Las 16 marcas de coches de lujo que reinan en el mundo

Cuando Henry Ford aplicó la fabricación en serie del automóvil en 1913, consiguió con la eficiente cadena de montaje de su Ford T que uno de los mejores inventos de la humanidad fuera accesible a la mayoría de la gente. Más de 100 años después, el coche no sólo es un medio de transporte, sino que se ha convertido en una seña de identidad y un elemento que proyecta estatus económico, gustos y personalidad de sus dueños.

Es por ello que muchos fabricantes llevan décadas ofreciendo exclusividad, calidad, diseño, velocidad, potencia y las últimas tecnologías en los equipamientos de sus vehículos, llevando al extremo todas estas propuestas para atraer a los clientes de más alto poder adquisitivo. Hoy, estas son las 16 marcas de coches de lujo que reinan en el mundo.

Los clásicos

Cuando hablamos de coches de lujo son los primeros que nos vienen a la cabeza. Todos sus modelos son espectaculares, exclusivos y no todo el mundo puede tener uno, literalmente.

Ferrari

Poco se puede decir del Cavallino Rampante. Una marca que tiene un color rojo patentado con su nombre, que es el referente principal en la Fórmula 1 y que ingresa por el merchandising en todo el mundo mucho más que por la venta de automóviles -todos por encima de los 100.000 euros de precio-, tiene que ser considerada la firma del coche de lujo por excelencia. Y es que todos somos de Ferrari y el que diga lo contrario, miente.

Lamborghini

Aquellos que resisten a los encantos de Ferrari y quieren ir contra la masa, tienen en los Lamborghini la misma deportividad, pero con unos diseños y una conducción más "agresivos". Y es que la marca de Bolonia, originariamente productora de tractores y vehículos agrícolas, entró como un toro -nunca mejor dicho- en el mundo de los coches deportivos, tras un encontronazo de su dueño con Ferrari. Desde entonces, parece que la bravura del animal de lidia se refleja en todos sus modelos tanto en los nombres, algunos de toros famosos o indultados (Diablo, Murciélago...) y otros relacionados con la tauromaquia (Miura, Espada...); como en sus diseños y motores que llaman la atención a la vista y al oído cuando te encuentras por la calle con uno de sus coches.

Maserati

Sin salir de Italia, Maserati ofrece la exclusividad discreta. Podría estar perfectamente entre los elegantes por esa discreción en sus diseños de líneas suaves que los hacen pasar desapercibidos al ojo poco entrenado en el lujo automovilístico. Pero su deportividad y el prestigio de marca ganado a pulso durante décadas entre lo más granado de la sociedad, hacen de los Maserati otro clásico de los coches de súper alta gama.

Aston Martin

La versión british de los Maseratti. Sus deportivos, rápidos y potentes, desprenden buen gusto y mucha clase. Y si además es el coche de James Bond, no podemos dejar de asociar esta marca a equipamientos fuera de serie. Aunque los de verdad no lleven los "accesorios" que tenía el del espía 007. Una pena.

Porsche

Si el diseño italiano y la elegancia británica son dos referentes en el sector del automóvil de lujo, hay que destacar la capacidad de la alemana Porsche para juntar esas dos premisas y, además, añadir la fiabilidad y la vanguardia tecnológica de sus motores para conseguir unos vehículos prácticamente perfectos. Y es que los modelos de la factoría de Stuttgart son un 9 sobre 10 en todo. Son vehículos deportivos, pero sin llegar a la extravagancia. De líneas elegantes, pero sin caer en una excesiva sobriedad. Sus motores, potentes y veloces, desarrollados para la alta competición, ofrecen sin embargo una conducción amable y confortable. Además, cuenta con una amplia gama desde los clásicos deportivos biplaza como el 911, hasta berlinas como el Panamera o el primer SUV de alta gama, el Cayenne, que hace que esta exclusiva marca pueda a acompañar a sus clientes, aunque vayan cambiando sus circunstancias familiares y necesidades. Un compañero de viaje de lujo, para toda la vida.

Los elegantes

Sus prestaciones a nivel mecánico son altísimas también, pero lo que busca quien se hace con uno de estos coches busca distinción, belleza y clase. Luego, si los clientes los bañan en oro o los pintan de fucsia, poco se puede hacer.

