La oscura historia de Diomedes Díaz: rey del vallenato, héroe popular y femicida

La figura de Diomedes Díaz en Colombia divide. Fue un artista popular, rey del vallenato, el género musical por excelencia de la región caribe: carismático, romántico, padre ejemplar y devoto de la Virgen del Carmen. Y por otro lado un mujeriego, alcohólico, adicto a la cocaína y amigo de personajes oscuros de grupos paramilitares y narcos que lo encubrieron cuando la Justicia lo buscaba por el asesinato de Doris Adriana Niño, una fanática del cantante que se convirtió en su amante.

De hogar humilde, Diomedes Díaz se hizo músico cuando apenas era un niño gracias a su tío Martín (hermano de su madre) que era acordeonero y compositor, y le enseñó de qué se trataba el vallenato. De adulto, se convirtió en el máximo exponente del género y el más taquillero: vendió más de 20 millones de discos a lo largo de su carrera. En 2010 ganó el Grammy Latino y es idolatrado por sus fanáticos, quienes se autodenominan "diomedistas".

Debajo del artista se esconde un hombre siniestro. El 14 de mayo de 1997 Doris Adriana Niño García, de 27 años, fue encontrada muerta a la vera de una ruta. Había sido vista con vida por última vez en el departamento del músico. Fue condenado y estuvo prófugo, escondido en la finca "El Limón", propiedad de su ex mánager Joaquín Guillén, empresario y ex concejal de Valledupar. La región donde se encontraba Diomedes estaba bajo el control del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una organización terrorista y narcotraficante.

El 20 de diciembre de 2013, Diomedes Díaz se presentó en la discoteca Trucupey de Barranquilla para despedir el año. Dos días más tarde murió en su casa mientras dormía de un paro cardiorrespiratorio a los 56 años. El día de Navidad fue sepultado en el cementerio Jardines de Ecce Homo de Valledupar en un funeral multitudinario.

Quién fue Diomedes Díaz

El domingo 26 de mayo de 1957, día de San Felipe de Nerí y Santa Mariana de Jesús, nació Diomedes Díaz Maestre, en la finca Carrizal, jurisdicción de La Junta, municipio de San Juan del Cesar (La Guajira).

Creció en medio de una familia humilde campesina. Trabajó desde niño: vendía limones, empanadas, tejía mochilas y su primer empleo en Valledupar fue como mensajero de la emisora Radio Guatapurí. También hacía de espantapájaros para proteger los campos de maíz de los pájaros y para no aburrirse cantaba e intercambiaba sus cantos a manera con indígenas de la finca contigua a cambio de café.

La inspiración y guía de Diomedes en la música fue su tío por parte de madre, el compositor Martín Maestre. Aprendió a tocar la guacharaca y a versear. Sus primeras canciones las compuso para una joven llamada Helida, de quien estaba perdidamente enamorado.

De Carrizal se trasladaba hasta Villanueva para asistir al Liceo Colombia y cursar sus estudios primarios. A la salida del colegio, iba con sus compañeros a bajar mangos a pedradas hasta que un día le acertaron accidentalmente en la cara y perdió el ojo derecho. Sus estudios secundarios los realizó en Valledupar, donde conoció al cantante Rafael Orozco quien lo bautizó como "El Cacique de La Junta", el sobrenombre que lo acompañó por siempre y con el que alcanzó la fama.

Con Orozco grabó el tema "Cariñito de mi vida", que lo consolidó como compositor. Trabajó como utilero, recogiendo cables y ajustando el sonido de los micrófonos de la agrupación de Los Hermanos López. Hasta que su tío Martín le aconsejó que se dedicara a cantar. Y fue un éxito. En 1975 quedó tercero en el Festival de la Leyenda Vallenata con su canción "Hijo agradecido". Fue su despegue y no se detuvo.

Brilló con acordeoneros como Juancho Rois, Colacho Mendoza, Cocha Molina y más tarde con Iván Zuleta. Para mediadios de los 80 ya era un éxito nacional. Y para principios de los 90 era un ícono popular del vallenato.

"En estudio no se limitaba a cantar, sino que incorporaba elementos. Cantaba lo que la gente quería escuchar. No grababa nada extraño o difícil de asimilar, porque estaba inmerso en el pueblo, así que hablaba su lenguaje con mucha facilidad", describió Luis Alberto Laverde, director comercial de Sony Music, sobre Diomedes.

En total, llegó a grabar 455 canciones, entre ellas 92 de su autoría, en las que incluyó sus célebres frases como: “Ay mamá, ojalá el mar fuera mío pa’ dátelo con to’ y pescao’”.

Logró amasar una gran fortuna y fue desprendido del dinero que le entraba por sus discos, regalías de sus composiciones, venta de saludos vallenatos en sus discos, de regalos que le daban narcotraficantes, fanáticos pudientes y ganancias que recibía de sus fincas y otras inversiones.

Sin embargo, tuvo problemas financieros por su adicción al alcohol y la cocaína, que lo llevaron a incumplir contratos en presentaciones de conciertos. Pero también debido a innumerables demandas alimentarias. Estuvo casado durante 17 años con Patricia Acosta, pero tenía incontables amantes. En total, reconoció a 28 hijos que tuvo con once mujeres.

