />
VC: ¿Qué desearía Ud. para Margarita en este momento?<br />
CS: más cupos para el INCE, muchos jóvenes andan ociosos por allí.<br />
La entrevista fue muy corta.<br />
Unas semanas después en el mismo aeropuerto:<br />
VC: saludamos aquí de nuevo al ingeniero C.S. quien en días pasados estuvo<br />
bastante pesimista con re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong>s gestiones del gobierno...<br />
CS: lo interrumpí: amigo VC. Yo no dije nada contra el gobierno,<br />
simplemente le contesté con una petición que consideré conveniente para<br />
ocupar a nuestros jóvenes. Yo creo, que una buena esco<strong>la</strong>ridad es esencial...<br />
VC: por supuesto, Ud. lo ve muy c<strong>la</strong>ro porque hizo sus estudios en Alemania.<br />
CS: se equivoca amigo, yo estudié en el Liceo Simón Bolívar en San<br />
Cristóbal, Venezue<strong>la</strong>, p<strong>la</strong>ntel público que contaba con una residencia estudiantil<br />
con un comedor para los alumnos, un gimnasio totalmente equipado con dos<br />
profesores, Brito y Vigas Mata, servicio de odontología y médico cada semana<br />
(Dr. Gáfaro), enfermería permanente, ballet, corte y costura para <strong>la</strong>s chicas,<br />
prácticas industriales para los varones, canchas deportivas, facilidades de<br />
béisbol y piscina en el estadio publico de La Concordia. Hágase Ud. mismo<br />
<strong>la</strong>s conclusiones......<br />
VC: sonrío, subió los hombros y dándome <strong>la</strong>s gracias buscó a otro<br />
entrevistado.<br />
SE QUEMAN ETAPAS<br />
Mucha leña se ha cortado desde entonces y aquí estamos todavía. Los propios<br />
de Tacarigua nos volvemos a encontrar en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>cita de <strong>la</strong> Iglesia cada día de<br />
Navidad. Comentamos que cuando en tiempos pasados nos bebíamos dos cajas<br />
de cervezas cada uno, hoy en cambio, de casualidad nos bebemos dos po<strong>la</strong>rcitas.<br />
Por cierto, <strong>la</strong> pura verdad es, que nosotros los “ex-ja<strong>la</strong>dores de caña” hemos<br />
madurado, nos convertimos en personas útiles de nuestra comunidad. No<br />
nombraré a nadie por razones obvias, pues estoy embarcado en <strong>la</strong> misma nave.<br />
De por sí tenemos que admitir, que nuestras mujeres influyeron mucho; por su<br />
naturaleza actúan concientemente y con mucha responsabilidad. Finalmente<br />
son <strong>la</strong>s que mandan y deciden. Y sucedió: “O es el dominó o soy yo” dijo<br />
Chepina un día... y hasta el sol de hoy ganó el “soy yo”. ¡Pa<strong>la</strong>bras de <strong>la</strong> señora!<br />
137
EL <strong>DE</strong>SVÍO<br />
Ché Pascual, tacarigüero, trabajaba en su tiempo para <strong>la</strong> línea Juan Griego–<br />
Por<strong>la</strong>mar. Un día volví con él para Tacarigua y nos tropezamos con un choque<br />
entre dos vehículos, allá en <strong>la</strong> Av. Francisco Fajardo, cerca de <strong>la</strong> famosa<br />
chimenea de <strong>la</strong> tenería. Con <strong>la</strong> co<strong>la</strong> parada, Che Pascual <strong>la</strong>mentaba <strong>la</strong> perdida<br />
de tiempo, porque quedó con su señora en llevarle un remedio cuanto antes.<br />
Así que le sugerí agarrar un atajo en tierra por <strong>la</strong> Calle El Saco para llegar al<br />
Campamento del MOP y salir cerca del estadio. Lo dejé tan sorprendido de mi<br />
familiaridad con <strong>la</strong>s calles secundarias de Por<strong>la</strong>mar que frecuentemente hacía<br />
referencia a esa anécdota, ya que no estaba en conocimiento de este desvío.<br />
SEÑOR “LLAVERO” ¿POR QUÉ FALTA EL AGUA<br />
REALMENTE?<br />
Un día me encontraba hab<strong>la</strong>ndo con el “l<strong>la</strong>vero”del INOS en frente del<br />
cementerio de El Tirano. Le rec<strong>la</strong>maba <strong>la</strong> falta de servicio de agua por varias<br />
semanas. En eso paso Virgilio con su deportivo b<strong>la</strong>nco, frenó y retrocedió<br />
para saludarme. Luego siguió su ruta. Le comente al l<strong>la</strong>vero que “nada me<br />
hubiera costado decirle al gobernador <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong> cual me encontraba<br />
hab<strong>la</strong>ndo contigo”.....<br />
Durante <strong>la</strong>s siguientes tres semanas recibimos el servicio de agua con<br />
normalidad. ¡Así que tengamos paciencia!<br />
LOS TIEMPOS CAMBIAN<br />
En 1957 me encontraba con Karen, mi señora en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za de El Valle<br />
disfrutando <strong>la</strong>s fiestas de <strong>la</strong> Virgencita. Después de bai<strong>la</strong>r un rato nos tomamos<br />
una cerveza y cuando me disponía a pagar, me percaté de <strong>la</strong> ausencia de mi<br />
cartera. Con pasos ligeros corrí hacia <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za, al banco donde horas antes<br />
había cambiado el rollo de mi cámara. Encontré mi monedero intacto, con<br />
dinero y todo en el piso; se había caído a <strong>la</strong> parte de atrás. Cuando cuento eso<br />
a mis amigos, automáticamente me comentan con una sonrisa: “hoy te <strong>la</strong> sacan<br />
del bolsillo del pantalón sin que te des cuenta”.<br />
138
INCREÍBLE PERO CIERTO<br />
Un domingo me encontraba en el “Restaurante de Moisés” en P<strong>la</strong>ya El<br />
Agua. De repente unos gritos. Habían robado <strong>la</strong> carne sobre <strong>la</strong> parrillera<br />
encendida, colocada a escasos tres metros de distancia de <strong>la</strong> mesa donde el<br />
gobernador Sa<strong>la</strong>zar se encontraba jugando dominó, rodeado de algunos mirones.<br />
Alguien tenía hambre.<br />
UNA PRESENTACIÓN FOLKLÓRICA RECHAZADA<br />
Hace unos 25 años, CADAFE celebraba una Convención Nacional en el<br />
Hotel Bel<strong>la</strong> Vista en Por<strong>la</strong>mar. Como es costumbre, una vez cumplida <strong>la</strong> parte<br />
formal se ofrece una cena en el jardín de <strong>la</strong> localidad. No podía faltar también<br />
una presentación musical típica, así que en un momento determinado,<br />
