Gabriel García Márquez es sin duda uno de los grandes exponentes de la literatura universal en lengua castellana del siglo XX.
Su postura política antiimperialista y sus amistades con líderes como el cubano Fidel Castro, fueron polémicas y marcaron su trayectoria. Pero sobre todas las cosas, lo que le condujo a la merecida fama fue su genialidad como escritor.
En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura por conjugar con maestría lo fantástico y lo real y aportar un rico universo de imaginación, reflejando la vida y los conflictos de Sudamérica.
A través de su brillante prosa uno se asoma de una forma muy especial a grandes temas universales como la soledad, la injusticia y el amor.
Para ahondar en su biografía te recomendamos que eches un vistazo al premiado documental Gabo, la magia de lo real, que honra su figura y el poder de su imaginación.
Los comienzos
La influencia de sus vivencias familiares se ve claramente reflejada en la obra de Gabriel García Márquez. Especialmente las acontecidas en la compañía de sus abuelos maternos, que se encargaron en buena parte de su educación.
El abuelo de Gabriel, Nicolás Márquez, era un coronel liberal veterano de la Guerra de los Mil Días. Le instruyó en Historia y le transmitió la costumbre de consultar frecuentemente el diccionario. También le inculcó el respeto por la vida humana, pues él cargaba con el peso que supone acabar con la vida de un hombre.
Su abuela materna, Tranquilina, a la que él llamaba Mina le sirvió de gran inspiración literaria. Márquez la definió como una mujer imaginativa y llena de supersticiones. Admiró en ella la original forma en la que trataba lo extraordinario como algo perfectamente natural cuando contaba historias. En ella se basa el personaje de Úrsula Iguarán en Cien años de Soledad.
El tímido jovencito que fue, escribía poemas humorísticos y dibujaba tiras cómicas.
Más tarde estudió Derecho en Bogotá, sin embargo, nada más finalizar sus estudios se marchó a Barranquilla para ejercer como periodista.
Muy influenciado por La metamorfosis de Kafka, publicó su primer cuento, La tercera resignación, que apareció el 13 de septiembre de 1947 en la edición del diario El Espectador.
En 1955 publicó La hojarasca, novela corta en la que traslada a sus lectores por primera vez a Macondo, el pueblo ficticio en el que transcurre la historia de Cien años de soledad.
Algunos años más tarde, en 1961, publicó El coronel no tiene quien le escriba, que pretende reflejar el sentimiento de desasosiego ante la espera. Su entrañable protagonista, un viejo coronel jubilado aguarda impaciente que llegue su pensión.
Esta novela, es una de las más celebres de García Márquez, sin embargo es atípica dentro de la obra del autor, ya que no reúne muchos de los rasgos característicos del resto como los saltos temporales o la combinación de fenómenos fantásticos y situaciones reales.
Realismo mágico
Al hablar de la obra de García Márquez es imprescindible hacerlo del realismo mágico. Esta corriente literaria se caracterizó por la exposición de hechos reales envueltos en connotaciones fantásticas y la alusión a referencias socio-culturales de los ámbitos más populares.
El primero que usó el término realismo mágico fue Franz Roh para describir una pintura que demostraba una realidad alterada, y llegó al idioma español con la traducción en 1925 del libro Realismo mágico (Revista de Occidente, 1925) influenciado por las obras surrealistas de la escritora chilena María Luisa Bombal.
En 1949 Alejo Carpentier habla de “lo real maravilloso” para introducir su novela El reino de este mundo, que algunos consideran la novela iniciadora de esta corriente literaria.
Este libro relata los acontecimientos que rodearon la Revolución haitiana. A pesar de sus tintes de realidad embarca al lector en un juego literario en el que realidad y sueño se confunden.
Ese mismo año Miguel Ángel Asturias publicó en Buenos Aires su novela Hombres de maíz, también considerada una precursora del realismo mágico.
Escrito en seis partes, la obra explora el contraste entre las costumbres tradicionales de los indígenas y las de una sociedad en pleno proceso de modernización y cambio.
Ya hablamos de realismo mágico en un anterior post sobre Isabel Allende, sin duda otra de las escritoras más relevantes en lengua castellana. Si te lo perdiste, te recomendamos que le eches un vistazo.
Cien años de soledad
Pero sin duda Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez, es la obra cumbre de esta corriente. También supone la cima de la carrera literaria del autor.
Se publicó en junio de 1967 y en una semana vendió 8.000 ejemplares. Después pasó a liquidar una edición cada semana. El resultado fue la venta de medio millón de copias en tres años.
La novela hace una crónica a través de varias generaciones de la familia Buendía, irremediablemente abocada a la soledad.
