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Sobre este blog

Este blog es un espacio de colaboración entre elDiario.es de Castilla-La Mancha (elDiarioclm.es) y el Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla-La Mancha para abordar diversas cuestiones sociales desde la reflexión, el entendimiento y el análisis.

Un niño jugando

Ana Belén Sánchez Calzón

Doctora en Sociología, especializada en análisis del discurso, y en los procesos de socialización de población infanto-juvenil —

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Las perspectivas sociológicas interaccionales más actuales observan a los niños/as como participantes activos en las experiencias que los conectan con el mundo adulto, con otros semejantes, y con el entorno sociocultural en el que crecen y se desarrollan.

Los modelos teóricos vigentes de la Sociología interpretativa e interaccional entienden el desarrollo en la infancia de una forma dialógica, dentro de un marco narrativo y performativo. Conforme a dichas corrientes, el desarrollo de los menores tiene lugar constantemente, porque los niños/as construyen culturas significativas en la interacción con sus iguales y con adultos de referencia.

Parece recomendable un examen crítico de este grupo de población, con el objeto de analizar el concepto de “infancia” en la Sociología actual, y explorar las premisas teóricas más novedosas de la 'Sociología de la Infancia'. Es innegable que los niños/as son actores sociales significativos involucrados de múltiples maneras en la vida social y cultural. Sin embargo, su rol crítico no siempre es suficientemente visible y/o reconocido.

En los últimos años, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) han experimentado múltiples avances, generando un conjunto de transformaciones en la esfera política, económica, educativa, social y cultural. La globalización por medio de Internet supuso, en su día, una revolución total, en la tecnología, así como en diferentes áreas, estructurando y definiendo la sociedad, en tanto Internet conecta a millones de personas de todo el mundo, facilitando la comunicación, y posibilitando el acceso a la información de manera inmediata. Las nuevas TIC igualmente han transformado los modelos de socialización, debido a los modos cambiantes de adquisición y transmisión de conocimiento y cultura. 

Los valores, creencias y actitudes son clave explicativa en los procesos de cambio social. El establecimiento de nuevos hábitos culturales está profundamente conectado con los valores. Analizar y comprender toda la red de acción social es posible si consideramos la importancia de los cambios en el significado que las personas asignan a los objetos, así como aquellas actitudes que los acompañan. Los valores representan significados compartidos por los miembros de una sociedad, y se refleja en las actitudes hacia los objetos del mundo social. 

El objeto social que denominamos “niño” es formado en grupos sociales, a través del proceso de adquisición del lenguaje. Las Ciencias Sociales han centrado su interés, durante años, en el estudio de la socialización de los menores. Cualquier teoría sociológica acerca de cómo la sociedad es posible, debe ser capaz de explicar las experiencias de socialización de los niños y niñas. Al fin y al cabo, la socialización infantil es el proceso a través del cual los menores aprenden un conjunto de ideas, opiniones, sentimientos, creencias, actitudes y conductas propias del papel que desempeñan en un grupo social y cultural dado. En dicho proceso, la adquisición y el uso del lenguaje es necesario porque, cuando los niños aprenden lenguaje, desarrollan la capacidad de tomar conciencia de sí mismos, y ejercer influencia sobre otros.

El aprendizaje del niño en el lenguaje es un proceso intelectual, que conecta a los más jóvenes con sus progenitores, otros adultos de referencia y otros semejantes, a través de medios significativos novedosos y dinámicos. ¿Por qué los niños desempeñan un papel activo dentro de la sociedad? Al incorporar el lenguaje, aprenden las reglas y criterios que rigen las relaciones sociales. Los niños se van preparando poco a poco para ser presentados en los roles que deben desempeñar. A través de la adquisición y uso del lenguaje, los menores aprenden día a día a comprender las opiniones, valores, actitudes, sentimientos y comportamiento de los que les rodean. 

Infancia significa un mundo adaptable: Los más jóvenes adquieren conocimiento rápidamente, adaptándose a los entornos dinámicos y cambiantes que Internet ha creado. La sociedad actual enseña a los niños a adquirir nuevas habilidades, herramientas y destrezas (unas más funcionales, y otras menos). Por ello, es fundamental estudiar las mejores formas de integrar a los menores como participantes activos en su proceso de educación, socialización y desarrollo. Porque el desarrollo infantil es una constante: los niños construyen culturas significativas con sus otros semejantes. Estas culturales de iguales representan un conjunto sólido de actividades, rutinas, intereses, valores e inquietudes que los jóvenes producen y comparten. Y es una cultura que representa creatividad, se reproduce, y acaba volviéndose parte de la cultura adulta.

Tenemos ejemplos muy conocidos: ¿Cómo una aplicación pasa en muy poco tiempo a convertirse en un fenómeno social global, con más de 500 millones de usuarios activos, pasando a ser una referencia mundial para público de todas las edades? ¿Cómo puede TikTok proponer algo radicalmente diferente a lo que encontramos en otras Redes Sociales y, partiendo de contenidos dirigidos a población joven, lograr “atrapar” la atención de la población adulta, a nivel individual y colectivo (medios de comunicación incluidos)? Parece complejo, pero ha resultado simple: en TikTok encontramos usuarios compartiendo contenido entretenido y creativo, del que intenta retener al usuario durante los segundos que dura el vídeo. Ha dejado de ser una Red Social para convertirse en una “Comunidad”.

Los niños crecen, y se convierten en seres culturales: su desarrollo está ligado al proceso de orientación del individuo dentro de los sistemas de sentido, la socialización. El yo es siempre un desempeño, e implica la posición de un rol activo. Las personas contamos historias sobre nosotros mismos a través de diferentes medios, y a través de diferentes mundos (el mundo online y el mundo offline). Los más jóvenes van adquiriendo su propio yo a través de este proceso narrativo. El enfoque formativo del autodesarrollo cuenta con la ventaja de situar los procesos de socialización en las prácticas y funciones del discurso cotidiano. En definitiva, es una perspectiva sociológica que reflexiona sobre el niño como participante activo en el proceso de autodesarrollo, otorgándole un papel protagonista e influyente en la sociedad. Los niños, como los adultos, también crean cultura y sociedad. 

La participación infantil coloca a los niños y niñas en la posición de sujetos sociales, con la capacidad de expresar sus opiniones y decisiones en aquellos asuntos que les atañen directamente (en la familia, escuela y sociedad en general). La participación infantil debe entenderse como una contribución en permanente relación con el mundo adulto, como un proceso de aprendizaje e influencia mutuos. Una de las mejores formas de incorporar a los niños y niñas como agentes activos es a través de un diálogo abierto, preguntándoles de forma directa acerca de sus intereses, conocimientos y experiencias. Dejarles hablar para hacer crecer los espacios de participación: lugares de encuentro e intercambio de ideas. En este sentido, es fundamental que los más jóvenes entiendan que su participación es indispensable en todos los ámbitos sociales.

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