A cinco años de su muerte, Fernell Franco, sin duda uno de los mejores fotógrafos de la historia de Cali y Colombia, vuelve a ser noticia. Resulta que en 1972 le dio por entrar a los burdeles de Buenaventura y fotografiar a sus estrellas, las prostitutas. Hizo una serie. 39 años después, el Museo Reina Sofía de España se interesó por ellas y desde octubre pasado las fotos hacen parte de su colección permanente.

Es la mejor excusa para hablar, de nuevo, del maestro. Martha Izquierdo, su segunda esposa; su hija Vanessa Franco; Pakiko Ordóñez, Miguel González y Ramiro Arbeláez, amigos cercanos, recuerdan al hombre detrás de la cámara, el que pedía detener el carro para tomar una foto, al que sobaña con comprar castillos, al que siempre se le enfriaba la comida mientras revelaba rollos.