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Conviviendo

en tu
Época
Capítulo 1 - Sentimientos Revelados

Ya habían pasado 5 días desde la derrota del malvado Naraku y de la desaparición de la


perla de Shikon.

Todo en la aldea estaba tranquilo, aunque había momentos en que otros youkais
atacaban, pero no eran gran cosa. Nuestros amigos estaban felices ante los sucesos ya
narrados. Miroku ya no tenía la maldición en su mano pero aun intentaba ponerla donde
no debía llevándose una fuerte cachetada por parte de Sango; Sesshomaru se había
quedado por los alrededores de la aldea exterminando los monstruos que se encontraban
para que Rin no corriera peligro, también no odiaba a Inuyasha aunque de vez en
cuando tenían sus disputas pero dentro de lo que cabe se llevaban bien; Sango estaba
feliz por la vida de su hermano Kohaku y esperaba que cierto monje cumpliera su
promesa; Koga decidió quedarse con Ayame; y Kagome estaba preparándose para irse a
su época cuando…

-Kagome, quiero hablar contigo de algo importante. - le dijo Inuyasha tranquilamente


desde la puerta de la cabaña de la anciana Kaede.

-Eh… está bien, dame un segundo. - dijo Kagome algo dudosa.

- Bien, te espero en el árbol sagrado. - le dijo marchándose de la cabaña.

- ¿De qué querrá hablarle Inuyasha a la Señorita Kagome, Sango? - pregunto Miroku
colocando una mano donde no debe.

-PLAF! Su excelencia, no lo sé, pero ya dejé sus mañas. - contesto Sango furiosa
después de darle su merecida cachetada. - 'ojalá sea lo que estoy pensando… si solo su
excelencia se decidiera…’. - pensó.

- Pero mi Sanguito! - dijo Miroku sobándose su mejilla.

- Miroku tu no aprendes. - intervino Shippo moviendo la cabeza en actitud de negación.

-'¿De qué querrá hablarme Inuyasha?’. - pensó Kagome mientras se dirigía al árbol
sagrado. - Inuyasha ya estoy aquí! - le llamó.

-Kagome…-la llamo bajando del árbol.

-AH! Inuyasha no me asustes así. - reclamó recuperándose del susto. - Y… ¿de qué
querías hablarme? - preguntó.

-Etto… eh pues… quería decirte que…- decía nervioso. - 'rayos, porque es tan difícil'

-Inuyasha, te pasa algo? - pregunto asombrada por su cambio de actitud.

-Eh no… es sol que…- 'demonios, esto es más difícil de lo que pensé' pues… quería
agradecerte por… por haberte quedado a mi lado todo este tiempo y… y…

-No tienes nada que agradecer. - intervino Kagome en su discurso.


-Kagome déjame terminar.- dijo Inuyasha decidido a lo que solo escuchó un `` está
bien`` para luego volver a ponerse nervioso.- Y… también… quiero pedirte que… que
no te vayas porque… porque.- decía mientras chocaba las puntas de sus dedos en señal
de nerviosismo.- Porque… yo t-te a-am-amo.- soltó un suspiro.- Yo te amo Kagome y
por eso quiero que te quedes a mi lado y… OYE NO ME MIRES ASI, ME ESTAS
ESCUCHANDO.- Se desespero Inuyasha moviendo sus manos de un lado a otro para
que Kagome reaccionara.- Oe Kagome!

-'No puedo creer lo que estoy escuchando, Inuyasha se me ha declarado, ay, ojalá que
no sea un sueño’. - pensaba Kagome, pero Inuyasha la hizo reaccionar. - Ah…eh si te
escucho Inuyasha. - ella procesaba todo en su mente e Inuyasha se quedó mirándola de
mala gana. - ¡Pues… claro que quiero quedarme contigo, yo también TE AMO! - dijo y
se abalanzo hacia él abrazándolo.

Inuyasha inmediatamente le correspondió el abrazo y se quedaron así por unos minutos


hasta que Kagome preguntó:

-Inuyasha ¿es verdad lo que me dijiste? - le preguntó ya que se le vino a la mente el


rostro de Kikyo.

-Tonta, claro que es verdad, como crees que te voy a mentir con algo así. - contesto algo
sorprendido liberándose delicadamente del abrazo.

-Es solo que… yo creía que aun amabas a Kikyo, por eso pensé que no era verdad,
perdón. -dijo Kagome con la cabeza baja. - 'Como se me ocurra pensar algo así,
Inuyasha puede ser un idiota, grosero, mal educado, pero nunca me mentiría con algo
así…’. - pensaba

-Escúchame Kagome. - Inuyasha el saco de sus pensamientos. - Mírame a los ojos. - le


dijo. - Kikyo fue alguien importante para mí, y es verdad que la quise mucho, la quise,
pero a ti TE AMO, ten eso claro, ella ya forma parte de mi pasado y tú eres mi prense y
así será siempre, me entendiste. - aclaró mientras a Kagome se le salían las lágrimas. -
Oye no… no llores…que…

Kagome no lo dejo terminar ya que le dio un fugaz beso y se quedaron mirando, pero
Kagome le dijo: (es que Kagome no se cansa de interrumpir momentos así uyy)

-Eh… Inuyasha creo que es mejor que volvamos, nos deben estar esperando

-Mm está bien pero no les diremos a nadie aun que somos… que somos…eh Kagome
¿Cómo es que se dice en tu época? - preguntó. Kagome sonrió.

- Se dice “novios”. - contestó

- Ah pues eso, no les diremos que somos “novios”, mejor les damos la noticia mañana. -
dijo Inuyasha tomando de la mano a Kagome y esta solo asintió y tomados de la mano
se dirigieron estos tortolos a la aldea.
Capítulo 2 - Promesa
Y tomados de la mano estos tortolos se dirigieron a la aldea. Cuando estaban cerca,
Miroku Y Shippo los vieron y fueron a su encuentro; al encontrarse, Miroku hizo una de
sus preguntas "pervertidas".
-Oigan ¿Qué tanto estuvieron haciendo? Ya casi es de noche. - dijo con su típica cara de
picardía, a lo que Kagome e Inuyasha se sonrojaron. - Y… ¿Por qué están tomados de la
mano? - volvió a preguntar Miroku y de nuevo la joven pareja encendieron sus rostros
del color del haori de Inuyasha e inmediatamente se soltaron.
- Feh! Monje libidinoso, ya sé lo que estás pensando. - exclamó dándole un puñetazo en
la cabeza al monje Miroku.
-Miren, ahí viene Sango. - dijo Kagome ligeramente sonrojada.
-Hola chicos… pero ¿Qué pasó? - preguntó la exterminadora observando el chichón que
tenía Miroku
-Feh! Este monje y sus perversiones, ya lo conoces Sango. - le explicó Inuyasha y
Sango le tiró una mirada asesina al monje.
-Kagome… ¿de qué te quería hablar Inuyasha? - preguntó Shippo con inocencia,
Kagome enrojeció más.
-'ahora que digo' eh pues de… la batalla con Naraku 'no se me pudo ocurrir algo mejor’.
- contestó mientras se debatía mentalmente (enserio no se le pudo ocurrir algo mejor).
-Que decepción! ¡Y yo que pensaba que este perro tonto ya se te iba a…POF! - Shippo
no llegó a terminar ya que Inuyasha le propició un puñetazo en su cabecita. - ¡¿Por qué
me golpeas? - preguntó.
-Para que dejes de decir estupideces (pero si lo que iba a decir fue lo que sucedió…). -
dijo enojado y sonrojado. - Ya tienes que aprender a respetarme. - agregó.
- Ah sí y eso por qué? - preguntó Shippo con un toque de ironía. - snif… Kagome…-
suplicó adolorido.
-Eh sí. - Kagome estaba en su mundo. - Inuyasha ABAJO! - lo mandó al suelo
-Kagome porque…- reclamo desde el suelo.
- Mejor vayámonos a la aldea, ya se hizo de noche. - sugirió Sango a lo que todos
aceptaron.
La noche pasó tranquila, ninguno de los que estaban en la cabaña dijo algo importante,
solo pasó lo de siempre: Sango abofeteando a Miroku, Inuyasha golpeando a Shippo por
algo que dijo y Kagome mandándolo a sentar, al final, cada uno terminó sumido en sus
pensamientos principalmente Shippo quien se preguntaba por qué Inuyasha le dijo que
tenía que empezar a respetarlo; según Inuyasha, el motivo era que si Kagome era como
una madre para Shippo, entonces él vendría siendo como su padre… Así siguieron
todos hasta que se quedaron dormidos.
Al día siguiente, Kagome e Inuyasha se fueron a la época actual a buscar provisiones;
Shippo y Rin se quedaron con la anciana Kaede; mientras Miroku y Sango…
- ¿Sango, me das unos minutos? - pidió Miroku algo serio.
-Está bien su excelencia. - contestó parando su práctica (por cierto, ella estaba
entrenando con su hiraikotsu). - Dígame. - le dijo de frente.
-Bien, Sango, quisiera que dejaras de tratarme de usted, me hace sentir una distancia
entre nosotros. - dijo el monje
-Pero su… ah está bien "Miroku”. - aceptó resignada, Miroku sonrió.
-También… ¿recuerdas la promesa que te hice? - preguntó curioso.
- ¡Como olvidarlo!
-Pues quería preguntarte si ¿quieres ser mi pareja y tener un hermoso hijo conmigo? - le
preguntó ilusionado agarrándole sus manos.
-Su excelencia…- Miroku frunció el ceño. - Miroku. - se retractó. - ¿exactamente que
sientes por mí?
-Ay Sango. - dijo casi como un suspiro. - Yo te amo desde que te vi, eres una mujer
hermosa tanto por dentro como por fuera, valiente, fuerte, tienes tantas cualidades que
en simples palabras diría que eres una magnifica mujer. -a Sango le brillaban los ojos y
las lágrimas amenazaban con salir. - Por eso, mientras tenía la maldición, como te había
dicho, no podía quererte como ahora.
-Miroku ¿me serás fiel? - preguntó casi llorando.
-Por ti mi Sanguito, lo que sea. - exclamó decidido.
-Si! Quiero ser tu "única" pareja… ¿pero solo tendremos un hijo? - al decir esto último
hizo un puchero. (A Sango se le están pegando las mañas jeje).
-Hasta 20 que quieras. - dijo más ilusionado y con picardía.
Sango lo abrazó llorando de felicidad y así se quedaron hasta que cierto monje no
soportó la tentación y posó sus manos en… ya saben dónde y eso interrumpió todo el
"romanticismo", Miroku recibió el hiraikotsu de Sango en su cabeza pero extrañamente
le dolió menos pero ésta se fue echando chispas y Miroku le siguió atrás corriendo y le
tomo las manos, ellos decidieron dar la nueva noticia cuando los viajeros del tiempo
regresaran, por el momento se quedaron con Kaede, Rin y Shippo.
Capítulo 3 -Noticia acompañada de un suceso inesperado

Kagome e Inuyasha se preparaban para ir al Sengoku y así dar la "inesperada" noticia a


sus amigos. Luego, Sota se quedó con su amigo "orejas de perro" mientras Kagome
ayudaba a su mamá en la cocina…

-Hija como van las cosas con Inuyasha. - preguntó la Sra. Higurashi con curiosidad
lavando los platos.

-Eh…pues…mamá. - decía Kagome limpiando el desayunador. - veras…ayer


empezamos una…'esto es realmente incomodo'…somos más que amigos. - se limitó a
decir ligeramente sonrojada.

-Ya era hora! - dijo entusiasmada. - me alegro por ustedes.

-Gra-gracias.

-Oye orejas de perro. - Sota llamó su atención. - A ti y a mi hermana se les ve más


unidos. - afirmó. Inuyasha se sonrojó. - ¿acaso ya son novios? - preguntó curioso
levantándose de la silla.

-Etto…eh. - Inuyasha trago saliva. - Si…

-Wow! ¿Qué bueno, desde cuándo? - volvió a preguntar.

-Pues…desde ayer. - dijo mirando hacia otro lado

-Y dime…- Kagome lo interrumpió; Inuyasha suspiró aliviado

-Inuyasha, nos vamos? - preguntó, el asintió levantándose de su asiento.

- Tan pronto? - dijo Sota sorprendido.

- Si es que tenemos cosas que hacer, verdad Inuyasha. - nuevamente asintió. - Solo
vinimos por provisiones.

-Ah está bien. - dijo resignado.

-Adiós. - se despidieron los dos al unísono.

Inmediatamente saltaron al pozo, la luz violeta los envolvió llegando al Sengoku. Se


dirigieron a la aldea, entraron la cabaña de la anciana Kaede y todos estaban ahí:
Miroku, Sango, Rin, Shippo y Kaede. Shippo se lanzó a los brazos de Kagome y Sango
preguntó:

- ¿Por qué llegaron tan rápido si se fueron esta mañana?

-Es que tenemos algo que contarles. - contestó Kagome con Shippo en brazos.

-Pues que coincidencia! Yo y Sango también tenemos algo que decirles. - agregó
Miroku.
-Enserio? - exclamó Kagome.

-Bien, pero será después del almuerzo. - interrumpió Kaede.

Kagome, con ayuda de Sango, preparó la comida y le dio a cada uno su porción.
Permanecieron en silencio hasta que Shippo, quien no entendía nada, rompió ese
silencio:

-Entonces…ya pueden decirnos que nos tienen que hablar. - preguntó el kitsune
intrigado posando su mirada en el cuarteto al igual que Rin y Kaede.

-Yo empiezo. - Miroku fue el primero en hablar y lo dijo entusiasmado. - Sango y yo


somos pareja! - esto lo dijo mientras abrazaba a Sango, pero su mano tenía otra
intención (ya saben cuál).

-PLAF! Miroku…- Sango echaba fuego por los ojos.

-FEH! Monje libidinoso. - al fin habló Inuyasha. - que no puedes contenerte?! Sango
¿cómo lo vas a soportar?

-Ay no me vengas con esas Inuyasha. - interrumpió el monje sobándose su adolorida


mejilla. - Ahora te toca hablar a ti. - dijo con cara de pícaro poniendo nervioso al
hanyou quien miraba a Kagome suplicando ayuda.

Kagome suspiró. - me alegro por ustedes, ya era hora de que te decidieras Miroku. - dijo
feliz. - pues nosotros tenemos que decirles que Inuyasha y yo…- Kagome chocaba sus
dedos nerviosa, instintivamente Inuyasha agarró su mano y dijo:

-Somos…novios. - se sonrojó y volteó la cara.

-Vaya que bien por ustedes señorita Kagome y señorita Sango también por usted su
excelencia y claro que también el señor Inuyasha. - dijo Rin alegre.

-Gracias Rin. - dijeron los ya mencionados.

- Así que de eso fue que le hablaste Inuyasha. - dijo un Shippo curioso (él y Sota se
llevarían bien, los dos preguntan demasiado).

-Feh! Cállate enano. - ahora Inuyasha le dedicó una mirada maliciosa. - Ya tienes que
irme respetando. - dijo asustando a Shippo, este tragó saliva y le contestó.

-Ni lo sueñes. - le sacó la lengua.

-Ya verás! - dijo un enojado Inuyasha.

Y así empezaron una persecución hasta que Kagome mandó a Inuyasha al suelo; la
anciana Kaede se limitó a reír felicitando al cuarteto. Shippo aceptó que Inuyasha ya era
como un padre para él desde hace tiempo a pesar de que lo molestaba bastante
provocando que le dejaran unos chichones en su rojiza cabellera. La tarde transcurrió
tranquila; cada uno se fue a bañar al rio, Kagome y Sango, Miroku, ¡¿Inuyasha y
Shippo?! Este ya se consideraba bastante grandecito como para seguir bañándose con
las chicas…mientras se bañaban contaban como pasaron las cosas. Luego prepararon la
cena y siguieron charlando, pero de otras cosas, pasó lo normal, las cachetadas de Sango
y los debajo de Inuyasha, al final terminaron dormidos como siempre…

El amanecer llego siendo así un día caluroso. Kagome y Rin fueron a recolectar hierbas
medicinales, Sango se quedó ayudando a la anciana Kaede con la limpieza e Inuyasha y
Miroku fueron a exterminar un demonio en las afueras de la aldea no sin antes Sango
advertirle a su monje que se portara bien (jajá Miroku sometido por las ordenes de
Sango). De repente Kohaku hizo su aparición:

-Hermana! Estoy aquí. - decía el joven exterminador.

-Hola Kohaku. - Sango lo abrazó. - ¿Cómo te ha ido? - preguntó (olvide mencionar que
Kohaku está entrenando con el viejete de Totosai)

-Muy bien casi soy un exterminador profesional. - dijo orgulloso. - pero no durare
mucho tiempo aquí solo estoy de paso.

-Oh que mal. - dijo desilusionada. - Pero al menos te quedaras a comer verdad?

-Si claro. - afirmó. - partiré en la tarde.

-Rin, coge también de esas hierbas, sirven para las heridas. - explicaba Kagome. - 'esta
presencia es de…’. - pensaba.

-Si señorita Kagome. - dijo Rin entendiendo. - ¿Qué le pasa? - preguntó al verla
distraída.

-No es nada, pero creo que Sesshomaru ya volvió y viene hacia acá. - aclaró Kagome.

-De verdad? - exclamó entusiasmada. - voy a contarle sobre usted y el señor Inuyasha y
también sobre su excelencia y la señorita Sango. - decía alegremente. - Seguro se
pondrá feliz.

A Kagome le salió la típica gota anime mientras Rin se dirigía hacia su amo
Sesshomaru y Jaken y empezó a contarles sobre lo sucedido, por lo menos Sesshomaru
prestaba atención o eso parecía, pero Jaken la interrumpía con sus gruñones comentarios
provocando que le cayera una piedra de quien sabe dónde en la cabeza. Kagome miraba
la escena divertida pensando en lo mucho que Sesshomaru había cambiado gracias a la
pequeña Rin.

Ya era de tarde e Inuyasha y Miroku habían terminado de exterminar al demonio, se


dirigían de camino a la aldea cuando unas lindas jovencitas pasaban por ahí…

-'debo de portarme bien, debo de portarme bien, debo de portarme bien…-se repetía
Miroku mentalmente. - no debo de fallarle a Sango y no quiero que Inuyasha me
golpee’. - seguía pensando mientras contenía sus impulses pervertidos (pobre Miroku).

Flashback

-Miroku querido, "pórtate bien" sí. - le advertía Sango. - Inuyasha, me lo vigilas ok. - le
ordenó.

-Si. - dijeron los dos.


Fin flashback

Miroku volteó la cabeza hacia atrás cuando las jóvenes pasaron, el monje estaba bajo
mucha presión, esto era muy difícil para él, pero sus intentos se fueron al caño…

-Señoritas. - decía amablemente. - querrían unas lindas jóvenes como ustedes tener…-
POF! Inuyasha le dejó un coscorrón

-No le hagan caso, este monje está loco. - le dijo Inuyasha a las jóvenes, estas siguieron
su camino. - Hay Miroku si Sango se entera te va a…-Miroku interrumpió.

- ¡GRACIAS AMIGO! Me salvaste. - agradeció (esto es raro). - Por favor no le digas a


Sango, mira que lo estoy intentando. - suplicó.

-Feh! No le diré nada por esta vez, pero de la otra no te salvas. - le advirtió. - ¿Pero por
qué me agradeciste? ¡Y LEVANTAE DEL SUELO Y SUELTAME! - Miroku aún
estaba hincado aferrado a las manos de su amigo suplicándole (bueeeno esto se podría
malinterpretar que bueno que no había nadie).

-Es que no lo soporte, pero no quería fallarle a Sango. - explicó.

-'este monje esta raro creo que lo golpe muy fuerte’. - pensó mientras le salía la gota
anime.

Cuando llegaron a la aldea se encontraron con Kohaku y luego con Sesshomaru, él e


Inuyasha discutieron, pero no pelearon; luego algo pinchó el cuello del hanyou y este se
dio un golpecito, cayó un insecto aplastado como una hoja, era la pulga Myoga. Al rato,
Kohaku se despidió de su hermana y se fue. Kagome y Rin llegaron hasta donde ellos
estaban y se unieron al grupo al igual que Sango…

-Inuyasha ¿cómo se portó Miroku. - Preguntó Sango esperándose lo peor.

-Etto…podemos decir que se esforzó. - contestó, Miroku se río nerviosamente con una
mano en la cabeza esperando un golpe, pero este nunca vino. Sango sonrió.

-Amo Inuyasha. - habló Myoga. - Me he enterado que la señorita Kagome y usted se


formalizaron y por lo que veo también el Monje Miroku y la señorita Sango. - informa

-Así que es verdad. - las primeras palabras que menciona Sesshomaru.

-Y a ustedes quien les informa- dijo Inuyasha arqueando una ceja.

-Fui yo! - dijo Rin emocionada.

- ¡Que decepción eres Inuyasha! - continuo Sesshomaru.

-Tu cállate que eso no te interesa. - se defendió.

-Chicos cálmense…- decía Kagome. - Miren! La luna está…- dijo sorprendida


señalando la luna.

- ¿¡VIOLETA! - continuaron todos menos Sesshomaru.

-'esta del mismo color que la luz del pozo’. - pensó Kagome.
Luego, una luz violeta emergió del suelo, parecía venir del pozo devora huesos.
Kagome salió corriendo hacia allá para ver qué pasaba, también le siguió Sango
intentando detenerla y terminaron todos dirigiéndose hacia allá, incluso la pequeña Rin
a lo que Jaken y Sesshomaru fueron a ver que sucedía.

Capítulo 4 - Un Viaje Por El Tiempo A Base De Reglas

- ¿Pero ¿qué es lo que acaba de pasar? - se preguntaba Kagome en voz alta. - La luz que
vi ya no está. - miró el fondo del pozo. - Al parecer todo está normal, aunque… la luna
sigue con ese color.

- ¡KAGOMEEEE! - voceó Sango. Kagome se volteó.

- ¡Sango aquí en el pozo! - le respondió visualizando a los demás. - Chicos…

- ¿Qué está pasando? - preguntó Inuyasha.

-No lo sé, todo esto es extraño, no había pasado algo así antes. - afirmó Kagome
intrigada.

- ¿Y si fue algún demonio? - dijo Miroku.

-No digas incoherencias, mi amo bonito se encargó de eliminar todos los youkais que
estaban en los alrededores. - aclaró Jaken.

Todos intentaban buscar explicaciones, pero ninguna tenía sentido hasta que un espíritu
salió del pozo…

- ¿Quién eres tú? - preguntó Inuyasha desenvainando a tessaiga.

-Guarda la espada, no les voy a hacer daño. - dijo el extraño espíritu, Inuyasha dudó,
pero terminó envainando la espada. - Soy un espíritu del tiempo de este pozo, para ser
más exacta soy el espíritu del pasado. - explicó.

-Espíritu del pasado… ¿podrías explicarnos que acaba de pasar? - le preguntó Kagome.

-Jovencita, veo que no eres de este tiempo.- Kagome se sorprendió, los demás prestaban
atención.- Y por lo que he oído, ustedes deben ser los que derrotaron a ese demonio
llamado Naraku.- todos asintieron.- Respondiendo a tu pregunta, la luz que vieron salir
de aquí, sucedió porque mi hermano, el espíritu del futuro, y yo peleamos porque él
quería ser el único espíritu del pozo, pero no parecía el, es como se estuviera poseído.

-Señorita espíritu. - el espíritu miró la niña que le estaba hablando. - ¿Por qué la luna
esta así? - preguntó Rin señalándola.

-Eso es porque cada 100 años la luna nos manda un poder necesario para que el pozo
funcione correctamente. - respondió

-Aun no entiendo, ¿Qué función tiene este pozo viejo? Y ¿Cómo es que esta mujer no es
de aquí? - dijo el pequeño youkais rana refiriéndose en lo último a Kagome.
-Verás Jaken, yo provengo de 500 años en el futuro y soy la reencarnación de la
sacerdotisa Kikyo, el pozo es el que me permite viajar entre ambas épocas. - le explicó
Kagome.

-Vaya, con que por eso es que llevas esas ropas bastantes raras. - comentó Sesshomaru.

-Como ustedes son muy fuertes, necesito que me ayuden. - dijo el espíritu del pasado.

- ¿En que necesitas nuestra ayuda? - preguntó Miroku aun impresionado por lo que
pasó.

-Varan, como mi hermano se marchó, necesito que lo encuentren y lo traigan devuelta al


pozo sino este se mantendrá inestable. - dijo.

- ¿Y dónde está tu hermano? - dijo Sango.

-En el futuro, él no puede venir al pasado porque es el espíritu de éste. - contestó.

- ¡OSEA EN MI EPOCA! - exclamó Kagome horrorizada. - pero… si entendí bien… no


puedo viajar al futuro si él no está. - continuó.

-Si, pero como hoy la luna me dará poder, es posible que pueda hacer que viajen.

- ¡¿Qué VIAJEN?! ¿es decir que todos nosotros iremos? - pregunto con los ojos abiertos
Inuyasha.

-Si, pero tengan en cuenta que no podrán regresar hasta que encuentren al espíritu del
futuro. - contestó. - mi poder no es suficiente.

- ¿Cómo es eso posible si solo Kagome e Inuyasha pueden pasar? - pregunto Shippo
impresionado.

-Si mi viejo cerebro no falla, ella puede hacernos pasar usando la mayor parte de su
poder, por eso no podremos volver hasta que no encontremos a su hermano porque no
tendría suficiente. - aclaró Myoga desde el pelaje de Kirara quienes acababan de llegas
con la mochila de Kagome.

-'todos en mi época, ¡que desastre va a ser esto!’. -pensaba Kagome. - Bien, entonces le
voy a dejar una nota a la anciana Kaede explicándole todo ¿pero ¿quién va a proteger la
aldea?

-Eso déjemelo a mi señorita Kagome. - dijo Rin emocionada. - Amo Sesshomaru


¿podemos dejar a Ah-Un a cargo de cuidar la aldea? - le preguntó Rin, el youkai asintió.

- ¡Que bien! Sesshomaru, llama a Ah-Un por favor. - le dijo Kagome

-Jaken. - la voz del Daiyoukai lo hizo reaccionar.

-Si amo bonito.


Jaken fue a buscar a Ah-Un por orden de su amo, cuando este regresó Kagome le dio la
nota al dragón para que se la diera a la anciana Kaede, luego Ah-Un se dirigió a la aldea
entendiendo su misión.

-Espíritu. - la llamó Kagome. - déjame ir a mi primero a mi época para explicarle las


cosas a mi mamá.

-Está bien, pasa. - aceptó

Kagome se dirigió a su casa y le explico lo más rápido que pudo lo sucedido a su mamá,
mientras que, en el Sengoku, interrogaban a Inuyasha sobre la época actual. Cuando
Kagome regresó este vio la gloria porque ya lo estaban mareando con tantas preguntas.

-Chicos préstenme atención. - le dijo Kagome en voz alta frente al pozo. Cuando todos
le prestaban atención siguió. - Como ya saben, ahora partiremos para la época actual de
donde yo vengo. - explicaba. - ¿Todos están listos? Recuerden llevar sus armas porque
vamos a buscar al espíritu del futuro. - concluyó.

-Señorita Kagome, ¿tenemos que llevar ropa? - preguntó Rin inocentemente.

-No se preocupen por eso. - contestó. - Ahora partiremos en pequeños grupos: primero
Inuyasha, Shippo, Myoga y yo; luego Miroku, Sango y Kirara; y por último
Sesshomaru, Rin Y Jaken.

Todos saltaron al pozo en el orden que dijo Kagome preguntándose que le espera al otro
lado del pozo.

Aún era de noche, alrededor de las 10. Cuando todos salieron de la casucha donde
estaba el pozo Kagome habló…

-Bien, ya que todos están aquí, síganme. - ordenó; todos obedecieron impresionados
menos Inuyasha obviamente.

Estaban caminando hacia la casa y se podían escuchar unos "wau" "impresionante" pero
solo Jaken y Sesshomaru no dijeron ni una palabra al igual que Inuyasha quien ya
conocía el lugar. Al entrar Kagome ordenó que se sentaran…

-Antes de irnos a dormir tengo que poner unas reglas. Primeramente, en esta época no
existen los youkais, solo hay humanos. - el Daiyoukai abrió levemente los ojos por la
sorpresa. - Así que solo podemos hablar del Sengoku entre nosotros y mi familia con
nadie más; segundo, no pueden matar humanos, ¿entendiste Sesshomaru?

-Hm…- fue lo único que se escuchó por parte de él, Inuyasha soltó una pequeña risita.

-Tercero, para los demonios o semidemonios. - Inuyasha se calló. - no pueden revelar


que son demonios por lo tanto todo lo que los delate debe ser ocultado antes de salir de
aquí; cuarto, para poder encontrar al espíritu rápido todos iremos a mi escuela, esta
empieza en tres días.

- ¿¡QUE? - se quejó Inuyasha. - no nos puedes llevar a ese lugar está repleto de
humanos…
-Me niego. - apoyó Sesshomaru.

-Irán y punto. - les dijo, los demás siguieron callados. - hay otras cosas que les diré
luego, pero para terminar pórtense bien esto va para todos. - terminó su discurso.

-Hija, las habitaciones están listas. - Intervino la Sra. Higurashi presentándose a todos.

-Gracias mamá. - Kagome la abrazó. - Ahora. - bostezó. - Vamos a dormir así que creo
que ya hay que repartir las recamaras. - todos asintieron. - Sango, Rin, Kirara y yo
vamos a estar en mi habitación mientras que los demás en la de Sota ya que es la más
grande. - dijo. - Vamos.

Y así fue, Kagome llevó a cada uno a donde correspondía presentándoles a los chicos a
Sota mientras ella entraba con las chicas a su cuarto cansada.

-Todo esto es raro. - dijo Sesshomaru acomodándose.

-Es verdad amo bonito, ¿Cómo vamos a vivir entre humanos? Esto es insólito. - Jaken
empezó a hablar.

-Jaken, cállate. - le ordenó su amo.

-Entonces te llamas Sota, yo soy Shippo y soy un kitsune. - se presentó dándole la


mano.

-Es un placer. - le dijo Sota. - Oye orejas de perro ese de ahí se parece un poco a ti ¿son
familia? - preguntó, Inuyasha no contestó, Myoga lo hizo por él.

- Ellos son medio hermanos, hijos del gran General Inu no Taisho, pero
lamentablemente no se llevan muy bien. - dijo Myoga desde el hombro de Inuyasha. -
Por cierto, yo soy Myoga y cómo puedes ver soy un youkai pulga sirviente de estos dos.
- señaló a sus dos amos.

-Sota, te recomiendo que no provoques a este arrogante, a diferencia de mí, él es un


demonio completo y no dudaría en matarte. - dijo Inuyasha haciendo que a Sota le
corriera un escalofrío en la espalda.

-E-está bien. - tartamudeo nervioso. - tú debes ser Jaken. - señaló a la rana. - déjame
adivinar eres un youkai rana. - el mencionado solo asintió ya que su amo le ordeno que
no hablara.