aparecieron de todos los rincones del área al aire libre, varias muchachas bien<br />
trajeadas, con maras llenas de frutas sobre <strong>la</strong> cabeza, para converger en <strong>la</strong><br />
tarima central e interpretar una danza dirigida por el maestro “Pim” al compás<br />
de <strong>la</strong> melodía de <strong>la</strong> Suite Margariteña del insigne maestro Inocente Carreño.<br />
Yo me encontraba presente, pero desconozco <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong>s que se mandó<br />
parar <strong>la</strong> presentación, dizque por sugerencias de un ingeniero que se levantó<br />
entre el público. El incidente cayó muy mal a los margariteños.<br />
EPA! EL SEÑOR <strong>DE</strong>L PINO<br />
En días navideños, siempre hay gran afluencia de gente a Margarita; unos<br />
son visitantes, otros regresan a su terruño para pasar los días con sus familiares.<br />
Las autoridades suponen con razón, que entre <strong>la</strong> gente con sanas intenciones se<br />
filtran los ma<strong>la</strong>ndros. Por lo tanto a <strong>la</strong> salida del ferry registraban a los recién<br />
llegados, formándose <strong>la</strong>rgas co<strong>la</strong>s. Era 23 de Diciembre yo no había conseguido<br />
cupo para pasar mi carro a Margarita, así que un amigo me tras<strong>la</strong>dó a “Láis<strong>la</strong>”<br />
en su avioneta y mi familia viajó en ferry. Tuve tiempo para buscar el otro<br />
carro en mi casa y volver a Punta de Piedras a recoger mi gente. Entre tanto<br />
equipaje que llevábamos también había un pino criollo, el cual llevé en hombros<br />
hasta mi carro, sin hacer <strong>la</strong> co<strong>la</strong>. Se oyeron varias voces rec<strong>la</strong>mando que “el<br />
hombre del pino también debe hacer su co<strong>la</strong>”; pero los guardias me ignoraron.<br />
Por cierto, tuve <strong>la</strong> precaución de sacar el correspondiente permiso del Ministerio<br />
de Ambiente para tras<strong>la</strong>dar “un pino” de Caracas a Margarita legalmente.<br />
139
¡SE ME PASÓ!<br />
Monseñor César Ortega solicitó en su tiempo <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración de los artistas<br />
plásticos de Margarita para <strong>la</strong> decoración interna del nuevo Museo de <strong>la</strong> Virgen<br />
del Valle. Con orgullo llevé mi cuadro: “La Margariteñidad”; representa <strong>la</strong><br />
vida insu<strong>la</strong>r identificada según nuestras leyendas. Ilustré animales, <strong>la</strong> flora<br />
típica, <strong>la</strong> naturaleza y por supuesto los indios con su guayuco. En <strong>la</strong> parte<br />
central tenía una india guaiquerí enseñando el arte de tejer, pero tenía los<br />
pechos descubiertos. El Monseñor, muy comp<strong>la</strong>cido con <strong>la</strong> obra, me sugirió<br />
ponerle alguna vestimenta a <strong>la</strong> india, “tú sabes por razones obvias” dijo. Yo<br />
estaba c<strong>la</strong>ro en su argumento y pinté un cuadro nuevo, muy simi<strong>la</strong>r que se<br />
encuentra expuesto ahora en el museo referido, al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> caja en <strong>la</strong> entrada.<br />
La Margariteñidad<br />
140
LO QUE ES SATISFACCIÓN PARA UNO, RESULTA<br />
PENOSO PARA OTRO<br />
Yo acostumbraba guardar mi carro en el garaje de <strong>la</strong> casa de Florentino<br />
Núñez, el eterno concejal en Gómez; y Florentino colocaba a veces su p<strong>la</strong>ca<br />
oficial en mi carro, en vista que no podía lucir<strong>la</strong> en su autobusete de <strong>la</strong> línea<br />
Juan Griego-Por<strong>la</strong>mar. Eso por cierto no me gustaba nada y <strong>la</strong> razón era muy<br />
sencil<strong>la</strong>. En mi condición de pintor, rastreaba con frecuencia lugares que<br />
ofrecían motivos interesantes, por cierto algo apartados de <strong>la</strong>s vías principales.<br />
La gente se me acercaba para pedirme materiales de construcción, medicinas,<br />
una ayuda para meter al hijo al colegio, y muchas veces hasta rec<strong>la</strong>maban<br />
obras prometidas, pero no cumplidas... todo a cuenta de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ca del concejal,<br />
que portaba mi carro.<br />
Así que terminé sobreponiendo mi p<strong>la</strong>ca propia cada vez que salía.<br />
La p<strong>la</strong>ca de Florentino<br />
VIVIR EN TOTAL OSCURIDAD TIENE SU<br />
ATRACTIVO<br />
En 1974 no había electricidad ni en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya El Agua ni en los alrededores<br />
de mi casa. Veíamos y oíamos el mar de noche, se acercaban <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s con<br />
límpida c<strong>la</strong>ridad. Animales y p<strong>la</strong>ntas marinas tenían su habitad natural en <strong>la</strong><br />
p<strong>la</strong>ya. Caminando en esa p<strong>la</strong>ya se pisaban algas fosforescentes y vo<strong>la</strong>ban<br />
cocuyos. De paso, en el frente de mi propiedad ni siquiera había una cerca en<br />
<strong>la</strong> calle, todo quedaba abierto, lo cual aprovecharon <strong>la</strong>s vacas de Luis para<br />
comerse mis matas. Jamás, una persona ajena agarraba frutas ó algo sembrado.<br />
¡Esto es vida, no <strong>la</strong> malgaste!<br />
141
HAY CASOS Y HAY CASOS<br />
Un conocido personaje de <strong>la</strong> vida venezo<strong>la</strong>na me dijo un día en 1969,<br />
refiriéndose a mi indiferencia ante <strong>la</strong> invasión rusa en Praga en 1968. “Una<br />
persona que reniega su patria, debe calificarse de traidor, un c.d.m. pues”. Le<br />
contesté que a pesar de mi acento de musiú, poseo una Cédu<strong>la</strong> de Identidad<br />
venezo<strong>la</strong>na, cuyo número está debajo del millón; y que así como yo, habrán<br />
muchos otros individuos procedentes de diferentes países europeos, que llegaron<br />
a Venezue<strong>la</strong> con <strong>la</strong> sana intención de quedarse para siempre; consecuencia de<br />
<strong>la</strong>s tristes experiencias vividas en Europa, antes, durante y después de <strong>la</strong> Segunda<br />
