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Los 8 amores de nuestra vida

El amor es plural.
El amor es plural.
(EFE / Dương Hữu en Unsplash)
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“El amor romántico lo inunda todo. Está en las películas, los libros, las canciones y los programas de televisión. Y además aparece siempre en singular: EL AMOR”, señala Roy Galán (Santiago de Compostela, España, 1980), un influyente escritor, articulista y activista LGTBI+ español con más de 500.000 seguidores en Instagram (www.instagram.com/roygalan) .

Para este autor este AMOR, el amor romántico, no deja espacio para nada más, “como si fuera el único y el más importante, el que hay que conseguir para convertirte en una persona entera, para sentirte completo y SER, como si no hubiera más, como si los plurales no fueran posibles”.

“Pero ¿qué pasa si hablamos de los amores: de todos esos secundarios, figurantes, dobles de luces y sucedáneos del amor-amor?”, se pregunta Galán.

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La respuesta a este interrogante está en su último libro ‘Los amores’ en el que autor gallego explora las diferentes formas de amor, “esos otros amores que configuran nuestra vida construyéndonos tanto (o más) que el amor de pareja”, dice, y a los que propone “dar igual importancia que el amor romántico, en pro de las relaciones humanas”.

Galán (www.storytel.com/es/es/c/roygalan) es considerado un fenómeno social forjado a través de sus textos virales cargados de contenido, en los que habla de temas como el feminismo, la sexualidad, las nuevas masculinidades, la identidad o el amor.

Este autor destierra el mito del amor romántico como el único que hay que conseguir para ser feliz, porque, “de todos los amores el romántico es el amor más flojito”, afirma categórico.

“El amor romántico es demasiado ensimismado como para que pueda salir bien. Por eso tiene que ir precedido de otros amores. Amores más desinteresados, como el de la amistad o el de la admiración. Porque si estos amores no están presentes, lo único que existirá será una relación de poder”, destaca.

Roy Galán enumera los ‘ocho amores de nuestra vida”, incluido el romántico, y plantea una serie de reflexiones inspiradoras sobre cada uno de los diferentes amores que podemos vivir y que nos construyen como personas, y comparte con Efe algunas sugerencias positivas para poder vivir con plenitud y de modo enriquecedor cada una de las distintas formas de amor.

1.- Amores rotos (la relación se acaba, los sentimientos no).

“Cuando una relación acaba, no deberían hacerlo también los sentimientos de respeto, confianza y amor”, según Galán.

“El amor después del amor existe. Hay que entender que, a veces, el amor no es suficiente, pero que si hubo amor, aunque se rompa, el amor se queda en ti, en tus gestos, en tu forma de decir que sí, en tus arrugas y en la libertad, se queda en todo, en el otro. Ya siempre estará”, reflexiona.

2.- Amores amigos (una relación importante, única y compleja).

“La amistad es tan única como el amor y de la misma manera deberíamos tratarla”, según el autor gallego.

Señala que “la amistad no es un amor secundario, sino un protagonista de nuestras vidas al mismo nivel que el amor de pareja o el amor de familia. Dejemos de despreciar la amistad como si fuera algo sencillo, algo que se mantiene solo o que no es importante. Sin amores amigos la vida es menos vida”.

3.- Amores diversos (las distintas orientaciones sexuales).

“Presuponer una única orientación sexual para todo el mundo es, cuando menos, algo bastante ridículo y sin sentido”, según Galán

“Decir a la gente que hay una única forma de amar es crear sufrimiento, porque hay tantas maneras de amar como corazones hay en el mundo. Por eso, dar por hecho cómo hemos de vivir, sentir o hacer explícitas nuestras emociones, lo único que hace es restar libertad a todas las personas que no encajan con ese relato único impuesto como única forma de amor posible”, señala.

4.- Amores propios (para quererte necesitas a los demás).

“¿Qué pasaría si consiguiéramos dejar de odiarnos tanto, si nos tratáramos con más benevolencia a nosotros mismos”, se pregunta Galán.

Sostiene que, sin embargo, “la autoestima no es algo que puedas conseguir en soledad. No puedes irte a una esquina a “curarte” de todo lo malo que te hicieron. Para querernos necesitamos de los demás, necesitamos de la interdependencia y de lo común”.

“No te tienes que querer a ti primero para que los demás te quieran. Los demás te tienen que querer de la manera que eres para que tú empieces a quererte y no desees cambiar”, apunta.

5.- Amores placenteros (hablar de sexo con naturalidad).

Para Galán “es llamativo que nadie nos hable de sexo. Se corre un tupido velo y cada uno lo vive en su intimidad, como un tabú que no se comparte, pero el deseo no puede quedar relegado al apartado de los sentimientos sucios”, según este autor.

Galán sostiene que hay deseos “que no van acompañados de amores y no soy partidario de que los camuflemos con un halo romántico para que puedan ser aceptados por los demás”. Opina que el placer “nunca debe estar asociado a sentimientos de culpa”.

6.- Amores a la vida (recordar que somos frágiles y mortales).

El escritor gallego advierte que “construimos nuestros mundos desde la más absoluta inmortalidad, sin ser conscientes de lo frágiles que son nuestras existencias”.

“Solemos dar por sentado que siempre estaremos aquí. Pensamos que tenemos la vida en propiedad, pero es solo un alquiler temporal”, señala Galán, quien recomienda “valorar la existencia por lo que es, con lo hermoso y lo terrible, sin olvidar nunca que todo se termina y que, mientras tanto, seguimos aquí para hacer que la vida merezca la pena”.

7.- Amores románticos (de los que esperamos todo, pero…).

“El amor romántico es ese amor que se ve como el que hay que buscar, tener, conseguir para ser feliz, sin ser capaces de aceptar que, quizás, hay muchas ‘vidas’ dentro de la vida y muchas personas en el planeta que podrían ser amores”, según Galán.

Señala que “nos cuentan un cuento en el que el amor importante es el de pareja, el único, en singular”, pero según este autor el amor siempre ha sido en plural. “Hay que hablar de los amores”.

“Si somos capaces de hacer amplio nuestro querer, de llenarnos, de crecer al margen, de pretendernos libres con honestidad y compromiso, entonces estos amores nos harán brillar”, recalca.

8.- Amores familiares (buscando que nos acepten como somos).

Galán explica que “siempre buscamos la aceptación de la familia, porque no hay nada que nos dé más pánico que nos rechacen aquellas personas que se supone que nos tienen que querer incondicionalmente”.

Para este autor la familia “es un lugar complicado de obligaciones y decepciones, en el que a veces es imposible ser tú mismo porque esta institución es una foto fija en la que se espera todo el rato que seas alguien que puede que no seas”.

“Sin embargo, en una familia no hay mayor muestra de amor que dejar ser al otro tal y como es, aunque no sea lo que tú hubieras querido que fuera”, concluye Galán.

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