Transcurre en el pueblo ficticio de Macondo, inspirado en el pueblo natal del autor, Aracataca.
Al igual que en el resto de sus grandes obras, García Márquez comienza exponiendo un suceso dramático, para después retroceder hacia el pasado e ir reconstruyendo la historia completa pedazo a pedazo, en una estructura no lineal.
La soledad es el tema central que aborda la novela y el motor que hace avanzar la acción. El personaje central, el coronel Aureliano Buendía, es incapaz de expresar el amor, esto le lleva a marcharse a la guerra dejando a sus hijos con sus diferentes madres, cada uno en un lugar…
Para muchos lectores, sin embargo, la complejidad de la obra supone más de un problema. A ellos, pero también a aquellos que quieran disfrutar mejor del juego de fantasía y realidad que propuso García Márquez, va dirigida la Guía para la lectura de “Cien años de soledad”. María Eulalia Montaner ofrece una lectura minuciosa en la que desgrana los personajes, los temas y la técnica narrativa.
Según sus propias declaraciones, a Gabriel García Márquez le llevo 2o años “vivir” en Macondo, conocer ese lugar a fondo, para posteriormente poder escribir Cien años de soledad.
Camino a Macondo es un fascinante recorrido literario a través de las leyendas, mitos y fantasías que contribuyeron a la construcción del legendario espacio de su novela más venerada.
El amor en los tiempos del cólera
Considerada una de las mejores historias de amor de la literatura universal, El amor en los tiempos del cólera es otra de las obras centrales de su bibliografía.
Narra un amor no correspondido durante medio siglo, un amor que, a pesar de todo, consigue superar todas las barreras, incluso la del tiempo.
En sus páginas se desarrolla la mágica relación entre Fermina Daza y Florentino Ariza. Nos traslada en primer lugar al momento en el que Fermina, tras el funeral de su esposo, ve a Florentino, fantasma de un amor juvenil que no ha cesado, y que le reitera su promesa de amor, que ha cumplido durante cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días…
Penguin Random House lanzó en 2019 una edición conmemorativa muy especial, en la que la ilustradora chilena Luisa Rivera rinde homenaje a García Márquez con una serie de ilustraciones inéditas, que recrean el extraordinario universo del autor.
A propósito de la revisión de esta gran obra, la Universidad de Huelva editó en 2010 un trabajo en el que se desarrolla un riguroso análisis de la presencia de motivos y tópicos amatorios procedentes de la tradición clásica en El amor en los tiempos del cólera. También pone atención a los aspectos en los que García Márquez subvierte dicha tradición.
Cuentos y relatos de no-ficción
En la obra de García Márquez encontramos también numerosos relatos. Este volumen los reúne en su totalidad.
Encontramos aquí los más tempranos, recogidos bajo el título Ojos de perro azul, donde se incluye «Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo», brillante texto que cimentó uno de los espacios literarios más poderosos de las letras universales de nuestro tiempo.
También sus cuentos de madurez: Los funerales de la Mamá Grande, donde se narran las honras fúnebres de la auténtica soberana de Macondo, y La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada.
Los relatos más recientes, Doce cuentos peregrinos, trasladan el escenario a la vieja Europa para hablarnos del sentir de los emigrantes latinoamericanos, de su melancolía y su perseverancia.
En total, cuarenta y un relatos imprescindibles que recorren su trayectoria.
Entre sus escritos también encontramos relatos de no-ficción entre los que destaca Relato de un náufrago, que cuenta la historia de Luis Alejandro Velasco Sánchez, un náufrago militar que logró vivir durante diez días en alta mar sin comida y haciendo predicciones sobre cuándo llegarían los aviones de rescate.
Sus últimas obras
En 1994 publica Del amor y otros demonios, y dos años después Noticia de un secuestro.
En 2002 publica Vivir para contarla, donde el Nobel colombiano ofrece la memoria de sus años de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría el imaginario que, con el tiempo, daría lugar a algunos de sus relatos y novelas.
Sus últimas obras son la polémica Memoria de mis putas tristes y Yo no vengo a decir un discurso.
La primera mencionada fue polémica, pues su anciano protagonista se enamora de una adolescente virginal. Pero en ella Gabriel García Márquez conduce con maestría una conmovedora reflexión que celebra las alegrías del enamoramiento, las desventajas de la vejez y el resultado de conjugar sexo y amor para darle un sentido a la vida.
Todas interesantes, todas derrochadoras de un gran humanismo, nos permiten ver la vida a través de la mágica lente de su autor. Esperamos que disfrutéis con ellas.