Guerra Mundial. Le comenté también, que reconozco <strong>la</strong> utilidad que significó<br />
mi formación de cuna checa como herramienta para hacerme hombre. Que lo<br />
del pasado puede y debe perdonarse, más nunca olvidarse. Le hice entender,<br />
que los inmigrantes que llegamos en los años de <strong>la</strong> post guerra opinamos que<br />
Venezue<strong>la</strong> tiene todo para que <strong>la</strong> gente <strong>la</strong> haga grande e importante, pudiendo<br />
vivir aquí en paz y libertad y con plena satisfacción. Es más, con ese clima tan<br />
agradable que tiene Caracas y con un paraíso como Margarita a mi alcance, un<br />
trabajo y <strong>la</strong> profesión a todo gusto, sólo me resta darle <strong>la</strong>s gracias a Dios por mi<br />
suerte de estar en Venezue<strong>la</strong>. Se disculpó y quedamos amigos.<br />
CHEGUACO ACERTÓ<br />
Mi espíritu emprendedor me empujó una vez en 1972 a proponer <strong>la</strong> creación<br />
de un Museo Técnico Regional en Tacarigua, en co<strong>la</strong>boración del Concejo. Yo<br />
poseía para <strong>la</strong> exhibición varios objetos antiguos de interés, como una máquina<br />
fotográfica Kodak de 1915, una máquina de escribir marca Remington de<br />
1922; un gramófono Victoro<strong>la</strong> (vitro<strong>la</strong>) de 1902, un radio de tubo Bendix de<br />
los años 1930, una calcu<strong>la</strong>dora Facit de 1940, un reloj-brúju<strong>la</strong> del siglo XIV, un<br />
aparato teodolito-tránsito de los años 1930, un carro Cadil<strong>la</strong>c del año 1929, (el<br />
cual doné en los años 1980 al Museo de Transporte en Caracas), un Jeep del<br />
año 1948 entre muchos otros útiles menores. Además, ya había hab<strong>la</strong>do con<br />
varios vecinos para entregarme algunos artefactos viejos para el museo.<br />
También conversé con don Germán León para que nos facilitara a “su<br />
orgullo”, el Holsman del año 1902, para ser expuesto al público, don Germán<br />
me manifestó que le parecía muy bien, pero que consultaría con sus familiares.<br />
Mientras me encontraba en diligencias para consolidar <strong>la</strong> construcción de<br />
<strong>la</strong> edificación, me l<strong>la</strong>ma un día Pedro Rivero (Ingeniero del Estado de <strong>la</strong> época)<br />
y me participó, que para <strong>la</strong> cesión del terreno, se realizaron varias consultas<br />
142
tanto popu<strong>la</strong>res como en el Concejo; y que “Cheguaco” opinaba que una cancha<br />
deportiva múltiple prestaba un mejor servicio a <strong>la</strong> comunidad que un museo<br />
técnico. Me pareció muy acertada <strong>la</strong> proposición de Cheguaco y <strong>la</strong> secundé en<br />
seguida. Y allí está <strong>la</strong> cancha.<br />
El Holsman de Don Germán León.Foto: Museo del Transporte Caracas.<br />
De pie: Chente. Sentados:Don Germán y el Dr. Navarro.<br />
CUANDO UNO ES PERSONA <strong>CON</strong>OCIDA<br />
Pedrito Bellorín organizó <strong>la</strong> construcción de una capil<strong>la</strong> en Los Frailes, en<br />
Puerto Real específicamente. Contábamos con <strong>la</strong> valiosa ayuda del aquél<br />
entonces comisario del lugar, Domingo Acosta, fallecido poco tiempo después<br />
en un accidente de tránsito en el cruce de La Mira (sitio donde en tiempos muy<br />
viejos pasaba el ferrocarril a Manzanillo, para embarcar <strong>la</strong> magnesita procedente<br />
de <strong>la</strong>s minas de Lomas de Guerra). Al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> capil<strong>la</strong> en Los Frailes<br />
sembramos una cruz, e<strong>la</strong>borada con madera de palo sano que compré años<br />
atrás en <strong>la</strong> ferretería de Zoilo López, a Bs. 15 el metro. También tallé una<br />
143
p<strong>la</strong>ca de madera bien adornada para conmemorar el suceso. Por cierto, en una<br />
de esas idas a Los Frailes, un gracioso me robó el pantalón con <strong>la</strong> cartera y los<br />
documentos. Cuando por <strong>la</strong> tarde llegué al aeropuerto para volver a mi trabajo<br />
en Caracas, Pedrito, que estaba en <strong>la</strong> radio, ya había avisado a <strong>la</strong>s autoridades,<br />
que “para allá va un hindú, un indocumentado”. Por supuesto me pidieron los<br />
papeles, para luego escoltarme hasta abordar el avión.<br />
La p<strong>la</strong>ca dice: Archipié<strong>la</strong>go de Los Frailes,<br />
construcción de <strong>la</strong> capil<strong>la</strong>. El Comisario de<br />
Los Frailes, Domingo Acosta, agradece<br />
a: Carlos Stohr, Pedro Bellorín, Deo Sanchez,<br />
Saúl Vil<strong>la</strong>rroel,Ramón Arismendi, Elías<br />
Caraballo y Manuel Acosta.<br />
EL ENTIERRO <strong>DE</strong>L PRÓCER<br />
En los más recientes Salones de Arte que organiza Doña Elba como directora<br />
del Museo Mariño en El Valle del Espíritu Santo, se fijan temáticas re<strong>la</strong>cionadas<br />
con <strong>la</strong> historia de Margarita. Consideré oportuno, que acercándose <strong>la</strong> fecha de<br />
los 150 años de <strong>la</strong> muerte del héroe de “Matasiete” Francisco Esteban Gómez,<br />
se pudiera presentar un cuadro alusivo al acontecimiento. “Lipe” Natera me<br />
proporcionó un dibujo de <strong>la</strong> torre del Convento de San Francisco en La<br />
Asunción, demolida en 1905 por el entonces Presidente del Estado<br />
(Rodríguez?). En cuanto a <strong>la</strong> milicia, me fue informado que para <strong>la</strong> época los<br />
soldados rasos no vestían uniformes, con excepción de uno que otro oficial.<br />
144
Hubo quienes me criticaron <strong>la</strong> excesiva sencillez del acto de sepelio ilustrado,<br />
pero el cuadro sigue en el Museo referido y da fe de un importante hecho del<br />
pasado.<br />
Entierro del General Francisco Esteban Gómez<br />
145
¿VENEZOLANOS <strong>DE</strong> PRIMERA?<br />
Menos mal que <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>cas oficiales salieron de <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción, porque entre<br />
