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Los desafíos en la canalización de arroyos en Barranquilla

En los últimos 12 años, el Distrito de Barranquilla invirtió $1,2 billones en la canalización de 69 kilómetros de arroyos. No obstante, faltan por lo menos 60 más.

María José Pereira
28 de noviembre de 2020 - 02:00 a. m.
Los desafíos en la canalización de arroyos en Barranquilla

La temporada de lluvias que se registra en el país por cuenta del fenómeno de La Niña tiene a las administraciones locales y departamentales tomando medidas y aunando esfuerzos para paliar los efectos de los aguaceros que han provocado inundaciones, deslizamientos de tierra y desbordamiento de ríos en por lo menos 25 departamentos del país. Con semejante panorama, es imposible dejar de pensar en Barranquilla, conocida nacionalmente porque en épocas de invierno el agua corre por sus calles y forma fuertes corrientes, conocidas como “arroyos”, que dificultan la movilidad y ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Pero las lluvias de 2020 no han dejado hasta el momento graves afectaciones en la ciudad.

Una jornada de lluvia de más de 50 milímetros en un día pondría en problemas a una ciudad como Barranquilla. No obstante, el sábado 14 de noviembre, durante el paso del huracán lota, cayeron 61 milímetros de agua lluvia y la ciudad no registró inundaciones de mayor complejidad. La Alcaldía lo atribuyó a las obras de canalización que se han realizado desde 2008.

“Barranquilla fue construida sin alcantarillado pluvial (agua de lluvia) y esta ha sido una de las decisiones históricas que hoy en día le pesan a la ciudad, ya que a falta de alcantarillado el agua corre por las calles formando arroyos. De igual manera, las condiciones topográficas de la ciudad y el acelerado desarrollo urbano cumplen un papel importante en esta problemática”, explicó Humberto Ávila, director del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales (Ideha) de la Universidad del Norte. Las condiciones topográficas hacen referencia a que el terreno de la ciudad es muy inclinado, lo que hace que la corriente del arroyo vaya a altas velocidades. Además, el crecimiento de la ciudad llevó a que se pavimentaran cada vez más calles, lo que aumentó sus áreas de impermeabilización, pues el concreto no es un material que permita que el agua se filtre, y esta se acumule.

La primera propuesta de un plan para mitigar los arroyos de la ciudad se presentó en 1920 ante el Concejo. La Casa R.W. Herbard & Company Inc. de Nueva York planteó como solución un programa de alcantarillado pluvial. Este plan fue rechazado y no se desarrolló, como pasó con los propuestos en 1957, 1975, 1987 y 1997. Debido a la complejidad del problema, las propuestas que se presentaban buscaban soluciones integrales que siempre tenían un elevado costo por lo que “todas las iniciativas de solución fueron rechazadas por la razón de siempre: no había recursos para ejecutarlas”, según datos del Proyecto Educativo “Arroyos de Barranquilla”, liderado por la Institución Educativa Distrital Marco Fidel Suárez.

En 2008, la administración implementó el programa “Barranquilla sin arroyos” con obras de canalización al sur de la ciudad. Entre 2012 y 2015, la alcaldía de Elsa Noguera continuó con el programa y canalizó los arroyos de las calles 79 y 84. Después, entre 2016 y 2019, Alejandro Char canalizó otros ocho arroyos, entre esos el de la calle 21, las calles 75 y 76, Hospital, calles 91 y 92, y La Felicidad.

A pesar de las obras que se han realizado, todavía hacen falta varios arroyos por canalizar, por lo que las inundaciones se siguen presentando en algunos sectores, com ocurrió el 18 de noviembre en el barrio Villa San Carlos, cuando el desbordamiento de un arroyo afectó a 70 familias. En septiembre y octubre también se registraron unos casos puntuales de inundaciones por arroyos en los barrios Por Fin, Universal, Las Malvinas Sector 3 y los barrios aledaños al arroyo Hospital. En este momento la Alcaldía trabaja en la segunda fase de canalización del arroyo La Felicidad, además en el diseño de la canalización de 52 tramos de arroyos, que sumarían 36 km.

Además de canalizar, la ciudad debe trabajar en el mal manejo de residuos en las calles. Cuando llueve el agua arrastra la basura hasta las rejillas de captación y el estancamiento de estas impide el ingreso del agua al sistema de drenaje. En octubre se recogieron 36,6 toneladas de basura en las rejillas, según datos de la Agencia Distrital de Infraestrucrura (ADI). Seis toneladas más que el promedio usual en los meses de temporada de lluvia.

En lo corrido del año se han recogido más de 3 mil toneladas de basura en los canales de los arroyos. Solo en el arroyo León, en donde la entidad realizó 120 intervenciones, se han recolectado 1.800 toneladas . En un estado igual de grave se encuentra el arroyo de Rebolo, al suroriente de la ciudad, que es utilizado como un botadero. Otros puntos que presentan este problema son los arroyos en los barrios El Bosque, Las Malvinas, La Paz y El Hospital. “Después de cada evento de lluvia se intervienen más de 1.000 rejillas distribuidas en toda la ciudad para su limpieza”, aseguró la ADI. En 2020 se han invertido $4.000 millones en limpieza y mantenimiento de los canales, según la Alcaldía.

Para contrarrestar esta problemática, la empresa de prestación del servicio público de aseo Triple A dirige una campaña de cultura ciudadana llamada "Vive tu ciudad Limpia", con la que busca crear conciencia sobre el manejo adecuado de residuos sólidos. La canalización de arroyos es una parte clave para solucionar el problema, pero no es la única. “Los andenes, parques y techos son parte del sistema de drenaje pluvial. Si se implementara un Sistema de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS) no sería necesario construir un alcantarillado pluvial por toda la ciudad, proyecto que saldría muy costoso”, explicó Ávila.

Dentro del plan de desarrollo del alcalde Jaime Pumarejo se contempla el proyecto de Drenaje Pluvial Efectivo, que plantea la construcción de nuevas canalizaciones con un sistema de alcantarillado y drenajes para darle una solución integral a la ciudad. La administración espera tenerlo listo en 2023. “La iniciativa de un plan de drenaje pluvial es muy positiva, pero si queremos darle una solución integral al problema esta debería desarrollarse no solo para la ciudad, sino también para los municipios del área metropolitana que terminan afectados por los arroyos de Barranquilla, como Soledad y Puerto Colombia”, señaló el director del Ideha.

Por María José Pereira

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