-Amo Sesshomaru su sangre esta riquísima hace tiempo que no la saboreaba. - dijo la
pulga chupando la sangre de su amo, pero este lo mandó a volar haciendo que choque
contra la pared.

-Feh! Pulga tragona. - dijo Inuyasha al ver que la pulga había aumentado de tamaño.

-Ah! Que bien se siente estar en mi cama. - dijo Kagome recostándose. - Chicas
acomódense también. - les dijo a Sango y a Rin.
-Kagome, todo esto es muy moderno. - dijo Sango. - También parecías toda una experta
en el orden; a veces das miedo.

-Jeje ¿en serio? - le dijo rascándose la cabeza. - Mañana tendremos un día muy largo. -
dijo bostezando al final.

- ¿Por qué señorita Kagome? - preguntó Rin acariciando a Kirara.

-Por que iremos a comprar muchas cosas y todavía tengo que poner otras reglas y el uso
de todos los aparatos de mi casa. - dijo con gesto de cansancio.

-Te ves cansada mejor nos dormimos ya. - sugirió Sango.

-Está bien… buenas noches. - Kagome inmediatamente se durmió y hasta se le olvido


ponerse su pijama.

-Bueno Rin… vamos a dormir

-Si señorita Sango. - dijo Rin acomodándose en un futon al igual que Sango.

-Creo que solo falto yo por presentarme. - habló Miroku. - Mi nombre es Miroku y soy
un simple monje.

-Ah tu eres el monje pervertido del que me habló Inuyasha. - dijo Sota haciendo que
Miroku mire mal a su amigo.

-Inuyasha que le dijiste de mí. - le preguntó Miroku un poco enojado.

-Feh! Pues la verdad. - contestó Inuyasha ignorándolo.

-Oigan ya es un poco tarde mejor vamos a dormir. - dijo Shippo subiéndose a los brazos
de Inuyasha.

-Oye enano que haces? - le preguntó desconcertado.

-Es que como Kagome no está tu eres su sustituto. - contestó.

-Feh! Está bien. - aceptó. - Oe tu Sesshomaru te quedaras así. - pregunto al verlo


sentado igual que él.

-Hm no molestes. - contestó.

-Como quieras. - agregó.

Jaken se sentó al lado de su amo y se durmió al verlo tranquilo. Myoga se quedó en el


pelo de Inuyasha, este se durmió con Shippo en brazos con las piernas cruzadas, Sota
durmió en su cama y Miroku en un futon que este le facilitó. Sesshomaru cerró los ojos,
pero no se sabe si se durmió o no, estaba con una pierna flexionada y la otra estirada.
Así la habitación quedo en silencio…
Capítulo 5 - A Comprar

Al siguiente día:

Inuyasha fue el primero en abrir los ojos, eran alrededor de las 5:30 a.m. Se levantó de
su puesto, dejó a Shippo a un lado y caminó hacia la ventana sigilosamente, pero
alguien lo sorprendió…

- ¿Qué haces despierto? - una voz fría y baja escuchó Inuyasha.

-Eso tendría que preguntártelo yo a ti, Sesshomaru. - contestó el hanyou.

-Hmp… este mundo es muy extraño, no voy a dormirme así a la ligera. - dijo el
Daiyoukai sin moverse de su lugar.

-Como quieras, yo tengo que hablar con Kagome. - Sesshomaru no dijo nada. - Te dejo
a la pulga esta. - Inuyasha le lanzó la pulga, pero Myoga ni se despertó. (Claro, con ese
banquete que se dio ni modo).

Inuyasha salió sigilosamente por la ventana mientras su medio y desagradable hermano


lo miraba para matarlo por lo de la pulga. Inmediatamente salió de la habitación se
dirigió a la de Kagome y entró cuidadosamente dirigiéndose a la cama de ésta
intentando despertarla. Accidentalmente, Kagome se movió y sin querer (ya que estaba
dormida) puso sus brazos sobre Inuyasha, este, al estar en cuclillas no podía moverse
mucho, pero se salvó cuando Kagome despertó como por arte de magia…

-Inuyasha… ¿qué haces aquí? - preguntó Kagome medio dormida.

-Quiero hablar contigo… vamos afuera. - le dijo Inuyasha, Kagome aceptó y los dos
salieron por la ventana para no despertar a nadie. Ya fuera, Kagome habló frotándose
los ojos.

-Y bien…dime.

- ¿Estas seguras de que todos tenemos que ir a la escuela? - le preguntó preocupado.

-Si, tenemos que hacerlo para así encontrar al espíritu más rápido. - afirmó. - ¿Qué es lo
que te preocupa?

-Es que…mira, están un youkai asesino que detesta los humanos, un monje pervertido,
un kitsune fastidioso, una exterminadora, una niña que adora al arrogante ese, una bella
sacerdotisa y yo, un hanyou. - decía mientras los contaba con los dedos; cuando
Kagome escuchó como se refirió a ella se sonrojó levemente y sonrió al ver a su amado
así de preocupado.

-Oh Inuyasha… todo saldrá bien.- le dijo Kagome dulcemente.- Escucha, Sesshomaru
ha cambiado mucho, eso no me lo puedes negar porque quiere mucho a Rin aunque no
lo demuestre; Miroku se está controlando a su manera; Shippo… puede que te moleste a
veces pero él sabrá comportarse; Sango no nos dará problemas; Rin es muy dulce; tu ya
sabes más o menos como funciona mi época y yo conozco todo de aquí.- terminó su
discurso calmando al hanyou.
-Si tú lo dices te creo. - respondió. - Sabias que cuando desperté Sesshomaru estaba
despierto, parece como si no hubiese podido dormir. - informó.

-Mm… puede ser porque no conoce mi época. - Inuyasha le apoyó. - Ya que me


despertaste vamos a desayunar y a esperar que los demás se despierten.

-Si! ¡Comida! Quiero ramen

-No puedes comer ramen a esta hora te va a hacer daño.

-Feh! Como crees.

-No te daré ramen.

-Si, quiero ramen.

-No!

-Si!

-No!

-Si!

-Si!

-No!... espera que…

-Está decidido. - terminó la discusión. - Y no tuve que sentarte.

Así dejaron de discutir y se dirigieron a la cocina. Desayunaron cereal con leche, algo
desconocido para Inuyasha, pero si era comida a él no le importaba. Mientras
desayunaban vieron a los demás bajar las escaleras con sus armas…

-Oigan que hacen? - dijo Kagome a punto de reírse.

-Es que escuchamos unos ruidos y vinimos a ver qué pasaba. - dijo Sango bajando la
guardia.

-Ah…pues estábamos desayunando algo llamado cereal. - aclaró Inuyasha saliendo de


la cocina. - Jajaja mírense parecen unos tontos jajaja. - empezó a reírse al ver la cómica
escena.

-Jajá si se ven chistosos, pero vengan a comer algo. - les dijo Kagome invitándolos a la
cocina. - Cojan un envase de allí, sírvanse cereal de esa caja y aquí está la leche, coman
bien que será un día largo.

-Amo Inuyasha deme de comer. - decía Myoga saltando desde el hombro de Miroku.

-Sácale sangre al gato. - le dijo. - Por cierto, yo te deje con Sesshomaru ¿Dónde está el?
Y no he visto al gato… Kagome ¿Dónde está?

-No lo sé, desde anoche no lo he visto


-Mujer… quítame esta cosa de encima. - hizo su aparición Sesshomaru. Kagome cogió
a Buyo y le dio un tazón de leche al igual que a Kirara.

-Amo Sesshomaru. - la dulce voz de Rin sonó desde su asiento en la mesa. - Venga
sírvase esto está muy rico y usted también señor Jaken.

Algo raro, pero el Daiyoukai y el sapo comieron un bocado de esa comida humana.
Después de que todos desayunaron y que Kagome les explicara el uso de la ducha y de
otros artefactos de su época, salieron de compras no sin antes dejarle una nota su familia
ya que no se habían despertado. Antes de bajar las escaleras del templo Kagome les dijo
que dejaran sus armas y que si les preguntaban dijeran que eran cosplay, después de eso
se dirigieron a las tiendas. Primero fueron a la tienda de uniformes…

-Kagome no me digas que tengo que usar la ropa que tenías en el Sengoku. - preguntó
Sango señalando el uniforme.

-Claro que si Sango. - respondió Kagome.

-Entonces poder ver las piernas de mi Sanguito y más. - murmuró Miroku


entusiasmado, pero lamentablemente Sango lo escuchó y le tiró una mirada asesina a lo
que el monje se escondió detrás de Inuyasha.

-Bien Sango, pruébate este. - Sango fue al vestidor. - Si necesitas ayuda me dices.

-Ustedes chicos tomen estos y pruébenselos. - Kagome los empujó dentro del vestidor a
cada uno. - Shippo y Rin, ustedes no usaran uniformes sino ropa común. - dijo
esperando que salieran de los vestidores.

-Hey Kagome ayúdame. - voceó Inuyasha, por suerte no había nadie en la tienda salvo
la cajera.

- ¿Qué pasa? - preguntó entrando al vestidor de Inuyasha y se sonrojó al ver que tenía la
camisa desabrochada. - Ah ya veo, mira te abrochas los botones así. - le explicó. - te
queda perfecto y como yo no puedo ayudar a los demás tendrás que hacerlo tu así que
ve. - le dijo sacándolo de su vestidor y mandándolo al de Miroku.

En ese instante salió Sango y Kagome quedó encantada al verla, se veía muy bien y eso
que no necesitó ayuda. Después salió Inuyasha con Miroku y este quedó embobado al
ver a Sango, por este motivo recibió una bofetada para que reaccionara. Al rato salió
Sesshomaru hecho un desastre, los demás se quedaron boquiabiertos al verlo e Inuyasha
aprovechó para volver a reír.

-Jajaja te ves patético, mira esto se pone así. - Inuyasha le explicaba lo que Kagome le
enseñó. - Ves, ahora no te ves tan mal comparado con antes jajá.

-Pof! Cállate bastardo. - Sesshomaru lo golpeo por esa humillación.

-Parecen que todos los uniformes les quedaron bien así que pónganse su otra ropa y nos
vamos a otra tienda. - dijo Kagome feliz.

Kagome compró los uniformes y se dirigieron a una tienda de ropa común, ahí
compraron pijamas, zapatos, ropa normal, ropa interior, en esta sección Miroku se sentía
en las nubes, pero su amigo lo hizo bajar a tierra, también ropa para Rin y Shippo.
Desde esa tienda todos salieron vestidos "normales". Sango vestía una blusa blanca con
arandelas delante con unas zapatillas de flores. Hasta Kagome se compró algunas cosas
y vestía un vestido corto blanco con flores azules y unas zapatillas azules. Miroku usaba
una camisa negra de mangas cortas con rayas blancas en los bordes, un jean azul claro
pero un poco más oscuro que el de Sango, unas gafas negras y unos tenis. Inuyasha
tenía un jean negro, un poloche blanco grisáceo con una chaqueta negra arremangada
(es estilo camisa) unos tenis como los de Miroku, pero de otro color y una boina que
tapaba sus orejas. Sesshomaru vestía una camisa manga corta azul con rayas verticales y
horizontales un jean y zapatos negros. Rin traía un hermoso vestido de flores con unas
sandalias blancas y Shippo tenía un suéter amarillo con unos pantalones algo anchos
que cubrían su colita.

Mientras caminaban muchas chicas les tiraban ojitos a los guapos y musculosos chicos
provocando ira entre sus parejas menos en Sesshomaru quien no tenía una, pero le
molestaba que lo miraran y hablaran de él. Kagome y Sango se aferraron a sus novios
como marcando su territorio, claro que esto no molestó a los "marcados". Inuyasha,
Sesshomaru y Miroku eran los burros de carga de Kagome, ellos llevaban todas las
compras y eso que aún faltaban cosas por comprar.

Entraron en una tienda de útiles escolares, ahí compraron todo lo necesario para la
escuela. Kagome tuvo que explicarles para que se usaba cada cosa pero la gente los
miraba como si fueran de otro mundo. Al salir de la tienda la sacerdotisa dijo:

-Ya es de tarde y no hemos comido nada. - puso sus manos en su estómago. - y no nos
queda dinero así que nos vamos a casa. - los demás dieron un suspiro de alivio menos
Sango y Rin a quienes si les gusto ir de compras (pues claro son chicas).

Llegaron a casa y vieron a un desconsolado Jaken salir de esta e ir llorando hasta donde
su amo, todos rieron y el pobre sapo recibió su coscorrón. La señora Higurashi les
preparó ramen, Inuyasha estaba más que feliz y comía desenfrenadamente. Sesshomaru
se preguntaba porque le gustaba tanto así que tragándose su orgullo youkai probó su
poción y sorprendentemente le gusto, tanto que pidió más como su medio hermano (otro
aficionado al ramen jajá) los demás pensaban que eso tenía que ser una broma…
Después de una plática cada uno se dio un baño y se pusieron sus nuevos pijamas y
después de hablar, discutir y reír se durmieron dando paso a un nuevo día.
Capítulo 6 - Desastre En El Templo Y Primer Dia De Clases

Cuando todos se despertaron y desayunaron dieron las 8 de la mañana, Kagome estaba


preocupada porque si seguía gastando dinero así quedaría en la quiebra y para colmo
había que comprar suministros para todos. A Buyo le cayó muy bien Sesshomaru, más
bien su estola, pero para la suerte del gato Kirara jugaba con el sino ya estaría muerto…
Sota estaba muy entretenido con las historias de las peleas que Miroku y Jaken le
contaban…

-WOW enserio? - exclamó Sota sorprendido. - ¿De verdad Inuyasha le cortó el brazo
izquierdo a Sesshomaru aun con su verdadera forma? - Miroku asintió y Jaken empezó a
refunfuñar. - ¿Pero ¿cómo lo recuperó?

-Bueno, esa parte no me la se. - contestó Miroku.

- ¡Yo quiero ver una pelea! - dijo. - pero que no sea a muerte…

-Sota ¡estás loco! - dijo Kagome horrorizada. - Destruirían el templo. - dijo poniéndose
triste.

-Que mal. - se desilusionó.

-Kagome ¿Qué tienes? - preguntó su amiga Sango al verla así.

-Es que con todos estos gastos quedaremos en la quiebra. - bajó la cabeza. - AH!
¡Desearía tener una mina de diamantes! - exclamó frustrada, los demás miraron a
Inuyasha.

- ¿¡Y a mí que me miran! - dijo sorprendido. - Ya sé que me veo raro con esta ropa, pero
no es mi culpa. - señaló su ropa.

-No es tu ropa lo que vemos. - dijo Miroku. - Tú puedes hacer diamantes con tu espada.

- ¿Eso es lo que quieren? - preguntó. - pero voy a hacer un desastre a menos que alguien
reciba el ataque. - dijo recordando aquella vez que lo intentó. Los demás miraron al
Daiyoukai.

-Ahora que quieren. - dijo recargado en la pared con su semblante frío.

-Amo Sesshomaru, tiene que recibir el Kongosoha de Inuyasha. - dijo Myoga desde el
pelaje de Buyo, el Daiyoukai abrió levemente los ojos.

-No me voy a dejar humillar así. - espetó, luego sonrió a su manera. - Inuyasha ¿Qué tal
una pequeña pelea? - le sugirió.

-Pues claro. - aceptó. - te voy a dar una paliza. - tronó sus dedos.

-Al parecer tendrás tu pelea Sota. - dijo Shippo sentado con un dulce.

- NOO! Van a destruir el templo. - exclamó Kagome. Inuyasha puso una mano en su
hombro.
-Kagome, no te preocupes, no vamos a pelear a muerte, de todos modos, necesitas los
diamantes. - la calmó, Kagome y Sesshomaru asintieron. - Pero me voy a poner mi ropa,
con esta no me puedo mover muy fácil y más con aquel como oponente. - fue a
cambiarse al igual que Sesshomaru. Sota estaba ilusionado.

Inuyasha y Sesshomaru salieron al patio con sus espadas preparados para luchar, los
demás estaban de espectadores especialmente Sota.

-Hey! - Kagome llamó la atención de los contrincantes. - No se lo tomen tan enserio


solo necesitamos los diamantes y no se hagan mucho daño. - les dijo

-No te preocupes, solo vamos a estirarnos un poco. - Inuyasha le guiñó un ojo. - Estas
listo?

-Hmp… no te lastimaré mucho, solo voy a divertirme. - dijo Sesshomaru lanzándose


contra Inuyasha con Bakusaiga.

-Inuyasha esquivó el fuerte ataque con ayuda de Tessaiga, así empezaron su batalla de
espadas, pero ninguno se hacía daño eso si hacían levantar mucho polvo por la fuerza y
la velocidad que usaban. Sota estaba impresionado.

-Vaya sí que son fuertes

-Si, pero a veces dan miedo. - dijo el anciano Myoga harto de sangre.

Esta vez Sesshomaru usó su látigo y agarró con este a Inuyasha lanzándolo al suelo,
llevando así la ventaja, Sesshomaru al tenerlo ahí fue a atacarlo cuerpo a cuerpo, pero
Inuyasha de un fuerte puñetazo lo mandó a volar, pero este quedo de pie…

-Oigan, no creen que se están sobrepasando. - dijo Rin tomando jugo.

-Creo que sí, pero deja que estos perros tontos disfruten. - dijo Shippo, pero los
contrincantes le escucharon y lo miraron de tal manera que el Kitsune tuvo que tirarse al
suelo y cubrirse (como cuando esquivan las balas en las películas).

Después de eso, el Daiyoukai y el Hanyou siguieron su pelea…

-Kaze no kizu! - Inuyasha lanzó su ataque, por suerte no dañó el templo, pero si hizo
una zanja en el suelo.

Con solo Sesshomaru blandir a Bakusaiga detuvo el ataque lanzando al mismo tiempo
otro ataque, pero de un salto Inuyasha lo esquivó. Se encontraban a una distancia
prudente sin atacarse, cuando iban a volver a pelear…

-Ya paren! Se están sobrepasando. - voceó Kagome, el abuelo de esta casi le da un


infarto. - Solo denme los diamantes.

-Amo Sesshomaru, utilice la espada como defensa para que esta reciba el ataque y
podamos coger los diamantes. - añadió la pulga, Inuyasha y Sesshomaru asintieron.

-Oye Sango. - susurraba Miroku lo más bajo posible. - al parecer se están llevando
mejor

-Si eso parece


-Kongosoha! - Inuyasha lanzó su ataque, Sesshomaru lo recibió bastante bien y las
lanzas cayeron al suelo al impactar con Bakusaiga.

Recogieron los diamantes que pudieron, eran como 10 porque los otros se hicieron
polvo.

-Abuelo, mira, tienen que cambiarlos por dinero. - al abuelo se le agrandaron los ojos.

-So-somos ricos! - brincaba el abuelo de felicidad. - Hija somos ricos. - fue hacia donde
la señora Higurashi.

Al ver esta escena, a los chicos les salió la típica gotita anime…

-Hija! La comida esta lista. - la señora Higurashi informó a Kagome.

-Chicos vamos a comer

-Que bien! Ya tenía hambre. - Inuyasha entró despavorido a la casa luego entraron los
demás.

-Inuyasha querido, te tengo una porción de ramen para ti. - le dijo la mamá de Kagome.

-Si ramen! - después de terminar su platillo anterior continuó con su "amado" ramen.

- ¿Mama, ya nos inscribiste a todos? - preguntó Kagome.

-Si hija, esta mañana. - contestó.

-Pero como si no te dimos ningún documento.

-Tú me habías hablado mucho sobre el Sengoku, como por ejemplo de Inu no Taisho
etc., además tengo mis trucos. - le guiñó un ojo.

Sesshomaru usó su látigo para coger el plato de ramen de Inuyasha y empezó a comerlo
(pero con más clase, claro).

- ¡Oye dame mi ramen! - le ordenó, el Daiyoukai no le hizo caso, así empezaron una
simple pelea por ver quien conseguía el plato de ramen. Miroku recibió una cachetada,
ya saben de quien y por qué. Shippo y Rin jugaban con Buyo y Kirara mientras Jaken y
Myoga veían interesados a sus amos. Sota veía sorprendido toda la escena al igual que
Kagome, pero esta ni siquiera mando a sentar a Inuyasha, ya que era con su medio
hermano con quien peleaba entonces decidió que ellos se arreglaran solos…

Sesshomaru golpeó a Inuyasha en la cabeza dejándolo en el suelo y comiéndose el


ramen triunfante.

-Ya me las pagaras maldito. - decía Inuyasha en tono de venganza.

-Chicos…- Kagome iba a dar otro discurso. - Ya mañana es el día en el que


comenzaremos nuestra misión por eso es que iremos a la escuela para cubrir más terreno
así que tengan estos celulares que sirven para comunicarnos…- explicaba cómo se
usaban estos aparatos. -… Aquí tienen cada uno su mochila con sus útiles dentro. - les
entregó a Miroku, Sango, Inuyasha, Shippo, Rin y Sesshomaru su mochila y su celular
(están más modernos que yo jeje). - Jaken se tendrá que quedar aquí, pero creo que
Kirara podrá ir y esconderse en un árbol o en la azotea y pretender ser un gato normal.
Entonces, Mañana tendremos que levantarnos temprano. - terminó su discurso.

Kagome contestó las preguntas que le hacían por un buen rato… En eso llegó la noche y
después de cenar cada uno fue a la habitación correspondiente. Las chicas se dieron un
baño, se pusieron sus pijamas y tuvieron una pelea de almohadas. Con los chicos…
Shippo hablaba con Sota después de bañarse, luego salió Miroku del baño y era el turno
de Inuyasha, cuando este salió de la ducha hizo unos arreglitos para que solo saliera,
agua muy pero muy caliente y agua fría como el hielo, esa era su venganza contra su
medio hermano. Inuyasha salió del baño de la habitación y esperaba ansioso a que su
plan diera frutos. Cuando Sesshomaru entró al baño se pudieron escuchar unos quejidos
por parte de este, aunque no muy notorios, solo los agudos oídos del hanyou los oía y
eso lo ponía feliz; al salir, Sesshomaru parecía un tomate y estaba echando vapor, los
presentes quedaron estupefactos al verlo (cuantas humillaciones para mi Sesshy,
primero el uniforme y ahora esto, pobrecito jaja).

- ¿Qué te pasó? - preguntó Miroku asombrado, pero luego se echó a reír. - No me digas
que se te olvidó como usar la ducha. - se retorcía de la risa.

-Eso te pasa por meterte con MI RAMEN. - le dijo Inuyasha en tono de superioridad. -
Sin embargo…- aquí explotó en risas. - Te ves tan graciosos

Los únicos que no reían eran Shippo, Sota, Jaken y Myoga porque estaban atónitos,
Sesshomaru golpeó a Miroku y a Inuyasha y usó su youkai para curar sus quemaduras y
volver a su color normal.

-Inuyasha…- decía Sesshomaru poniendo sus ojos rojos.

-Ay no! Esto es malo. - dijo Shippo asustado.

-Me las vas a pagar. - se tranquilizó así sus ojos volvieron a ser ámbares.

-Pero si tu empezaste. - dijo Inuyasha.

Las chicas fueron a la habitación de estos al escuchar algo de ruido, más bien gruñidos,
Kagome preguntó que pasaba y cuando le contaron…

- enserio pasó eso? No lo puedo creer. - se reía junto con Sango, pero al ellas ver una
mirada asesina se contuvieron. - Bueno chicos, mejor duérmanse que mañana hay
escuela. - dijo marchándose a su cuarto con Sango y Rin.

Después de un día algo agitado y entretenido nuestros héroes estaban a punto de irse a la
escuela, pero alguien faltaba y ese era Sesshomaru… lo vieron salir de la casa
intentando liberarse de buyo…

-Suéltame gato del demonio. - Buyo estaba muy aferrado a él. - Ya veo entonces tendré
que hacer esto. - Sesshomaru le mostró sus grandes colmillos y así se deshizo de Buyo.

-Te llevas muy bien con el gato. - se burló Inuyasha.

-Cállate.
-Ya que estamos todos nos vamos. - dijo Kagome.

Así todos se dirigían a la escuela… Sango iba al lado de su monje con Kirara en brazos;
Sota iba al frente; Shippo estaba en medio de Kagome e Inuyasha tomando sus manos,
parecían una familia, claro que Inuyasha llevaba su boina por sus orejas y Shippo unos
pantalones que ocultaban su colita; Rin se sentía algo nerviosa por lo que se aferró al
brazo de su amo (a que tierno).

-Miren ya estamos llegando. - dijo Kagome señalando la escuela.

-Vaya! Si que hay muchas jovencitas. - dijo Miroku en un descuido. Sango lo fulminó
con la mirada y le siguió el juego.

-Kagome… aquí hay muchos chicos lindos. - al escuchar esto, Miroku cogió las manos
de Sango…

-Mi Sanguito no me dejes. - rogaba, muchos estaban mirándolos. - Perdón por lo que
dije yo no quería decirlo, fui poseído. - esto último lo dijo mirando a los lados.

-Está bien, está bien. - decía Sango avergonzada.

-Ag este lugar huele demasiado a humanos. - se quejó Sesshomaru.

-Acostúmbrate. - le dijo Inuyasha, Sesshomaru le tiró una mirada fría.

-Shippo, Rin, tenemos que irnos a nuestra escuela. - dijo Sota. - y tengo que llevarlos a
su salón.

-Kagome nos vemos. - se despidió Shippo, Kagome le dio un beso en la frente.

-Pórtate bien enano. - agregó Inuyasha, Shippo asintió.

-Nos vemos amo Sesshomaru. - se despidió Rin quien ya no estaba nerviosa. El


Daiyoukai solo asintió con una leve sonrisa, claro que eso no pasó desapercibido por los
demás del grupo.

-Oye Inuyasha. - susurraba Kagome mientras veía la tierna escena. - ¿Crees que algún
día Sesshomaru y Rin terminen como nosotros? - preguntó.

-No lo sé, puede ser, no, no creo ¡Ag yo que se! - contestó dudando, levantando el tono
de voz al final.

Sota, Rin y Shippo se dirigían a su escuela cuando Kagome les dijo:

-Si ven o sienten algo parecido al Sengoku llamen. - dijo haciendo la forma de un
celular con la mano.

-Si. - asintieron Shippo y Rin yéndose con Sota…

Los demás ya se encontraban en la entrada de la preparatoria a la que iban, en ese


instante Kirara subió a un árbol a vigilar, se escondió bien para que no la vieran (quiero
una gatita así de inteligente). Kagome se percató de las garras de los hermanos
perrunos…
-Inuyasha, Sesshomaru, tienen que cortarse sus garras. - ellos no entendían por qué. - va
a ser un problema si se las ven.

-Feh! Kagome, si nos las cortamos crecerán al instante. - aclaró Inuyasha… Sesshomaru
se cortó una con sus colmillos y Kagome, Sango y Miroku se sorprendieron de cómo
creció.

-Oh bueno, no se le puede hacer nada, entonces…Sesshomaru. - le llamó. - si preguntan


por tus marcas di que son tatuajes. - el asintió.

Kagome veía el tablero donde decía en que aula le tocaba a cada estudiante cuando 3
chicas se hicieron presentes…

-Hola Kagome. - saludaron las tres.

-Eri, Yuka, Ayumi… Hola. - saludó nerviosa pues sus compañeros en la misión estaban
ahí.

-Oye Kagome esos de ahí son tus amigos. - preguntó Yuka, Kagome asintió. - Al
parecer son estudiantes nuevos

-Si preséntanoslos. - dijo Eri

-Ah de acuerdo. - dijo Kagome pesadamente. - Chicos vengan aquí. - los llamó. - Ellas
son Eri, Yuka y Ayumi mis amigas aquí en la escuela; Eri, Yuka, Ayumi ellos son
Miroku, Sango, Inuyasha y Sesshomaru. - los presentó señalándolos.

-Mucho gusto. - dijo Ayumi amablemente.

-El gusto es mío señoritas. - empezó Miroku, pero al ver a Sango se contuvo.

-Que chico tan encantador. - dijo Eri haciéndole ojitos, pero Sango agarró a Miroku por
el brazo. - Oh ella es tu novia? - preguntó, los dos dijeron que sí.

-Tu cara se me hace conocida. - habló Yuka con Inuyasha. - Ah ya se eres el novio de
Kagome.

-Eh si. - dijo evadiéndola con la mirada.

-Eri ellos dos se parecen mucho, mira hasta tienen el mismo color de cabello y ojos. -
murmuraba Ayumi. - Kagome… son primos o algo así? - preguntó curiosa.

-Son medio hermanos. - contestó, las preguntonas soltaron un "oh”. - Ah chicos. - llamó
su atención. - Nos toca en el mismo salón. - dijo alegre.

-Esos tatuajes se te ven muy bien. - Eri se dirigió a Sesshomaru intentando tocar "los
tatuajes" de su rostro, pero la mano de este la detuvo.

-No los toques. - espetó.

-Oh de acuerdo. - dijo Eri desilusionada. - Y dime eres sol…- en ese instante sonó el
timbre indicando el inicio de las clases…
Sesshomaru estaba al borde del descontrol con esas chicas, no las soportaba al igual que
Sango… Kagome los llevó al salón y tomaron asientos cercanos por suerte el trío de
ruidosas estaba en otro salón. Miroku, Inuyasha y Sesshomaru causaron una gran
conmoción entre las chicas del salón por ser tan guapos, pero estos ni les hicieron el
mínimo caso aun así se convirtieron en el chisme del salón. El profesor aun no llegaba,
pero en ese momento entraron 4 estudiantes, eran dos chicos y dos chicas, pero no
parecían ser parejas, estos individuos estaban en la puerta despidiéndose de sus fans y se
sorprendieron al notar que en su aula no tenía, al parecer otros se las quitaron y esos
otros eran nuestros héroes. El profesor llegó y empezó a dar la clase.

Ya era la hora del receso y los chicos salieron al patio con los almuerzos que la señora
Higurashi preparo para ellos…

-Uff… logramos vivir las primeras horas. - dijo Kagome aliviada comiendo su
almuerzo.

-Si, me gusto cuando el profesor se asustó con la mirada de Sesshomaru al "ordenarle"


leer fue muy chistoso jaja. - dijo Miroku al lado de Sango (todos comían su almuerzo).

-Simplemente no puedo creer que tenga que vivir esta experiencia de nuevo. - dijo
Sesshomaru recostado en el tronco de un árbol.

-Espera. - dijo Kagome asimilando lo que acababa de decir.- ¿Quieres decir que ya has
ido a una escuela?.- preguntó con los ojos como platos.

-El amo Sesshomaru recibió clases youkai.- habló una vocecita desde el pelo de
Inuyasha.

-Oye Myoga ¿Quién te dijo que vinieras?.- preguntó Inuyasha desde las ramas del árbol
agarrando a la pulga con sus garras.

-Pensé que seria de ayuda.- contestó.

-Tu solo eres de ayuda cuando no hay peligro.- le dijo.- En fin, sigue contando.-
Inuyasha se interesó.

-Amo Inuyasha, usted tan imprudente como siempre.- el mencionado apretó su agarre.-
Ay no me mate se lo suplico.- rogó, Inuyasha los soltó cayendo en los hombros de su
otro amo.- Bien, como decía… el amo Sesshomaru recibió clases youkai por orden de
mi Lord Inu no Taisho, también tuvo clases de etiqueta y política porque seria el sucesor
y protector de Las Tierras del Oeste y del Palacio Imperial.