los visitantes nos llegaba cada hijo de papá o de político importante de otros<br />
<strong>la</strong>res!!!... no se les podía l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> atención por <strong>la</strong> basura dejada, por <strong>la</strong>s fogatas<br />
al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> palma, por entrar con los Jeep a <strong>la</strong> misma p<strong>la</strong>ya, etc. Pues con el<br />
pretexto de ser “abogado de <strong>la</strong> República”, político con carnet y para colmo<br />
enfrentando “un musiú rec<strong>la</strong>món”, se dec<strong>la</strong>raban más venezo<strong>la</strong>nos que uno.<br />
Daba para todo eso. Considero, que en este aspecto se observa más conciencia<br />
en fechas recientes. Menos mal. Se sabe también que muchos de ellos han<br />
viajado a los países l<strong>la</strong>mados desarrol<strong>la</strong>dos y saben de sobra, que en el Norte<br />
los infractores obtienen multas de $500,oo ¡imperdonables! Y que existe<br />
vigi<strong>la</strong>ncia permanente para hacer respetar los reg<strong>la</strong>mentos. Ya como una<br />
participación ciudadana en <strong>la</strong> solución de los problemas en Venezue<strong>la</strong>, los<br />
locales y foráneos deberían aportar más co<strong>la</strong>boración. De por si da bastante<br />
ma<strong>la</strong> impresión un carro cometiendo infracciones alegremente, luciendo <strong>la</strong><br />
calcomanía internacional “D” o <strong>la</strong> bandera alemana sobre sus chasis. No<br />
cuesta nada dar un buen ejemplo. Personalmente me parece de extremado<br />
mal proceder cuando los choferes infractores abusan en presencia de sus niños.<br />
Este ventajismo simplemente conduce a una malformación ciudadana.<br />
ANÉCDOTAS <strong>CON</strong> ALAS<br />
El año 1967 pasó entre campañas políticas. Mandaba el Presidente Leoni<br />
de Acción Democrática. Un día coincidí con mi amigo Fucho Tovar en el<br />
vuelo mañanero con muy pocos pasajeros a bordo y comenzamos a conversar.<br />
Nosotros no hab<strong>la</strong>mos de política pero al despedirnos me dijo Fucho. “Tu<br />
sabes Carlos, lo Adeco que soy, pero esta vez me voy con COPEI”. Por cierto,<br />
yo viajaba prácticamente todas <strong>la</strong>s semanas por avión para el Oriente. Con<br />
frecuencia tropezaba con los políticos de turno y no era raro ver al maestro<br />
Jóvito en “amena conversación” con el maestro Prieto Figueroa.<br />
Lo verdaderamente raro era que al llegar a Maiquetía, cada uno se iba por<br />
su <strong>la</strong>do y al día siguiente aparecían artículos en <strong>la</strong> prensa con dec<strong>la</strong>raciones de<br />
uno en desacuerdo con el otro...<br />
146
PARA MI COMPAÑERO <strong>DE</strong> RUTAS<br />
Dennis Bourne se destacaba por su constante preocupación por el bienestar<br />
de Margarita. Era poeta, pintor y escritor. Público varios libros, entre ellos uno<br />
con el título “Cuidemos lo nuestro”, que consiste en una recopi<strong>la</strong>ción de sus<br />
artículos publicados en <strong>la</strong> prensa local. Me regaló dos ejemp<strong>la</strong>res y me dedicó<br />
uno de ellos. El otro tenía un destino inesperado: En el momento de quererlo<br />
entregar a una persona en Caracas, nos percatamos que so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong>s primeras<br />
ocho páginas estaban impresas, el resto del libro quedó por error de imprenta<br />
en b<strong>la</strong>nco, por lo tanto no entregué este ejemp<strong>la</strong>r. Con mi convicción que el<br />
esfuerzo de los seres humanos se refleja en los libros, dedique dos fines de<br />
semana a dibujar en estas páginas b<strong>la</strong>ncas mis temas: “<strong>la</strong> gente y sus oficios en<br />
Margarita”. Finalmente se lo devolví a Dennis con <strong>la</strong> siguiente dedicatoria:<br />
“Amigo Dennis; ésta es <strong>la</strong> primera vez en mi vida, que pongo mi dedicatoria<br />
en el libro de otro autor, pero cuyo contenido es obra mía, CS”. Dennis estaba<br />
conmovido.<br />
COSAS <strong>DE</strong>L AEROPUERTO<br />
También me parece justo seña<strong>la</strong>r, que el Dr. Calvani no aceptaba privilegios,<br />
siempre hacía su co<strong>la</strong>. Uno tiene hasta razón para afirmar, que en los vuelos de<br />
los fines de semana, viajaban ciertos pasajeros frecuentes: ingenieros,<br />
congresistas y comerciantes. Con el<br />
pasar del tiempo, uno los llegaba a<br />
conocer. También como una de esas<br />
típicas estampas de aeropuertos<br />
recuerdo, que en Cumaná <strong>la</strong> gente<br />
saludaba al mocho Fabbiani,<br />
personaje muy popu<strong>la</strong>r, quien tenía<br />
el cafetín en el mismo aeropuerto.<br />
Lo cierto es que era como <strong>la</strong> casil<strong>la</strong><br />
de Leocadio de Jesús Cholet en Juan<br />
Griego: el lugar de encuentro de los<br />
propios.<br />
El Mocho Fabbiani, dueño<br />
de <strong>la</strong> cafetería en el aeropuerto<br />
de Cumaná.<br />
(Dibujo sobre el boleto LAV)<br />
147
Mural de mi calle en Caracas<br />
Stohr pintando el mural en Paraguachí.<br />
148
Comienza a notarse <strong>la</strong> contaminación, (# 1093).<br />
El cuadro está en el Museo Marino de Boca del Río.<br />
SUGERENCIAS<br />
Y EL MENSAJE FINAL<br />
149
SUGERENCIAS Y EL MENSAJE FINAL<br />
Los problemas que padecemos en Venezue<strong>la</strong> son ampliamente conocidos.<br />
Se enumeran constantemente en <strong>la</strong> prensa nacional e internacional; los abordan<br />
en muchas convenciones y foros, por radio y televisión, en los congresos<br />
importantes y hasta le dedican libros enteros. Por lo que a mi se refiere, se me<br />
conoce por estar presente en <strong>la</strong>s soluciones, mirando hacia el futuro con<br />
optimismo. Mi participación es directa en todo lo que esté a mi alcance. Por<br />
ende, me permito sugerir:<br />
Construir en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas más concurridas unos “vestuarios” públicos, de<br />
madera y semiabiertos, bien venti<strong>la</strong>dos. (puerta, asiento y ganchos).<br />
