Ashley Graham es de las que convierte en oro - y en belleza - todo lo que toca. Su última incursión en la industria de la moda - su segunda colección de vestidos de novia con Pronovias - demuestra sobradamente su talento no solo como diseñadora, sino como embajadora de sus propios diseños. Y de su mensaje, que no es otro que el body positive.
Su relación con Pronovias empieza, contó ayer durante la presentación de esta cápsula exclusiva, en el momento en que su ahora marido le pide matrimonio y solo tiene dos meses para preparar la boda. Y para, claro, dar con el vestido de novia perfecto. Las prisas que exigía un compromiso tan fugaz hizo imposible que pudiera hacerse un diseño a medida, así que tuvo que adaptarse a los ya hechos que, al no encajar en las tallas estándares, no abundaban por su variedad. Se adaptó y, aunque confiesa en la entrevista que terminó viéndose guapa, decidió que no quería que las futuras novias tuvieran que subordinar sus gustos al acotadísimo rango de tallas. Ahora su sueño es una realidad y una colección de vestidos de novia disponible en una amplia gama de tallas que va de la 32 a la 64.
En esta segunda colección, Ashley Graham y el equipo de Pronovias han trabajado en tres líneas estilísticas muy definidas que perfilarán las tendencias en vestidos de novia principales en otoño.
Este tipo de silueta - que propone vestidos que se ajustan en la parte del torno y las caderas para luego terminar en una fabulosa cola - es la más aclamada en eventos importantes como una alfombra roja o una ceremonia nupcial. En el caso de los vestidos propuestos por la modelo y Pronovias, están diseñados con “formas estratégicamente esculturales y tejidos lujosos con un toque de elasticidad”. Estos vestidos de sirena desmontan, afirman, el mito de que los estilos ceñidos solo se ajustan a ciertos tipos de cuerpos.
Desde Pronovias hablan de renacimiento del boho para explicar esta nueva interpretación propuesta por Ashley Graham. “Es un estilo celebrado por su gran capacidad de sujeción y, al mismo tiempo, por su ligereza sublime que permite una silueta marcada en caderas y muslos”, describen. Los vestidos que surgen de esta inspiración son románticos y favorecedores.
Larga vida al icónico look de princesa que, en algún momento, nos ha apetecido llevar a todas las mujeres. Dicen desde la firma que los diseños de la cápsula acentúan la parte superior del cuerpo “con bustos de pasarela sostenidos con copas especialmente desarrolladas” que se complementan con faldas volumétricas efecto vestido de baile.
Vistas las tendencias en vestidos de novia que nos depara el otoño y el 2023 y sabiendo que se adaptan a todo tipo de cuerpos y siluetas, ¿quién tiene ganas de casarse?
Este es el vestido de novia que llevarían las chicas que NO sueñan con casarse (y que son muchas)
El vestido de novia más boho del verano lo llevó la mejor vestida de Portugal
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