El femicidio de Doris Adriana Niño

En 1997, la mujer de 27 años era una de las varias parejas del cantante. Diomedes era un orgulloso mujeriego, alcohólico y adicto a la cocaína. Y mantenía una pública amistad con narcotraficantes y paramilitares.

Un músico del cantante los presentó, y entablaron una relación pese a que Díaz en ese momento estaba en pareja con Luz Consuelo Martínez. La noche del 14 de mayo de 1997, Doris Adriana es llamada con insistencia para verse con Diomedes Díaz. Un escolta del cantante pasó a buscarla por su casa en Soacha, al sur de Bogotá, hacia la medianoche para llevarla al lujoso departamento del vallenatero en el edificio Plaza de Navarra, al norte de la ciudad. Vestía un jean azul, una blusa y un blazer, y zapatos negros. Fue la última vez que su familia vio con vida a Doris.

Hacia el amanecer, en la madrugada del 15 de mayo, aún en la oscuridad, unos campesinos ven detenerse un auto blanco en la carretera que lleva de Tunja a Cómbita (Boyacá) y en un paraje glacial de la vereda San Onofre arrojan un cuerpo.

La Fiscalía hace el levantamiento del cadáver a las 9 de la mañana. Al día siguiente, el Instituto de Medicina Legal en Tunja le practica la necropsia como N.N. Ordenan sepultar el cadáver en una fosa común como con el nombre de Sandra. Pero un grupo de trabajadoras sexuales con la colaboración del párroco Víctor Leguizamón, reclaman el cuerpo para darle cristiana sepultura.

El 18 de mayo, luego de una misa celebrada por el sacerdote Leguizamón, el cadáver de Doris Adriana es llevado al Cementerio Central de Bogotá y sepultado en una bóveda.

Mientras tanto, Rodrigo Niño, el hermano de Doris Adriana, empezó a denunciar en los medios de comunicación la desaparición, y señalaba públicamente al famoso cantante por haber sido el último que la vio con vida. Lleva fotos al programa de televisión "Historias Secretas" y el sacerdote Leguizamón la identifica como la misma Sandra encontrada en Tunja.

Exhumaron el cuerpo en un acto mediático que salió en televisión nacional y el dictamen de Medicina Legal determinó que Doris Adriana había fallecido de un paro cardiaco a causa de una sobredosis de cocaína. Pero dos años después, su familia logró que revisaran el análisis, y establecieron que realmente había muerto por asfixia mecánica y tenía restos de semen de tres hombres diferentes.

Las pruebas de ADN confirmaron que el semen pertenecía a Diomedes Díaz y a sus dos escoltas. En la versión del cantante, Doris Adriana se había enfurecido al saber que Luz Consuelo había quedado embarazada y se fue de su apartamento en estado de embriaguez. José Tobías Lozano, portero del edificio donde habitaba Diomedes, declaró ante la Fiscalía durante tres horas. Dijo que Doris Adriana salió viva del inmueble en compañía de un escolta del cantante.

En su versión, Diomedes Díaz aseguró que en la madrugada del 15 de mayo de 1997 estaba en estado de ebriedad, que no consumió drogas, pero que Doris Adriana Niño sí; que mantuvo relaciones sexuales con ella, que la mujer no falleció en su residencia ─contrario a los dictámenes médicos─ y que la vio salir con sus propios ojos luego de una discusión y tomar un taxi.

El 3 de octubre de 1997, la Fiscalía ordena la detención de Diomedes, dos escoltas, una amiga de Doris y el portero. El cantante fue capturado en el aeropuerto El Dorado.

En abril de 1998, Díaz es diagnosticado con el Síndrome de Guillain-Barré y fue beneficiado con prisión domiciliaria. Pero en agosto de 2000, El Cacique de La Junta se fugó horas antes de que las autoridades llegaran a buscarlo, ya que le habían retirado el privilegio de la domiciliaria.

Estuvo prófugo por dos años. Primero en las fincas de su propiedad "Las Nubes" y "La Virgen del Carmen", y luego en "El Limón". Siempre bajo la protección de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, comandante del grupo paramilitar AUC.

En enero de 2001, la jueza penal de Bogotá, Claudia Bohórquez, condenó a Diomedes Díaz - en ausencia- a 12 años de prisión por el delito de homicidio preterintencional. Dos de sus escoltas fueron condenados por el mismo caso a siete años de prisión.

Diomedes se entregó el 25 de septiembre de 2002 y un juez de Valledupar le redujo la condena a seis años, de los que solo pagó tres, y siete meses en arresto domiciliario. Luz Consuelo Martínez, madre de tres de sus hijos y heredera de la mayor parte de su fortuna tras su muerte, y los dos escoltas que estaban esa noche pagaron 10 meses de cárcel por encubrimiento.

El 13 de noviembre de 2004, Diomedes Díaz salió en libertad condicional tras pagar su condena. Había recibido una rebaja de 16 meses de pena por buena conducta. En la puerta lo esperaban cientos de fanáticos.