Se hace necesaria <strong>la</strong> presencia regu<strong>la</strong>r de funcionarios del orden público en<br />
<strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas y carreteras.<br />
La Avenida 31 de Julio en Antolín del Campo tiene exceso de tráfico y, por<br />
ende, frecuentemente hay accidentes. Respetando <strong>la</strong>s paradas ya se alivió algo.<br />
Sugiero unas caminerías fuera de <strong>la</strong> calzada vial para el uso exclusivo de <strong>la</strong>s<br />
bicicletas y peatones. Son caminos acondicionados con 1,50 mts de ancho.<br />
La val<strong>la</strong> diseñada por Carlos Stohr, en <strong>la</strong> Av. 31 de Julio.<br />
Al <strong>la</strong>do cabe una trocha para <strong>la</strong>s bicicletas y los peatones.<br />
150
Basura en P<strong>la</strong>ya El Agua ¡Qué raya!<br />
“Bloody Margarita” (Maldita Margarita) con este título censuró el “Der<br />
Spiegel”, revista alemana, en su página 119 # 16 en 1994 a <strong>la</strong> Is<strong>la</strong> de Margarita.<br />
Si bien a<strong>la</strong>ba <strong>la</strong> naturaleza, condena <strong>la</strong> excesiva existencia de basura a <strong>la</strong><br />
vista, los hurtos y <strong>la</strong> inseguridad por parte del ma<strong>la</strong>ndraje; así mismo critica<br />
<strong>la</strong>s construcciones de concreto en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>yas.<br />
El “Le Monde”, revista francesa, hace simi<strong>la</strong>res referencias. Lo grave es<br />
que sendas publicaciones son tal vez <strong>la</strong>s que tienen mayor circu<strong>la</strong>ción en sus<br />
respectivos países y, por ende, tienen proyección mundial. No debemos pasar<br />
por alto que esta gente viene respaldada con su seguro; <strong>la</strong>s quejas y rec<strong>la</strong>mos<br />
reportados son debidamente computados y publicados. En su momento, <strong>la</strong><br />
prensa venezo<strong>la</strong>na reaccionó con indignación. Si bien “Der Spiegel” hace<br />
referencia que <strong>la</strong>s agencias turísticas alertan los males, no se resuelve nada<br />
con “cerrar un colegio, si los niños se portan mal”, ni el “prohibir bañarse en<br />
p<strong>la</strong>yas contaminadas”. ¿Qué esperamos entonces para imp<strong>la</strong>ntar los correctivos<br />
correspondientes? El turismo es una industria, por cierto muy destructiva y<br />
requiere atención, control y dinero. De por sí, a nadie le gusta oír objeciones<br />
ni críticas; so<strong>la</strong>mente se lo toleramos a los políticos.<br />
151
¿No sería preferible reubicar <strong>la</strong> estatua del “Hombre de <strong>la</strong> Mar”?<br />
Se encuentra ahora en <strong>la</strong> redoma de Los Robles, un sitio donde nadie se<br />
percata de su presencia. Colocar<strong>la</strong> en un sitio concurrido por los turistas sería<br />
lo más indicado. De este modo comenzaría nuestro “Hombre de <strong>la</strong> Mar” a<br />
viajar hacia otros horizontes. Así ocurre con <strong>la</strong> mundialmente conocida figura<br />
“La Sirenita”, <strong>la</strong> cual está en el Puerto de Kopenhagen, en Dinamarca.<br />
Los esposos Stohr con La Sirenita<br />
de Kopenhagen<br />
Silueta del hombre de <strong>la</strong> mar.<br />
Hab<strong>la</strong>ndo de estatuas y como iniciativa educativa para los niños, yo le<br />
pondría en el pedestal del monumento al Tirano Aguirre, varias p<strong>la</strong>cas pequeñas<br />
con recordatorios cortos sobre el buen proceder ciudadano.<br />
So<strong>la</strong>mente con viajar a cualquier is<strong>la</strong> en el Caribe, se escucha música típica<br />
del lugar y ofrecen toda c<strong>la</strong>se de comida y manifestaciones. Tenemos tantas<br />
riquezas folklóricas genuinas en Margarita y se observan sólo escasos actos<br />
con fines turísticos. Convendría hacer presentaciones “constantes en diferentes<br />
sitios”. Asimismo, se nota <strong>la</strong> falta de nuestra música típica, especialmente <strong>la</strong><br />
instrumental, <strong>la</strong> cual tiene más aceptación entre los viajeros. Al hab<strong>la</strong>r de<br />
música, debemos estar conscientes de que <strong>la</strong> gran mayoría de los visitantes<br />
prefiere escuchar el sonido de <strong>la</strong>s o<strong>la</strong>s del mar en vez de un ballenato o ritmo<br />
de salsa. Si bien éstas son <strong>la</strong>s melodías preferidas por el “barman”, el turista es<br />
el cliente y le corresponde <strong>la</strong> razón.<br />
152
Estoy convencido que <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>ntación de una velocidad límite en <strong>la</strong>s vías<br />
vecinales, pueblos y autopistas es una necesidad improrrogable; su<br />
cumplimiento debe exigirse estrictamente.<br />
También los “pare” en los cruces tienen efectos positivos.<br />
Muy importante y de extrema conveniencia es una campaña “constante”<br />
de conscientización en <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s. Estoy seguro que si se comienza con exigir<br />
a los menores el uso racional de <strong>la</strong>s bicicletas, todo de acuerdo a <strong>la</strong>s leyes que<br />
deben acatar los adultos, se lograrían infundir en ellos los hábitos de<br />
comportamiento correcto en éste y muchos otros renglones. Nuestros niños se<br />
están haciendo hombres con el característico irrespeto a sus obligaciones<br />
ciudadanas. Es un correctivo a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, pero solucionable. De por sí, el<br />
elemento que conoce sus derechos y sus deberes se convierte en practicante de<br />
lo correcto y vocero para condenar actitudes indebidas.<br />
Los ejemplos están a <strong>la</strong> vista: botan <strong>la</strong> basura y desperdicios en sitios<br />
públicos, así como <strong>la</strong> costumbre tan chocante de arrojar cosas por <strong>la</strong> ventana<br />
de un carro; el uso altanero y molesto de <strong>la</strong>s cornetas de los vehículos; sonar<br />
los equipos de sonido caseros a todo volumen, etc. Solo para dar mención a<br />
algunos casos de desconsideración e irrespeto practicados abiertamente por<br />