-Entonces… el es un príncipe?!.- preguntó Sango asombrada. Myoga asintió.- ¿Pero


quien se hace cargo del imperio?.- volvió a preguntar.

-Mi madre.- contestó Sesshomaru. Myoga notó los rostros incrédulos de los demás
chicos por lo que empezó a explicar…

-El matrimonio de ellos fue arreglado, nunca estuvieron enamorados pero mi Lord se
enamoró de Izayoi. El día del nacimiento del amo Inuyasha fue el día en que mi Lord
falleció en una batalla para proteger a Izayoi.- Myoga aclaró con lo más importante.

-Ahora entiendo muchas cosas.- dijo Miroku.


-Por eso me odias.- dijo Inuyasha sintiéndose un poco culpable (que triste, casi lloro,
snif).

-Pero ¿Por qué no asumes tu papel Sesshomaru.- le preguntó Kagome.

-Porque hay una condición puesta por mi madre y esa es….- el no tenia ganas de
decirla.- que Inuyasha también tiene que ser un Lord.- esto lo dijo en voz baja pero los
demás lo escucharon.

-¿¡Que yo que!?.- Inuyasha casi cae del árbol, todos quedaron estupefactos.

-El día que fui a la aldea iba a llevarte los documentos para que los firmaras pero luego
sucedió todo este lio.- aclaró.- Claro que yo sabía que no los firmarías si te separabas de
estos.- señaló a los humanos.- Podrías ir con toda tu calaña.

-Al parecer no eres tan injusto como pensaba, hasta podríamos llevarnos bien.- dijo
Inuyasha un poco burlón pero en el fondo estaba siendo sincero.

-No digas idioteces.

El timbre sonó interrumpiendo la charla, Se dirigían al salón cuando Kagome y Miroku


sintieron una presencia que provenía de uno de los 4 chicos que entraron en su salón
anteriormente pero se limitaron a observarlos como ellos lo hacían todos este tiempo. Al
salir de clases Kirara salto a los brazos de Sango al verla.

Todos estaban aliviados por salir de ahí y hambrientos pero Kagome y Sango se
quejaban de que apenas era el primer día y ya dejaron mucha tarea. Kagome se las
arregló para que el trío de sus amigas no los siguieran. Al llegar al templo vieron a
Jaken salir llorando por la ausencia de su amo y a Rin y a Shippo esperándolos, entre
ellos se contaron como pasaron el día y todo lo que sucedió.

Cenaron la sabrosa comida de la señora Higurashi quien amablemente hizo dos


porciones extras de ramen para que los "hermanitos" no pelearan. Al parecer cierto
youkai dejaba sus prejuicios por la comida humana.
Capitulo 7 - Conociendo Al Enemigo Y... Una Niña Se Vueve
Mujer...

El amanecer llegó, ya todos estaban en clase y el profesor hablaba sobre el antiguo


Japón.

-Se dice que en aquellos tiempos habían muchas guerras civiles por poseer territorio.
También hay leyendas que relatan la existencia de youkais y de que algunos de estos
eran grandes Lords y gobernaban….- el profesor hacia su introducción caminando por
el salón.- Incluso estas leyendas contaban que el Lord del Oeste era cruel y despiadado,
no tuvo descendencia; era muy poderoso pero fue sometido por los humanos, los cuales
dominaron todos los terrenos y exterminaron a los demás youkais existentes.- terminó
su introducción dando paso a las preguntas y opiniones de los estudiantes.

-Eso es mentira.- contradijo Sesshomaru mirando por la ventana y luego encaró al


profesor, a Kagome casi le da un infarto de solo imaginarse lo que podía decir.- Ese
Lord si era muy poderoso pero no cruel, no odiaba a los humanos….- Miroku lo
interrumpió levantándose de su lugar.

-Y si tuvo descendencia.- afirmó el monje.- tuvo dos hijos con diferentes mujeres (-_-
ya veo por que intervino).- sonrió al final.

-Muy fuertes a decir verdad.- continuó Sango imitando a Miroku levantándose de su


silla.- Además de que eran muy guapos.- le siguió la corriente a su novio, este la miró al
igual que los hermanos.

-El mayor era un youkai completo y el menor era un hanyou pero aun así muy fuerte;
tampoco se llevaban muy bien.- dijo Inuyasha jugando con el lápiz.

-Ah si?.- dijo irónicamente uno de los 4 estudiantes llamado Hayate Erisawa.- ¿De
donde sacaron eso? Todos ustedes son unos tontos, son solo leyendas es obvio que los
youkais y esas cosas no existieron.- dijo Hayate muy confiado.

-Como estas tan seguro? Se ve que eres muy ignorante.- dijo Kagome enojada
escribiendo pero le dedicó a Hayate una mirada de furia.

-Eres una preciosura, lastima que seas tan bruta.- Hayate se colocó en frente de
Kagome. Al Inuyasha oír esto se levantó de su puesto controlando sus puños pero lo
señaló con su garra…

-No…vuelvas…a…hablarle…así.- su voz sonaba ronca y amenazadora.- O te juro…que


de esta…no sales vivo.- Kagome se percató de que algo le pasaba y al instante notó
como unas marcas se hacían presentes pero no se le veían los ojos por el flequillo.

-'ahora que hago… no puedo mandarlo al suelo delante de todos'.- ella no sabía que
hacer.

Sango, Miroku, Sesshomaru y Myoga no entendían el porqué lo estaba dominando su


sangre demoniaca aunque los dos últimos tenían sus sospechas.
-Si como no, que me vas a hacer tu si eres un debilucho.- el amenazado se la daba en
fuerte.

Esto enfureció mas a Inuyasha y los colmillos empezaron a crecer. El profesor iba a
intervenir cuando sonó el timbre y esto hizo reaccionar al hanyou volviéndolo a su
estado normal.

-'¿Qué me pasó? Ah si este tipo estaba provocando a mi Kagome y…'.-pensaba; el


profesor salió del aula y Miroku jaló a su amigo apartándolo de Hayate.- Miroku no!
espera, aun no hemos terminado!.- dijo

-Te lo advierto, no te metas con él, luego desearás no haber nacido.- Kagome advirtió al
creído, este la ignoró volviendo a su sitio, los demás estudiantes dejaron de prestarles
atención.

En las demás clases no hubo enfrentamientos, todo siguió como si nada hubiera pasado,
cuando llegó el receso Hayate y su grupo no le quitaban la mirada de encima al grupo
de Inuyasha (estos dos van a terminar enfrentándose al parecer jeje) claro que estos se
percataron de esas miradas…

-No me agradan esos tipos.- mencionó el Daiyoukai.

-A ti casi nadie te agrada.- dijo el Hanyou como si eso fuera lo mas obvio del mundo.

-Es verdad pero…unos tipos corpulentos se acercan.- informó el monje comiendo


tranquilamente su almuerzo.

-Estos son los chicos que él nos dijo?.- habló uno de esos tipos en frente del grupito.

-Eso parece, pero son mas débiles de lo que nos dijeron.- habló el otro al no notarles
musculas a los chicos (el uniforme los hace ver así).

Los dos se acercaron a las chicas.- Oigan linduras, no deberían estar con estos, mejor
con otro que de mejor la talla.- les dijo uno de ellos.

-Arata, deja las chicas por ahora, ellos son nuestro objetivo.- dijo el otro dando a
conocer el nombre de su compañero.

-Esta bien Daichi.- dijo Arata.

-¿Qué es lo que quieren, inútiles?.- preguntó Sesshomaru recostado en el tronco del


árbol.

-Queremos...- Daichi sonrió.- ...terminar lo que aquel empezó.- dijo señalando a


Inuyasha que estaba en una rama.

-Bah…no molesten.- les ignoró.

-Muchachos calma.- decía Miroku buscando la paz y le tomó el hombro a Arata.-


Terminaran mal…

-No lo creo
-Inuyasha, resuelve.- Sesshomaru se estaba hartando.- 'si el no lo hace, yo me encargo
de esto, es sofocante'.- pensó irritado.

-Si si.- bajó del árbol. Daichi que supuestamente era el mas fuerte le lanzó un puñetazo
pero los reflejos de Inuyasha lo esquivaron fácilmente sorprendiendo a Daichi.

Arata y Daichi intentaban darle pero no lo lograban, impresionándolos, ya que se


suponía que eran unos de los mas fuertes. Miroku observaba todos como si fuera una
película, Sesshomaru prestaba atención y Sango y Kagome miraban los rostros
sorprendidos del grupo de Hayate. Inuyasha se aburrió de ellos, suspiró y en un
movimiento veloz, casi imperceptible…

-BUM! Los mandó a volar.- ¡Que pérdida de tiempo!

-Estoy casi seguro que el chico de ahorita tiene que ver en esto.- se oyó una vocecilla.

-Hasta que apareces Myoga.- dijo Miroku.

-Oye Myoga, ¿Qué fue lo que me pasó?.- preguntó Inuyasha. La pulga se acomodó en el
hombro del Daiyoukai.

-Tengo mis sospechas, pero antes de decirla necesito comprobarlo una vez mas.-
contestó.

-Comprobarlo? Y como vas a hacer eso?.- volvió a preguntar pero el timbre sonó.-
Demonios, tenía que sonar ese infernal sonido justo ahora.- se quejó; Myoga tuvo que
esconderse.

-Mujer ¿Qué asignatura sigue?.- preguntó Sesshomaru poniéndose de pie.

-Esta les va a gustar, es Educación Física, aquí nos ponen a correr y a hacer ejercicio.-
decía Kagome contenta.- pero tenemos que ponernos el otro uniforme.

Todos fueron a cambiarse a sus respectivos vestidores. Al salir, a Miroku se le caia la


saliva cuando vió a Sango en esos shorts mostrando sus piernas, por lo menos ya no
estaba cortejando a las otras estudiantes, le era fiel a su manera… El profesor puso a los
estudiantes a correr en la cancha. Kagome les dijo a sus amigos, principalmente a
Inuyasha y Sesshomaru que no corrieran muy rápido, también eso iba para Miroku y
Sango quienes aunque sean humanos eran muy rápidos.

Miroku, Inuyasha y Sesshomaru estaban en la delantera controlando su ritmo; Sango iba


a la velocidad de Kagome por lo que iban en medio. Cuando el profesor los detuvo, los
héroes quedaron separados (las chicas por un lado y los chicos por otro). Con los
chicos…

-Aunque no fue la gran cosa pude estirarme un poco.- dijo Miroku con una botella de
agua en la mano.- Ay pero a mi Sango le quedan perfectos los dos uniformes.- puso su
cara de pervertido.

-Miroku deja tus perversiones para después, quieres.- dijo Inuyasha tomando agua.

-Allá vienen unas alumnas de nuestro salón.- dijo Sesshomaru interrumpiendo la


conversación del monje y el hanyou.
-Hola muchachos.- dijo muy coqueta una de ellas.

-Inuyasha, ellas son las chicas que están con Hayate y el otro tipo.- susurró Miroku.

-Mi nombre es Kazumi y ella es Takara, mucho gusto.- dijo la otra estrechándoles la
mano pero solo Miroku la tomó, los otros no.

-Mucho gusto señoritas.- dijo Miroku.- nosotros somos…

-Ya lo sabemos…son el chisme del aula.- dijo Takara interrumpiendo a Miroku.

-Tu eres Miroku, Inuyasha y el es Sesshomaru.- dijo Kazumi. Estas dos chicas son,
segun la preparatoria, las mas codiciadas para las conquistas ya que eran
irresistiblemente bonitas, o eso creian.

-Eh… si….- dijo Inuyasha

-¿Qué es lo que quieren?.- preguntó Sesshomaru con su voz fría e indiferente.

-Solo queremos ser sus amigas.- contestó Kazumi.- 'acaso no les interesamos, vaya tipos
mas raros'.- pensó dándole una mirada de sorpresa a su compañera por la indiferencia
con que las trataban.

Con las chicas…

-Sango…cada día enamoras mas a Miroku.- dijo Kagome pícaramente. Sango se


sonrojó.

-Bueno, pero tu no te quedas atrás o acaso no te diste cuenta como te defendió Inuyasha
y al verte con ese uniforme hasta se sonrojó.- Sango la señaló con el dedo siguiéndole el
juego. Dos chicos se acercaban a ellas y uno de ellos era Hayate…

-¿Qué hacen unas chicas tan bonitas aquí solas.- preguntó el compañero de Hayate.

-Eso no es de tu interés.- dijo Kagome al ver a Hayate, aun le guardaba algo de rencor.

-No seas así de dura, mira que queremos ser sus amigos, verdad Itsuki.- le dijo Hayate.

-Así que tu eres Itsuki.- dijo Sango, el mencionado asintió.

-Inuyasha mira.- dijo Miroku sin importarle la presencia de Kazumi y Takara.- Ese tipo
esta tomando la mano de mi Sango y el otro esta con Kagome.- Inuyasha también se
sorprendió.

-Vamos.- Inuyasha y Miroku se dirigieron a donde sus chicas (Miroku esta celosito
jujuju)

-'Esto va a ser mas difícil de lo que pensé'.- pensaron las dos chicas viendo alejarse a
Miroku e Inuyasha así sin mas.- Oye entonces tu… ¿A dónde se fue?.- Kazumi buscaba
con la vista a Sesshomaru.
-Hey tu, suéltale las manos a mi Sanguito.- le ordenó Miroku a Itsuki y se interpuso al
estilo Inuyasha.

-Esta bien esta bien.- dijo Itsuki levantando sus manos en defensa.

-Ahora que quieres.- Inuyasha le dijo a Hayate detrás de el. Hayate se volteó.

-Solo quería hacer las pases, es todo.- le contestó. Inuyasha lo miraba para matarlo.
Hayate se asustó un poco porque ya sabía la fuerza que el peli plateado tenia.

-Mejor nos vamos Hayate.- sugirió Itsuki.

-SI, ADIOS!.- prácticamente Miroku los echó.

Hayate e Itsuki se reunieron con Kazumi y Takara y empezaron a hablar. Sesshomaru


apareció ante sus compañeros de "viaje". Miroku abrazaba a Sango por la cintura e
Inuyasha le preguntaba a Kagome si estaba bien, etc., pero de repente…

-Miroku, sientes eso.- le dijo Kagome.

-Si, es una energía que proviene de esos 4 chicos.- se refería a Hayate y su grupo.

-Entonces puede que tengan que ver con nuestra misión.- agregó Sango.

-Mejor los vigilamos.- dijo Inuyasha, todos asintieron.

Al salir de clases y llegar a casa, Shippo y Rin los esperaban. Se contaron lo de la


energía y llegaron a la conclusión de que tenían que buscar una manera de llevar sus
armas a la escuela. Shippo dijo que se encargaría de eso, pues podía hacer un truco
kitsune que convertía las armas mucho mas pequeñas y que cuando los dueños quieran o
las necesiten puedan volverla a su estado normal; a todos les pareció una buena idea
pero aun quedaba la interrogante de la reacción demoniaca de Inuyasha…

Era temprano en la mañana, aun no era tiempo de alistarse para ir a la escuela cuando en
la habitación de Sota, Inuyasha medio dormido en un futon sintió un olor a youkai pero
no era de Sesshomaru, el Daiyoukai también sintió ese olor y los dos se pusieron alerta
pero no veían nada raro por la ventana.

En la habitación de Kagome, las chicas dormían plácidamente por lo que no se dieron


cuenta de que una serpiente de gran tamaño entró en la recamara enrollándose en el
cuerpo de Rin.

Todos los chicos investigaban fuera de la habitación e Inuyasha, Sesshomaru y Shippo


se percataron de que el olor venía de la habitación de Kagome pero antes de que
reaccionaran Rin gritó al sentirse apretada y ver la serpiente.

-KYAAAA!.- Rin gritó despertando a sus compañeras de cuarto y a la familia


Higurashi.- AMO SESSHOMARU!.- llamó a su salvador.

Al Sesshomaru oír el grito de su protegida no dudó en entrar al igual que Inuyasha y


Miroku. La serpiente youkai también tenia cautivas a Sango y Kagome por lo que ellas
no podían ayudar a Rin y mucho menos a ellas mismas.
Miroku lanzaba sus pergaminos y Shippo su fuego de zorro pero Inuyasha y
Sesshomaru no podían usar sus espadas pues no había mucho espacio por lo que
utilizaron sus garras cortando a la serpiente pero esta se regeneraba, al menos los
pergaminos hacían efecto salvando así solo a Sango y Kagome. En el instante en que
Miroku e Inuyasha fueron a auxiliar a sus amadas dejando a Shippo y Sesshomaru
solos, la serpiente botaba veneno de sus colmillos dejando a Shippo incapacitado para
seguir peleando y a una Rin inconsciente. Myoga, como siempre se escondió y Jaken no
hacia nada. Kirara se transformó protegiendo a Kagome, Sango y Shippo y cada vez el
espacio era más reducido.

Ahora estaban Sesshomaru y la serpiente frente a frente…antes de que Miroku e


Inuyasha se volvieran a unir a la batalla, en un pequeño y mínimo descuido por parte del
Daiyoukai, la serpiente le inyectó veneno a la inconsciente Rin provocando la ira de su
protector porque nadie, NADIE tocaba a su Rin (creo que me emocione de mas en esa
parte) por lo que Sesshomaru, utilizando sus garras le cortó la cabeza al youkai y
destrozó todo su cuerpo obteniendo las garras llenas de sangre pero lo que era mas
importante era la libertad de Rin quien estaba en los brazos de su amo (que envidia le
tengo a Rin), este al notar el desastre en la habitación decidió salir afuera.

Los que estaban aun en la habitación se pusieron a ordenar y limpiar todo. Sango le
explicó a la familia Higurashi lo sucedido. Mientras que Sesshomaru verificaba que Rin
estuviera bien y así era por lo que chequeaba que tan profunda era la herida y la
cantidad de veneno que le inyectó. En ese momento Rin reaccionó.

-A-amo Sesshomaru.- decía con una sonrisa al verlo a su lado.- Gra-gracias.- le dijo y
con las pocas energías que tenia en ese momento, lo abrazó.

El Daiyoukai se sintió extraño a tal muestra de afecto por parte de la niña pero se sentía
bien y aunque no lo demostrara en su inexpresivo rostro, estaba feliz por que esa niña
alegre se encontraba con vida, por lo que le correspondió el abrazo poniéndose de pie
pero Rin no lo soltó así que también quedó parada abrazándolo.

Miroku y los demás miraban la tierna escena afirmando en sus mentes que algún día
esos dos terminarían juntos pero antes Rin tenia que crecer…y eso sucedió antes de lo
que pensaban pues se vio una luz proveniente del cuerpo de Rin cegando a los
espectadores.

Al disiparse la luz, los espectadores aun no abrían los ojos por el impacto pero
Sesshomaru, quien solo los entrecerró ahora los abrió mas de lo que se suponía al ver a
una joven muy bien formada con la pijama ajustada y pequeña abrazándolo. Rin, quien
aun no se daba cuenta del cambio en su cuerpo no notó lo rojo que estaba el rostro del
Daiyoukai y a la vez sorprendido. Cuando Rin le vio la cara…

-Amo Sesshomaru ¿Qué sucede?.- preguntó incrédula pues nunca lo había visto así.

-…mírate.- fue lo que contestó volteando la cara. Rin se observaba tan sorprendida
como si eso fuera mentira, ahora ya entendía el porque de esa actitud y se dio cuenta de
que los demás se acercaban y ella no quería que la vieran así, con esa ropa, por lo que se
aferró a su amo cubriéndose, este lo notó y…

-No se acerquen.- ordenó fría y secamente Sesshomaru dando la espalda a los demás
tapando a la ya no niña.

-¿Por qué? ¿Qué sucede?.- preguntó Inuyasha extrañado.


-Amo, llame a Kagome, por favor.- le dijo Rin bajito, el asintió levemente.

-Kagome.- la llamó, ella se iba acercando.

-'me llamó por mi nombre, que raro, tal vez fue para distinguirme de Sango'.- pensaba
mientras se acercaba dejando unos rostros interrogantes.- ¡OH POR KAMI!.- exclamó
al ver a Rin. Sesshomaru le dedicó una mirada reprendiéndola.- Ya se, vengo ahora
quédate aquí.- le dijo a Sesshomaru corriendo hacia la casa.

-Kagome que pasa?.- preguntó Sango.

-Les explico después.- contestó. Kagome entró en su cuarto y buscó en el armario una
bata y corriendo se dirigió de nuevo al patio.

-Rin, ponte esto.- le dijo Kagome, ella obedeció.- Listo, ya puedes dejarte ver.- Rin
caminó hacia la casa junto con Kagome dejando a Sesshomaru detrás.

-Ri-Rin!.- exclamó Miroku con los ojos como platos.- ¿¡Enserio eres tu!?.- el no lo
podía creer como los demás, la observada asintió, ahora tenia el cuerpo de una chica de
16-17.

Sesshomaru se acercó a los chicos ya con el rostro normal notando como Jaken se había
desmayado y Miroku no pudo contener su lengua pervertida…

-Tuviste una buena vista eh?.- dijo Miroku con su típica cara de pervertido.- Me
ganaste.

-POF! Maldito monje libidinoso.- Sesshomaru lo golpeó.- Yo, no me rebajo a tus


niveles (pero mucho que te quedaste mirando jijiji).

-Auch! Golpeas más fuerte que Inuyasha.- dijo sobándose su cabeza.

-Pues que esperabas, que hablara contigo como lo hace Myoga.- le dijo Inuyasha pues
sabia que los dos eran un par de pervertidos. Las chicas se dirigían a la habitación de
Kagome.

-Oigan, creo que deberíamos prepararnos para irnos.- dijo Shippo y ellos se dirigieron a
la habitación de Sota.

-Rin, tendrás que ir a la preparatoria con mi hija.- dijo la señora Higurashi.- Creo que el
otro uniforme de Kagome te quedará perfecto, yo me encargare de lo demás.- le dio los
uniformes.

-Si, gracias.

-Oye Rin, ¿Cómo creciste así de rápido?.- preguntó Kagome vistiéndose para la escuela
al igual que Rin y Sango.

-Debió de ser el veneno de esa serpiente.- respondió Sango.- He escuchado sobre ese
tipo de youkais pero nunca pensé que fueran verdad.
Al todos estar listos para partir Shippo convirtió las armas mas pequeñas así las podían
llevar en los bolsillos sin que nadie se diera cuenta.

-Reconócelo Inuyasha tengo talento.- presumía Shippo.

-Feh!...no es para tanto, aun eres un enano.- le dijo poniendo una mano en la cabeza del
kitsune revolviendo su cabello.

-Amo Sesshomaru ¿Cómo me queda?.- preguntó Rin dando una vuelta.

-….-no respondió, solo asintió y luego miró a otro lado al recordar la antigua escena
sonrojándose un poco pero solo Inuyasha y Miroku lo notaron por lo que empezaron a
murmurarse cosas que solo el agudo oído del Daiyoukai lo podía oír dándole unos
golpes al Hanyou y al monje.

Después de eso, se fueron a la fastidiosa escuela, según Inuyasha, pero lo que no se


esperaban era encontrarse en el camino a otro amigo de Kagome…

-Higurashi!.- un chico se acercó a Kagome.

-Hoyo…hola.- saludó caminando, Hoyo los acompañaba en el trayecto.- No te vi estos


dos días en la escuela.

-Ah! Es que estaba de viaje y llegué anoche.- aclaró acercándose mas a Kagome
tímidamente. A Inuyasha le ardía la sangre.- Y dime ¿ya no te enfermas tanto? Porque
tengo unos remedios…

-Jeje… no gracias Hoyo.- le dijo algo nerviosa pues notó como actuaba Inuyasha.

-Oye Kagome…no te gustaría que…no se… después de clase.- decía nervioso. Kagome
sabía que era lo que iba a decir.

-Oh lo siento Hoyo pero tengo asuntos que atender.- el chico se desilusionó.- Por cierto
ellos son mis amigos.

-Ah mucho gusto soy Hoyo.- los demás asintieron menos Inuyasha quien estaba
tomando su forma demoniaca e iba a agarrar a Hoyo pero Kagome lo impidió diciendo
la palabrita mágica haciendo que cayera al suelo.

-¿Estas bien? Pareció una caída dura.- preguntó Hoyo dándole la mano pero Inuyasha la
rechazó en su estado normal.

-Amo Sesshomaru cree que….- susurraba Myoga al oído del Daiyoukai, este solo
asintió.- Entonces hay que decirle antes de que una desgracia suceda.- dijo
escondiéndose al llegar a la escuela.

Al llegar, Hoyo se despidió yendo a su salón al igual que los demás. No hubo problemas
en clase, ya que Hayate no hizo de las suyas y Hoyo estaba en otro salón. En el receso
Myoga dijo que tenía algo que decir pero que era mejor en casa. Rin se adaptó rápido a
la nueva escuela y muchas le tiraban miradas de envidia al verla muy cerca de su amo.

Cuando salieron de la escuela, recogieron a Kirara quien hacia muy bien su trabajo de
vigilante, tuvieron que deshacerse de alguna manera u otra de las amigas de Kagome y a
Hoyo no lo vieron. Al llegar a casa comieron e hicieron su tarea para luego tener una
pequeña reunión dada por Myoga…

-Amo Inuyasha, ya estoy seguro de porque su sangre demoniaca lo controla en ciertos


momentos.

-Ah si, ¿y cual es la razón?.- preguntó Inuyasha queriendo saber.

-Eso es por la marca youkai.- dijo Sesshomaru.

-¿La marca? ¿Qué es eso?.- preguntó Kagome sin entender.

-Eso es….- Myoga iba a explicar.

Capitulo 8- Marca.. Y.. ¿El Enemigo Es El Objetivo?

-¿La marca? ¿Qué es eso?.- preguntó Kagome sin entender.

-Eso es….- Myoga iba a explicar.- A ver como lo explico…bien, la señorita Kagome es
su pareja por las leyes humanas o algo así, pero no lo es por la parte youkai.

-Aun sigo sin entender.- dijo Inuyasha.

-Tu eres un hanyou, mitad humano, mitad youkai.- Sesshomaru decidió explicar ya que
Myoga no sabía hacerlo.- Ella es tu mujer según los humanos, pero entre los youkais
ella no es reconocida como tal al no estar marcada como tuya.- explicó.

-Entendemos esa parte pero que tiene eso que ver con que Inuyasha se intente convertir
en demonio.- dijo Miroku.

-Eso sucede porque como la señorita Kagome no tiene la marca youkai, al sentir el amo
una amenaza entre ellos, su sangre demoniaca reacciona para defender al ser amado ya
que su amor es mutuo y verdadero.- terminó de explicar la pulga.

-¡Que romántico!.-se le escapó a Sango. Los rostros de los presentes se enfocaron en


ella.- Ehh… perdón… sigan explicando.- dijo al darse cuenta de esas miradas.

-Entonces, Myoga ¿en que consiste la marca?.- preguntó Kagome.

-Según se, el amo Inuyasha tiene que clavar sus colmillos en la parte baja del cuello de
la señorita Kagome y de inmediato estos le inyectaran una ponzoña…

-¡¿Morderla?! ¿¡Veneno!?.- Inuyasha estaba paranoico.- Acaso están locos; la mataría!

-No amo Inuyasha, la ponzoña no le hará daño es solo para dejar su esencia en ella y
pues la mordida….- Myoga no sabía si continuar.

-¿La mordida que, duele?.- Kagome se estaba asustando.

-Bueno… según me contó la señora Izayoi.- al escuchar ese nombre Inuyasha y los
demás abrieron mas los ojos.- No duele mucho, solo al principio.
-Entonces la madre de Inuyasha fue marcada por….- decía Miroku sus pensamientos en
voz alta.- …Y la de Sesshomaru no o también…

-Si y no.- dijo Myoga al oír a Miroku.- Ya les había dicho que el matrimonio entre mi
Lord Inu no Taisho y la señora Irasue fue arreglado, ellos no se marcaron, pero si fueron
muy buenos amigos, se contaban todo, incluso mi Lord le habló sobre Izayoi.

-¿Y no le molestó?.- preguntó Miroku.

-No, la señora Irasue lo entendía y hasta le daba consejos (creo que me sobrepasé),
nunca los odió.

-¿Y como es eso de que ellos no se marcaron? Me refiero a que ¿no es solo el macho
que marca?.- preguntó Sango.

-No exactamente, la hembra también marca pero como la señorita Kagome es humana
no puede inyectar la ponzoña pero su mordida vale como una marca.- explicó Myoga.

-Ah bien, que mas tenemos que saber?.- preguntó Kagome calmada.

-La marca les puede traer muchos beneficios pero eso lo descubrirán ustedes.- contestó
la pulga.

Al terminar la platica, Kagome, Sango y la señora Higurashi decidieron darle "la charla"
a Rin acerca del cuerpo de una mujer entre otras cosas, para la joven fue una charla algo
incomoda… Ya estaba anocheciendo; Shippo jugaba con Sota, Kirara se entretenía con
Buyo, Jaken tomaba té con el abuelo, mientras Miroku, quien aprendió el uso del
televisor veía una película junto a Myoga y los hijos de Inu no Taisho. Las chicas
estaban en la habitación cuando oyeron un escándalo en la sala, resultó que la película
tenia unas "escenitas" que provocaron la casi destrucción de "la caja de imágenes" pero
como era de esperarse la pulga y el monje no ayudaron mucho en dicha destrucción
ganándose como premio una pulga aplastada y un monje abofeteado…

Luego de una movida noche, se presentó el amanecer, pero dos personas no lograron
dormir bien pensando el la anterior charla dada por el anciano Myoga con un poquito de
ayuda de su amo Sesshomaru.

El grupo se dirigía a clases y acababan de despedir a Shippo y a Sota quienes se iban a


su escuela dejando a los "mayores" dirigiéndose a su preparatoria pero alguien se
acercaba a ellos desesperadamente…

-Higurashi!.- voceaba Hoyo alcanzando al grupo con un amigo.

-'Este tipo de nuevo, acaso no sabe que ella es mía'.- pensó Inuyasha abrazando a
Kagome por la cintura sorprendiéndola.

-Oh Hoyo… hola.- saludó Kagome nerviosa.

-Higurashi ¿Cómo estas?.- Hoyo aun no se percataba de que cierto Hanyou abrazaba a
Kagome.- Te presento a mi amigo Ikeda.

-Hoyo ¿Cuántas veces te he dicho que me llames por mi nombre?.- el amigo de Hoyo se
quejó.- Mucho gusto, me llamo Masaru.- se presentó.
-El gusto es de nosotros.- Miroku intervino.- Soy Miroku y ella es mi novia Sango; ellos
son Sesshomaru, Rin, Kagome e Inuyasha.- resaltó mas su relación con Sango.

-Higurashi ¿estas bien? Porque te están sosteniendo.- preguntó Hoyo inocentemente al


ver como el peli plateado "sostenía" a Kagome (el se hace el tonto o que?!).

