7 posibles riesgos que tienen los bebés y los niños en un baño

La inquietud de un niño y la falta de previsiones en las salas de baños propician accidentes domésticos. Conoce cómo evitar estos siniestros.
7 posibles riesgos que tienen los bebés y los niños en un baño
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 25 mayo, 2023

Los riesgos de los niños en un baño arrastran, entre otras consecuencias, lesiones, resbalones, quemaduras, intoxicación y ahogamiento. La Asociación Española de Pediatría menciona las salas de baño como uno de los lugares potencialmente peligrosos de la casa donde ocurren lesiones no intencionadas.

En su guía de prevención para padres, la institución indica que esta clase de accidentes constituye, en la Unión Europea, la primera causa de muerte en la infancia entre los 5 y los 18 años. De ahí la relevancia de adecuar estas habitaciones y no descuidar a los bebés o a los niños más grandes, mientras se bañan o por curiosidad entran a explorar el sitio.



7 riesgos de los niños en un baño

7 posibles riesgos que tienen los bebés y los niños en un baño
Tu hijo no debería estar solo en el baño, un sitio que supone graves peligros para él durante la infancia.

Puedes prevenir algunos de los siguientes accidentes domésticos en los baños aplicando la autoprotección, la seguridad, la educación y, sobre todo, la supervisión adulta.

1. Resbalones

La Fundación CNSE para la Superación de Barreras de Comunicación señala que los traspiés en las estancias de baño se corresponden con los siniestros más comunes en casa.

Asimismo, la Federación de Asociación de Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA) dice que los resbalones son la principal causa de lesiones durante la ducha al perjudicar principalmente a los niños, los ancianos y las personas con discapacidad. Para prevenirlos, sugieren:

  • Poner alfombrillas adherentes o parches antideslizantes en zonas húmedas o expuestas a las salpicaduras.
  • Mantener seco el suelo.
  • Ventilar el área.
  • Instalar en la pared de la ducha o la bañera una barra de sujeción.

2. Ahogamiento

Sumergirse en solo 1 o 2 pulgadas de agua basta para ahogarse. Una publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos asevera que la mayoría de los ahogamientos de niños menores de 1 año suceden en la tina y por falta de vigilancia.

El ahogamiento es una tragedia rápida y silenciosa. En el caso de los bebés, no controlan correctamente ni el cuello ni los músculos, de modo que si su boca y su nariz son cubiertas por poca cantidad de agua les es imposible respirar. Prevén los sucesos vaciando la tina e, incluso, bajando la tapa del inodoro después su uso.

3. Electrocución

La electrocución es uno de los riesgos de los niños en un baño. En su sección de Seguros, BBVA explica que, por lo general, en estas estancias hay secadoras de cabello, rasuradoras y otros aparatos.

La cercanía de los electrodomésticos con las tinas llenas de agua o un piso mojado podría desencadenar accidentes. Nunca dejes aparatos enchufados, ya que un niño descalzo en un suelo húmedo se arriesga a descargas eléctricas.

4. Quemaduras

La Academia Americana de Pediatría recomienda que la temperatura del agua no supere los 120 °F (49 °C) para bañar a un bebé; de lo contrario, ocasiona quemaduras.

Lo correcto es regular los grados, instalar un termómetro o probar el agua con el codo. Nunca introduzcas a tu hijo en la bañera o bajo la regadera sin cerciorarte de qué tan caldeado está el chorro. Un consejo extra es abrir primero el agua fría y, poco a poco, la caliente.

5. Caídas o contacto con el inodoro

Los niños en fase de aprender a caminar o levantarse solos podrían sufrir caídas de cabeza al acercarse inodoro. Este es otro motivo de ahogamiento. Ten en cuenta que el sonido al jalar la palanca y la descarga de agua hacen que el pequeño lo tome como un juego. Instala cerrojos en las tapas de la taza, de modo que ellos no logren abrirla.

Además, el lavamanos, la poceta, las manillas y todas las piezas del baño acumulan gérmenes. Después de tocar estas partes, los bebés pueden sufrir alteraciones dermatológicas o llevar sus manos a la boca y, después, padecer enfermedades diarreicas.

6. Heridas

Las afeitadoras, los cortaúñas y las tijeras son utensilios de uso común en los baños. Mantén estos instrumentos alejados del alcance de los niños para librarlos de heridas.

7. Ingesta de químicos o medicamentos

Aunque no guardes en el baño los productos para su limpieza, otras sustancias suponen un peligro por la posible ingesta: los champús, los acondicionadores, los medicamentos, las lociones, las colonias, los cosméticos e, incluso, las cápsulas que coloran el agua del inodoro.

En su inocencia, los niños se sienten atraídos por el olor y el color de los químicos, así que se aventuran a probar. Impide siniestros de este tipo bloqueando los cajones y la tapa de la taza.

¿Cómo evitar riesgos de los niños en un baño?

7 posibles riesgos que tienen los bebés y los niños en un baño
El baño es uno de los sitios que mayor peligro suponen para los bebés y niños en el hogar.

Cerrar con llave la puerta del baño es la mejor medida preventiva contra accidentes que involucren a niños y bebés. También permanecer junto a ellos mientras se bañan, en lugar de entrar y salir a contestar llamadas, buscar utensilios, revisar la cocina, etc.

De igual modo, adaptar el espacio favorece que las salas de baños dejen de ser escenario de siniestros, señala la Asociación Nacional de Seguridad Infantil. ¿De qué manera?

  • Ajusta un pasador a la tapa del inodoro.
  • Acomoda en la taza un asiento para bebés. Si bien ayuda, sin supervisión no es un dispositivo 100 % seguro.
  • Asegura las cubiertas de bañeras.
  • Vacía y almacena los baldes en zonas que los niños no alcancen.
  • Ten a mano los elementos que utilizarás en la higienización del bebé, así no sales de la habitación a buscarlos, propone la Fundación Infancia Segura.

La importancia de prepararse en caso de accidentes con niños en un baño

Los riesgos de los niños en los baños motivan a que los adultos se preparen para responder ante cualquier contingencia. Es fundamental aprender a ejecutar la reanimación cardiopulmonar (RCP), registrar en los contactos telefónicos el número del servicio de urgencias y conocer de boca de un pediatra cuáles son los primeros auxilios frente a posibles emergencias domésticas.


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