nuestros ciudadanos a todos los niveles. El exigir el uso racional de <strong>la</strong>s bicicletas<br />
a los jóvenes evitará el desorden en <strong>la</strong> conducta infantil y, por ende, el de los<br />
adultos.<br />
Toda persona mayor disfruta al hab<strong>la</strong>r de sus tiempos, recordar para añorar<br />
y revivir. Yo no soy ninguna excepción. Es así como mantengo presente<br />
acontecimientos como muy bien recibidas fueron en su tiempo aquel<strong>la</strong>s char<strong>la</strong>s<br />
para los alumnos del último año de bachillerato, organizadas hace 20 años por<br />
el locutor Pedro Bellorín Caraballo. Los viernes por <strong>la</strong> tarde, invitaba a<br />
diferentes profesionales para dictar char<strong>la</strong>s, como: un ingeniero, un médico,<br />
una <strong>la</strong>boratorista, al capitán de los bomberos o un oficial de <strong>la</strong> Guardia Nacional,<br />
entre otros. Esta iniciativa no gozó de seguimiento, a pesar de su utilidad.<br />
Lamentablemente, también desaparecieron otros programas como los de huertos<br />
familiares, esco<strong>la</strong>res, campesinos (1979/80).<br />
Así mismo, recuerdo el p<strong>la</strong>n DISCA referente a <strong>la</strong> disposición final de los<br />
sólidos (1979), los proyectos para regu<strong>la</strong>r los efluentes de <strong>la</strong>s aguas servidas,<br />
el control de los escurrimientos naturales de <strong>la</strong>s aguas de lluvia, el respeto a<br />
<strong>la</strong>s zonificaciones y <strong>la</strong> intervención de los recursos naturales.<br />
Un musiú me comentó una vez, que lo ideal para Margarita sería no permitir<br />
construcciones que sobrepasen <strong>la</strong> altura de una palmera.<br />
Un ilustre venezo<strong>la</strong>no condenó una vez: “Desde que existen <strong>la</strong>s excusas,<br />
todo el mundo queda bien” y <strong>la</strong> gente parece que lo toma en serio. Por<br />
153
ejemplo:<br />
Se bota <strong>la</strong> basura por doquiera porque no vino el camión del<br />
aseo del Concejo.....<br />
Se irrespeta <strong>la</strong> luz roja, para evitar ser asaltado estando detenido<br />
en el carro.....<br />
No necesito respetar una co<strong>la</strong>, porque soy un privilegiado<br />
. (¡Menos mal que fueron eliminadas <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>cas oficiales!)...<br />
No se presenta en el trabajo porque <strong>la</strong> abue<strong>la</strong> se sintió mal,<br />
porque llovió o porque se amaneció con el estómago malo;<br />
tuve que llevar al hijo al médico o el carro no me prendió....<br />
. ausentismo <strong>la</strong>boral....<br />
Pues nada de esto se practica en los l<strong>la</strong>mados países desarrol<strong>la</strong>dos, de lo<br />
cual se desprende que nuestro l<strong>la</strong>mado tercermundismo no se basa en no poder<br />
disponer del progreso, o el tener o no tener alcance a un estudio en general.<br />
Es simplemente por <strong>la</strong> malformación de <strong>la</strong>s buenas costumbres que se ha<br />
puesto de moda en <strong>la</strong>s sociedades actuales. Parece que los países <strong>la</strong>tinos reflejan<br />
problemas simi<strong>la</strong>res en este aspecto y se les echa <strong>la</strong> culpa a los gobiernos de<br />
turno, olvidándose que éstos son so<strong>la</strong>mente el resultado de <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que<br />
nosotros germinamos. No me atrevo a juzgar a otras culturas porque no <strong>la</strong>s<br />
conozco en detalle, pero se palpan ciertas dificultades también. La brecha entre<br />
pobres y ricos se separa y se profundiza. Las pob<strong>la</strong>ciones aumentan y con ello<br />
los marginados por <strong>la</strong> falta de educación, de fuentes de trabajo, de salubridad,<br />
de atención. No es ahora ni nunca lo fue, ni será una novedad o fenómeno<br />
nuevo; mas, <strong>la</strong>s sociedades de los tiempos actuales c<strong>la</strong>man por más atención<br />
en estos renglones. Para eso está un gobierno: “operar con eficiencia”. La<br />
atención a <strong>la</strong>s necesidades de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en general, tiene sus principios para<br />
tomar en cuenta y no creo que los males conocidos se resuelvan con nuevas<br />
avenidas, edificios o aeropuertos. Hay cosas, temas, problemas, aspectos que,<br />
definitivamente, tienen prioridad y no me refiero a <strong>la</strong>s acciones de ningún<br />
gobierno específico, ni a ningún país determinado.<br />
MENSAJE FINAL “Los aportes creativos son <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> de cariño que<br />
una persona siente por su pueblo”.<br />
Si bien es cierto que cada pueblo es distinto y que con el tiempo arraigado<br />
a sus propias condiciones en cuanto al clima, usos y costumbres, igual de cierto<br />
es que un cambio radical solo acarrea problemas. Pensando ahora en voz alta,<br />
observo que en nuestra Is<strong>la</strong> somos cada vez más y el espacio disponible por<br />
154
Fuentidueño. Los músicos en ga<strong>la</strong> (# 2662)<br />
Av. 31 de Julio. Túnel del Amor, en 1965.<br />
El chofer lleva en <strong>la</strong> puerta varios pescados.<br />
155
persona se reduce. Hace falta que convivamos individualmente con más<br />
disciplina, consideración y respeto. ¡Esto no es una imitación de otros pueblos<br />
organizados!<br />
CIVISMO Y CULTURA A LOS PUEBLOS DA ALTURA<br />
“MORAL Y LUCES SON NUESTRA PRIMERAS NECESIDA<strong>DE</strong>S”,<br />
recomendó el Libertador Simón Bolívar. Es una gran verdad, <strong>la</strong> cual mantiene<br />
su vigencia doscientos años después de lo manifestado. Constituye el secreto<br />
del bienestar del éxito de <strong>la</strong> felicidad “de todo pues”. Es el producto de <strong>la</strong>s<br />
acciones correctas de los mismos ciudadanos, por lo tanto es el premio que<br />
disfrutan <strong>la</strong>s comunidades, los gobiernos y el país. Somos el producto de <strong>la</strong><br />
semil<strong>la</strong> cultivada.<br />