-Si Hoyo estoy bien.- contestó desesperada.- Ehh… nos veremos luego.- y se echó a
correr jalando a Inuyasha, los otros del grupo tuvieron que imitarla.

-Higura….- suspiró.

-Ay amigo ¿Por qué no te le declaras y ya?.- Hoyo se mantuvo pensando en eso.- ¿Viste
esa chica que estaba al lado del que tenia los tatuajes?, creo que su nombre era Rin.

-Si Ike…Masaru ¿Qué hay con ella?

-Es muy linda.- dijo caminando junto con Hoyo.

Cuando Kagome llegó a la escuela verificó que el trió de chicas no estuviera cerca y les
dijo a sus amigos:

-Chicos vayan al salón, Inuyasha y yo los alcanzaremos luego.- ellos dudaron pero lo
hicieron.

Ahí llegaron Hoyo y Masaru y Kagome "arrastró" a Inuyasha a la azotea procurando


que nadie los viera.

-Kagome ¿Qué te pasa? ¿Sabias que yo puedo caminar solo?.- decía Inuyasha en tono
de queja.

-Inuyasha no te enojes; pero hay que hacer algo con esta situación.- le dijo Kagome.

-¿Qué situación?.- preguntó, ella le señaló el cuello y el hanyou entendió a que se


refería.- Pero es que… puedo hacerte daño.- dijo preocupado.

-Tú oíste lo que dijo Myoga, voy a estar bien, además puedo pagarte con la misma
moneda.

-Pero…pero.- el seguía preocupado.- ¿Y el vene….- Kagome lo calló dándole un beso


el cual fue correspondido al instante. Inuyasha movía sus orejas cubiertas por la boina
calmándose…Cuando se separaron por falta de aire el timbre sonó pero no le hicieron
caso a ese sonido.

Inuyasha puso sus manos en la cintura de la chica estando los dos mas cercas el uno del
otro y el hanyou le dijo:

-Mm creo que puedo pensarlo un momento pero con una condición.

-¿Cuál?

-Que me des otro beso.- contestó muy pícaro.

-Ya veo que Miroku te ha influenciado.


-Es que hace mucho que….- y nuevamente Kagome no lo dejó terminar pues aceptó la
condición puesta por su amado.

El beso pasó de tierno a uno mas apasionado en el que les faltaba el aire pero no querían
separarse (no daré detalles pues no se mucho de eso). El hanyou no lo pensó dos veces y
rompiendo el beso introdujo sus colmillos en el cuello de Kagome, esta se quedó quieta,
hizo unos gemidos de dolor al principio pero luego ya no dolía tanto…

-¿Estas bien?.- preguntó Inuyasha al terminar su parte.

-Si, pero ahora me toca a mi.

-Eh?.- Kagome lo agarró e imitándolo con sus "colmillos" no tan filosos como los de
Inuyasha lo mordió, este estaba estático por la forma en que Kagome actuó y notó que
ella estaba ejerciendo fuerza pero no le dolía.

-Oye me vas a arrancar la piel.- dijo burlón.

-No cleo que gea uy jacil.- intentaba decir "no creo que sea muy fácil" pero aun lo
estaba "marcando" como suyo.

Kagome despegó sus dientes de la piel del hanyou dejándole unos casi agujeros pues la
piel de su amado era resistente en comparación con la suya. Se dirigían a su salón pero
los dos sintieron un ardor donde tenían sus marcas, al ratito este ardor desapareció y la
pareja, de curiosos observaron que tenían una luna; como la que tiene Sesshomaru en su
frente pero esta era dorada; en vez de mordidas. Llegaron a su salón y después de un
regaño del profesor de matemáticas se sentaron en sus puestos.

Ya llegado el esperado receso, Sesshomaru y su fina nariz detectaron la esencia de


Inuyasha en Kagome y la de esta en su "querido hermano" así que el mayor agarró al
menor por el cuello del uniforme y…

-Así que ya lo hiciste.- dijo Sesshomaru.

-Hacer que? Suéltame!

-Ya se marcaron.- afirmó.

-¿¡Como lo sabes!?.- preguntó el menor liberándose del agarre. Sesshomaru señaló su


nariz.

-¿Es eso verdad?.- preguntó Miroku. La pareja asintió.- Con que eso hacían….-esto lo
dijo con su rostro pervertido.

-Plaf!.- el monje fue abofeteado por su expresión y su mano colocarse en la anatomía de


Sango.

-¿Puedo ver?.- le preguntó Rin a Kagome.

-Mejor en casa si?.- contestó, Rin asintió.

Un chico observaba pacientemente a Rin, y a Sesshomaru esto no le agradó


preguntándose mentalmente por que se sentía así… el grupo se dio cuenta de que
Hayate "y su clan" no estaban y Miroku, Kagome, Inuyasha y Sesshomaru sintieron una
energía pero esta vez era maligna.

-Kagome ¿Qué no había youkais en tu época?.- preguntó Inuyasha.

-Eso pensaba…hasta el día en que Rin creció.- contestó. En ese momento el celular de
Kagome sonó, era Shippo quien llamaba.

-Kagome siento una energía maligna muy fuerte cerca de mi escuela.- le dijo Shippo a
su madre adoptiva a esta contestar.

-Nosotros también, ya vamos para allá.- le dijo al kitsune.

-Si, dense prisa.- se terminó la conversación telefónica.

-¿Qué sucede?.- preguntó Rin.

-Al parecer hay algún youkai cerca de la escuela de Shippo y Sota.- contestó Kagome.

-Tenemos que ir hacia allá, pero primero tenemos que fugarnos.- dijo Sango.

-Vamos a la azotea, desde ahí nadie nos verá.- añadió Inuyasha.

-Hasta que usas la cabeza.- dijo Sesshomaru casi como un cumplido.

Todos se dirigieron cautelosamente a la azotea, desde ahí, esperaban que los estudiantes
volvieran a clase y así hacer su "fuga". Sango llamó a Kirara con un sonido de ave que
la nekomata entendió muy bien. En menos de un minuto la gatita se hizo presente y el
timbre sonó, así que los héroes empezaron a organizarse…

-Sango, tu y Miroku irán en Kirara.- ordenó Kagome amablemente, los chicos asintieron
montándose en una ya transformada nekomata.

-Kagome… vendrás conmigo así que súbete.- le dijo Inuyasha agachándose y Kagome
subió en su espalda, la verdad, es que los dos extrañaban ir así.- Con este uniforme es
algo molesto pero ni modo…

-Etto… Kagome… yo siempre viajaba con Ah-Un, pero el ya no esta aquí, será que
viajaré con Sango y Miroku?.- preguntó Rin sin formalidades pues a ellos no les
gustaba.

-Mm bueno, si le ponemos mas peso a Kirara no podremos ir muy rápido y tenemos que
llegar ya.- dijo pensando en una idea y luego vio a Sesshomaru….- 'cierto, el puede
volar así que…'.- luego miró a Rin.- Tendrás que ir con Sesshomaru.

-¿¡Que?!.- exclamaron Rin y Sesshomaru.

-Yo? Viajar con el amo Sesshomaru, nunca lo he hecho, ¿Cómo?.- decía Rin dudosa de
la idea.

-Pues muy simple, como yo y Kagome.- dijo Inuyasha. Sesshomaru miraba a la


sacerdotisa desaprobatoriamente, el hanyou lo notó y….- ¿O acaso no tienes la fuerza
para cargar a rin? Eh Sesshomaru.- le dijo retadoramente.
El Daiyoukai miró a la pareja, estaban muy juntos para el, miró un instante a Rin y se
acordó de que ya no era una niña pequeña, ahora era una bella mujer, y dejándose llevar
por las palabras de su hermano dijo:

-Rin sube.- se agachó. La joven obedeció. El Daiyoukai, al ya tener a Rin en su espalda


y sentir los pechos de la chica presionándose sobre su cuerpo, se sonrojó levemente y
eso le recordó aquel momento en que su protegida creció acelerándose su corazón de
hielo, pero parecía que este órgano empezaba a derretirse, esa era una sensación que
nunca había sentido hasta ahora.- 'Demonios, ahora mi mente me traiciona'.- pensó
sacándose esos pensamientos de la cabeza.

-'Mi corazón esta acelerado, pero se siente tan bien estar así, ¡Ah que cosas pienso!
Kami que me pasa…'.- pensó Rin ya en la espalda de su señor.

El grupo se dio a la fuga dirigiéndose a donde sentían la energía y a encontrarse con


Shippo. Inuyasha y Miroku se miraron complacientes al observar a Sesshomaru y a Rin;
Sango y Kagome se preguntaban que se traían esos dos… pero ya le preguntarían
después…

Vieron a Shippo a una esquina de su escuela observando también un solar


aparentemente en construcción, el grupo ya reunido se acercó a ese lugar y
extrañamente pero beneficioso para ellos no habían personas cerca, salvo unos 4 chicos
que estaban en dicho solar y parecían ser… estudiante?!

-Hayate?!.- exclamó Kagome, el chico se volteó hacia ella.

-¿Quiénes son?.- preguntó apuntando al grupo con una espada. Inmediatamente estos
respondieron sacando sus armas de sus bolsillos y agrandándolas a su tamaño normal
gracias al truco aplicado por el kitsune anteriormente.

-No nos recuerdas?.- preguntó Sango y vio que otros chicos se acercaban, eran los
demás del grupo de Hayate, Itsuki, Kazumi y Takara.

-Kagome, puedo notar que están poseídos por algo pero no logro distinguir que es.- le
dijo Inuyasha.

-Oye, ¿Quiénes son estos intrusos?.- preguntó la chica reconocida por el grupo como
Takara.

-No lo se, pero parece que vienen a dañarnos el plan.- contestó el que parecía ser
Hayate.

-De ser así, esto será divertido.- comentó Itsuki.

-¿Quiénes son ustedes? ¿Qué les hicieron a esos chicos?.- preguntó intrigada Sango.

-Ellos son solo marionetas, yo soy un demonio en busca de poder.- contestaba Hayate.-
estos cuerpos, son solo unos recipientes…

-Miroku, Hayate manipula a los otros, es parecido a como era con Naraku.- le decía
Kagome, el monje solo asintió.

-Pero esto es diferente, ese chico esta doblemente poseído, hay que buscar una manera
de salvarlos a todos.- dijo Miroku.
-Exorcizándolos, pero primero hay que hacerlo con ese tal Hayate y así liberamos a los
otros.- dijo el Daiyoukai.

-Empezamos con el plan ya?.- le dijo Kazumi al Hayate poseído.

-Si, empiecen.- afirmó. Las tres "marionetas" caminaron en el solar y al parecer en ese
lugar había una barrera pues desaparecieron…

-Usaremos tus pergaminos, Miroku.- dijo Sango.

-No serán suficientes, se necesita otro tipo de exorcismo.- aclaró Sesshomaru.

-¡Ya basta de charla!.- gritó Hayate multiplicándose y todos sus "clones" se abalanzaron
hacia los "intrusos" iniciando una batalla.

-¿¡Cual de todos es el verdadero?!.- preguntó Shippo lanzando su fuego mágico.

-No esta aquí, no siento su presencia.- contestó Kagome lanzando sus flechas.

-En ese caso ¡KAZE NO KIZU!.- Inuyasha lanzó su ataque acabando con varios clones.

-¡Aléjate de mi!.- Rin luchaba contra una de las copias con una daga que su amo le
había regalado cuando era pequeña para que se defendiera en sus ausencias ya que no
podía contar mucho con Jaken.- ¡Toma!.- le clavó la daga y el clon se hizo polvo.- Uff
eso estuvo cerca.- retiró el sudor de su frente.

-Rin sube en Kirara.- le dijo Sango, ella obedeció.

Al acabar con todos, se dirigieron a donde pensaba que había una barrera, pero todo se
veía normal, Kagome iba a poner sus manos pero…

-Kyaa!.- la barrera la rechazó, echándola hacia atrás.

-¡Kagome!.- Inuyasha fue a auxiliarla.- ¿Estas bien? ¿no te pasó nada?.- la chica asintió
poniéndose de pie con ayuda de Inuyasha.

El hanyou alzó su espada y esta obtuvo un color rojizo, en un movimiento casi destruye
la barrera pero en vez de destruirla fueron atraídos hacia dentro de esta.

-¡¿Qué es todo esto?!.- Rin veía todo con horror.- So-son personas!

Habían montones de personas, desde niños hasta ancianos; hombres y mujeres; ricos y
pobres; estaban en una clase de trance que los mantenían inconscientes de todo lo que
sucedía. Los 4 chicos estaban sacándole a esas personas una energía de sus cuerpos
almacenándola en el cuerpo del poseído Hayate…

-Eres un maldito.- dijo Inuyasha encolerizado.- ¿Para que necesitas toda esa energía?.-
le apuntó con Tessaiga.

-Así controlaré el tiempo, podré cambiar cosas a mi antojo, seré como un Dios.-
contestó alzando los brazos.

-Mira que caer tan bajo.- comentó el Daiyoukai poniéndose en guardia.


-¡Ustedes tienen una gran energía, me darán mucho poder!.- se lanzó al ataque y tenia
un rostro de desquiciado.

Inuyasha iba a contraatacar al igual que los otros pero de un momento a otro Hayate
cayó al suelo de rodillas con las manos en la cabeza.

-¡AAAAAAHHHHHHHH!.- gritaba de dolor.- No me vas a vencer muy fácil.- dijo


pero con una voz diferente.- ¡Cállate!.- esta vez con la voz "normal", liberó una gran
cantidad de energía haciendo que la barrera desapareciera y luego se desmayó, Kazumi,
Itsuki y Takara lo recogieron y huyeron.

Los héroes fueron a auxiliar a las personas victimas del desquiciado pero Kagome se
quedó paralizada pues pudo ver el interior de Hayate y observó como 3 almas luchaban
entre si, una quería recuperar su cuerpo, otra quería salir y la tercera quería poseerlos a
los dos.

-Chicos… he visto….- les explicó lo que vio o creyó ver.- Una era la de Hayate, otra era
la de un espíritu parecido a la espíritu del pasado y la otra no la distinguí bien, pues
estaba oscurecida.- añadió, auxiliando a las victimas que ya empezaban a reaccionar
pero no se acordaban de nada de lo sucedido.

Primero hay que encontrarlos pero no sabemos donde fueron.- dijo Miroku.

-Mejor discutimos eso en casa, terminemos aquí.- dijo Shippo encogiendo las armas de
sus amigos.

Llegaron al templo exhaustos de tanto ayudar, se perdieron la mitad de la clase pero que
importaba la escuela ahora?!. Luego de cenar se reunieron para discutir que iban a hacer
de ahora cuando de repente una carta llegó flotando hacia ellos rodeada de una energía
espiritual que se disipó y así la carta cayó en la mesa de la sala… Sango la cogió y
empezó a leerla…
Capitulo 9 - Enfrentamiento.. Y.. Visitas
La carta cayó en la mesa de la sala donde todos estaban reunidos…Sango la cogió y
empezó a leerla.

-"Hola ¿Cómo están? De seguro muy bien por haber destrozado mi plan. A decir
verdad, son valientes, pero no porque lo son en si, sino por haberse interpuesto en mí
camino así que si no quieren que su querido templo junto con el pozo sean destruidos, y
que tal una parte del pais? vendria bien, ¿Por qué no vienen por mí? Me pueden
encontrar en el norte de Japón en el área de Hokkaido, tienen 48 horas para venir sino…
¡CABUM! destruiré el templo con todo y pozo sin importar quien este ahí.

Nos vemos.

Atte: Su peor pesadilla".

-¡Este tipo esta loco!.- exclamó Miroku.

-Nos mandara o no la carta lo íbamos a ir a buscar.- dijo Inuyasha.- Ahora nos facilitó
las cosas.

-No del todo.- dijo Kagome.- Ustedes no tienen pasaportes para poder viajar en un avión
y Kirara no puede llevarnos a todos nosotros.- los señaló incluyéndose.- Y tardaríamos
mas de 48 horas, o sea dos días en llegar por tierra.- todos le daban la razón a pesar de
que no entendían los términos pasaportes y avión pero tenían una idea por las películas.-
¡Ahora que haremos!.- exclamó.

-Si no vamos tu familia puede terminar lastimada.- dijo Rin, Kagome asintió.

-Si solo Kirara fuera mas grande o Ah-Un estuviera aquí o que yo pudiera resistir mas el
peso.- decía Shippo.

-Mm tenemos que pensar en algo no nos podemos rendir.- dijo Sango con la carta en la
mano.

Inuyasha pensaba en los viajes pasados intentando buscar una solución, vio a
Sesshomaru quien parecía saber algo pero no lo decía, ahí se acordó de la pelea que
ellos tuvieron en el interior de su padre y…

-¡Ya se!.- todos lo miraron sorprendidos, ¿desde cuando Inuyasha era TAN
inteligente?.- Conozco a alguien que nos puede llevar.- el grupo se preguntaba quien
podía ser pero Sesshomaru solo se repetía mentalmente que no fuera lo que el se
imaginaba.- "Hermanito".- dijo irónicamente jugando con Buyo. Su "hermanito" lo
miró.- En tu forma verdadera eres gigante y mas fuerte, puedes llevarnos a todos.- los
rostros de los demás se voltearon hacia el Daiyoukai esperanzadores, principalmente el
de su "cuñada" pero Sesshomaru los miraba desaprobatoriamente.

(Quería aclarar que no se si Hokkaido es una ciudad o que, ni tampoco si queda lejos de
Tokio pero piensen que queda lejos como para ir a pie).

-Oh vamos, no me digas que no quieres ir a tu palacio y convertirte en un Lord al igual


que yo y alejarte de este mundo.- continuó diciendo Inuyasha. Sesshomaru tomó aire y
dijo…
-Inuyasha, nunca creí que llegaras a pensar.- dijo recostado en la pared como siempre,
notó como Miroku se preparaba para rogar y los rostros ilusionados de los demás, eso
no le gustó.- Bien, de acuerdo.- aceptó resignado, después de todo no le quedaba de
otra.

-¡Siiiiiiiiiiiiiiii!.- exclamaron contentos todos reventándole los agudos oídos a Inuyasha


y Sesshomaru.

-Partiremos a primera hora mañana.- dijo Kagome.

-Pero ¿y la escuela?.- preguntó Rin.

-Eso ya no es tan importante en estos momentos, mi mamá se encargará de excusarnos a


todos nosotros "de alguna manera".- contestó.

Casi era el amanecer y el grupo heroico se estaba preparando para su viaje…

-¿Están todos listos?.- preguntó Kagome todos asintieron.- Bien, entonces….- miró a
Inuyasha, este entendió lo que tenia que hacer.

-Hey tu Sesshomaru.- le llamó pues estaba mirando el paisaje pero Inuyasha lo


interrumpió, el Daiyoukai se volteo.- Ya transfórmate.- lo dijo casi como una orden.

-Eres molesto sabías?.- le dijo Sesshomaru liberando su youki transformándose en una


gran perro blanco. Los rostros de Miroku, Sango, Shippo y Rin estaban sorprendidos
pues nunca habían visto su verdadera forma.

-¿Cómo pretendes que subamos? Agáchate.- dijo el hanyou.

-Ni de broma, ese será su problema.- contestó Sesshomaru.

Miroku, Sango y Rin subieron en Kirara, y la nekomata, volando llegó al alto lomo del
Daiyoukai; Inuyasha cargó a Kagome y de un gran salto subieron; Shippo se transformó
en una bola rosa flotante y Jaken quedó solo en el suelo gritando como loco al lo que el
kitsune tuvo que ayudarlo a subir. Ya habiendo despegado el vuelo y estando a una gran
altura alcanzando casi mente las nubes. El grupo comenzó a conversar…

-Extrañaba viajar así, desde que mi Lord falleció no lo hacia ¡que tiempos aquellos!.-
dijo Myoga entre el suave pelaje de Sesshomaru.

-Es muy cómodo.- dijo Inuyasha recostándose y Kagome lo imitó apoyando el


comentario de su amado.

-Sanguito ¿Por qué no los imitamos?.- le dijo Miroku refiriéndose a Inuyasha y Kagome
colocando una mano en ese "sagrado lugar".

-Plaf! Ya veo que usted tiene otra intención.- dijo Sango sentada al lado de su golpeado
monje quien solo reía nervioso.

-No se como mi amo bonito pudo ser obligado a hacer esto, son unos despreciables
humanos.- Jaken empezó a refunfuñar.
-¡Jaken!.- su amo le llamó la atención.- Te atreves a juzgarme, ¿de verdad quieres
caerte?.- dijo aterrándolo, a decir verdad, le divertía ver al youkai rana asustarse y
suplicar por su vida. (me da pena el pobre Jaken jajaja)

Jaken miró hacia abajo y al ver la altura a la que estaban se asustó y empezó a disculpar
y a revenciar a su amo, pero los otros que fueron insultados no se contuvieron y le
dejaron unos chichones en su pequeña cabeza verde. Shippo jugaba con Kirara
brincando de aquí para allá. Rin estaba sola recostada y pensaba en voz alta…

-Ah… que bien se siente… de haberlo sabido hubiera deseado haber viajado así todo el
tiempo.- solo ella se escuchaba, nadie mas, los otros estaban inmersos en sus cosas pero
lo que ella no sabía es que si había alguien que la escuchaba.- Aunque…viajar en Ah-
Un no fue tan malo pero aun así.- y empezó a acariciar el pelaje mientras estaba
recostada.- Estar aquí es muy relajante ¡Ay que cosas digo!

-"Con que a ella le gusta".- dijo para si mismo y sonrió en sus adentros.

Al rato llegaron a su destino y el sol ya se encontraba alumbrando el mundo. Estaban


flotando en el cielo buscando la manera de aterrizar sin ser vistos cuando divisaron un
terreno que no estaba poblado, ahí se bajaron y el Daiyoukai volvió a su forma normal.
Shippo convirtió a Jaken en una rana común y Miroku lo agarró. Empezaron a caminar
buscando una energía a presencia pero nada… Siguieron caminado y de repente una
barrera fue puesta haciendo que los habitantes de ese lugar cayeran inconscientes.

-Vaya, llegaron justo a tiempo para el show.- dijo al que consideraban desquiciado con
sus tres marionetas.- ¿Quieren formar parte?

-Ja ni de broma.- dijo Inuyasha agrandando y transformando su espada preparándose


para cualquier ataque, los demás hicieron lo mismo. Kirara se transformó y Miroku
soltó a Jaken, Shippo lo volvió a la normalidad y el sapo, junto con la pulga se
escondió…

-Entonces será por las malas.- se lanzó al ataque como sus tres marionetas.

-No podemos herirlos recuerden que solo están siendo manipulados.- dijo Sango
defendiéndose como podía.

-Entonces que hacemos?.- preguntó Kagome lanzando flechas a las copias de Hayate.

-Ya les dije que hay que exorcizarlos.- recordó Sesshomaru eliminando todos los clones
con "un poco" de ayuda de Inuyasha, dejando a la vista los verdaderos oponentes.

Kagome iba a lanzar una flecha purificadora, a ver si eso funcionaba, solo le quedaba
esa flecha pero la lanzó de todos modos. Miroku lanzó uno de sus pergaminos y este de
enganchó en la flecha de Kagome sin querer. Cuando la flecha con el pergamino iba a
clavarse en el hombro de Hayate se volvió un polvo rosado que se esparció por el
cuerpo de este inmovilizándolo como a sus marionetas.

-¡Kagome, Miroku, háganlo de nuevo!.- les dijo Inuyasha.

-¡Ya no tengo mas flechas!.- respondió.- 'si solo pudiera usar mi energía espiritual para
hacer flechas'.- pensó sintiéndose inútil pero aun asi concentró su poder y de su mano
salió una energía que le cumplió su pensamiento.- ¿Pero como?.- estaba sorprendida
pero feliz.
-¡Kagome tengo una mejor idea que puede funcionar!.- le dijo Miroku subiéndose en
Kirara y le indicó que lo hiciera también.- ¿Puedes hacer mas flechas?

-Creo que si.- contestó ya subida en Kirara.

-¡Inuyasha, Sango y Sesshomaru, no dejen que ellos se separen!.- ellos asintieron ante el
mandato de Miroku.- Rin cuida de Shippo.- ella cargó al Kitsune.- Kagome, vamos a
hacer un exorcismo poderoso, no lo he hecho antes pero creo que funcionará.

-¿Qué tengo que hacer?.- preguntó.

-Vas a lanzar 4 flechas formando una cruz alrededor de ellos.- señaló a Hayate, Kazumi,
Itsuki y Takara.- Como tus flechas están hechas de energía espiritual pura van a liberar
al demonio que posee el cuerpo de Hayate y así los otros 3 ya no estarán manipulados,
yo voy a ayudar con mis pergaminos.- Kagome entendió lo que tenia que hacer.

Y así fue… Kagome lanzó sus nuevas flechas haciendo lo que se amigo-cuñado monje
le dijo (Sango es como su hermana). Cuando las flechas se clavaron en el suelo
formando una cruz, una barrera purificadora empezó a crearse, Miroku aprovechó y le
lanzó pergaminos a los 4 chicos, se podía ver como un demonio salía de Hayate
haciendo que el joven se desmayara, luego unos hilos que ataban los cuerpos de los
otros 3 al demonio se desintegraron y ellos también cayeron desmayados. Los héroes los
auxiliaban e Inuyasha y Sesshomaru vigilaban que ese desquiciado no volviera a atacar
pero al parecer escapó. Los inconscientes no tenían ganas de reaccionar y eso se debía a
su agotamiento espiritual.

Decidieron que ya debían irse pero el dilema era ¿Cómo iban a llevarlos a ellos? Bueno,
ese no era el problema, el problema era ¿Y si despertaban en pleno viaje? Y ¿Cómo los
regresarían a sus casa? Todas esas preguntas invadían el pensamiento de Kagome.

-Ahora ¿Qué hacemos con ellos?.- preguntó Kagome mirando a los desmayados.

-Tenemos que llevárnoslos a Tokio.- contestó Sango.

-Pero y si se despiertan en pleno viaje?.- volvió a preguntar imaginándose: "Hayate se


despierta, ve a Sesshomaru y le da un infarto". Cuando Kagome dijo su pregunta,
Inuyasha y Miroku pusieron sus rostros sombríos y un aura malévola surgió de ellos.

-Jeje, los golpeamos y así se vuelven a desmayar.- dijeron los dos y a los demás les salió
la gotita anime.

-No creo que despierten por ahora así que pienso que no será necesario.- dijo Rin y
Miroku e Inuyasha volvieron a la normalidad.

-Entonces, nos vamos.- dijo Inuyasha, todos asintieron.

Sesshomaru se transformó y los chicos subieron a los desmayados primero, luego


subieron ellos como pudieron y se acomodaron. Ya habiendo despegado el vuelo
notaron como los habitantes que estaban dentro de la barrera empezaron a reaccionar y a
volver a su vida normal.

Llegaron a Tokio y dejaron a Hayate, Itsuki, Takara y Kazumi en el parque pues no


sabían donde vivían y además no querían explicar nada.
-Por suerte ya mañana es viernes.- dijo Kagome.

-¿Por qué lo dices?.- le preguntó Sango.

-Es que mañana es el último día de la semana en que iremos a clase.- contestó feliz.

-¿¡Enserio?!.- exclamó Inuyasha luego de "tragarse" su plato y pedir otra porción.


Kagome asintió.- ¡Que bien! No me gusta ese lugar.

-Eso es porque te va mal en las matemáticas como a Kagome.- dijo Sesshomaru


comiendo con mucha más clase que Inuyasha.

-Yo no tengo la culpa de que ya te sepas todo por haber recibido clases en el pasado.-
dijo Inuyasha echando chispas como su hermano.

-Espera…¿¡me llamaste por mi nombre?!.- exclamó Kagome al darse cuenta.- Eso


significa que ¡te empezamos a caer bien, Sesshomaru!.- empezó a saltar de la emoción
llevando los platos a la cocina.

-¿¡Que?!.- dijo Sesshomaru anonadado viendo a su "hermanito" quien tenia una cara de
"Ya he visto eso antes".

-No te preocupes, a mi me hizo lo mismo.- le dijo Inuyasha recordando aquella vez que
la llamó por su nombre por primera vez.

-Al parecer ya se están llevando mejor, si esto sigue así estoy seguro de que serán
grandes Lords.- comentó Miroku al verlos. Los hermanos lo miraron
desaprobatoriamente.

-No digas sandeces Miroku.- contradijo el Daiyoukai.

-Cierto ¿Cómo nos llevaríamos bien eh?.- dijo con ironía.

-Si no fuera así no estuvieran sentados hablando sin golpearse.- les aclaró Sango.- Y
creo que Kagome tiene razón, te estamos agradando, admito que he llegado a
apreciarte.- Miroku se alarmó al oír lo ultimo pero Sango lo calmo diciendo.- Te aprecio
como a Inuyasha, Shippo o incluso Sota.

-En ese caso yo también.- dijo Miroku.

-Yo también.- dijo Kagome terminando de lavar los platos y abrazando a Inuyasha por
el cuello colocando su cabeza encima de la de este. Sesshomaru miraba a todos
incrédulo.

-Hmp.- exclamó. Los demás lo tomaron como un "de acuerdo".

-Entonces, cuando volvamos al Sengoku seré como una princesa cierto?.- preguntó
Kagome ilusionada.

-Claro que si y ahí todos te tendrán que respetar sino se las verán conmigo.- le contestó
Inuyasha sobre protector.
-Pero nosotros no podemos quedarnos haciendo nada, ya se!.- Miroku tenia una idea.-
Podemos ayudar a entrenar al ejercito verdad?.- el Daiyoukai asintió a su manera.

Llegó el esperado viernes y el grupo ya estaba en la entrada de la escuela cuando unas 3


chicas se acercaron a ellos.

-Hola ¿Por qué no vinieron ayer?.- dijo Eri

-No me digan que todos se enfermaron.- dijo Yuka.

-Eh no, lo que pasó es que tuvimos que hacer un viaje.- contestó Kagome.

-Todos ustedes?.- preguntó Ayumi.- Ah ya entiendo sus familias son amigas.- ella
misma se respondió.

-No exactamente es que vivi…- Sango le tapó la boca a Rin.- Unf mfun sna.- intentaba
seguir hablando pero Sango no la dejaba. El trío las miraba extrañadas.

-Lo que ella quería decir es que somos muy cercanos.- dijo Sango soltando a Rin. En
ese momento Hoyo y Masaru se les acercaron.

-Buenos días.- saludo Hoyo. Masaru se puso en frente de Rin.

-Tu eres Rin verdad?.- le dijo, la chica asintió. Sesshomaru prestaba atención a su
conversación.- Soy Masaru ¿me recuerdas?

-Si, eres el amigo del chico que esta hablando con Kagome.- le contestó, Masaru sonrió.

-Que bien, eres una chica linda, sabes me gustaría conocerte mas.- le dijo coquetamente,
Rin se puso algo nerviosa.

-Etto, esta bien.- dijo. El Daiyoukai oyó todo a la perfección.

-Higurashi, ¿podemos hablar en el receso?.- preguntó Hoyo.

-Si claro.

