Homenaje a la diseñadora colombiana detrás de los trajes típicos del bambuco y el sanjuanero

Entre las distintas actividades que este año se realizarán durante el tradicional Festival del Bambuco en Neiva, capital del departamento del Huila, los visitantes podrán disfrutar de la feria artesanal Ana María Bernal Vanegas, en el parque de la Música.

Se trata de un pequeño homenaje a la artista huilense, quien falleció en 2021 pero dejó un gran legado en la memoria de los opitas, pues estuvo detrás del proceso creativo de confección y diseño de los famosos trajes típicos del bambuco.

El interés por confeccionar este tipo de trajes lo heredó de su abuela, Raquel Castro de Vanegas, quien fue la pionera de ese proceso creativo. En la ciudad las conocían como ‘Las Vanegas’ y fueron las encargadas de elaborar también la famosa falda del sanjuanero huilense.

Aunque nació en Neiva, Ana María pasó su infancia y juventud en Barranquilla, donde también estudió Diseño de interiores.

Su mamá, a quien todos conocen como Lulú, fue quien la motivó a continuar la tradición de las mujeres de la familia y apropiarse del diseño y confección de las faldas largas y las enaguas o polleras, que llaman la atención por sus diseños. Con el tiempo estos trajes se volvieron muy cotizados entre reinas, visitantes de otras ciudades y extranjeros.

Ana María también fue la encargada de confeccionar el traje “Floreciendo Neiva”, un homenaje a los 400 años de la ciudad, con el que desfiló la ex reina de belleza Daniela Álvarez Vásquez, en un evento en Huila.

Además, plasmó en un desfile de modas la evolución de este traje típico desde su origen hasta el 2012 y diseñó trajes para eventos como Boda Platino, Alegría Sampedrina, Plenilunio y el Índigo Fashion.

Con el interés de transmitir su conocimiento -en convenio con la Alcaldía de Neiva- Bernal Vanegas dictó cursos para enseñarles a mujeres cabeza de familia y emprendedoras de la ciudad el proceso de elaboración de los trajes.

Su talento para las manualidades, especialmente la pintura, la llevó a exponer obras en diferentes centros culturales. Muchas de ellas hoy cuelgan de las paredes de centros empresariales de Neiva.

Las personas más cercanas la definen como una mujer carismática, que siempre estuvo dispuesta a dar lo mejor de sí misma. Era una enamorada del folclor opita, su familia y los animales.

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