De por si <strong>la</strong> educación consiste de tres aspectos fundamentales:<br />
1) El adquirir conocimientos académicos como herramientas para<br />
el trabajo.<br />
2) El comportamiento ejemp<strong>la</strong>r transmitido por los familiares,<br />
representantes y maestros es determinante.<br />
3) Completa el triángulo el trabajador social, aquel que se ocupa<br />
de los deportes, de los talleres de creatividad de <strong>la</strong>s actividades<br />
en los tiempos libres fuera del p<strong>la</strong>ntel educacional.<br />
Siempre me parecieron muy respetable <strong>la</strong>s actividades de FE<strong>DE</strong>CENE, sus<br />
iniciativas del trabajo en grupo y sus iniciativas para respetar y valorizar ese<br />
gran pasado en Margarita a través de:<br />
– Los programas “Margarita siempre Margarita”<br />
– Los encuentros de los niños de diferentes localidades, paseos e<br />
intercambios educativos combinados con recreación<br />
– Las corototecas<br />
– Estímulos de <strong>la</strong>s artesanías y sus ejecutores<br />
– La organización de foros, char<strong>la</strong>s<br />
– El recuerdo y <strong>la</strong> incorporación de los viejitos<br />
– El apoyo a los demás centros culturales<br />
– Diferentes órganos divulgativos como el “Quebrahacho” y<br />
“Remanganagua”<br />
– El Museo de <strong>la</strong> Tradición.<br />
– La unión entre <strong>la</strong>s comunidades<br />
– y Chucho Indriago seguramente le agregaría unas tantas actividades<br />
más. Yo veo a “Fedecene” con ojos de optimista.<br />
156
Para concluir:<br />
“Señor Papá, Señora Mamá”, ¿no daría usted lo imposible a su hijo?, pues<br />
denle, por medio de su comportamiento, el ejemplo de un buen ciudadano,<br />
responsable y respetuoso. De manera positiva tengamos buena voluntad con<br />
Venezue<strong>la</strong>, nuestra gente y nuestra causa. De por sí sabemos que el hijo antes<br />
de obrar por cuenta propia imita a los mayores y esto se convierte en el inicio<br />
de su formación.<br />
Abuelo Carlos Stohr con su nieto tocayo.<br />
Mi mensaje para cerrar esta obra, tiene que ver con <strong>la</strong> importancia de poseer<br />
SENTIDO COMÚN en nuestras actitudes; que pensemos y procedamos en<br />
positivo, que tengamos buena voluntad con nuestro país, el cual no tiene <strong>la</strong><br />
culpa de los males que se le atribuyen. De hecho, se cosechan so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong>s<br />
actitudes de <strong>la</strong> gente y <strong>la</strong> verdad es que existe una gran mayoría que siente<br />
mucho amor por Venezue<strong>la</strong>. Dios nos ha concedido todas <strong>la</strong>s riquezas para<br />
vivir bien. No nos debemos quejar porque con frecuencia nos castiguen severos<br />
fenómenos naturales. Estamos bien en lo que a dotación respecta. “Sentido<br />
común” me hace recordar una promoción cívica de <strong>la</strong> Creole Petroleum<br />
Corporation, en los años 1950. Se repartían calcomanías triangu<strong>la</strong>res con <strong>la</strong>s<br />
letras “SC” para colocar<strong>la</strong>s en los parachoques de los automóviles. De por sí,<br />
el SENTIDO COMÚN c<strong>la</strong>ma por su presencia en <strong>la</strong>s sociedades modernas,<br />
aquí, allá y más allá.<br />
El sabio filósofo inglés George E. Moore dijo: “Un hombre viaja por el<br />
mundo en busca de lo que necesita y regresa a su casa, encontrándolo”.<br />
... Y me pongo a pensar: el margariteño nativo que vivía entre “monte y<br />
culebras” no conocía ni a Cumaná, tenía poca o ninguna escue<strong>la</strong>, pero un gran<br />
sentido de <strong>la</strong> moral; ese es el SENTIDO COMÚN al que hago referencia ahora.<br />
“La mejor forma de decir, es hacer”, no hacer lo que se quiere, sino lo que<br />
se debe.<br />
157
EN FIN<br />
Shakespeare opinaba que todo pasado es prólogo, tiene valor y se le debe<br />
dar importancia, entonces:<br />
En virtud de los hechos progresistas de 1970 cuando comienzan a<br />
desaparecer los testigos de <strong>la</strong> Margarita de antes, sólo quedarán los escritos<br />
costumbristas de Cheguaco con mis dibujos, también aquellos apuntes y los<br />
demás escritores preocupados por “<strong>la</strong> margariteñidad”. Los que retrocedemos<br />
con agrado a nuestros tiempos nos preguntamos a veces: ¿estamos<br />
verdaderamente preparados para recibir un turismo masivo internacional?, ¿qué<br />
se entiende hoy por un ambiente paradisíaco?, ¿cómo queda el gentilicio “ñero”,<br />
se incorporará o desaparecerá con sus viejas costumbres?, ¿dónde está <strong>la</strong> mata<br />
que está “jecha”?, ¿qué le pasa a Lencho?, ¿tiene un “nacido” junto al maruto?,<br />
¿<strong>la</strong> atmósfera está baja?, ¡<strong>la</strong> garuíta está extendida, pero no apretó!. Sin embargo<br />
<strong>la</strong> tierra no acompaña a <strong>la</strong> siembra...<br />
Con todo eso <strong>la</strong> gente pide favores a su Virgencita, los viejos sienten respeto<br />
por <strong>la</strong>s ánimas y todos veneran al Santo Popu<strong>la</strong>r de su pueblo. ¿Vuelven a<br />
tener importancia los curiosos, los remedios caseros, <strong>la</strong> religiosidad? En<br />
resumidas cuentas, todo lo re<strong>la</strong>cionado con el comportamiento del hombre es<br />
complejo y difícilmente agrupable. Los turistas nacionales son distintos a los<br />
de afuera, si bien todos añoran el compartir su estancia con <strong>la</strong> naturaleza, no<br />
hay mucha sintonía en cuidar<strong>la</strong>. Al haberme incorporado a <strong>la</strong> vida normal en<br />
<strong>la</strong> Is<strong>la</strong>, yo <strong>la</strong> gozo y <strong>la</strong> disfruto plenamente a mi manera.<br />
Espero entonces, que con esta obra dejo al lector una puerta abierta para<br />
sentirse, una vez más, abrazado por “lo nuestro”. Identificado, apasionado, en<br />
<strong>la</strong> bel<strong>la</strong> Is<strong>la</strong> de Margarita, <strong>la</strong> Per<strong>la</strong> del Caribe Mar.<br />