-Oye Inuyasha parece que al tal Masaru le gusta Rin.- murmuró Miroku con la intención
de que Sesshomaru lo escuchara y así fue, haciendo que a este le ardiera la sangre.

-'Ag esta sensación es molesta, ¿Por qué me arde la sangre?.- pensaba el Daiyoukai.

-Los chicos fueron a su salón ya que escucharon el timbre. Vieron al grupo de Hayate
asistir también, parecían que no recordaban nada, eso era bueno. Llegado el receso
Miroku cortejaba a Sango y Kagome le explicaba a Inuyasha lo que pasaba con Hoyo
haciendo que el hanyou se encolerizara.

-Ese tipo ya vera.- dijo enojado buscando a Hoyo con la mirada.- Se va a enterar de que
Kagome es mía.

-Inuyasha.- Kagome lo llamó con el tono que usaba para mandarlo al suelo haciendo
que su amado la mirara con terror.- Cálmate, si el me dice algo lo rechazare, así que
quédate aquí.- le ordenó con su tono habitual pero el chico aun tenia miedo y por eso
obedeció. Kagome fue a donde estaba Hoyo. (No voy a poner la conversación de ellos).

-Peleas con miles de youkais pero a tu mujer le tienes miedo.- se burlaba Sesshomaru.

-Feh! Si tu tuvieras este collar me entenderías, sabrías lo que duele que te manden a
comer tierra.- le dijo.

Hoyo se le declaró a Kagome como pudo pero la sacerdotisa lo rechazó dulcemente


diciéndole que tenia novio y que de seguro encontraría a una persona mejor. Hoyo se
marchó triste y Kagome se sentía mal por el pero decidió volver… Rin le enseñaba unos
dibujos que hizo en la clase de arte a su amo Sesshomaru y hasta este le agregaba
detalles a tales magníficos dibujos en opinión de Sango y Miroku. Hayate y su grupo se
juntaron con el de Inuyasha al poco rato de Kagome regresar.

-¿Ahora que quieres?.- le preguntó Miroku a Itsuki.

-Vinimos a socializar.- contestó Hayate.

-Fue impresionante como resolviste ese problema de matemáticas tan difícil.- Takara
interrumpió a Rin y a Sesshomaru.

-El amo Sesshomaru es muy sabio.- dijo Rin con los dibujos en mano.

-No estoy hablando contigo.- le dijo groseramente Takara.- Por cierto ¿Por qué le dices
"amo"?

-Porque….- Rin le iba a decir pero al Daiyoukai le molestó que le hablara así a su
protegida por lo que la interrumpió.

-Rin, no contestes.- la joven obedeció.- No vuelvas a hablarle así, entendiste.- le dijo a


Takara, esta se asusto ante la frialdad con que le habló. Si no fuera por la regla de no
matar humanos puesta por Kagome, en ese mismo instante solo quedaría el cadáver de
Takara. Kazumi, Itsuki y Hayate lo miraron sorprendidos pero antes de que protestaran
tuvieron todos que volver a clase.

Ya en casa los chicos hablaban de que algo se traían el cuarteto aunque ya no estaban
manipulados. En la tarde, Kagome, Sango, Rin y la Sra. Higurashi fueron al
supermercado dejando a los chicos en casa. Lo que no se esperaban era que las amigas
de Kagome fueron a visitar a su amiga. El trío llamo en la puerta e Inuyasha fue quien
las recibió.

-Hola Inuyasha ¿esta Kagome?.- preguntó Yuka. El hanyou negó.

-Oye y ¿Qué haces aquí?.- preguntó Eri pero Ayumi le respondió.

-¿Qué cosas preguntas Eri, que no ves que esta visitando a su novia?.- la reprendió.

-No, de hecho vivimos juntos.- contradijo Inuyasha.

-¿¡QUEE?!.- exclamaron las 3.- ¡Ya tienen ese tipo de relación!?.- Inuyasha no entendía
a que se referían.

-Inuyasha ¿Qué sucede?.- voceó Miroku desde la sala…


Capitulo 10 - Fin De Semana... Y... ¿Misión Cumplida?

-Inuyasha ¿Qué sucede?.- voceó Miroku desde la sala mirando la tele.

-Es que el trío de ruidosas están aquí y buscan a Kagome.- le contestó. Las chicas
empezaron a murmurarse cosas y por eso no le prestaron atención al comentario del
hanyou.

-Oigan, ¿Qué no es esa la tercera película de crepúsculo, Amanecer?.- preguntó Eri


quien escuchaba a los personajes de la televisión.

-Si esa es!.- y las tres entraron como caballos desbocados pasando por encima de
Inuyasha y quitando a Miroku del sofá arrebatándole sus palomitas.- Kyaa! Siempre
quise ver esta película.- dijo Yuka.

-Inuyasha!.- le llamó Shippo.- ¿Kagome y las chicas no han llegado?

-No ¿por que?.- contestó. El kitsune puso sus manos en su estomago diciendo:

-Tengo hambre, prepárame algo de comer.

-'Que! Ahora que voy a hacer…' Miroku ayúdame.- le dijo a su amigo quien se
levantaba del suelo.

-Auch, si esta bien.- dijo con dolor en la espalda. Shippo se acomodó en otro sillón de la
sala y tomando el control de la tele cambio de canal y las chicas empezaron a discutir
con el niño pero Shippo no se dejaba vencer y también discutía.

Inuyasha y Miroku estaban en la cocina pensando que iban a hacerle a Shippo y de paso
también para ellos, oyeron un escándalo en la sala pero no le hicieron caso, ya tenían
mucho que hacer.

-Vamos a hacer algo llamado sándwiches.- dijo Inuyasha, Miroku lo miraba


interrogante.- He visto a Kagome haciéndolos.

-Bien, tu te encargas de eso que yo hago el té.- dijo el monje, los dos comenzaron a
trabajar (sándwiches con té?, que rara combinación, al menos para mi es raro, bueno, ni
tanto).

Desde la habitación de Sota; Sesshomaru miraba por la ventana a Jaken cargando unos
jarrones que el abuelo le ordenaba, esos jarrones eran más grandes que el youkai rana.
Luego volteo la vista y vio como Sota se debatía con una tarea y le dio curiosidad saber
que era lo que le daba problemas.

-¿Qué es lo que te resulta difícil?.- le preguntó a Sota.

-No se como resolver este problema.- contestó, el Daiyoukai se le acercó y viendo su


cuaderno le dijo…

-Eso está muy fácil.- dijo.- Solo tienes que hacer esto….- le explicó.
-Gracias! Eres muy amable, contrario a lo que me dijo Inuyasha.- le dijo sonriendo.

-Hm… yo no soy amable.- contradijo pero Sota sonrió aun más. Sesshomaru escuchó un
escándalo y sintió un agradable olor, así que salió de la habitación y cuando bajaba las
escaleras vio a 3 chicas luchando con un kitsune por obtener el control.

-¡¿Qué es todo esto?!.- dijo irritado. Los luchadores se paralizaron.

-¡Estamos muertos!.- dijo Shippo con terror y escalofríos al ver el semblante de


Sesshomaru, este quedó observándolos pero los ignoró al sentir de nuevo el olor y fue a
la cocina. Allí vio a Inuyasha y Miroku preparando una merienda y la cocina hecha un
desastre.

-Oh Sesshomaru, también hay para ti.- dijo Miroku al verlo, pero el Daiyoukai tenia los
ojos un poco mas abiertos por el desorden que había. El único lugar limpio era el
desayunador que era donde estaban cuatro platos con sándwiches y 4 vasos con té.

Shippo fue a la cocina ya que Inuyasha lo llamó, el kitsune inmediatamente se sentó y


empezó a comer al igual que los otros tres que estaban presentes. Eri, Yuka y Ayumi
tenían curiosidad así que fueron a inspeccionar y al verlos comiendo dijeron…

-Para nosotras no hay?!.- dijo Eri.- pero si somos las invitadas.- protestó.

-A ustedes nadie las invitó, entraron por su cuenta.- dijo Inuyasha algo enojado porque
le pasaron por encima.

-Solo hay para los que viven en este templo.- dijo Miroku también frustrado porque lo
echaron del cómodo sofá.

-Esta muy rico, gracias Miroku e Inuyasha.- los nombrados estaban orgullosos.- Ahora
si te acepto como mi papá.- le dijo a Inuyasha, este se atragantó al oírlo.

-¿¡QQUEE?! Viven juntos aquí y… espera ¿¡EL ES TU HIJO?!.- gritaban las chicas
incrédulas.

-Si y Kagome es mi mamá.- dijo Shippo inocentemente.

-¿¡COMO?! Ya son… ¡Ya tienen ese tipo de relación!?.- Sesshomaru se hartó de esos
gritos que lastimaban sus oídos…

-Son muy ruidosas ¡Largo!.- les dijo.

Las chicas salieron como si ese lugar fuese el mismo infierno, ya tenían demasiada
información increíble y eso era demasiado para sus cabezas.

Ya pasada una hora desde que el trío se fue, llegaron las Sra. Higurashi, Sango, Rin y
Kagome a casa.

-¡Ya llegamos!.- informó Kagome desde la puerta. Shippo se lanzó a sus brazos
haciendo que las bolsas que Kagome portaba cayeran al suelo.
-Mi Sanguito me hiciste mucha falta, casi me muero si no venias pronto, no vuelvas a
dejarme por tanto tiempo….- Miroku le decía sus cursilerías y hasta se ofreció a cargar
las pesadas bolsas.

-¿Por qué tardaron tanto?.- preguntó Inuyasha desde el sofá.

-Nos detuvimos a comprar unos trajes de baño y ropa playera porque mañana iremos a
la playa!.- contestó Rin emocionada.

-¿Trajes de baño?¿playa?.- dijo Sesshomaru desde la escalera.

- Ya se enteraran mañana.- añadió Sango.- Por ahora vamos a guardar la comida en la


cocina.- las 4 mujeres iban a la cocina.

-Se llevaran una sorpresa.- dijo Sesshomaru. Miroku e Inuyasha se asustaron un poco
porque ellas verían el desorden y quien sabe que les harían…

Kagome pegó un leve grito y preguntó agresivamente quien lo hizo, los culpables se
revelaron, Kagome iba a decir la palabra mágica y Sango preparaba su puño pero
Shippo los salvó de tremendo castigo.

-No les hagan nada.- salió en su defensa (abogado Shippo al rescate! Lol).- Yo tenia
hambre y como no llegaban ellos me prepararon algo de comer y les quedó muy rico.-
dijo. Kagome y Sango se pusieron felices y abrazaron a sus parejas dándoles cumplidos
y su enojo despareció. Inuyasha y Miroku estaban confundidos pero eso era mejor que
comer tierra o ser enterrado y que tener un gran chichón o una marca en la cara… Rin y
Sesshomaru miraban la escena atónitos. Luego Shippo y Rin comenzaron a reír y el
Daiyoukai observaba a Rin como si no hubiera nada mejor en el mundo pero una
pinchada de la pulga Myoga lo hizo reaccionar y volver a la realidad…

Al día siguiente era sábado y cuando todos desayunaron Kagome les entregó a Miroku,
Inuyasha, Sesshomaru y Shippo unos paquetes, era sus trajes de baño; la sacerdotisa los
mandó a vestirse y ella fue a hacer lo mismo junto con Sango y Rin.

Al todos estar listos se dirigieron a la playa, Shippo tuvo que convertir a Jaken en una
persona pero su físico no era nada bonito y para el colmo era enano. La familia
Higurashi también iban, el templo estaba vacio ya que Kirara y Buyo también iban en
bolsos especiales para mascotas, Sango llevaba a Kirara y Sota a Buyo… Tomaron un
tren y así llegaron a la playa, los chicos quedaron sorprendidos al ver la cantidad de
gente que estaba ahí.

Colocaron una sombrilla grande y se acomodaron debajo de ella, a Kagome y a Shippo


les dieron ganas de darse un baño e intentaban convencer a los demás de que lo
hicieran. A Sango y a Rin les daba vergüenza mostrar su figura pues llevaban unos
bikinis y los chicos no estaban seguros alegando que podría haber un monstruo ahí
dentro pero al fin y al cabo accedieron.

Se quitaron la ropa innecesaria quedando en trajes de baño. Las chicas tenían bikinis: el
de Sango era morado con flores rosadas, el de Kagome tenia un estampado en animal
print y el de Rin era amarillo con los bordes negros brillantes y el sostén era de esos que
no tenían tirantes. Los chicos poseían los comunes shorts: el de Miroku era degradado
en tonos verdes, el de Inuyasha era rojo y en una esquina tenia bordado un dragón
lanzando fuego, el de Sesshomaru era azul y blanco a cuadros y el de Shippo era
colorido.
Miroku e Inuyasha estaban hipnotizados por la poca ropa que tenían sus parejas y
empezaron a protestar pero la Sra. Higurashi los convenció claro que Sesshomaru no se
sentía a gusto dejando que muchos vieran la parte descubierta de su cuerpo, Inuyasha y
Miroku le apoyaron pero esta vez fue Sota quien los calmó diciéndoles que eso era
normal en esa época. Muchas personas miraban con envidia al grupo… Ya en el agua,
Inuyasha, Kagome, Sango, Miroku y Sota jugaban con una pelota; el único que no la
pasaba "bien" era Sesshomaru pero Rin intentaba animarlo tirándole agua.

-Venga amo Sesshomaru vamos a jugar también.- le dijo su protegida y en un golpe


fuerte por parte de Inuyasha, la pelota chocó contra la cara del Daiyoukai quien miraba
como Rin se divertía.

-Maldito Bastardo.- dijo y teniendo cuidado con sus garras le devolvió la pelota con mas
fuerza pero la brisa la desvió dándole a Miroku. Sota, quien veía que el juego se tornó
rudo fue a jugar con Shippo.

-Oye eso duele!.- le dijo Miroku a Sesshomaru que de alguna forma u otra se integró al
igual que Rin.- Ahí va!.- lanzó la pelota y así volvieron a jugar…

-¿Qué es eso?.- preguntó Kagome sintiendo una gran presencia maligna.

-Es probable que sea el desquiciado.- contestó Inuyasha pues no se sabia el nombre del
demonio.

-Estén atentos, de seguro va a crear una barrera.- dijo Miroku y todos dejaron el juego
preparándose para cualquier cosa pero…las armas estaban con la Sra. Higurashi, el
abuelo, Jaken y Myoga en la orilla…

La barrera se hizo presente pero los únicos que no cayeron desmayados eran la familia
de Kagome, Sota sacó a Shippo del agua asustado y se refugio junto con los demás de la
familia y con los dos "leales" sirvientes.

-Con que aquí estaban.- dijo el demonio.- me extrañaron?.- dijo irónico.

-No seas idiota.- contestó el hanyou aun en el agua como los otros del equipo pues el
demonio estaba arriba de ellos.

Los ataques físicos que Inuyasha y Sesshomaru le propiciaban no le hacían mucho daño
ya que estaba poseyendo al espíritu del futuro y los hermanos no tenían a mano a
Tessaiga, Tenseiga y Bakusaiga.

-Mis flechas son lo único que le harán efecto.- dijo Kagome materializando un arco y
una flecha usando mucha energía espiritual. Apuntó y disparó y tal y como pensaron si
hizo efecto sacando al demonio del espíritu. El espíritu salió volando en dirección al
templo donde estaba el pozo pero el demonio, con las energías que le quedaban lanzó un
ataque que iba en dirección a Kagome dejándole unas heridas en los brazos y el
demonio escapó.

-¿Kagome estas bien?.- preguntó su amado al ver las heridas pero ella estaba como si
nada.- Perdón, no pude protegerte.
Inuyasha sacó a Kagome del agua cargándola, los demás salieron también pero se
sorprendieron al ver que las heridas cicatrizaron como lo hacían Inuyasha o
Sesshomaru, ¡pero ella era humana!

-¿Cómo sucedió eso?.- preguntó Sango sorprendida. Kagome no le supo contestar pues
ni ella misma sabía que había pasado con sus heridas.

-Yo lo averiguaré.- dijo Myoga chupándole sangre a Kagome.

-Oye Myoga que haces!?.- Inuyasha agarró a la pulga.

-No me malinterprete amo Inuyasha, estaba investigando el extraño suceso en la


señorita Kagome.- contestó en su defensa.

-Hartándote cierto?.- dijo Inuyasha irónicamente.

-Tenia que probar la sangre para saberlo.- la pulga se acomodó en la arena.- Ya les
había dicho que la marca les traería beneficios y este es uno de ellos, sus heridas
cicatrizaran como las de un inuyoukai o inuhanyou.- aclaró sabiamente.

-Oh y no sabes si hay mas.- dijo Miroku interesado en el tema.

-Si, también uno de ellos es que la señorita Kagome tiene reforzado su poder espiritual
por eso lo puede materializar.- Kagome estaba sorprendida pero se sentía cansada.- Y
también su cuerpo esta….- Myoga no continuó porque Kagome se desmayó en los
brazos de Inuyasha.

-Kagome! Kagome! Despierta!.- se alteró el hanyou, Sango puso sus manos en la frete
de la chica.

-Solo esta cansada, ya se durmió, usó mucho poder espiritual.- le dijo Sango
tranquilizándolo.

-En ese caso yo me quedaré con ella, ustedes vayan a divertirse.- dijo Inuyasha llevando
a Kagome hasta donde estaba su sombrilla y la recostó, el se quedó a su lado vigilándole
el sueño. La Sra. Higurashi pensó en darles privacidad así que incitó a Sota y a su padre
(el abuelo) a darse un baño, ellos aceptaron y hasta Jaken fue con ellos.

Ya todas las personas habían reaccionado y todo volvió a la normalidad. Miroku y


Sango jugaban con la pelota, Shippo se fue con la familia Higurashi y Rin deseaba darse
otro baño pero solo quería estar con su amo, ella aun no aclaraba por que se sentía así
con el y por que le molestaban las miradas que le tiraban pero Rin, ignorando todo eso
(pero no del todo) tomó la muñeca de Sesshomaru y lo llevó "a la fuerza" al agua.

La mente de Sesshomaru estaba vuelta un desorden, ¿Cómo se había dejado llevar por
una humana? ¡El, un poderoso Daiyoukai siendo arrastrado hacia el agua! Que osadía;
era lo que le decía su orgullo sin embargo no lo impidió, se dejó llevar por su protegida
y le molestaban las miradas de deseo que le lanzaban a Rin, tenia ganas de asesinarlos a
todos esos pero no dejaba de preguntarse por que se sentía así ¿¡como es posible que ni
el mismo se conociera?!

Sango y Miroku seguían divirtiéndose pero la exterminadora atrapó la pelota para


preguntarle algo al monje…
-Miroku cariño.- le dijo amorosamente.- dime ¿Qué es lo que te traes con Inuyasha?

-Sanguito mi amor.- también dijo amoroso.- En si no planeamos nada pero se necesita


otra princesa.- contestó.

-¿Otra princesa?.- Miroku asintió.- espera… no me digas que….- otra vez el monje
asintió.

-De hecho, no hemos hecho nada porque ellos mismos lo están haciendo.- dijo
señalando a Rin y Sesshomaru que estaban algo lejos, Sango los vio y le entendió.- Por
cierto mi Sanguito, quiero tener hijos, cuando los haremos.- dijo en su faceta de
pervertido y Sango le tiro la pelota con fuerza dándole en la cabeza diciéndole:

-Cuando cumplamos la misión!.- le dijo aparentemente enojada y muy sonrojada.

Mientras que a Rin le llamó la atención un deporte llamado "Esquí acuático" quiso
practicarlo y le pidió a su amo que la acompañara, si fuera por el se negaba pero al ver
esos ojos café mirándolos no pudo decirle que no ¿Por qué siempre aceptaba los
caprichos de esa simple humana?. Rin disfrutaba mucho ese deporte, y Sesshomaru se
puede decir que no lo detestaba aunque le prestaba mas atención a la felicidad que Rin
tenia en ese momento.

-Siii! Esto es muy divertido verdad amo?.- le dijo a Sesshomaru mirándolo y por esta
razón, al desconcentrarse estuvo a punto de caer duramente al agua pero unos fuertes
brazos la atraparon justo a tiempo.

-Ten mas cuidado.- le reprochó Sesshomaru.

-Lo siento, seré mas cuidadosa.- se disculpó.- Gracias por salvarme… Amo Sesshomaru
su cabello es muy sedoso y suave.- le dijo sonriendo acariciando su cabello pues aun
estaba siendo protegida por esos brazos.- Puedo algún dia peinarlo.- preguntó al ser
liberada.

-Haz lo que quieras.- le dijo como respuesta…

Inuyasha estaba sentado todavía cuidando a su querida Kagome quien empezaba a


despertar…

-Inuyasha…¿estuviste conmigo mientras dormía?.- le preguntó al ver esos hermosos


ojos ámbares que la observaban.

-Es lo menos que podía hacer.- le contestó.- Luego de que ese mal nacido te lastimara,
si lo encuentro juro que lo matare.- decía cerrando sus puños.

-Bueno lo importante es que estoy bien.- le regaló una de sus sonrisas.- Inuyasha puede
darme agua.- pidió sentándose.

-Si…¿Dónde esta esa cosa a la que llaman "neverita"?.- buscaba el contenedor.


-Eh Inuyasha, estas sentado en el.- le indicó Kagome, Inuyasha se percató y le sirvió
agua en un vaso.- Gracias, sabes, puedes ser muy considerado, por eso y por muchas
cosas mas es que te amo.- le dijo y el hanyou se sonrojó y sonrió.

-Yo también te amo, mi Kagome.- le dijo y los dos fueron a divertirse también.

Ya pasadas unas horas y habiendo disfrutado su día en la playa, fueron a casa y al subir
las escaleras vieron que la choza del pozo temblaba, había una clase de actividad rara
ahí, así que dejando que la familia Higurashi entrara a la casa fueron al pozo a ver que
sucedía.

Entraron y no vieron nada, miraron en el pozo y… nada…

-Al parecer no sucede nada pero podría jurar que si pasaba algo.- dijo Shippo.

-Tienes razón Shippo.- le dijo Sango.

-Gracias por salvarme.- dijo una voz que venia de un espíritu salido del pozo, Kagome y
Rin se sobresaltaron un poco.

-Nosotros te salvamos?.- le preguntó Kagome y el espíritu asintió.- Entonces tu eres el


espíritu a quien poseía ese demonio.- dijo y de nuevo asintió.- Y si estas en el pozo
quiere decir que…

-Eres a quien buscábamos.- aclaró Miroku interrumpiendo a Kagome.

-Si así es, soy el espíritu del futuro de este pozo que conecta las dos épocas.- dijo desde
el pozo.- Mi hermana me contó que ella les pidió ayuda.- los presentes asintieron.

-¿Qué fue lo que exactamente pasó el día que desapareciste?.- preguntó Sango.

-El era un hombre con problemas mentales y atacaba a las personas, ya era malo de por
si por lo que unos demonios se apoderaron de su cuerpo como fue el caso de ese tal
Naraku, ese día el estaba por los alrededores de la aldea y se enteró de que había un
pozo que controlaba el tiempo.- explicaba el espíritu.- así que vino al pozo y como el
tenia algunos poderes sobrenaturales me vio y se apoderó de mi con la intención de
controlar el tiempo.- dijo.

-Ayayay, si que estaba mal de la cabeza el pobre hombre.- dijo Miroku con una mano en
la cara y moviendo la cabeza en actitud de negación.

-Prefiero al maldito engendro de Naraku que este tipo, solo porque el daba mejores
peleas pero por lo demás que se pudra.- dijo Inuyasha.

-Entonces ya cumplimos nuestra misión?.- preguntó Rin.

-Bueno, su objetivo era encontrarme y salvarme así que digamos que si.- contestó el
espíritu del futuro.

-Volvamos al Sengoku.- dijo Sesshomaru.

-Esperen… aun no pueden pasar.- dijo el espíritu (estoy cansada de decir "espíritu", eso
me pasa por no ponerles nombre).
-Y ahora cual es la razón?.- preguntó el hanyou. Al espíritu le daba algo de pena decirlo.

-Pues porque tengo que restaurar mi poder.

-Y cuantos días llevará eso?.- dijo Sango.

-Como una semana.- dijo simpáticamente el espíritu.

-Ok, mientras tanto busquemos al causante de todo esto.- dijo Kagome.

-Hay un problema con eso.- todos miraron al espíritu.- Ese demonio cruzó el pozo y
ahora esta en el Sengoku.

-¿¡QUE?!.- exclamaron todos.

-¿Cómo logró cruzar?.- preguntó Myoga.

-Bueno, el tenia la mayoría de mi poder, por eso creo que logró cruzar.

Luego de oir eso todos salieron de la casucha con la gota anime y fueron a darse una
ducha para sacarse toda la sal y arena que tenían. Miroku quien estaba ilusionado por
sus "futuros hijos" ahora estaba como un cuerpo sin vida… Shippo trataba a Kagome e
Inuyasha mas como sus padres, les tenia mas respeto en especial al inuhanyou. Eri,
Yuka y Ayumi decidieron que tenían que someter a su amiga a un interrogatorio. A
Sango le gustaba la idea de tener hijos pero tenia la mala suerte que su amado monje no
dejara de ser tan pervertido aunque solo lo era con ella en el sentido que ya sabemos y
eso la tranquilizaba…
Capitulo 11 - Empezando Una Nueva Semana Llena De Retos

El domingo se hizo presente; las mujeres se dedicaban a lavar las sabanas y la ropa
mientras los hombres y un niño estaban limpiando el almacén por petición del abuelo,
todo el polvo que había le causó una leve alergia a Miroku. Cuando terminaron sus
labores eran como las 11 a.m. La Sra. Higurashi le dio un poco de medicina a Miroku
para que dejara de estornudar pero el jarabe sabía y olía tan mal que a Sesshomaru e
Inuyasha les dio ganas de vomitar mientras que al que le tocó tomársela se tiró al suelo
haciéndose el moribundo dando algo de humor en el hogar aunque el Daiyoukai en si no
rió pero se le vio una pequeñísima sonrisa que aterró a Jaken pues el pequeño youkai
decía que si su amo sonreía era un mal presagio.

Ya en el almuerzo Inuyasha comía como si el mundo se fuera a acabar después del


almuerzo.

-Inuyasha ten mas modales, un futuro Lord no debe comer así.- le dijo Shippo viendo
como comía el hanyou y como pedía otra porción.

-Feh! Y a mi que me importa esto esta muy rico.- le respondió al kitsune.

-Pues debería amo Inuyasha.- le dijo Myoga señalando a Sesshomaru quien comía con
mucha clase y elegancia.

-Perro tonto!.- dijo Shippo, si no fuera porque Kagome estaba al lado de Inuyasha, este
le hubiera dejado un chichón pero no quería estar enterrado.

-Oye Shippo no deberías insultarlo mira que ya lo reconociste como tu padre adoptivo.-
le recordó Miroku haciendo que Sango y Rin se atragantaran y que Kagome escupiera
algo de jugo que le cayó a Jaken.

-¿Cuándo sucedió eso?.- preguntó Kagome.

-El día que estaban haciendo las compras.- respondió el monje.

-¿Hay algo mas que deba saber que sucedió?.- volvió a preguntar.

-Ah si, tus amigas te vinieron a visitar.- le respondió Inuyasha.

-Humanas ruidosas.- comentó Sesshomaru. Miroku le hizo todo el relato desde que
entraron aplastando al hanyou y tumbándolo de su asiento hasta que Sesshomaru las
echó, también le contó sobre las extrañas reacciones que el trío tenía cuando escuchaban
algo.

-¡¿Les dijeron que vivimos juntos?!.- los chicos asintieron.- Shippo dijo que… Ay no!.-
se llevó las manos a la cabeza.- Ahora ellas creen que Inuyasha y yo….- se sonrojó
como un tomate.- ¡Inuyasha no debiste dejarlas entrar!.- dijo enojada.

-Pero si ellas me atropellaron.- dijo en su defensa.

-Si tienes razón.- se tranquilizó.- Pero será un problema si la escuela se entera.

-No tenemos por que volver ahí.- le dijo Inuyasha.


-Pero tengo que graduarme y… espera… si voy a vivir en un palacio en el Sengoku no
necesito ser profesional.- se dijo a si misma.- Pero iremos esta semana aunque sea para
matar el tiempo.- les dijo.

En la tarde, Miroku, Sango, Kagome e Inuyasha jugaban a las cartas, Shippo y Sota
practicaban un deporte , Rin dibujaba una flor, Jaken intentaba deshacerse de Buyo
mientras que su amo bonito estaba pensando seriamente, hasta tenia los ojos cerrados
pero de vez en cuando abría uno para ver que sucedía a su alrededor.

-Ja! Gane.- exclamó Inuyasha lanzando una carta en la mesa sintiéndose victorioso.

-Vaya Inuyasha, últimamente has estado ganando cada vez que jugamos.- comentó
Miroku barajando las cartas.

-Te estas volviendo mas sabio.- le dijo Kagome dándole un "masaje" en sus orejas
caninas, el hanyou cerró los ojos y movía las cejas satisfactorio.

-A este paso Inuyasha va a querer ganar siempre para que le des unos masajes eh
Kagome.- le dijo Sango haciendo que la pareja se sonrojen y vuelvan a sus puestos.

-Entonces yo voy a ganar para que mi hermosa Sango también me atienda.- dijo Miroku
ilusionado.- Sango me darías un masaje? Prometo no propasarme.- dijo con toda
sinceridad.

-Solo si ganas.- le dijo la exterminadora.- Pero si yo gano, me prepararas algo de comer

-Trato hecho.- a Miroku también le agradaba la idea de prepararle comida a Sango, así
le podría demostrar todo el amor que le tenia haciendo un buen platillo.

-Señor Jaken, mire.- le dijo Rin ayudándole con Buyo, Jaken se sacudía al deshacerse
del gato y estaba de mal humos. Rin le enseñaba su dibujo terminado.- Que tal, verdad
que esta muy lindo?

-Esta horrible.- contestó al verlo, pero no estaba horrible como el youkai rana dijo, solo
estaba de mas humor.

-No diga eso señor Jaken.- le dijo Rin contradiciéndole.- No esta mal, se lo voy a
enseñar al amo Sesshomaru.- dijo dirigiéndose hacia su amo.

-Ya veras que el amo bonito estará de acuerdo conmigo, no tienes talento.- le dijo, Rin
le sacó la lengua. Estaba claro que el Daiyoukai oía toda la conversación entre su
protegida y el renacuajo que tenía como sirviente y no reprendió a este porque como
Rin pediría su opinión así le podía reprender con más gusto.

-Amo Sesshomaru.- le llamó Rin al verlo con los ojos cerrados; los ojos ámbares se
hicieron visibles.- Puede darme su opinión.- le dijo pasándole su dibujo.

-Tienes talento.- Rin sonrió con victoria y Jaken ya sabía lo que le venia.

