Lejos de ser un aspecto secundario, suponen un elemento crucial para el desarrollo de una planta. Algo que nos obliga a conocer un poco más a fondo los tipos de macetas que existen y cuáles son sus distintas aplicaciones. La forma de acertar cuando la elijamos; y hacer que nuestra planta no solo luzca más bonita de lo que es sino, sobre todo, crezca con salud y bienestar.
Una maceta o jardinera no es solo el recipiente en que tenemos una planta. Es, además, su casa y su medio natural de vida. Dos razones de peso para que, más allá de cuestiones estéticas, elijamos una maceta según las necesidades específicas de una planta.
Si hace algunos meses veíamos cómo elegir correctamente una maceta según el material en el que está realizada o el tamaño de la misma, hoy queremos centrarnos en otros aspectos tan importantes como estos.
TIPOS DE MACETAS: ¿INTERIOR O EXTERIOR?
A simple vista, podemos creer que una maceta no deja de ser una maceta y que es perfecta para cualquier espacio. Sin embargo, los tipos de macetas para interior y exterior varían sustancialmente de la misma manera que cambian los requerimientos específicos de las plantas en uno u otro ambiente.
Para empezar, si tenemos que elegir macetas para plantas de exterior tendremos que contemplar algunas necesidades fundamentales:
- Optar por una maceta con garantía de un correcto drenaje: sobre todo para macetas situadas en jardines o terrazas y sin un techo que las cobije, es fundamental revisar cuidadosamente este tema. Hay que tener en cuenta que en las macetas expuestas a la lluvia no podemos controlar la cantidad de riego, por lo que poder evacuar cualquier exceso es vital para evitar que las raíces de la planta puedan pudrirse. En ocasiones, los agujeros de drenaje están marcados en la propia maceta para que los realicemos nosotros según el uso que vayamos a darles.
- Elegir un material resistente a las heladas y los rayos UV del sol: revisar este aspecto nos estará garantizando que en momentos de temperatura extrema, tanto al alza como a la baja, las macetas mantendrán su estado original ¡y su función! En este último aspecto, tanto las de fibra de vidrio como las de plástico son lo ideal. Tendremos que evitar siempre macetas metálicas y de cristal, que pueden romperse con los cambios de temperatura.
- Escoger macetas que faciliten el transporte: si en nuestro jardín o terraza contemplamos plantas de gran tamaño, como palmeras o árboles frutales, tendremos que elegir macetas que nos permitan acoplar ruedas para poder moverlas con sencillez.
A la hora de elegir entre los tipos de macetas cuando se trata de plantas de interior, tendremos menos exigencias:
- Cualquier material es apto para macetas de interior: algo que incluye tanto las de cristal como las de metal, ya que las temperaturas dentro de una casa son siempre más estables y equilibradas.
- Optar por macetas de autorriego: una opción perfecta para el mantenimiento de las plantas de interior pero, también, para minimizar la limpieza en torno a ellas. Este tipo de macetas cuentan con un depósito específico para el agua, que nos facilitará las labores de riego para plantas que viven en ambientes en los que hay sequedad ambiental.
TIPOS DE MACETAS ESPECÍFICAS PARA ALGUNAS PLANTAS
Además de conocer la ubicación definitiva de una planta antes de elegir entre los distintos tipos de macetas, también es fundamental informarnos de si tiene necesidades específicas. Y es que hay plantas que, ya sea por la disposición de sus raíces o por sus necesidades de crecimiento, demandan macetas específicas. Algo que nunca está de más conocer al adquirir las plantas, con vistas a poder darle a la planta exactamente lo que necesita.
Y, a pesar de que lo idóneo es informarse sobre cada planta, conozcamos algunas que nos demandarán macetas especiales:
Macetas para bonsáis
Por sus sistemas de raíces radiculares de poca profundidad, las macetas tipo bandeja son idóneas tanto para los cuidados del bonsái como para cactus pequeños.
El recipiente ideal para que las raíces tanto de unos como de otros puedan crecer en anchura como precisan.
Macetas para plantas crasas
A diferencia de las plantas que acabamos de mencionar, las plantas crasas demandan un espacio ajustado en el que poder crear sus raíces. Una razón de peso para que optemos por macetas de pequeño diámetro.
Además, es más que recomendable que elijamos macetas de barro. Gracias a su porosidad, permiten la evaporación de agua. Algo más que positivo para estas plantas que no toleran bien el exceso de humedad.
Macetas para orquídeas
La gran mayoría de tipos de orquídeas demandan macetas transparentes que les permitan contar con luminosidad directamente en las raíces. Algo clave no solo para procurar el crecimiento de la planta sino, fundamentalmente, para su floración.
Además y por los peligros del exceso de riego en orquídeas, este tipo de macetas suelen contar con más agujeros de drenaje para garantizar una correcta evacuación del exceso de agua.
Distintos tipos de macetas para conseguir lo más importante: que nuestras plantas estén cómodas y nos regalen su belleza natural.
¡Algo que bien merece conocer más del espacio en el que viven!
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