Jardínes y plantas

5 consejos para tener un patio con PLANTAS tan bonito como los de CÓRDOBA

Para hacer algo bien hay que ir a hablar con los que saben del tema. Por eso hemos hablado con algunos propietarios de patios en Córdoba sobre qué hacer para tener una joya similar. Estos son sus consejos.
© CYNTHIA MARTIN

Cuenta Córdoba con un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad conocido en el mundo entero: la fiesta de sus Patios. Una vez al año –tradicionalmente en mayo– los vecinos abren sus casas para mostrar a locales y turistas la explosión de color de sus cuidadas plantas. Pero un patio no es solo flor. Es la arquitectura que le rodea, la distribución de los colores y hasta las macetas. Aprovechando la celebración de la fiesta hemos hablado con varios propietarios de patios cordobeses para que nos den algunos consejos para tener un espacio tan bonito como el suyo. Y todo el año.

Las plantas que nunca fallan

Clavel, gitanilla, begonia, geranio son fieles aliados de los patios cordobeses. En todas las casas estos ejemplares abundan, así como la pinistra, los helechos o la clivia. También los árboles en espaldera.

El verde: enredado mejor

Cuenta Teodomiro Rueda, el jardinero del patio de la Asociación de Amigos de los Patios (San Basilio, 44) que no siempre se ha de buscar tener un lugar de escaparate. "Lo salvaje de la naturaleza también es bello". En esta atípica edición celebrada en octubre, donde el verde se torna protagonista, él ha apostado por mostrar la belleza otoñal de las plantas, una idea perfecta para tomar como base si la climatología de nuestro patio no es calurosa todo el año. Porque un jardín bonito no es solo color, darle forma y protagonismo a las enredaderas, por ejemplo, creará una bonita estampa. Trabajar en enredarlas y subirlas por las paredes puede ser la alternativa perfecta a un jardín vertical.

Otra alternativa es apostar por un limonero (o cualquier árbol cítrico) en espaldera, "una técnica árabe que permite dar sombra a las estancias sin quitar la luz", explica Teresa Muñoz. Plantados junto a muros y recortándoles las ramas transversales, trepan hasta el techo dando un agradable aspecto y bellos contrastes entre el verdor de su ramaje con el blanco de la pared.

© Cynthia Martin

Conoce tu patio y aprovecha el espacio

La orientación y la luz son aspectos fundamentales que a veces pasan desapercibidos. "Si tu patio tiene mucho sol puedes poder gitanillas o geranios. Si no es así, es mejor apostar por helechos, pilistras, begonia, tréboles…" explica Muñoz. Porque antes de plantar "es necesario conocer el tipo de patio que tenemos. O la terraza. No todo vale y para tener un espacio bonito primero hay que planificar dónde colocar una planta, tal como coincide Meritxell Valle López, propietaria de dos galardonados patios de la ciudad. "Lo primero es conocer las plantas, hay que poner la planta en su espacio correcto".

Como apunte, utilizar los rincones para las plantas que no requieren sol no es la única opción a tener en cuenta. Aprovechar la sombra que dan los árboles permite jugar con una distribución más heterogénea y no tan lineal.

Entremezcla temporadas

"Pensar en mezclar plantas de diferentes temporadas te permitirá tener siempre algo de color en tu patio” señala Valle López. Además, hay especies más amables con el tiempo. “La gitanilla es un gran emblema de Córdoba. Si tiene sol tiene flores todo el año” añade la vecina. También el geranio o la begonia son buenos compañeros de batalla. Pero si se busca diversidad, en esta época "el abutilón es un gran aliado con sus flores rojas por Navidad".

Además, no está de más dedicarle tiempo "para cambiar de lugar las plantas que salgan con los mismos colores". La distribución de las macetas no ha de ser rígida. Jugar con los colores y el crecimiento permitirá sentir que el patio va cambiando.

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No solo las flores dan color

Invertir en la búsqueda de ejemplares cuyas hojas o tronco no sean verdes puede darle el toque de color que en tiempos invernales suele faltarle al patio. En Córdoba está presente la iresine, un ejemplar de la América Tropical cuyas hojas son de color "sangre". "Es una forma de darle alegría a una esquina a la que no le dé el sol” señala Meritxell. Otro ejemplo es el comúnmente denominada trébol púrpura, como cuyo nombre indica, deleita la vista con hojas de color morado.

Por supuesto también la maceta suma puntos. Dedicarle un tiempo en pintarla en vivos colores - en Córdoba el azul añil es un color muy presente - o utilizar materiales diferentes al barro, como las "tradicionales latas - que además permiten una mejor transpiración" -. También es una buena alternativa la inclusión de un arriate en uno de los laterales. Isabel Luque Moya lo sabe bien y ha instalado una composición con plantas pequeñas y árboles sobre este saliente situado a ras de suelo de la pared donde los ejemplares más grandes se sitúan detrás dando lugar a un mini jardín dentro de su patio de formas variadas y tortuosas. Y si se dispone de espacio, no dude en añadirle un pozo, una pequeña alberca o un bonito suelo enchinado cordobés.

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