Sesshomaru se levantó, le entregó el dibujo a Rin y se paró en frente de Jaken. Los


jugadores de cartas habían presenciado todo lo anterior pero se concentraron en su juego
aunque ahora la cosa se ponía interesante.
Jaken sudaba aterrado, ya podía ver la muerte más aterradora que le esperaba.
Sesshomaru tenía unas ganas de matar al youkai rana pero Rin estaba presente por no
hablar del abuelo de la mujer de su hermano, además su protegida le tenia cierto cariño
y también era algo parecido a un juguete con el que se podía entretener cuando se daban
las oportunidades así que por ahora, hoy no seria su funeral. El Daiyoukai agarró a
Jaken por el cuello con su látigo y lo arrastró hacia afuera, por lo menos no se estaba
asfixiando; todos fueron a ver el espectáculo; su amo bonito lo alzó y empezó a girarlo
en el aire, le estaba dando vueltas y el pequeño y verde youkai rana lloraba suplicando
que no lo matara y se estaba mareando (le tengo algo de pena a Jaken pero me da mucha
risa). Sesshomaru se estaba divirtiendo tanto que mostró una sonrisa macabra que asustó
mas a Jaken, los demás reían por o bajo y al mismo tiempo estaban sorprendidos. Jaken
fue liberado de tal tortura cayendo en brazos de Sango con los ojos dándole vueltas,
Sesshomaru volvió a la casa como si nada y se puso a tomar agua.

-Ay Jaken, deberías de tratar mejor a Rin ya que ella tiene mas rango que tu.- le
aconsejó el monje cuando la rana reaccionó.

-¡Que va a tener esa mocosa mas rango que yo!.- al decir eso sintió un escalofrío
recorrerle todo el cuerpo.- To-to-tomaré en cuenta t-tu consejo.- dijo aterrorizado y dejó
de sentir escalofríos.

Al día siguiente, todos empezaron a prepararse para ir a la escuela solo para "matar el
tiempo", Kagome y Sango fueron a preparar avena para el desayuno en lo que Rin
terminaba de arreglarse. Los chicos tenían algunos problemas pues Miroku tenia un
sueño bastante profundo y aunque era temprano ya tenia que levantarse… Shippo,
Inuyasha y Sesshomaru intentaban despertarlo en lo que Sota estaba en el baño…
Miroku cogió a Shippo y empezó a abrazarlo diciendo "Sanguito mi amor" entre otras
palabras. Luego al soltar al kitsune decía "Inuyasha eres todo un suertudo" "que otros
privilegios tienes aparte de masajes" "Sesshomaru te daré consejos para con las
mujeres"… los mencionados por el monje durmiente se enojaron y le dejaron unos
chichones haciendo que el monje se callara y se callera de la cama empezando a
reaccionar.

Cuando todos estaban preparados y desayunaron fueron a clases pero al llegar a la


preparatoria vieron al trío de ruidosas hablando entre ellas como planeando algo y
cuando vieron a Kagome con el resto del grupo (sin Shippo claro) se asustaron y se
fueron a su salón, ninguno entendía que le pasaba a esas chicas. Hoyo aun seguía siendo
amigo de Kagome aunque al hanyou le molestaba todo acercamiento que tuvo con la
sacerdotisa antes de que el timbre sonara. En el salón cada uno tomó sus puestos y
vieron como Hayate, Kazumi, Itsuki y Takara los miraban como con un propósito en
mente.

En el receso ciertos 4 compañeros les hicieron una "breve" visita a los que miraban en el
salón… Kazumi y Takara se unieron sin ser invitadas a la conversación de Rin, Kagome
y Sango mientras que Itsuki y Hayate "retaban" a Miroku, Inuyasha y Sesshomaru, pero
el reto iba principalmente a los dos primeros y este consistía en "quien se queda con
quien", eso mismo hacían las otras dos chicas pero ninguno de los 4 se explicaba bien
solo dijeron "les tenemos unos retos que consisten en quien se queda con quien" y se
despidieron del grupo que quedó confundido ante tales palabras.

Al salir de la escuela y saborear la comida no le dieron mucha mente a lo sucedido con


los antes salvados por ellos. Kagome le daba clases de arquería a Rin porque la última
se lo pidió. Sango y Miroku estaban en el pozo hablando con el espíritu del futuro.
Shippo le hacia unas bromas a los hermanos perrunos provocando furia entre los dos
pero la vida del kitsune fue perdonada a su modo. Ya pasadas unas horas, todos
descansaban viendo una película en la sala pero alguien tocaba la puerta de la casa de
Kagome y esta fue a ver quien era pero al abrir la puerta no había nadie…

-Hermana vi a tus amigas salir corriendo de aquí.- le dijo Sota bajando las escaleras.

-Que le pasaran a esas tres.- se preguntó Kagome.- Desde esta mañana están raras.

-Seguro es por todo lo que se enteraron.- le respondió Sango.- Creo que tendrás que
darles unas explicaciones.

-No es mejor que se enteren de toda la realidad de este asunto y ya.- sugirió Inuyasha…

El lunes en la tarde Eri, Yuka y Ayumi fueron a la casa de Kagome a pedir


explicaciones pero cuando Kagome las iba a recibir estas se fueron por los nervios que
las invadían. La sacerdotisa tomaba en cuenta la sugerencia de Inuyasha a pesar de que
no le apetecía mucho esa idea…

-No es mejor que se enteren de toda la realidad de este asunto.- sugirió Inuyasha.

-Pero ¿y si no me creen?.- dijo Kagome.

-¿Por qué no lo harían?.- preguntó Sesshomaru sin darle importancia al asunto.

-Oh por favor, en mi época nadie tiene conocimiento de que los youkais existen o
existieron.- dijo con un poco de desesperación.- Y dudo que se les digo "viajé en el
tiempo 500 años atrás cuando existían los demonios y ahora estoy viviendo con ellos".-
esta vez lo dijo algo burlona lo que provocó una leve risa entre todos.

-Creo que entiendo lo que dices Kagome.- le dijo Rin.- Si yo fuera una de ellas y tu me
dices algo así te tomaría como loca.- se rio un poco.- Pero si me lo dijeras seriamente te
creería.

-Rin tiene razón, si les dices la verdad tal vez dejen de entrometerse con nosotros.- dijo
Sango pues Kagome le había dicho tiempo atrás que sus amigas "vivían de su vida".

-Y si no te creen, problema de ellas.- le dijo Inuyasha.

-Tienen razón, nunca pensé que ellas fueran tan descabelladas.- se echó a reír.

Kagome decidió que si ellas insistían en tener una explicación, pues la tendrían, siempre
y cuando no se vayan como lo habían hecho hace rato.

Martes, en la escuela era la hora de educación física, el profesor tuvo una emergencia y
no le dio tiempo localizar a un sustituto por lo que se puede decir que los estudiantes del
salón 4-B tenían tiempo libre en el patio, esa era la clase en la que se encontraban
Inuyasha, Kagome, Sango, Miroku, Sesshomaru y Rin; y también Kazumi, Takara,
Itsuki y Hayate sin mencionar los demás estudiantes.
Ya en la cancha, el grupo estaba separado y los retadores aprovecharon ese momento
para separarse también…

-Hoy es el día del reto.- comunicó Hayate a Inuyasha y Miroku.

-Ustedes ni siquiera se explicaron.- dijo Miroku.

-Oh es cierto, les explico.- dijo Itsuki.- Ustedes tienen interés en las chicas que nos
interesan, así que el que gane los retos será el que tenga el camino libre mientras que los
perdedores se rendirán.- explicó

-Amigo, es que acaso ellos no saben que ellas son nuestras parejas?.- le murmuró
Miroku a Inuyasha.

-Parece que no, pero vamos a divertirnos un poco que dices?.- le dijo también
murmurando.

-Bien, díganos cuales son los retos.- dijo Miroku.

-A las chicas les gustan los chicos atléticos, así que primero haremos una carrera de
velocidad.- Inuyasha pensaba que ya se la tenia ganada y Miroku sabia que era rápido
así que pensaba igual. Itsuki explicaba la distancia.- Luego esta el reto para el mas
galán, tendrán que buscar una flor y entregársela diciéndole palabras bonitas.- en esto
ultimo Inuyasha decayó un poco, las palabras no eran su fuerte pero eso al monje le
salía muy bien.- Y el ultimo para el mas valiente, en la escuela hay muchos panales de
abejas, así que cada uno de nosotros tendrá que tumbar uno solo.

-Haremos esto los 4 al mismo tiempo pero cada uno tendrá su contrincante: Itsuki y
Miroku, Inuyasha y yo.- dijo Hayate.

Dieron comienzo al primer reto: la carrera. Itsuki y Hayate estaban muy confiados
porque tiempo atrás ganaron trofeos de atletismo y además habían entrenado mucho.
Miroku llevaba la delantera muy a la ligera como si nada estuviera pasando mientras
que Itsuki hacia sus mayores esfuerzos en alcanzarle y no podía; Inuyasha estaba atrás a
propósito y Hayate se sentía triunfante al tener la delantera pero su contrincante aceleró
el paso pasándole de largo con gesto burlón y diciéndole adiós con la mano.

Segundo reto: flores y palabras bonitas. Miroku guió a Inuyasha sigilosamente a un


laboratorio que había en la escuela, de ahí Miroku tomó una rosa lila e Inuyasha una
blanca con los bordes rojos, en ese lugar vieron un cerebro, un esqueleto y algunos
animales. Pero Hayate e Itsuki apenas lograron conseguir unas margaritas en el jardín y
recibieron unas cuantas picadas de hormigas. Miroku fue el primero en llevarle su flor a
Sango e Inuyasha a Kagome por los dos haber ganado el reto anterior.

Las chicas estaban con Kazumi y Takara quienes también les explicaban sus retos:

-Ustedes son un inconveniente para nuestros propósitos.- dijo Kazumi a Rin y a


Kagome.- Así que hoy se decidirá quien se apartará.

-Kazumi y tú lucharan por Inuyasha.- le dijo Takara a Kagome.- Pero ella y yo por
Sesshomaru.- señaló a Rin.
-¿Acaso ustedes no saben que Rin no tiene nada que ver en esto y que Inuyasha ya….-
Sango interrumpió a Kagome susurrándole.

-Kagome haz el reto, de todos modos ya ganaste, además me da la impresión de que hay
algo detrás de todo esto.- le susurró Sango y Kagome asintió. Sango también le dijo
algo a Rin haciendo que aceptara.

-Entonces ¿Qué es lo que hay que hacer?.- preguntó Rin.

-Kagome y yo tenemos que lograr que Inuyasha haga algo por nosotras.- explicaba
Kazumi.- Y como a Sesshomaru se le nota que no le gusta que lo toquen, Rin y Takara
tendrán que tener algún contacto con el.

-Eso es todo?.- preguntó Kagome pensando que estaba muy fácil, las dos chicas
asintieron.

-Se acercan Miroku e Inuyasha.- avisó Rin al verlos.

-Una linda flor para una bella dama.- le dijo Miroku a Sango dándole la flor.

-Gracias, nunca había visto rosas de este color, esta muy linda.- le dijo Sango contenta.

-Pero no es más linda que tú.- le alagó el monje haciendo que la exterminadora se
sonrojara levemente.

-Kagome tengo algo para ti.- le dijo Inuyasha ocultando algo en su espalda.

-¡Enserio! ¿Qué es? Dime!.- exclamó entusiasmada intentando ver que es lo que
ocultaba el hanyou.

-Cierra los ojos.- Kagome los cerró. Inuyasha tomando una de sus manos le puso la rosa
y la chica abrió los ojos instantáneamente.

-Aw que lindo de tu parte Inuyasha.- dijo muy feliz. El hanyou estaba orgulloso porque
aunque no dijo nada "cursi" como su amigo monje, las acciones valen más que mil
palabras.

-Ay! Se me cayó mi pañuelo.- dijo Kazumi interrumpiendo, pues ella tenia que
aprovechar la oportunidad y ganar el reto.- Y no me puedo agachar, me duele la
espalda.- Se puso una mano en la espalda e hizo un gesto fingido de dolor. Inuyasha no
entendía que es lo que ella quería. Kagome solo pensaba en la tonta idea que se le
ocurrió a su contrincante, ahí Kagome pensó en algo.

-Tengo calor.- dijo recogiendo su cabello con una mano.- No traje mi moño.- se revisó
los bolsillos.- Ahora que hago, mi cabello me hace sudar.- instintivamente Inuyasha la
ayudó tomando la rosa y le recogió el cabello con ayuda de la flor solucionando su
"problema".- ¡Gracias!.- Kazumi estaba que ardía porque perdió el reto.

Hayate e Itsuki decidieron que ya era su turno así que se dirigieron a las chicas. Miroku
estaba todavía diciendo sus cursilerías y cuando vio a los que se acercaban decidió
acabas con esa "farsa" además no quería molestar a unas abejas, esos insectos le traían
malos recuerdos. Así que cuando los dos chicos se acercaron lo suficiente, el monje
besó a su novia el cual fue correspondido llamando la atención de los demás estudiantes
causando otro chisme.
-Oye aun falta un reto ¡Y eso no estaba en las reglas!.- dijo Itsuki cuando Miroku y
Sango rompieron el beso.

-Yo puedo hacer esto cuando quiera porque Sango es mi novia.- dijo en su defensa.-
Además Kagome es la novia de mi amigo aquí presente y solo nos divertíamos con
ustedes.

-Así que nuestro plan falló.- comentó Hayate.- Pero aun nos queda Takara.

La mencionada y rin hace rato que estaban buscando a su objetivo, a Sesshomaru (por
cierto donde estará?) lo encontraron parado recostado en uno de los muros de la escuela,
estaba pensativo (¿Qué tanto estará pensando?). Takara le dijo a Rin que iría primero y
la última aceptó… Takara se dirigía hacia Sesshomaru, este sintió su presencia pero no
le hizo el minino caso, la chica fingió tropezar para caer encima de su objetivo y ahí el
Daiyoukai reaccionó al ver que iban para encima de el y lo impidió poniendo su mano
en el hombro de Takara, esta se reincorporo molesta ya que no logró su cometido. Rin
se acerco hacia ellos, ya era su turno, así que le dijo a Sesshomaru…

-Amo Sesshomaru ¿puedo arreglar su cabello?.- preguntó y solo escuchó un "Haz lo que
quieras" además, anteriormente ya le había dado permiso. Rin le hizo una trenza "cola
de pescado" y estaba feliz de poder tocar tal suavidad de ese cabello plateado y
brillante; así ganó el reto…

Se juntaron con los demás. Takara tenia un rostro molesto mientras Rin alagaba lo bien
que se le veía la trenza a su amo.

-¿¡Que!? Tu también perdiste.- exclamó Hayate.- definitivamente el plan falló.

-¿Qué plan?.- preguntó Sango.

-El plan de recuperar nuestra fama, la que ustedes nos quitaron, si lográbamos
derrotarlos o salir con ustedes la recuperaríamos.- explicó Takara.

-Con que ese era el gato encerrado.- dijo Inuyasha.- Ustedes pueden llegar a ser tan
tontos, todo esto por fama ¡Feh!.- comentó.

Luego de todo lo que pasó en educación física, en las demás clases no hubo problemas
pues los "derrotados" no se volvieron a meter con ellos. En casa, en la tarde, Eri, Yuka y
Ayumi volvieron a visitar a su amiga pero esta vez no huyeron…

-Hola Kagome.- saludaron las tres.

-Hola chicas, ya se a que vienen, vamos a mi cuarto.- les dijo, el trío asintió. Ya en la
recamara y con los demás en la sala…

-Kagome ¿¡como es que ellos viven contigo y que tienes un hijo?!.- preguntó Eri.
Kagome empezó a explicar como lo había pensado con ayuda de Rin, ser seria y
decirles la verdad, les contó desde sus "enfermedades y ausencias al colegio" hasta "sus
amigos, la época antigua y especialmente sobre Shippo" solo les dijo lo mas importante
porque si contaba todo no terminaba…

-Eh… ¿esto es verdad?.- le preguntó dudosa Yuka al que su amiga asintió seria.- Bien
entonces queremos pruebas
-¿Pruebas?.- dijo, el trío asintió y Kagome no tuvo mas opción que buscar a Myoga y
Jaken como prueba. Jaken solo refunfuñaba y Myoga se hacia el sabio ante las chicas
que estaba sorprendidas. Cuando los dos youkais se fueron el trío creyó mas o menos a
su amiga quien les exigía guardar el secreto.

-No te preocupes Kagome, nadie mas se enterará ni siquiera nuestras sombras.- le dijo
Ayumi.

Cuando las chicas se iban vieron a Inuyasha sin la boina saliendo de la cocina y se
lanzaron a acariciar sus orejas pero cuando Sesshomaru oyó todo el escándalo que
atormentaba a sus finos oídos, las echó como la otra vez dejando al pobre Inuyasha
aturdido provocando risas entre los habitantes del templo…
Capitulo 12 - ¿Sera Proteccion O Simplemente... Celos? -
Aceptando Las Emociones
Ya era media semana, miércoles. En la escuela Inuyasha con sus celos por Hoyo pero
hoy estaba algo distraído, habían momentos en que se detenía y se mantenía mirando el
cielo, como esperando algún suceso y eso preocupa a Kagome pues casi no prestaba
atención a lo que sucedía. Otro que estaba ido era Sesshomaru aunque prestaba una
suprema atención a "algunas cosas" como sus reacciones al acercamiento de Masaru con
Rin.

Hoy había sido el colmo para el Daiyoukai, cuando llegaron a la escuela Hoyo y Masaru
los saludaron, el primero se entretuvo con Kagome e Inuyasha pero el otro hablaba con
su protegida y le regaló una flor, el monje hacía de la suyas con su novia y Sesshomaru
estaba ahí, parado, como si no existiera pero Takara le saludó desde su grupo y este se
molestó, esa chica no le agradaba, preferiría hablar con su estúpido medio hermano a ser
el centro de atención de Takara y eso deja mucho que decir.

En el receso, esta vez Masaru le llevó chocolates a Rin, su protector, que estaba en el
tronco de un árbol "hablando" con la pulga Myoga al ver tal acto enterró sus garras en la
tierra controlando sus impulsos, pero que impulsos? La respuesta para el era
simplemente protección para Rin, veía a ese chico como una amenaza, como si fuera
otro youkai que iba a herirla, según el. Se había pasado el día anterior pensando en todo
lo que le sucedía y sentía cuando su protegida era el centro de atención entre los
jóvenes, su respuesta fue como la anterior, protección, no encontraba otra palabra que
definiera eso.

Al salir, Inuyasha y Miroku iban delante, Sango con Kirara, Kagome y Rin en el centro
y el Daiyoukai con Myoga detrás; Masaru era persistente, hasta los seguía de camino a
casa, pero hablando con Rin obviamente. Inuyasha seguía "extraño" aunque tenia
platicas con Miroku pero una acción le llamó la atención. Cuando Rin y el muchacho
dejaron de hablar, Sesshomaru lo haló "cuidadosamente" para que "nadie" sospechara, y
le hizo una pregunta…

-¿Qué te traes con ella?.- le preguntó en voz baja pero con su tono indiferente. Myoga
no estaba con el sino en la cabeza del monje.

-Con Rin?.- dijo, pero Sesshomaru ni contestó, así que Masaru lo tomó como un si.-
Pues, es algo vergonzoso pero ya que preguntaste, ella me gusta.- contestó, el
interrogante alzó una ceja e Inuyasha prestaba atención.- Pero no entiendo porque me
preguntaste.

-Hm… tu repentino acercamiento no me agrada.- dijo

-Y eso por que?.- preguntó extrañado.- No es como si ella te interesara o me equivoco?

-'¡Que si qué!'.- pensó el Daiyoukai echo un mar de confusión pero no lo mostró en su


rostro.- Te equivocas, solo la protejo de que alguien como tu le haga daño 'Rin no me
interesa, al menos no en ese sentido o eso creo, espera ¿¡estoy dudando de mi mismo?!.-
pensó irritado y eso Inuyasha lo pudo sentir por su olfato.

-Ya veo, así que la proteges, pero quien eres tu para protegerla? Yo no le pienso hacer
daño, todo lo contrario.- dijo Masaru, claro que su conversación era en voz baja.
-Eso no tengo porqué contestártelo.- le dijo molesto.- '¡¿Qué quien soy yo?! ¿¡Que
quien… soy… yo!?.- se preguntaba mentalmente cuando Masaru tomó el rumbo hacia
su casa despidiéndose de Sesshomaru, este su quedó pensándolo mas a fondo.- 'Yo le
salvé la vida, la traje de la muerte, ella siempre me acompañó pero no se lo exigí, fue su
decisión hasta que la deje en la aldea pero algún día tendrá que rehacer su vida, ella es
humana después de todo. Pero no me hago a ese hecho… ¡¿Qué rayos?! Demonios, es
frustrante ¿¡Yo, el poderoso Sesshomaru, futuro Lord, estoy frustrado por ese hecho?!
¡Qué diablos me pasa?.- pensó llevándose una mano a la cara.

-'Mis sentidos me engañan o hace un rato Sesshomaru estaba celoso, no, debe ser una
broma, pero no creo estar equivocado, yo conozco eso mejor que nadie'.- pensaba
Inuyasha sin prestarle atención a Miroku.

-Tierra a Inuyasha, tierra a Inuyasha.- le dijo Miroku sacándolo de sus pensamientos.

-Ah… Miroku ¿Qué decías?.- dijo el hanyou llegando por fin a casa.

En la tarde, Inuyasha estaba fuera de la casa sentado viendo el entrenamiento que


Kagome le daba a Rin con el arco y las flechas, la chica aprendía rápido… Pero todavía
el hanyou seguía ido mirando el cielo, pero una conversación entre Kagome y Rin le
llamó la atención, otra vez se dispuso a escuchar todo como si fuera una "vieja
chismosa" por suerte tenia unos agudos sentidos…

-Oye Rin, parece que a Masaru le gustas mucho.- le dijo Kagome ayudándole con el
agarre del arco.

-Tu crees?.- comentó lanzando una flecha a una diana que Sango le hizo y Kagome
asintió.- Pero, a mi el no me gusta en absoluto.

-Oh, y ¿Cómo lo consideras?.- le preguntó ya interesada en el tema.

-El es prácticamente un desconocido para mi, somos amigos pero no sé mucho de el.-
contestó.- ¡Le di, le di, viste Kagome! ¡Por fin le di, aunque no en el centro pero no
importa!.- exclamó muy emocionada al disparar otra flecha.- Aunque si lo pienso bien,
el me atrae, bueno, digamos que me gusta un poco, es muy amable.

Kagome vio como Inuyasha volvía a la casa, le preocupaba verlo tan raro, le preguntaría
luego que le sucede. El hanyou tenía nueva información, entró a la casa y vio a Miroku
y a Sango ayudando a Sota con una tarea y a Shippo ayudando a la Sra. Higurashi a
quien ya tenia la costumbre de decirle abuela pero su objetivo era otro; encontrar a
Sesshomaru.

Lo encontró en la habitación leyendo un libro, el Daiyoukai quería mantener su mente


ocupada para no pensar en lo sucedido anteriormente. Como estaban solos en la
habitación, Inuyasha decidió que era el lugar perfecto para discutir ese tema con su
medio hermano, cerró la puerta y se sentó en una silla al lado de la cama de Sota donde
Sesshomaru estaba leyendo.

-¿Qué quieres?.- preguntó el mayor cerrando el libro.

-Nada, solo quería saber una cosa.- respondió el menor y Sesshomaru hizo un gesto
indicándole que continuara, de todos modos, no tenia nada mas que hacer.- ¿Qué fue
todo eso de antes?.- se atrevió a preguntar.
-Con que escuchaste todo.- dijo. Inuyasha forzó su mirada como exigiendo una
respuesta.- Solo le hacia una advertencia indirecta, ¿algún problema?.- preguntó irónico.

-No, ni uno.- contestó recostando su espalda en el espaldar de la silla y cruzando sus


brazos.- Pero veo que no sabes que no solo lo haces por "protección".- hizo comillas
con sus dedos.- Si no por… ¿Quieres saber?

-¿Qué quieres decir?.- preguntó Sesshomaru extrañado.- Yo solo la protejo, no hay otra
razón.- quiso aclarar.

-Ay, eres mas testarudo de lo que pensé.- dijo por lo bajo como un suspiro pero como
quiera el oyente lo escuchó. Inuyasha se levantó de la silla, caminó por el cuarto y le dio
la cara a Sesshomaru diciéndole irritado.- ¿¡Que no te das cuenta?! ¡Estas celoso! Por
amor de Kami, celoso, entiéndelo.- el Daiyoukai abrió levemente los ojos, el savia el
significado de esa palabra y no podía creer, no lo aceptaría…

-¿¡Que estas diciendo?!.- se puso de pie, también dándole la cara.- Yo no estoy celoso.-
se cruzó de brazos.- ¿¡Que argumentos tienes para decir eso?!

-Ja, muy simple, esta mañana enterraste tus garras, te molesta cuando ves a ese chico
cerca de Rin, te hierve la sangre cuando otros la miran "diferente".- le dijo como
respuesta dando vueltas a su alrededor, se sentía superior en ese momento.- Es como
cuando Koga se acercaba a Kagome diciendo que ella era su mujer, ese lobo sarnoso.-
apretó los puños a tales recuerdos.- Y también es parecido a cuando el tarado de ese
Hoyo….- decía pero fue interrumpido.

-Hm… ¿A dónde quieres llegar?.- frunció el ceño analizando lo que Inuyasha acababa
de decir.- Insinúas que….- también fue interrumpido.

-Eso mismo; hasta que por fin lo entiendes.- Sesshomaru tenia ganas de matarlo.-
Bueno, te dejo para que lo pienses.- Salió de la habitación dejándolo solo con sus
pensamientos.

El Daiyoukai tenia su mente en blanco, como una hoja de papel sin escribir; al rato de
Inuyasha salir, decidió ir a tomar aire y analizar todo. Al cerrar la puerta se quedó
paralizado pensando…

-'No puede ser verdad, eso es imposible' 'imposible para quien? Para ti?'.- al final habló
la conciencia.- 'Así te explicarías porque no dejabas de mirarla'.- seguía diciendo la
conciencia pero intervino el orgullo.- 'Mira que seguir los pasos de tu padre, eres tan
parecido a el'.- se burlaba, luego la conciencia y el orgullo "hablaban" en su mente al
mismo tiempo alterando a Sesshomaru.- 'SILENCIO!'.- y así su mente volvió a
calmarse.

-Amo Sesshomaru!.- Rin se le acercó.- Mire los chocolates que me envió Masaru.- se lo
enseñó y el Daiyoukai tenia deseos de destrozarlos pero eran de Rin y no los tocaría.-
Quiere un poco?.- le ofreció un pedazo y ya el no podía negarse pero lo mordía con
furia, como si ese chocolate fuera el mismo Masaru.

-¿Por qué será que te regala tantas cosas?.- le preguntó queriendo saber que pensaba
ella.
-Pues Kagome dice que es porque le gusto.- eso el ya lo sabia y apretó la mandíbula, no
necesitaba que se lo recordaran.- Y no se, creo que el me gusta pero no como pareja, no
lo conozco mucho pero es muy amable, ni yo misma lo entiendo.- pensó en voz alta
mirando el techo, Sesshomaru frunció el ceño muy molesto y ¿dolido?, eso fue como si
el mas filoso cuchillo le atravesara el corazón (soy una loca romántica).

-'Genial, a ella le gusta aunque no como pareja ¡Pero le gusta!.- pensaba irritado
intentando no mostrarlo.- Maldito Inuyasha, debiste quedarte callado, celos ja si como
no, Ahh malditos todos pero principalmente el imbécil de Masaru, quiero matarlo.- no
aceptaba estar celoso hasta….- ¿¡Que?! Estos son celos, maldición, solo son sandeces
que dijo ese inútil de Inuyasha, no estoy celoso o si? ¡MALDITOS CELOS!
¡MALDITOS SENTIMIENTOS!.- y se marchó sin que Rin se diera cuenta.

-¿Qué opina amo?.- Rin pedía su opinión se que sabe que cosa pero Sesshomaru no
estaba ahí.- ¿Cuándo se fue? Y me deja hablando sola.- dijo un poco molesta.- 'Será que
dije algo que no debía? De ser así que seria? ¿Por qué me preocupo tanto? De seguro
fue a hacer algo, pero siento la necesidad de saber por que se fue así, ¿Qué será?'.-
pensaba mientras iba a hablar con Sango de otras cosas…

-Ya casi era de noche, Kagome le iba a preguntar a Inuyasha que por que estaba tan
distraído todo el día, el no era así, ni siquiera discutió con Shippo por los comentarios
de este, solo podía haber dos razones: o estaba madurando o le pasaba algo, optó por la
segunda opción…

-Inuyasha… podemos hablar?.- le dio al verlo en las ramas del árbol sagrado de su
época. El hanyou se bajó prestándole su atención.- Hoy has estado muy raro ¿Qué te
pasa?

-No es nada no te preocupes.- dijo mirando el cielo, ya pronto saldrían las estrellas.

-Si me preocupo, vamos dime, sabes que puedes confiar en mi.- le dijo, luego un
resplandor surgió del hanyou y al este disiparse se pudo apreciar a un Inuyasha de pelo
negro, sin garras, ojos oscuros y sin colmillos.

-Es por esto.- dijo.- Hoy hay luna nueva; soy inútil en estas condiciones, si algo
sucediera, solo puedo usar la fuerza bruta, ni siquiera tengo mis poderes y no puedo usar
a Tessaiga.

-Inuyasha ¿¡Por que no me lo acordaste?!.- exigió saber haciendo que el chico se


asustara un poco.- Nada malo va a suceder así que volvamos adentro que los demás
están abajo.- y el ahora humano cayó al suelo quejándose y Kagome se disculpaba de
todas maneras posibles.

Cuando la familia vio la forma humana del hanyou se sorprendieron pero Miroku
explicó el porque.- Después de esa tarde, en la noche los hermanos no cruzaron palabra
alguna. El jueves, todo normal, pero parecía que Takara no entendía que perdió, pues
buscaba cualquier momento para estar cerca de Sesshomaru, molestando bastante a Rin
que hasta hubo un momento en que se volvió posesiva pero cuando se dio cuenta de eso,
sentía una gran vergüenza en hizo como si nada pasó. A Sesshomaru todavía le
fastidiaba Masaru, era persistente, pero no hizo nada, se negaba a las palabras dichas y
no dichas por su medio hermano mientras que Rin no entendía por que se sentía así,
Kagome y Sango notaron esto en la joven y luego le aclararían todas sus dudas.
Ese jueves fue un día extraño, bueno, el día no era el raro, sino el Daiyoukai, desde que
Inuyasha lo hizo entender ciertas cosas, el día anterior no había dicho una palabra y lo
mas raro fue que en la mañana cuando todos se iban a alistar para la escuela él estaba
acostado en un futon cubierto de pies a cabeza, apenas se le veía un mechón de cabello
y eso que Sesshomaru siempre era el primero en levantarse y prepararse.

Flashback.

-Hey Sesshomaru, ya despierta.- dijo Miroku pero él no estaba dormido, no durmió toda
la noche atormentado por primera vez desde que tiene memoria.

-A ver no me digas que te enfermaste.- dijo Inuyasha. En la habitación solo estaban


Miroku, Inuyasha y Sesshomaru.- Ah ya veo, sigues frustrado por lo que dije, pero es la
verdad, así que asúmelo!.- dijo saliendo de la habitación sacando consigo al monje que
no entendía nada.