Rolls Royce

De mecánica saben algo. La mitad de los motores de los aviones comerciales están fabricados por Rolls Royce, pero si algo caracteriza a la marca británica es su elegancia. La distinción que otorga un coche de la firma del ángel alado sigue siendo inigualable a pesar del paso de los años. De hecho, son los coches preferidos de la familia real británica, los favoritos de emires, jeques o jefes de Estado, y los elegidos por muchas parejas para la llegada de la novia el día más importante de su vida -al menos en cuanto a hacerse fotos se refiere-.

Y es que los modelos de Rolls Royce, tanto los actuales como los clásicos, son un lujo que merece ser disfrutado al menos una vez en la vida y que cambian por completo la escenografía que los rodea en los momentos más señalados.

Bentley

Originalmente nacida como el competidor natural de Rolls Royce, fue adquirida por esta tras la crisis de 1929 y compartieron caminos durante casi 70 años, hasta que en 1998 fueron adquiridas por BMW y Volkswagen, respectivamente. La elegancia de los Bentley ha ido evolucionando desde entonces hacia modelos mucho más dinámicos en sus líneas, con una conducción cada vez más deportiva, y concebidos para un uso mucho más asiduo que su vecino de las islas. Eso sí, sin olvidar unos equipamientos fuera de serie, que en algunos casos pueden superar a sus competidores del segmento del lujo que podría llamarse más "señorial".

Jaguar

Otro ejemplo de la evolución de coches elegantes y distinguidos hacia versiones más deportivas es Jaguar. Los clásicos interiores de madera y sus interminables morros rematados con el espectacular felino plateado en la punta, míticos durante los 70 y los 80, han dado paso a vehículos más compactos, mucho más potentes y a versiones más actuales como los SUV. Todos ellos equipados con tecnologías desarrolladas en sus incursiones en la alta competición -donde llevan años codeándose con otras marcas de un perfil mucho más deportivo- pero sin perder ese aire british que caracteriza a la firma.

Los súper deportivos

Coches de circuito, en la calle. La alta competición al alcance de quienes puedan pagarlo. Velocidad, adrenalina y sensaciones extremas es lo que buscan los amantes de la conducción que optan por estas marcas.

Pagani

Probablemente no le suene esta marca o no haya oído hablar de ella hasta ahora. Si no es usted un apasionado del motor o no tiene una cuenta corriente con muchos ceros en el banco, es normal que no sepa que los Pagani son algunos de los súper deportivos más codiciados del planeta. Y es que, fundada en 1992 por el argentino Horacio Pagani, es prácticamente un recién nacido si lo comparamos con sus competidores. Pero los rompedores diseños del Zonda -sobre todo su interior-, presentado por primera vez en el salón de Ginebra de 1999, y su excelente rendimiento en circuito, a pesar de ser coches para particulares, hizo llamar la atención del mundo del motor a principios del milenio. Y tras el Zonda, llegó el Huayra. Un ejercicio de superación con un resultado aún más extraordinario que el de su predecesor, algo que se antojaba tremendamente difícil pero que demuestra que la factoría ubicada en Módena (Italia), es joven pero está sobradamente preparada para competir de tú a tú en el mundo del lujo sobre cuatro ruedas.

McLaren

Si hay una marca que ha podido hacer sombra a Ferrari en la Fórmula 1 en las últimas décadas, esa es McLaren. Pero lo que pocos conocen es que esta misma firma lleva algunos años desarrollando y comercializando súper deportivos de calle casi tan espectaculares como sus monoplazas. Los vehículos de la factoría de Woking (Reino Unido) son ya un referente del Salón de Ginebra y sus modelos, valorados en varios millones de euros, son piezas muy codiciadas entre las grandes fortunas del planeta. Diseñados para su conducción en circuito pero homologados para la carretera, es muy complicado encontrarse con alguno -se realizan producciones muy limitadas- pero si algún día se cruzan con uno, tengan la cámara preparada porque el McLaren Speedtail, por ejemplo, puede alcanzar hasta 402 km/h y seguramente sólo tengan una oportunidad de "cazar" ese extraordinario Correcaminos, aunque sea sólo para verlo (y oírlo) en vivo.