El autor en su canto margariteño con José Ramón Hernández y Jesús Ávi<strong>la</strong>.<br />
Casa de <strong>la</strong> Cultura de Pampatar. 2000. (Fotografía:Julián Sa<strong>la</strong>zar V.)<br />
158
GLOSARIO<br />
Ñero: Compañero. Calificativo de margariteño.<br />
Cayapa: Trabajo en grupo<br />
Navegado (navegáo): Extranjero. No margariteño. Musiú.<br />
Margariteñidades, margariteñerías: Cosas re<strong>la</strong>cionadas con Margarita.<br />
Ja<strong>la</strong>dores de caña: Bebedores.<br />
El l<strong>la</strong>vero: Funcionario del INOS ( hoy Hidrocaribe), responsable de manipu<strong>la</strong>r<br />
el servicio de agua. Cerraba ciertos ramales para que <strong>la</strong> presión llegara a los tramos<br />
finales, como Manzanillo.<br />
Br.: Bachiller.<br />
Holsman: Marca de automóvil rueda alta, fabricado en EEUU, 1902-1907.<br />
Günter Sachs: P<strong>la</strong>y boy alemán casado un tiempo con <strong>la</strong> actriz francesa Brigitte<br />
Bardot.<br />
Señol: Señor.<br />
Adurto: Adulto.<br />
Porái: Por allí.<br />
Compái: Compadre.<br />
Gramófono: Artefacto que sonaba música con discos; <strong>la</strong> Roco<strong>la</strong> era <strong>la</strong> versión<br />
comercial existente en los bares.<br />
Encuevar: Acostarse a dormir.<br />
Baño con totumas: Al no existir sa<strong>la</strong>s de baño en <strong>la</strong>s casas, se disponía de un<br />
tambor de 200 litros, una totuma y 4 paredes en el so<strong>la</strong>r.<br />
“La Per<strong>la</strong> del Caribe Mar”: Es una expresión que aparece en el Himno Regional<br />
de Nueva Esparta. Desde siempre, finalizo mis escritos con estas pa<strong>la</strong>bras.<br />
Santanero: Oriundo de Santa Ana.<br />
Stradivarius: Constructor italiano de violines finos. S. XVIII<br />
La Restinga: Arestinga: Itsmo que conecta Margarita con Macanao.<br />
Rancio: Veterano.<br />
Fucho Tovar: Empresario y Gobernador de Margarita. El Dr. Rafael Tovar.<br />
(Abogado). Dueño de <strong>la</strong> compañía de navegación <strong>CON</strong>FERRY. Carlos y Fucho<br />
trabajaron juntos en <strong>la</strong> misma oficina en el Banco Ho<strong>la</strong>ndés Unido en Caracas de<br />
1951 al 1954. Ninguno de los dos había continuado los estudios universitarios en<br />
esa época. La pa<strong>la</strong>bra “Fucho” es un hipocorístico.<br />
TACA: Linea Aerea Venezo<strong>la</strong>na absorbida por <strong>la</strong> actual Linea Aeropostal<br />
Venezo<strong>la</strong>na en 1954-55 (LAV).<br />
Sombrero de cogollo: Sombrero confeccionado de <strong>la</strong>s hojas de palma de dátil<br />
disecadas al sol, tejidos por <strong>la</strong>s mismas mujeres margariteñas y es una prenda de<br />
vestir muy característica que todavía está en uso.<br />
Alpargatas: Una especie de sandalias usadas por <strong>la</strong> gente del campo en toda<br />
Venezue<strong>la</strong>. En Caracas desaparecieron desde los años 1960.<br />
Virgen Roblera: Se refiere a <strong>la</strong> Virgen traída de España al pueblo de Los Robles<br />
y cuyas fiestas patronales se celebran el 12 de octubre de cada año.<br />
159
HIPOCORÍSTICOS QUE APARECEN EN EL LIBRO:<br />
Po<strong>la</strong>: Hipólita.<br />
Fucho: Rafael. (Dr. Rafael Tovar)<br />
Charo: Rosauro ( Rosauro Rosa Acosta)<br />
Felito: Felix ( Dr. Ángel Felix Gómez)<br />
Chico Toño: Francisco Antonio Mata.<br />
Lipe: Felipe Natera Wanderlinder.<br />
Beto: Alberto Valderrama Patiño.<br />
Cheguaco: José Joaquín Sa<strong>la</strong>zar Franco.<br />
Perucho: Pedro Aguirre.<br />
Chucho: Soc. Jesús Indriago Campos.<br />
Lucho: Dr. Luis Vil<strong>la</strong>lba Vil<strong>la</strong>lba.<br />
Monchito: Ramón Borra Gómez.<br />
Bucho: Tiburcio Hernández.<br />
Chelías: José Elías Vil<strong>la</strong>rroel.<br />
Maneque: José Manuel Vásquez “Garganta de Oro”<br />
Cheché: Dr. José Rosas Marcano.<br />
Panchito: Francisco Lárez Granados.<br />
La chinigua, el Chivato, <strong>la</strong> Llorona, los Chimichimitos son personajes<br />
legendarios referidos en los re<strong>la</strong>tos de Cheguaco.<br />
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CRONOLOGÍA <strong>DE</strong>L AUTOR:<br />
1931. Nace en Praga, hoy República Checa, donde pasó <strong>la</strong> juventud y <strong>la</strong><br />
Segunda Guerra Mundial (1939-1945)<br />
1946. Salida de Praga para Alemania<br />
1947. Llegada a Venezue<strong>la</strong> por Puerto Cabello<br />
1948-1951. Liceo Simón Bolívar, en San Cristóbal, Edo. Táchira, donde<br />
se gradúa de bachiller.<br />
En <strong>la</strong> década de los cincuenta: topografía, estudios universitarios y<br />
prácticas de deporte.<br />
1953. Se hace ciudadano venezo<strong>la</strong>no.<br />
1955. Representa a Venezue<strong>la</strong> en los Juegos Deportivos Panamericanos de<br />
México.<br />
1958. Contrae nupcias con <strong>la</strong> danesa Karen Fossing<br />
1959. Se gradúa de Agrimensor en <strong>la</strong> UCV, Caracas, donde sigue como<br />
docente.<br />
Hijos: Martín 1959; Niels 1961, Diana 1965 y Karina 1971.<br />
1959. Varios empleos y libre ejercicio de <strong>la</strong> profesión.<br />
1963-1971. Jefe de zona de Oriente en <strong>la</strong> Contraloría del IAN<br />
1963-2002. Trabajó 39 años con <strong>la</strong> Organización González Rincones-<br />
Velutini. Al comienzo de 1963-1971 por contrato. Luego dedicación<br />
exclusiva como Director Técnico y único Profesional fijo en <strong>la</strong><br />
construcción de <strong>la</strong>s Urbanizaciones Sorokaima, Las Esmeraldas<br />
y La Tahona, en el Sureste de Caracas. Desde 1993 se desarrol<strong>la</strong>ron<br />
también otras etapas.<br />
Actualmente, sigue dedicándose a sus inquietudes y pasatiempos eternos:<br />
el dibujo, <strong>la</strong> pintura y los escritos. Tiene 25 exposiciones individuales; 48<br />
participaciones colectivas y cuenta con una producción de 2750 obras.<br />
161<br />
FIN
Impreso en Mundo S.A. Tìpografía<br />
en marzo de 2004.<br />
Teléfonos 0261-7915365 / 7930120<br />
Maracaibo. Venezue<strong>la</strong>.<br />
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