-'¿¡Que demonios estoy haciendo?!.- pensó el Daiyoukai sentándose.- 'Por primera vez
ese imbécil que tengo como hermano tiene razón'.- se levantó.-'¿Enserio me he
enamorado de Rin, tanto que hasta celoso me he puesto?.- se preguntó y entro al baño
recordando todo lo sucedido entorno a él y a su protegida, luego suspiró.- 'Al final
tendré que aceptarlo'.- iba a salir ya listo de la habitación.

Cuando iba a salir, Rin preocupada fue a la habitación de Sota y justo cuando iba a tocar
la puerta vio a Sesshomaru abrirla y ambos se sorprendieron. Luego de miradas y de un
desayuno fueron a la escuela.

Fin flashback.

Ese día siguió siendo extraño pues cuando Inuyasha de curioso le preguntó al Daiyoukai
arriesgando su vida que "que iba a hacer" solo tuvo como respuesta un "nada" y un
puñetazo que dejó a los demás interrogantes pero el hanyou no abriría su boca por ahora
si quería conservar su vida.

Hasta se vio una nueva faceta de Rin, en un cambio de hora hablaba con su señor sobre
el entrenamiento y Takara interrumpió grosera como ella era y eso molestó a Rin
volviéndola posesiva a su manera.

Flashback.

-Hola Sesshomaru, te ves bien hoy.- dijo Takara interrumpiendo.- Ah y hola a ti


también.- le dijo despectivamente a Rin.

-Aquí hay una conversación o acaso no te diste cuenta.- dijo Rin enojada, algo nunca
visto por parte de ella y solamente Sango y Kagome observaban la situación (bueno, en
si no era una conversación pues la única que hablaba era Rin xD).- Ya perdiste así que
¿que te traes?.

-Ay niña yo no me hago a la idea de perder, solo tuviste suerte.- le susurró al oído a
Rin.- Así que por que no vuelves a tu silla.- dijo en su voz normal mirando al Daiyoukai
verificando si le apoyaba.

-Vete.- dijo el peli plateado. Rin se sorprendió dolida y Takara estaba feliz pero esa
alegría se le vino abajo cuando Rin disponía a volver a su asiento.- Rin tu no, ella si.- y
la protegida se alegró y la otra no tuvo mas remedio que irse ya aceptando la derrota.
Fin flashback.

Con Masaru no sucedió nada pues no asistió a clases (ahora volvemos al presente). En
la tarde, Sango le daba entrenamiento cuerpo a cuerpo a Rin, lo hacia muy bien pero la
mente de la chica no estaba ahí, su cuerpo si pero la mente no, su mente estaba
analizando sucesos y recordaba las historias de Sango y Kagome sobre ellas antes de ser
parejas de Miroku e Inuyasha, le habían todo con respecto a los celos y a como se
dieron cuenta de que estaban enamoradas. Ahí Rin cayó en cuenta de algo, se dio cuenta
de lo que sentía paralizándose sin continuar con el entrenamiento preocupando a
Sango…

-'Por Kami; ¿Y ahora es que me doy cuenta?! Pero que voy a hacer?.- pensaba sin oír
las preguntas de Sango.- 'Yo estoy enamorada'.- pensó alegre pues había oído que es
algo maravilloso.- 'Pero… del amo… Sesshomaru, y… el no siente lo mismo' Ahora
que hago?!.- lo ultimo lo dijo en voz alta sorprendiendo a Sango quien iba a preguntar
pero Rin no estaba para dar respuestas por lo que se disculpó y fue a la habitación a
reflexionar…

Inuyasha y Miroku estaban en la habitación, el hanyou olfateó el aire por si el


Daiyoukai estaba cerca y según su nariz todo estaba "despejado" para contestar una
pregunta de su amigo monje. Inuyasha se dispuso a contarle todo lo sucedido con
Sesshomaru y la reacción del monje fue seria pero obviamente sorprendido.

Mientras, Kagome y Sango fueron a ver que sucedía y Rin necesitaba en ese momento a
alguien con quien hablar.

-Rin ¿Qué sucede? ¿te sientes mal? Puedes decirnos somos tus amigas.- le dijo Kagome
preocupada.

-Dinos, estamos en confianza.- dijo Sango animándola. Rin estaba muy nerviosa pero se
armó de valor y…

-¿Qué debe hacer una persona que se enamora de alguien que no le corresponde?.-
preguntó seria y las chicas se sorprendieron por la pregunta asi de golpe.

-Pues creo que esa persona debería de velar por la felicidad de ese alguien.- contestó
Kagome por experiencia aun sin entender cual era el motivo de la pregunta.

-Pero primero ¿ese alguien es consciente de los sentimientos de esa persona?.- preguntó
Sango y Rin negó.- Para saber si de verdad no le corresponde debería de decírselo.- dijo
y a Rin le dio pánico al imaginarlo soltando un gritito mudo.

-Rin, esto es por ti o me equivoco?.- dijo Kagome sorprendiendo a la chica como


afirmando la pregunta.- Entonces ¿puedes decirnos de quien te enamoraste?.- le
preguntó dándole confianza pero no contaba con que Inuyasha estaba pegado a la pared
de la otra habitación escuchando todo e informando al monje.

-delamosesshomaru.- dijo muy bajito.

-¿Quién?.- preguntó Sango al no entender, Rin tragó saliva.

-Del… a-am-amo Sessho-Sesshomaru.- logró decir y las otras casi se caen muertas al
igual que el hanyou y Miroku. Las chicas entendiendo la preocupación de Rin, le
levantaron los ánimos para que se lo dijera cuando estuviera lista pero Inuyasha y
Miroku estaban desconcertados ¿¡Los dos se aman y se están atormentando?! (Inuyasha,
te pasó lo mismo con Kagome -_-), pero a este ritmo Rin será la que de el primer paso,
ya de ahí eso solo le concierne a ellos dos.

Viernes, por lo menos este fue un día más normal, los chicos no tocaron el tema de los
"nuevos enamorados" en la mañana pues los dos estaban presentes. Takara no volvió a
molestar desde el día anterior. En el receso Masaru habló con Rin en privado
declarándosele pero ella lo rechazó comprendiéndolo y sintiéndose dolida porque ¿y si
le pasaba lo mismo o peor? Aun no se sentía lista para decirle sus sentimientos a la
persona que la trajo de la muerte dándole dos oportunidades de vivir. Inuyasha estaba
más que feliz porque ya faltaba poco para volver al Sengoku y ni hablar de Miroku;
Kagome y Sango solo pensaban que ellos podían ser raros a veces.

En la tarde, todos estaban en la sala, cada quien en lo suyo pero en el mismo lugar.
Shippo pensaba algo muy seriamente mientras comía un dulce pero una petición del
Kitsune puso a todos "de cabeza".

-Kagome, Inuyasha.- les llamó.- Yo quiero un hermanito.- esa petición hizo que todos
miraran a estos tres sorprendidos. Kagome e Inuyasha no sabia que decir ni que pensar
¿¡hijos?!

-¿Por qué nos pides eso Shippo?.- preguntó Kagome nerviosa

-Porque cuando salí de la escuela unos compañeros iban con sus hermanos y yo quiero
uno o una.- respondió e Inuyasha miro a Kagome quien suplicaba por ayuda.

-Etto Shippo.- el hanyou no sabia que decir mas con todos mirándolos era mas difícil.-
Algún día los tendrás pues ahora no se puede.- el niño se puso interrogante queriendo
respuesta poniendo a Inuyasha nervioso.- Eso conlleva a una… situaciones que… Ahh
no tienes por que saber eso ahora.- dijo como ultimo recurso.

-Además mi cuerpo no esta listo para un embarazo.- le dijo Kagome intentando


satisfacer la curiosidad del niño.

-Se equivoca en eso señorita Kagome.- intervino Myoga.- No logré decir el otro día que
probé su sangre que al estar ya marcada su cuerpo se ha fortalecido y madurado para
poder llevar un niño con sangre demoniaca.- y la pulga tuvo que dañar todo.

-'Gracias Myoga'.- pensaron Inuyasha y Kagome fulminándolo con la mirada pero


Miroku fue a "salvarlos".

-Oye Shippo y un primito no te gustaría?.- le dijo el monje y el Kitsune asintió


olvidándose de lo dicho por la pula. Sango entendió lo que quería hacer su amado por lo
que esta vez no lo castigó y suavizaron el ambiente hasta que el niño puso eso como
tema para todos.

-Y tu, no tendrás hijos como futuros herederos?.- le preguntó Shippo al Daiyoukai, este
al pensar en eso, sin querer, imaginó a un niño de unos 3 años agarrando las manos de el
y ¿¡de Rin?! Ahí reaccionó sacando eso de su mente y asesinando al kitsune con la
mirada. Sango previniendo una "desgracia" dijo:

-Shippo, antes el tendría que tener pareja.- dijo.


-Oh bien, y tu Rin?.- dijo Shippo mirándola.

-Eh yo… no lo se, no lo había pensado, pero como dijo Sango yo también tendría que
tener pareja.- le contestó y una imagen se le vino a la cabeza: ella cargaba a un bebé con
orejitas grises parecidas a las de Inuyasha entre las paredes de un palacio y a su lado se
encontraba ¿¡Sesshomaru?! Sintió toda la sangre juntarse en su rostro y fingió un
estornudo solo para cubrirse la cara hasta que logró sacarse esa imagen.

-Mm pero ahora que lo veo, tu y Rin hacen buena pareja.- dijo refiriéndose en el "tu" a
Sesshomaru quien a casi se le sale el corazón, eso niño si seguía terminaría muerto. Los
mencionados se miraron intentando controlar el sonrojo y voltearon para otro lado.
Inuyasha ya incomodo calló al Kitsune a su modo, golpeándolo en la cabeza y como
consecuencia fue mandado al suelo.

-Hace tiempo que no veía eso.- comentó Miroku.

A la madre de Kagome le encantaba la idea de tener nietos mientras le echaba aire a


Jaken quien se había desmayado. Sota apoyaba la idea de su madre ya que también le
agradaría tener sobrinos y al abuelo bisnietos.

Después de todo ese alboroto, llegó el sábado, el día en que volverían al Sengoku.
Visitaron al espíritu del futuro para asegurarse de que ya podían volver y así era,
empacaron sus cosas, Kagome se despidió como de costumbre y en el mismo orden que
vinieron así mismo se fueron.

Vieron el bosque, el cielo azul y a lo lejos la aldea. Cuando Inuyasha pisó el pasto con
sus pies descalzos (todos llevaban sus antiguas vestimentas) se estiró y se sintió como
en casa, no es que no le gustara el hogar de su amada pero no hay nada mejor que estar
en el Sengoku (creo que hasta yo quiero ir ahí jeje).

Jaken y Miroku se tiraron al pasto relajados y aliviados y Myoga aprovechó para probar
la sangre de Sango pero cuando el monje lo notó aplastó a esa pulga atrevida, desde
ahora nadie tocaba a su Sanguito, solo los conocidos y aunque la pulga era conocida ya
sabia de sus mañas de picar en otros lugares. Sesshomaru aspiró el aire, puro, sin
contaminación y sin tantos humanos "molestos". Luego de sentirse bienvenidos fueron a
la aldea...
Capitulo 13 - De Vuelta Al Pasado...Y...La Vida En Un
Palacio!
Llegaron al Sengoku e iban en dirección a la aldea. Kagome estaba impaciente por ver a
Kaede, Sango a Kohaku si es que estaba en la aldea y Rin a su dragón preferido Ah-Un.
Pero habían dos que no los seguía, Sesshomaru y Jaken, aunque no estaban a mucha
distancia de los demás…

-Amo Sesshomaru no viene?.- preguntó Rin al no tenerlo cerca.

-Tengo cosas que hacer.- contestó dándose la vuelta para ir a su destino.- Jaken.

-Si amo bonito.- se puso al lado del Daiyoukai pero Sesshomaru se detuvo al sentir un
olor conocido acercándose, era Rin.

-Amo, tardará mucho?.- preguntó Rin a sus espaldas pero luego pudo apreciar esos
orbes ámbares al Daiyoukai darse la vuelta.- Porque si va a tardar mucho yo… quiero ir
con usted así busco a Ah-Un.- decía algo nerviosa. Inuyasha y Miroku esperaban
impacientes la respuesta de Sesshomaru.

-No.- negó el Daiyoukai.- Quédate con ellos.- le dijo y Rin bajó la cabeza triste.-
Volveré en 3 días.- avisó y volvió a dar la vuelta para retomar su camino.

-Oh bueno, esta bien, entonces nos vemos.- dijo ya mas animada cuando Sesshomaru
empezó a caminar.

-¡Oye por lo menos despídete de nosotros!.- le voceó Inuyasha pero era dándole una
indirecta que el Daiyoukai entendió muy bien "solo te despides de Rin y luego lo
niegas".

-Cállate imbécil.- recibió el hanyou como respuesta al mismo tiempo que una piedra
calló fuertemente en su cabeza, los demás vieron como Sesshomaru y Jaken
desaparecían entre los arboles mientras el Daiyoukai movía una mano en señal de
despedida.

-¡Anciana Kaede, volvimos!.- dijo Kagome entrando en la cabaña pero no había nadie.

-Tiene que estar por la aldea.- dijo Sango y Kagome asintió.

-Me pregunto donde estará Ah-Un.- decía Rin mirando a su alrededor.- Oigan acaso esa
no es la anciana Kaede.- señaló la dirección en la que veía a una señora mayor vestida
de sacerdotisa trayendo a un dragón de dos cabezas consigo.

-Si es ella y viene con Ah-un.- afirmó Miroku.- ¡Anciana Kaede por aquí!.- voceaba el
monje agitando una mano.

-Hola, así que ya llegaron, díganme como les fue?.- dijo Kaede al haber llegado a donde
el grupo.- Pero Inuyasha que te pasó?.- preguntó al ver el chichón que el hanyou tenia.
-Feh! Me lo dejó el necio de Sesshomaru solo por decirle la verdad.- dijo restándole
importancia entrando con los demás a la cabaña.

-¿Qué verdad?.- preguntó Kagome.- lo único que dijiste fue "por lo menos despídete de
nosotros".

-Lo que pasa Kagome es que ahí había una indirecta.- respondió Miroku y Kagome y
Sango pusieron una cara de "¿y cual era?" poniendo a Miroku e Inuyasha dudosos de
decirles.

-Eh… eso lo sabrán luego.- dijo el hanyou haciendo que las dos mujeres se pusieran de
mala gana.

Shippo y Sango le contaban a la anciana Kaede la mayor parte de lo acontecido en la


época actual y eso se llevó toda la mañana y cuando a Kaede le explicaron lo sucedido
con Rin, hubo hasta que agarrarla. Rin acariciaba al dragón fuera de la cabaña y este
movía las cabezas buscando al alguien, a Sesshomaru y a Jaken, pero la chica le explicó
que no los vería hasta dentro de 3 días.

-Amo bonito ¿hacia donde nos dirigimos?.- preguntó Jaken.

-Al palacio.- contestó. Jaken deseaba hacer mas preguntas pero se abstuvo porque no
quería tener un castigo aunque la curiosidad le carcomía. Luego de un buen rato en puro
silencio el pequeño oyó su nombre.- Jaken.

-Dígame amo bonito.- Jaken estaba feliz, al menos quizás se enteraba de algo bueno (-_-
rana entrometida).

-Te tengo una misión.

-Para que soy bueno.

-Tu trabajo es….- le explicó todo lo que tenia que hacer.

Tres días, tres días que se fueron volando para el atareado de Jaken pero para Rin fueron
siglos, no, milenios, a pesar de que pasaba el tiempo entrenando y "hablando" con Ah-
Un y también con los demás. Entre esos días apareció Kohaku haciendo su corta visita.
Kagome, Rin y Sango fueron a la época actual a resolver asuntos con la escuela ya que
su abuelo no podía seguir inventando enfermedades para todo el año escolar ya que no
volverían a ese lugar, pero ¿Cómo pudieron Sango y Rin volver? Echemos un vistazo al
pasado…

Flashback.

-Chicos voy a mi época a resolver asuntos sobre la escuela, Inuyasha no me tardo,


vuelvo hoy mismo.- dijo e Inuyasha de mala gana aceptó. Kagome miró a Rin quien
estaba un poco triste….-'Debe de extrañarlo mucho y eso que solo ha pasado un día ¡si
que esta enamorada!, bueno yo no puedo hablar'.- pensaba mientras caminaba hacia al
pozo.

Al llegar miró dentro y se iba a lanzar pero la espíritu del pasado salió de este y le hizo
una pregunta.
-Hola.- le saludó.- vienes sola?

-Pues si, es que como ya cumplimos solo Inuyasha y yo podemos pasar, no es así?

-Se supone que debe ser así pero como tu y tus amigos fueron tan amables en ayudarme,
yo y Kuroi decidimos que también ellos podrán cruzar.- dijo la espíritu.

-¡Que bien!.- exclamó Kagome.- Pero quien es Kuroi?

-Es el nombre de mi hermano, por cierto, llámame Kyoka.- respondió.

-Bien, entonces iré a buscar a Sango y Rin.- y eso mismo hizo, luego de explicarles lo
sucedió, invitó a Sango a que la acompañara y a Rin para que se distrajera un poco. Así
partieron a la época actual.

Fin flashback.

Mientras que en los tres días transcurridos Jaken tenia mucho que hacer pero se sentía
importante, por primera vez su amo le encargaba una tarea "digna para el". La madre de
Sesshomaru, Irasue, preparaba las cartas para los demás Lords para la ceremonia que se
llevaría a cabo con algo de ayuda de su hijo quien solo la miraba con desprecio, una
ceremonia era demasiado…

Todos en la aldea estaban en sus cosas: Miroku e Inuyasha terminaban de exorcizar a un


demonio, Kagome y Sango hablaban, Myoga, Shippo y Kirara acompañaban a Kaede en
la cabaña y Rin esperaba ansiosa el momento en que Sesshomaru volvería, mientras
tanto, se entretenía con el dragón quien también estaba ansioso.

En la tarde, Inuyasha estaba en el techo de la cabaña cuando percibió un olor familiar


pero antes de que el reaccionara vio como Ah-Un hizo que Rin se montara en el e
inmediatamente salió volando. Inuyasha avisó a los demás que Sesshomaru había
vuelto. Rin no entendía la reacción precipitada del dragón pero cuando este aterrizó
comprendió todo, su amo había llegado tal y como dijo en tres días.

-¡Amo Sesshomaru!.- dijo Rin bajándose de Ah-Un lo mas rápido que pudo y corriendo
hacia el, lo abrazó. A la joven, al verlo, su corazón deseaba salírsele de su pecho, es
como si hubiera vuelto a vivir después de esos tres y eternos días.

El dragón movía la cola como si de un perro se tratase que el fuera. El Daiyoukai ni se


inmutó a la muestra de afecto de Rin porque sintió el olor de su medio hermano y los
otros acercándose y no le daría motivos para que le diera otro discurso.

-Vaya, volviste, si que eres responsable.- dijo Inuyasha ya presente pero al ver a Rin
abrazándolo miró al cielo haciéndose el que no vio nada.

Rin sintió toda la sangre juntándose en su rostro al oír la voz de Inuyasha y las pequeñas
risas de Sango y Kagome y toda sonrojada se separó de Sesshomaru. Ah-Un aprovechó
que Rin dejó de abrazarlo para acercársele, el Daiyoukai solo tocó las cabezas del
dragón pero aun así este movió mas la cola.
-Me pregunto si siempre eres responsable o hay otra razón.- comentó Miroku haciendo
que Sesshomaru mire a Inuyasha con tanto desprecio.

-Miroku idiota! Acaso quieres que nos mate.- le dijo Inuyasha golpeándolo.- recuerda
que se supone que tu no sabes nada.- le murmuró enojado.

-Se puede saber de que tanto hablan?.- dijo Sango curiosa por la mirada asesina de
Sesshomaru.

El Daiyoukai lo dejó pasar, no iba a derramar sangre con todos presentes, mas por Rin,
a pesar de que tenia una sed de sangre mas grande que la de los vampiros de las
películas.

-Inuyasha.- dijo Sesshomaru poniendo alerta al hanyou por si algo sucedía pero no fue
así.- prepárense, mañana partimos.- informó.

-¿A dónde vamos?.- le preguntó Kagome.

-Luego lo sabrán.- respondió.

Después se hizo de noche y el Daiyoukai se adentró en le bosque, Rin quería hacerle


compañía pero sabia que el se iba a negar por lo que le dijo a Ah-Un que se quedara con
el y ella no tuvo mas opción que permanecer en la aldea con los demás.

Al dia siguiente en la aldea Inuyasha y los otros se despedian de la anciana Kaede y al


salir vieron a Sesshomaru asegurando las riendas del dragon y le indicó a Rin que se
montara en Ah-Un y despegó el vuelo; Shippo, Sango y Miroku iban en Kirara mientras
que Kagome iba en la espalda de su amado por las copas de los arboles escuchando los
comentarios de Myoga. Mientras todos se cuestionaban hacia donde iban…

Inuyasha, Kagome, Miroku, Sango, Shippo y Rin estaban en un viaje en el que ni ellos
mismos sabían hacia donde iban, eran guiados por Sesshomaru quien en el camino no
dijo ni una palabra. Myoga tenia una idea de hacia donde se dirigían pues el recorrido se
le hacia familiar. Luego de una hora se podían observar alguna aldeas humanas que se
encontraban por el camino, al cabo de un rato, los guiados vieron algo parecido a un
bosque, pero no lo era, solo eran arboles que hacían de algún tipo de muro que no
permitía ver lo que estaba al otro lado dando la impresión de ser un bosque profundo y
peligroso.

-Llegamos.- habló el Daiyoukai.

-No me digas que nos trajiste a un bosque.- dijo Inuyasha.

-No amo Inuyasha, al lugar que vamos esta después de este "muro" de arboles.- dijo
Myoga.- Mis sospechas eran ciertas, por fin podre volver a ver tal magnifico lugar…
hace un rato y ahora mismo estamos pisando Las Tierras del Oeste.- decía la pulga
como si el fuera un guía turístico.

-Wow de verdad?!.- exclamó Kagome.


-Entonces, quieres decir que a donde vamos es al….- decía Inuyasha saltando entre las
copas de los arboles con Kagome pero al atravesar los arboles vio una edificación
enorme y con una estructura hermosa.-…Al palacio!?

-Este lugar es el palacio Imperial del Oeste?.- pregunto anonadado Miroku sabiendo que
la respuesta era afirmativa.

Al acercarse mas, en la puerta habían dos inuyoukais a cada lado vigilando la entrada y
al ver a Sesshomaru hicieron reverencia a lo que los demás quedaron perplejos.

-Mi señora.- un guardia se acercó a Irasue quien estaba tomando el té.- El Lord
Sesshomaru acaba de llegar con unos invitados.- dijo después de hacer una reverencia.

-Oh, que rápido volvió.- comentó poniéndose de pie.- Que esperas, ve a seguir haciendo
tu trabajo.- le dijo al guardia haciendo un ademan de que se fuera.

-Con su permiso.- hizo una reverencia y se marchó caminando rápido.

-Estos guardias nunca saben que hacer.- masculló caminando hacia el recibidor con
elegancia.

Mientras que los recién llegados eran guiados por el Daiyoukai por un pasillo un poco
largo para luego llegar al recibidor donde una inuyoukai de cabello plateado recogido en
dos coletas, unas marcaras purpuras en forma de rayos debajo de sus ojos ámbares y con
un porte elegante estaba ahí como esperándolos…

-Vaya llegaste mas rápido de lo que pensé.- le dijo Irasue a Sesshomaru.- Y veo que
hiciste lo que dije.- el Daiyoukai ignoró lo ultimo. La señora Irasue se acercó a los
acompañantes de su hijo quienes estaban atónitos a todo lo que veían y nerviosos,
especialmente Inuyasha que se sentía insignificante entre todos esos youkais pues
notaba que el era el único hanyou que estaba ahí. Miroku miraba todos los lujos que le
rodeaban, de seguro que esta vida le iba a gustar, no importa si era como sirviente u otra
cosa, siempre que no lo apartaran de Sango… Los guardias, soldados y sirvientes tenían
unos chismes sobre lo que sucedía "ese será el otro hijo de nuestro difunto Lord"
"Quienes son esos humanos, no parecen prisioneros" "serán nuevos sirvientes" "que
tendrán que ver con el palacio?"…

-Permítame presentarme.- dijo Miroku haciendo una reverencia.- Mi nombre es Miroku.

-Este humano tiene modales.- dijo Irasue.- pero he escuchado rumores de que un monje
con tu mismo nombre tiene ciertas manías.- Miroku se puso mas nervioso.- Tu debes ser
Inuyasha, por fin nos conocemos.

-Disculpe pero… quien es usted?.- preguntó intentando ser cortes.

-¿Acaso Sesshomaru no les informó? Por que no me sorprende… Soy Irasue, la señora
encargada de las Tierras del Oeste.- contestó.

-Entonces usted es la madre de Sesshomaru.- dijo Kagome cargando a Shippo. Irasue la


miró haciendo que Kagome se asustara un poco.
-Veo que eres la sacerdotisa reencarnación de una tal Kikyo, tu nombre es Kagome
cierto?.- la chica no tuvo mas opción que asentir.- Y tu debes ser Sango la
exterminadora.- miró a Sango pero luego posó su mirada en Shippo quien por el susto
saltó a los brazos de Inuyasha y se escondió.- No he escuchado de este zorrito.

-El es Shippo.- contestó Rin. La Inu no Kami dirigió su mirada hacia ella.- Mi nombre
es Rin.

-Rin… ¿Dónde he escuchado ese nombre antes? Ah si, ya recuerdo, de casualidad no


serás aquella niña que vino a mi palacio con Sesshomaru.- Rin asintió recordando aquel
momento.- ¿Cómo creciste tan rápido?.- preguntó y Rin iba a hablar pero Irasue no la
dejó.- Luego me contaras los detalles. Tenemos asuntos que tratar, síganme.- dijo y
empezó a caminar, los demás la siguieron menos Sesshomaru que había desaparecido.

Caminaron por innumerables pasillos hasta llegar a uno donde había una puerta en la
que entraron, era un despacho con una mesa grande y varias sillas, Kagome se
sorprendió pues pensaba que en el Sengoku aun no existían los muebles pero al parecer
se equivocaba ya que también en el recibidor habían unos muebles aunque estaba claro
que no muy modernos pero aun así eran muebles finos… Dentro del despacho se
encontraba Sesshomaru sentado en una de las sillas leyendo unos documentos que
estaban en la mesa. Irasue indicó a los otros que tomaran asiento y ella también lo hizo
sentándose en la silla cabecera.

-Pulga, se que estas ahí no te escondas.- dijo Irasue haciendo que Myoga saltara del
pelaje de Kirara colocándose encima de la mesa.

-Mi señora pero si no me escondía solo esperaba el momento oportuno para salir.-
contradijo Myoga.

-Si como no, siempre serás una pulga cobarde.- dijo restándole importancia.- Bueno, de
seguro Myoga y Sesshomaru ya les dijeron el porque están aquí.- decía introdujendose a
otro tema.- Yo, como líder a cargo de este imperio decidí que los dos hijos de mi
difunto esposo deben de gobernar, dirigir y proteger los territorios del Oeste, me pareció
lo mas justo.- Miroku levantó la mano en señal de que quería decir o preguntar algo e
Irasue le dio la señal de que hablara.

-Si no es mucha molestia desearía saber ¿Cómo es que sabe tanto sobre nosotros y
exactamente que función tendremos? Porque dudo que estemos aquí porque somos
amigos profundos de Inuyasha.- dijo el monje refiriéndose a Sango, Kagome y el, que
aunque la sacerdotisa tenia derecho de estar ahí por ser la pareja del hanyou tenia la
sospecha de que había otra razón.

-Buenas preguntas, y la respuesta de las dos están unidas en una.- decía Irasue.- Se
mucho sobre ustedes por los rumores que se oían sobre un grupo que eliminaban
demonios y mientras mas chismes oía mas sabia, entre ellos sus nombres.- contestaba
haciendo un movimiento con sus manos como si no fuera importante.- Al decidir que
este hanyou fuera parte de la realeza y como me llamó la atención ya que según los
rumores tenían experiencias en batallas y este palacio necesita un comandante de guerra
que dirija y entrene el ejercito, estoy cansada de hacerlo yo.

-Quiere decir que nosotros haremos esa función?.- Sango interrumpió por lo que Irasue
la miró con cara de "que falta de educación".- Pero si somos humanos?!
-Eso me importa poco, con tal de que sepan dirigir un ejercito es suficiente.- dijo
indiferente.- Ahora firmen estos documentos.- les pasó una pila de pergaminos y los
demás ya estaban cansados de solo ver todo lo que tenían que firmar.

-No sabia que para esto había que firmar.- comentó Kagome.

-No es del todo necesario, es solo por precaución por si se alegan falsas acusaciones.-
aclaró Irasue.- Aquí no van a descansar, desde que se acomoden van a tener que
aprender mas modales y a como comportarse.- informó mientras pasaba documentos y
plumas.- Y en dos días serán participes de una ceremonia para conocer a los demás
Lords.

Mientras Miroku, Sango, Inuyasha y Kagome firmaban Sesshomaru estaba ahí sentado
como una estatua griega ya que mientras los demás hablaban el firmaba esos papeles…
Rin le daba una de las paletas que ella tenia de la época actual a Shippo para que se
relajara ya que no estaba firmando nada, solo veía una pasadera de papeles que seria un
milagro que no se confundieran, ahí Kagome "le pasó" una hoja y como ella vio un
espacio vacio pensó que era para que lo firmara y eso hizo. Cuando terminaron de todo
eso, unas mucamas los guiaban hacia sus aposentos y otra vez Sesshomaru desapareció.
Sango y Kagome preguntaban por el equipaje que estaba en Ah-Un y le respondieron
que se encontraba en sus recamaras. Las demás sirvientas se preguntaban que si las
habitaciones que prepararon con tanto esmero era para ellos, cosa que los desconcertó
pero no de mala manera.