Bugatti

Otro clásico de los circuitos que ha realizado el trayecto hasta los garajes de las grandes fortunas con éxito. La marca francesa fue un referente de la alta competición antes de la II Guerra Mundial, pero el fatal accidente en 1939 del hijo del fundador, que perdió la vida con sólo 30 años durante unas pruebas con uno de sus coches, hizo que Bugatti cayese en un agujero del que intentó salir en los años 50 apostando por la Fórmula 1. Pero los malos resultados acabaron con el proyecto y volvieron a pasar varias décadas hasta que la firma de Alsacia volvió al candelero, esta vez sí por la puerta grande. Bugatti pasó a ser fabricante de súper deportivos de lujo, con una potencia extrema (más de 1.500 CV) y su Chiron Super Sport 300 tiene el orgullo de ser el coche de producción más rápido con un récord de 490,48 km/h desde 2019. Otros de sus modelos como el Veyron, el Divo o el Centodieci, son también referentes entre los vehículos más exclusivos. Y habitan en los garajes de los multimillonarios más populares del mundo.

Lujo "asequible"

Estos fabricantes cuentan con vehículos para todos los públicos, pero también ofrecen modelos súper exclusivos a la altura de las otras marcas de la lista.

Mercedes, BMW y Audi

¿Federer, Nadal o Djokovic? Tres de las marcas más vendidas del mundo, que son el claro ejemplo de que la competencia nos hace mejores. Y es que las firmas alemanas han ido marcándose el paso toda la vida, tanto en los circuitos -intercalando éxitos en las competiciones más prestigiosas- como en la calle, donde han ido peleando su cuota de mercado con modelos más asequibles por un lado y versiones de súper lujo, por otro.

Con valores comunes como la fiabilidad, las altas prestaciones de sus motores y un servicio al cliente excepcional, podríamos decir que al final lo que diferencia unas de otras es algo tan sutil como el carácter o personalidad de sus vehículos, pero que han sabido transmitir a la perfección. Una identidad que se suele ajustar al perfil de sus compradores.

Así, se puede decir que Mercedes tiene un público más maduro, que prima la clase frente a la deportividad. BMW tiene un abanico más amplio de edades entre sus compradores, pero todos ellos buscan un perfil más deportivo y eminentemente urbano. Y Audi quizá tenga un espectro más variado de estilos, que abarca desde la herencia 'offroad' de su mítico Quattro en su gama Q, hasta la sobriedad de las clásicas berlinas A6 y A8, que son los coches oficiales por excelencia en toda Europa. Pasando por modelos deportivos y utilitarios premium para todos los públicos como los A2, A3 y A4.

Tesla

La revolución verde. Concebidos en su inicio como modelos deportivos de lujo para atraer a los compradores de coches de alta gama hacia la tecnología 100% eléctrica, los Tesla han ido ampliando su 'target' y están aquí para quedarse. El gran éxito de la compañía de Elon Musk tiene aún más mérito si se tiene en cuenta el riesgo de su apuesta: coches eléctricos valorados en más de 100.000, cuando las referencias hasta ese momento eran los híbridos japoneses, introducidos en los mercados a golpe de subvención, y las flotas urbanas de minicoches de alquiler por horas. Frente a eso, la aparición de los prototipos futuristas de Tesla, con una estética parecida a los Maserati o Aston Martin, pero con una autonomía limitada y necesidad de cargarlos por las noches, parecía una boutade encaminada a la bancarrota, que finalmente resultó un pelotazo que cambiaría el presente y el futuro del automóvil, donde ya todos los fabricantes se han subido al carro eléctrico.

Lexus

A partir de los años 80 los coches asiáticos -japones y coreanos- entraron con fuerza en los mercados norteamericano y europeo. Ofrecían fiabilidad en sus motores, equipamientos más que suficientes y extensas garantías a sus clientes. Los Toyota, Nissan, Honda, Hyundai, Kia, Mazda o Mitsubishi pronto fueron una opción más en la compra de utilitarios y no tardarían en dar el salto al segmento del lujo. Fue Toyota precisamente quien lanzó una marca filial, Lexus, dedicada exclusivamente a vehículos de alta gama. En 1989 lanzaba su primer modelo al mercado estadounidense para competir con los Mercedes, BMW y Audi, como alternativa de importación. El lujo en su concepción japonesa se basaba en la sobriedad y en la fiabilidad. Y su minucioso diseño estuvo encaminado a obtener el máximo confort posible tanto para el conductor como para los pasajeros. Más tarde darían el salto al mercado europeo y hoy Lexus es una de las marcas de alta gama más vendidas en el mundo y cuenta con modelos realmente espectaculares como el LC 500 Cabrio, por encima de los 150.000.