Caminaban por múltiples pasillos y llegaron a una parte en que tenían que subir
escaleras, no eran muchas por suerte, había un pasillo ancho donde se veían dos puertas,
una frente otra, la puerta izquierda tenia un tallado con dos espadas cruzadas muy
bonita, una de las mucamas indicó que esa era la habitación de Sango y Miroku, estos
entraron a ver que tal…Los otros continuaron por ese pasillo subiendo otras escaleras
pero estas estaban en espiral llegando a otro pasillo (que laberinto jeje) habían también
dos puertas pero la de la derecha era la que tenia el tallado que era la viva imagen de
Tessaiga, ese era el aposento de Inuyasha y Kagome y la del frente era la de Shippo.
Ahora solo faltaba Rin, subieron un par de escaleras, y en otro pasillo había una puerta
con el tallado de una flor y al final se podía ver unas ultimas escaleras, al parecer
estaban en una torre, y así era, en la torre del lado Este del palacio…

Todos los hospedados estaban sorprendidos, sus aposentos eran mucho mas grandes que
dos cabañas juntas, la que mas sorprendida estaba era Kagome pues lo que habían eran
camas, no futones, parecía que en esa época el mundo youkai estaba mas avanzado que
el humano. Rin estaba perpleja, tenia una cama mediana con 4 barrotes, uno en cada
esquina y en el frente tenia un escritorio con libros pero estos no eran como los que
tenia Kagome, las letras eran hechas a mano, había también un gabetero con un espejo
grande, revisó las gavetas y todas estaban llenas con accesorios para todo, unas yukatas
y tres frascos de esencias de diferente olor, el armario lleno de kimonos nuevos y entre
ellos estaban los que ella tenia y la ropa que compró en la época actual; y ni hablar de
que detrás de una mampara estaba el baño. Las alcobas de Sango y Miroku, Kagome e
Inuyasha no tenían mucha diferencia con la de Rin, salvo que eran un poco mas grandes
con la decoración y la distribución del inmobiliario diferente, y las dos tenían dos
armarios, un balcón (la de Rin también tenia uno) y una cama matrimonial, lo que
significaba que dormirían juntos cosa que Kagome e Inuyasha quedaron atónitos…
Abrieron los armarios, uno tenia kimonos de todo tipo, calzado y la ropa que traían en el
equipaje, el otro tenia hakanas, kusodes y haoris elegantes al igual que calzado.
Todos salieron de las habitaciones visitando la de los otros. Shippo quedó encantado
con la suya pero informó que habían camas de más, los adultos tenían la impresión de
que estaban por los futuros herederos, la puerta que estaba al frente de la habitación de
Sango y Miroku era casi igual… El ultimo piso, tenia al igual dos puertas y una tenia el
tallado de un demonio perro transformado, esa era la habitación de Sesshomaru, tocaron
la puerta pero nadie respondía y siguieron explorando el palacio hasta que una sirvienta
les avisó del almuerzo y los guio hasta la mesa donde comerían… Miroku se preguntaba
que si los youkais no comen alimento humano entonces que comían?... Al llegar al
comedor ahí estaban Irasue, Sesshomaru y Jaken y al tomar asiento de inmediato les
sirvieron algo parecido a la carne de cerdo pero la curiosidad del olfato de Inuyasha
preguntaba que era y la respuesta fue "oni sazonado", los humanos se atragantaron al
oírlo pero luego no le dieron mente y almorzaron, no podían negar que estaba bueno.
Luego fueron llamados a practicar el caminar con elegancia colocándoles libros pesados
en la cabeza, estaban en uno de los jardines y cuando Kagome descansaba tomaba fotos
con una cámara pero había una foto que tenia algo curioso…
Capitulo 14 - Socializando, Ceremonia Y Documentos?
Los nuevos integrantes del palacio practicaban como caminar mas elegantes llevando
libros en sus cabezas. Cuando Kagome descansaba por breves momentos, se ponía tirar
fotos con una que se trajo de su época, les tiraba fotos a sus amigos intentando que no se
le cayeran los libros pero en una de las que le tiró a Rin había algo raro e interesante:
Rin había algo raro e y al fondo que estaba el pasillo del palacio estaba Sesshomaru con
una sonrisa mirando a Rin; la sacerdotisa comparó la imagen con la realidad viendo la
diferencia de que el Daiyoukai ya no estaba.

En la noche, luego de una buena pero rara cena, cada quien estaba en sus habitaciones.
Sango, que se había tomado raro que en los últimos días Miroku no la había "tocado"
quiso averiguar el porqué.

-Miroku….- dijo Sango peinándose el cabello viéndose en el espejo con una yukata de
dormir rosada claro. Miroku que al oír su nombre salía del baño envuelto en una toalla
quedó petrificado al ver a Sango…

-Sanguito… amor….- decía hipnotizado.- A este paso toda la decencia que he intentado
obtener se va a ir por el caño.- dijo por lo bajos detrás de una mampara poniéndose una
yukata que solo lo cubría de la cadera para abajo, de todos modos Sango lo escuchó.

-Así que de eso se trataba.- dijo Sango removiendo lo cojines de la cama y Miroku,
saliendo ya vestido, se alarmó pensando que algo malo le venia.- Miroku…

-Si ya lo se cariño, dormiré en el suelo.- Sango lo miró extrañada.

-¿Y quien te dijo que dormirías en el suelo?.- dijo muy coqueta.

-'Este es mi día de suerte' Oh y luego yo soy el pervertido.- se acercaba a su amada y la


besó con mucha pasión llegando a algo "mas intimo".

Mientras que con Inuyasha y Kagome todo estaba muy tenso e incomodo. Luego de que
Kagome le diera el besito de buenas noches a Shippo que estaba en su nuevo cuarto con
Kirara, entró a la habitación que compartía con el hanyou. Los dos estaban acostados,
cada uno dándole la espalda al otro con esas yukatas tan… ambos estaban en un silencio
incomodo que querían romper…

-Kagome…

-Inuyasha…

Rodaron en la cama haciendo que quedaran frente a frente, al mirarse se sonrojaron y


luego rieron al haberse disipado esa tención empezando una charla.

-Crees que todo salga bien el día de la ceremonia.- le preguntó Kagome.

-Solo conoceremos a los otros Lores ¿Qué tan malo puede ser?.- contestó.- Además,
debemos concentrarnos mas en el que se apoderó de Kuroi (el espíritu del futuro).- dijo
con un poco de rabia y Kagome soltó una pequeña risita.

-Sabes, no sabia que las noches aquí fueran frías.- dijo aferrándose a las sabanas.
- Eh ¿tienes frio?.- le preguntó Inuyasha, la chica asintió.- Feh! Los humanos no
aguantan nada….- Kagome alzó una ceja (claro como tu aguantas las temperaturas…).-
Ven aquí.- le dijo levantando un brazo para que Kagome se acercara y así fue, la abrazó.
Ahora ella ya no sentía frio, estaba siendo protegida por la fuerza y el calor de su
amado, se sentía la chica mas afortunada y ni hablar de Inuyasha… y así de cómodos se
durmieron, en un cálido abrazo.

Al amanecer, las dos parejas se levantaron de muy buen ánimo. Aun teniendo nuevo
ropaje, utilizaron sus vestimentas normales… Kagome e Inuyasha notaron que Shippo y
Kirara no estaban en la habitación y mientras bajaban las escaleras se encontraron con
ellos y con Rin, Miroku y Sango quienes buscaban por cual de los pasillos tenían que ir,
estaban desorientados, pero el agudo olfato del hanyou los guió hasta el comedor por el
olor del desayuno que aun no estaba servido. En el recorrido notaron que había mucha
actividad en el palacio pues muchos soldados y guardias hacían su deber. Inuyasha se
sentía fuera de lugar pues muchos de esos youkais lo miraban como si fuera algún bicho
raro y hasta empezaba a creérselo pues no había otro hanyou que no fuera el, su buen
animo empezaba a decaer a pesar de que Kagome, al notarlo intentaba volverlo a alegrar
y lo logró considerablemente pero no era suficiente, aun el hanyou se sentía mas débil
que esos youkais y eso no le agradaba.

Al llegar al comedor el olor ya era mas fuerte llegando al las narices de los humanos…
Kagome, Sango y Rin se dirigieron a la cocina queriendo saber la receta de ese
exquisito olor a pesar de que sabían que no era comida humana no tenia mal sabor,
mientras que Miroku e Inuyasha hablaban pero el monje no dijo sobre su "glorifica
noche" ya que el hanyou lo sabia porque el olor de Sango estaba impregnado en el
monje y viceversa pero Shippo tuvo que abrir su boca.

-¿Qué hay para el desayuno?.- preguntó Kagome a las sirvientas que estaban cocinando.

-Huevos de anacondas fritos con carde de inoshishi (jabalí) y jugo de la fruta del árbol
soñador.- contestó la que picaba la carne en trocitos, tenia el pelo corto y rojizo con ojos
violetas.

Para las chicas, ese desayuno sonaba muy raro pero el olor decía todo lo contrario.

-¿quieren que les ayudemos? Tenemos tiempo libre así que….- les decía Rin.

-No creo que deban señoritas, ustedes son visitas importantes, no deberían ni siquiera
estar en la cocina.- dijo la que hacia puré la fruta. Esta tenía el pelo castaño recogido en
un moño y tenia los ojos azules.

-Pero que dices? Eso no importa, además queremos aprender a cocinar comida youkai.-
dijo Sango simpáticamente.- Por cierto yo soy Sango y ellas son Kagome y Rin.- las
presentó.- ¿Y ustedes?

-Colaborar con nosotras estará bajo su criterio, no queremos problemas con la realeza.-
dijo una sirvienta con la piel no muy clara pero tampoco oscura, pelo largo y azuloso
con ojos verdes.- Mi nombre es Akari y ellas son Hana y Mei.- dijo. A ella y a las
demás le empezaban a caer bien esas humanas, a decir verdad, nunca socializaron con
humanos y ellas se veían que eran buenas personas.

-No tienen porque mezclarse con la servidumbre.- dijo el Daiyoukai pasando de largo.
-No es problema, de todos modos tenemos que llevarnos bien con todos.- le dijo
Kagome, Sesshomaru lo ignoró.

-'Contradijeron al amo! ¿Quiénes serán estas personas?'.- pensó la sirvienta de ojos


azules llamada Mei.

-No deberían seguir vistiéndose como corrientes.- les dijo Sesshomaru a Miroku,
Inuyasha y Shippo notando que aun no usaban sus vestimentas "normales".

-¡Pero si esta es mi ropa!.- protestó Inuyasha.

-El amo bonito no me encargó todos esos trajes, las habitaciones y demás accesorios
para nada!.- Jaken habló de mas.

-Jaken.- y lo fulminó con la mirada.

-Oh así que ordenaste todo eso para nosotros, que considerado.- dijo Miroku.

-Sandeces.- dijo el Daiyoukai mientras el y los demás tomaban asiento al mismo tiempo
que las chicas llegaban con las sirvientas que traían los platos y el desayuno.

-Creo que lo dice porque si ustedes poseen los rangos mas altos deberían de vestirse
como tales.- dijo Shippo.

-Ya veo, entonces nos vestiremos luego.- dijo Sango al llegar.

Luego del desayuno, "los visitantes" fueron llamados a seguir practicando y


aprendiendo otras cosas como comer correctamente y las palabras que debían utilizar en
la ceremonia. Desde que llegaron, Inuyasha había moderado su forma de comer bastante
pero aun necesitaba practica. Miroku al no haber visto a la señora Irasue preguntó por
ella a unos de los guardias y estos le contestaron que desde que Inu no Taisho murió ella
vivía en su propio palacio (el que está en las nubes) solo viniendo a este para
"administrarlo". Cuando aprendieron lo necesario cada uno fue a conocer mas el palacio
y así socializaban con los otros youkais, ganando una buena reputación. Fueron a
cambiarse de ropa pero Inuyasha tomó un desvío al sentir el olor de Sesshomaru en el
ultimo piso de la torre y fue a ver que tanto hacia pues desde la mañana estaba
desaparecido; se detuvo en la puerta y entró "educadamente".

-¿Cómo te atreves a entrar de esa manera? Inepto.- dijo Sesshomaru sentado en un


escritorio leyendo unos pergaminos.

-¡Feh! Como si me importara.- dijo Inuyasha.- Por cierto ¿Qué tanto haces?

-¿Qué no ves?

-Ja ¿Qué dicen esos pergaminos?

-No es de tu interés.

-Claro que lo es, después de todo soy un Lord, ¡Así que déjeme ver!.- exigió y uno de
los pergaminos fue directo a su cara.- ¡Oye!
-Querías leerlos o no?.- le lanzó uno al azar.

-Feh!... eh ¿Qué hace este documento aquí?.- le preguntó mientras veía el contenido.-
¿¡Pero qué?! Hey yo no sabia de eso.- dijo Inuyasha burlón mirando a Sesshomaru
quien luego le arrebató el papel y abrió sorpresivamente los ojos al ver lo que decía el
documento.

-¡LARGO!.- sacó a Inuyasha a patadas de la habitación dejándolo desconcertado y el


hanyou anonadado fue a su aposento a cambiarse de ropa.- ¿¡Cuando demonios firmé
esto?! 'ya veo, debió ser cuando firmaba los demás papeles y de seguro no me percaté
de este ¿¡Pero que hace la firma de Rin aquí?!.- pensó viendo que solo habían 4 firmas,
la de Inuyasha y Kagome y la de el y Rin.

Sesshomaru salió precipitadamente al despacho y en el camino vio a los otros que salían
de sus aposentos vestidos mas formales mirándolo incrédulos. Inuyasha se preguntaba
porqué esa reacción por parte del Daiyoukai, ¿Qué no se suponía que el sabia del
contenido de ese documento? Pero no pudo ir a preguntarle pues Irasue hizo acto de su
presencia llevándolos a volver a entrenar porque esta vez ella era la que les daría las
instrucciones. Sesshomaru estaba en le despacho analizando detenidamente el
documento y revisando los demás mientras que en el entrenamiento Irasue mostró varias
personalidades, una era lamentándose "Ay por que tenían que ser tan mal educados",
otra era despectiva "Ya háganlo bien de una buena vez" y a veces se mostraba satisfecha
"Ya era hora"; Kagome tiraba fotos cuando podía, tiró una donde Sango tropezó con
Rin, una de Irasue con un pañuelo fingiendo estar desconsolada insultando
"cortésmente" a Miroku quien solo reía con una mano en la cabeza porque casi derrama
el té sobre la dama, Kagome le pidió a una de las sirvientas que le tirara una foto, le
explicó lo que tenia que hacer, se iba a tirar una con Shippo pero la foto fracasó porque
el kitsune hizo un comentario de Inuyasha, este lo golpeó y fue mandado al suelo, así
que la foto salió así: Kagome diciendo "abajo", Inuyasha en el suelo, Shippo con un
chichón e Irasue con los ojos como platos…

Pero ¿Qué será lo que dice el documento? ¿Por qué Sesshomaru estará "acelerado"?

Irasue había llegado al palacio a dar los últimos entrenamientos, por el momento, ya que
al otro día en la mañana seria el día en que conocerían a los demás Lores, aunque ya
Sesshomaru los conocía… El Daiyoukai, al lanzarle un pergamino a Inuyasha elegido al
azar resultó ser un documento delicado en el que se planteaba algo que en su caso no era
cierto pero en el caso del hanyou si lo era. Sesshomaru estaba en el despacho y después
de revisar los demás papeles verificando si no tenían errores, al menos esos estaban
bien, pero tenia que ser ese el que estaba mal, especialmente ese, en donde se tenían las
firmas de las parejas reales, hacían la función de los papeles de matrimonio legales de la
actualidad, ahora se prácticamente se puede decir que estaban casados.

Si el quería, simplemente lo podía destrozar, se volvía a hacer y fin del problema, pero
ahora era que empezaba el problema cuando sintió que la textura del pergamino no era
la de los papeles originales.

-¿¡Una copia?!.- pensó en voz alta ya que no había nadie, volteo el documento y notó
que tenia impreso el sello real, eso solo significaba una cosa, si era una copia y tenia el
sello impreso, ya habían enviado a los demás imperios las copias de todos esos
documentos. Salió del despacho mas alterado de lo que estaba…
-Amo bonito!.- se escuchó la voz de Jaken resonando por el pasillo.- Su señora madre se
encuentra en el jardín Este y le solicita.- informó la rana y Sesshomaru se dirigió hacia
allá, así se informaría mas y Jaken le siguió.

Llegando al jardín que esta en la parte Este, vio a Irasue corrigiendo a Sango.

-Oh Sesshomaru ¿Por qué no viniste a saludar a tu madre?.- le dijo Irasue en su


tono frio mirándolo.

-¿Enviaste las copias de los documentos?.- se podía notar enojo en sus palabras.

-Si, los envié con ese soldado llamado Shinto.- contestó indiferente dudando del
nombre.

-Mi señora, su nombre es Shiso.- le corrigio una sirvienta que traía el té.

-Como sea.- dijo sin importarle y notó que el Daiyoukai la miraba con desprecio.-
Puedo notar que estas molesto…

-Los revisaste?.- le preguntó molesto. Los demás pararon su entrenamiento


observando la escena.

-No… tu sirviente Maken solo me trajo las copias y de inmediato las envie ¿algún
problema?

-Es Jaken!.- protestó el lacayo.- 'Acaso no puede aprenderse bien los nombres,
¡que cerebro!'

-Ahí había un documento que tenia un gran error.- dijo mas molesto e Irasue no le
dio importancia.

Kagome quería saber cual era el problema pero no dijo nada por la aparente
irritación de su cuñado, también le daba curiosidad ¿Cómo era que hacían copias en
esta época?. Rin estaba preocupada porque si su amo mostraba cierto enojo era
porque de verdad era grave el asunto a pesar de que su instructora se lo tomara a
la ligera pero antes de que alguien dijera algo Sesshomaru lo hizo.

-Miroku, manda un soldado a localizar a Shiso y que lo traigan ya!.- le dijo


autoritario.

-Pero dudo que ahora me obedezcan si no saben que soy el comandante.- aclaró.

-Ayer socializamos mucho con todos esos guardias y como aparentemente les
caímos bien es probable que te obedezcan.- le dijo Inuyasha a Miroku.

-ES UNA ORDEN! HAZLO AHORA!.- mientras mas pasaba el tiempo mas se alteraba
Sesshomaru.

-Si, como ordene señor.- asintió Miroku adoptando la típica pose de los guardias
cuando reciben ordenes desconcertando a Sesshomaru.- Vamos Sango.

Miroku y Sango fueron a cumplir la orden y cuando estos se fueron, el Daiyoukai


también lo hizo. Kagome le dijo a Inuyasha que averiguara mas del tema y el
hanyou quien ya sabia algo hizo lo que su amada le dijo mientras ella le preguntaba
su curiosidad a Irasue y aprendió que la tinta de los documentos originales es tan
fuerte que si lo pones sobre otro papel en blanco un poco húmedo se logra hacer
una copia. Irasue al ver que la mayoría se marchó les dio tiempo libre a Rin,
Kagome y Shippo por lo que ellos fueron a la recamara de la primera.

Señor Miroku ¿Qué le trae por aquí?.- le preguntó un soldado.

-Se necesita urgente que alguien traiga a Shiso, es una emergencia.- dijo Miroku en su
tono normal pero se podía distinguir cierta autoridad.

-Sakamoto, escuché mi nombre.- dijo alguien acercándose.- Oh disculpen no sabia que


estaban los amigos de nuestro Lord.- hizo una reverencia.- Soy Shiso, encantado de
conocerlos.

-Entonces…¿no has salido del palacio?.- preguntó Sango.

-Hace un rato que llegué de un mandato de la señora Irasue.- dijo Shiso mostrando
mucho respeto.

-Y ahora que hacemos?.- Miroku miró a Sango.- Bueno, gracias.- y los dos se
marcharon a informarle a sus "jefes".

Mientras, Inuyasha buscaba a Sesshomaru guiándose de su olfato que ya estaba


empezando a pensar que lo estaba engañando porque ya había atravesado "miles" de
pasillos, jardines, escaleras y nada… hasta que llegó a un jardín repleto de arboles de
sakura y a lo lejos había un lago con un puente, ahí estaba Sesshomaru mirando el
paisaje pensativo.

-¿Qué quieres?.- le preguntó el Daiyoukai ya mas relajado con su tono indiferente de


siempre.

-No se porqué te enojas si eso te favorece, de todos modos tu….- decía Inuyasha,
también viendo el hermoso paisaje, definitivamente traería a Kagome a este lugar.

-Cállate!.- le interrumpió antes de que dijera otra cosa.- Eres despreciable.

-A veces creo que solo me desprecias cuando te hablo de tus… sentimientos.- le dijo el
hanyou.- ¿Tanto odias saber que amas a Rin?.- le preguntó pero no para recibir
respuesta, Sesshomaru ya volvía a molestarse, si el no se callaba rápido, pronto estaría
muerto.- Los sentimientos no son debilidades, te hacen mas fuerte….- aclaraba.

-Cierra tu maldita boca o lárgate si aprecias tu vida.- dijo en tono tan aterrador que hasta
Inuyasha se asustó.

-Como quieras.- y se marchó.

-'Tenias que recordarme lo que ya pensé'.- pensó Sesshomaru y al rato volvió al palacio
encontrándose con Miroku y Sango cansados de tanto buscarlo a el y a Inuyasha quien
también estaba presente. El monje les informó de lo sucedido, Sesshomaru se marchó,
ya no se podía hacer nada, y si se hacia, seria un enorme conflicto que se podría volver
en guerra. Recordó que Rin estaba sentada al lado de la sacerdotisa cuando estaban
todos en el despacho y al ver a esta caminando hacia el aposento que compartía con
Inuyasha…
-Le diste un documento a firmar a Rin?.- le preguntó en su tono normal.

-No, no la vi firmando nada.- respondió.- Solo recuerdo haber separado un documento


hacia su dirección… Ah ¿y si ella pensó que era para que lo firmara? Oh por Kami.- se
alarmó.- ¿Por eso era el problema de hace rato? Lo siento, fue mi culpa yo no lo sabia.

-Ya que.- dijo indiferente caminando hacia su recamara. Kagome iba a preguntarle mas
cosas pero en un pestañeo ya el Daiyoukai se había ido.

En la noche, Miroku y Sango tuvieron otra noche "romántica". Rin, de tanto pensar en
su amo, terminó dormida. Sesshomaru no durmió esa noche al igual que en la anterior,
de todos modos no necesitaba dormir seguido pero se mantuvo pensando en que a el no
le molestaba en absoluto el hecho de que por ese "maldito papel" ellos ahora eran algún
tipo de pareja, el problema era ¿Cómo diablos se lo explicaría a Rin? Y ni siquiera
podía precisar como lo tomaría, pues según el ella solo le tenía admiración…

Amaneció y todos tuvieron que levantarse temprano a prepararse ya que la ceremonia


era en la mañana hasta el medio día. Todos estaban listos y muy elegantes aunque
Kagome pasó algo de trabajo para lograr hacerle una cola a Inuyasha, también ella y
Sango ayudaron a preparar a Rin y Miroku se encargó de Shippo porque el hanyou aun
estaba sometido a los arreglos de Kagome. Jaken estaba como loco haciendo arreglos
por aquí, otro por allá, en el palacio. Inuyasha llevaba un hakana azul oscuro, un kusode
blanco con toques grises, el cabello recogido en una cola y por supuesto tenia a
Tessaiga. Miroku no estaba tan elegante pues no podía estar a la altura de un lord pero
aun así estaba acorde con las instrucciones de Irasue; Shippo llevaba un hakana blanco y
el kusode era verde claro, unos zapato verde oscuro; Sango vestía un kimono naranja
con detalles blancos en forma de cadenas y el pelo suelto; Kagome un kimono violeta
con diseños de pétalos de sakura y el cabello recogido en un moño muy bonito; Rin
tenia un kimono azul cielo y en el borde tenia el paisaje del mar; Sesshomaru un hakana
negro, kusode blanco con detalles en un morado profundo, zapatos grises al igual que el
haori y también sus dos espadas (los detalles que me faltaron como el obi y el calzado
de las chicas; el haori y zapatos de Inuyasha y Shippo; la vestimenta de Miroku etc. se
lo dejo a sus imaginaciones).

Estaban en el recibidor, con todos los preparativos listos, los demás que se encontraban
en el palacio al ver como estaban vestidos, con tanta elegancia que parecían de "la alta
sociedad" (no sabia como decirlo) tenían mas curiosidad sobre ellos. Un guardia
anuncio la llegada de los señores del Sur y de la señora Irasue, (por ahora no describiré
a los Lords) y al instante los carruajes de los demás imperios, Este y Norte, se hicieron
presentes. Miroku fue el que hizo el saludo de cortesía y presentó a los otros con mucha
clase menos a Sesshomaru que ya lo conocían, se esmeró en hacerlo bien pues su
instructora lo miraba "Si no lo haces bien, sentirás mi furia", los sirvientes, soldados y
demás estaban atónitos al escuchar que es monje era el comandante de guerra al igual
que su mujer Sango, pero mas al escuchar que Inuyasha era también su Lord, no tenían
problema con que así fuera ya que en los pocos días que tenían en el palacio ellos se
llevaban bien, pero ahora los tratarían con mas respeto. Los nuevos integrantes del
palacio se sentían nerviosos porque era la primera vez que hablaban con youkais de alto
poder (bueno, segunda si contamos a Sesshomaru e Irasue) pero nadie estaba tan
nervioso como Rin por el hecho de que si le tocaba decir que función ejercía ella, no
sabría contestar, pero al estar al lado de su amo la tranquilizaba, aunque este mostraba
estar tranquilo, en si estaba inquieto, solo esperaba que los Lords no hubieran leído los
documentos que les fueron enviados ya que si mencionaban algo sobre eso, Rin
quedaría confundida a no saber del tema al igual que Miroku, Sango, Shippo y Kagome;
pero con lo que no contaba es que Inuyasha tuvo que "soltar la sopa" por obligación, los
únicos que no lo sabían eran Shippo y Rin.

A la señora del norte le encantó Kirara quien estaba junto a Sango en su "versión
pequeña y tierna" y por ahora, en las pláticas que tuvieron no hubo problemas y tenían
una buena impresión pero faltaba el almuerzo y cuando este llegó Inuyasha mostró ser
muy educado, cosa que sorprendió a sus amigos. Terminado el almuerzo, volvieron a
platicar conociéndose, el que no hablaba mucho era el Daiyoukai…. Un soldado del
Oeste se acercó precipitadamente y haciendo reverencia y disculparse por interrumpir
dijo…

-Lord de las Tierras del Sur, Mizutami, han llegado estos informes para usted.- hizo
reverencia entregándole el pergamino.

-¿Qué habrá sucedido? Veamos.- decía Mizutami abriendo el pergamino.- ¿¡Como?!.-


exclamo al leer el contenido.

-Si no es mucho atrevimiento… ¿Qué ha sucedido, pasa algo malo?.- dijo Kagome al
ver el rostro preocupado de Mizutami.

-Hay youkais atacando mis territorios, y según el informe en un ejercito.- contestó el


Lord.- Querida tenemos que irnos.- le dijo a su esposa.- Perdonen mi partida repentina
pero tengo asuntos que atender.

-No se preocupe, nosotros entendemos.- dijo Sango.

Los señores del Sur se marcharon dejando algo preocupados a los demás Lords. Al cabo
de dos horas los señores del Norte y Este se despidieron y partieron a sus tierras.
Capitulo 15 - 1. Sin Salida - 2. Al Fin!

Luego de que los otros imperios volvieran a sus tierras, el palacio aun conmocionado
volvió a la normalidad e Inuyasha aprovechó para soltarse su cabellera plateada.

-Ah por fin!.- se soltó su cabello.- Me pregunto quienes serán esos youkais.- dijo.-
Deberíamos de poner mas vigilancia por si nos atacan Sesshomaru.- el Daiyoukai
asintió algo sorprendido de que Inuyasha hubiera pensado lo mismo….- Miroku, Sango,
ya saben que hacer.

-Como ordene, mi señor.- dijo Miroku adoptando la pose de los guardias como
queriendo burlarse de Inuyasha quien solo lo miraba como diciéndole "no hagas eso
sino…"

-Rin, ven, quiero que me ayudes con algo.- le dijo Kagome quiñándole un ojo y Rin la
siguió hasta la recamara que compartía con el hanyou.

Kagome buscó su mochila dentro del armario, rebuscó en ella sacando dos cajitas y
luego salió de la habitación seguida de Rin quien al ver las cajas dijo…

-Kagome, eso es ramen?.- preguntó Rin caminando con Kagome hacia la cocina y esta
asintió contenta.- ¿Vamos a hacer ramen para la cena?! Pero es demasiado.

- Y tu crees que Inuyasha se va a satisfacer con un solo plato?.- le dijo y Rin rió.

-De seguro el amo Sesshomaru también querrá o sino peleará con Inuyasha como la otra
vez.- dijo Rin recordando ese momento.

-En ese caso tu se lo servirás.- Rin protestó nerviosa y sonrojada pero Kagome solo le
dijo "hazme caso" haciendo que la protegida aceptara, desde que Inuyasha tuvo que
abrir la boca, la sacerdotisa se propuso hacer el papel de "Cupido" junto con Miroku.

Cuando llegaron a la cocina, las sirvientas le llamaron "señora", cosa que a esta no le
simpatizó, la hacia sentir vieja, pero por mas que protestara, las sirvientas no dejaron de
llamarle así. Miroku y Sango cumplieron con su deber pero los guardias les llamaron
"comandantes" y estos se sorprendieron por el cambio que tuvieron al dirigirse a ellos e
Inuyasha no fue la excepción. Luego de que Kagome y Rin dejaran las cajas de ramen
en la cocina, la última se puso a buscar a su amo, lo vio caminando por uno de los
pasillos pero se detuvo cuando un guardia se le acercó.

-Mi Lord, hay una youkai de cabello rojo que esta forzando la entrada y dice conocerlo.-
informó haciendo una reverencia.

-'Cabello rojo… será esa maldita'.- pensó.- No la dejen pasar, ya me hare cargo.- el
guardia hizo otra reverencia y se marchó. Sesshomaru siguió su camino.

-'¿Quién será esa youkai?'.- pesaba Rin mientras lo seguía a hurtadillas.

Sesshomaru vio a la youkai en uno de los jardines del exterior siendo atajada por los
soldados. Rin se escondió en un árbol desde donde podía ver y oír todo.
-Sesshomaru!.- le llamó la youkai de vestimenta coqueta pero eso no quitaba que fuera
hermosa.

-¿Qué haces aquí Fumiko?.- le preguntó en su tono frio y varonil, los guardias se
retiraron.

-Oh te acuerdas de mi.- dijo con voz sensual acercándose.- Me enteré de que ya
gobiernas estas tierras y me preguntaba quien seria la señora….- decía y seguía
acercándosele.- Sabes que yo soy una buena candidata, soy hermosa, no tengo familia…

-Ja, no me hagas reír.- Sesshomaru viró los ojos hacia un árbol al sentir el olor de Rin.-
'¿Qué esta haciendo ella ahí escondida'.- ahora puso su mirada fría en Fumiko que
estaba agarrando su brazo izquierdo y pegándose a su cuerpo.

-Tu sabes muy bien todo lo que siento por ti.- dijo Fumiko.

-'¿Quién es esa? ¿Como el amo dejó que se le acercara así?! Será que… ella se quedará
en el palacio! No eso no puede ser verdad'.- pensaba Rin observando todo sintiéndose
enojada y triste.- 'Sino ¿Qué será de mi?'.

-Y tu sabes muy bien que me repugnas.- dijo el Daiyoukai agarrando a Fumiko por el
cuello sorprendiendo a Rin, Sesshomaru olio lo asustada que estaba su protegida y solo
por eso soltó a la youkai.

-Cof cof.- tocia Fumiko por el agarre del Daiyoukai.- Soy dichosa de que me hayas
tocado. Así que te repugno eh? Tal vez cambies de opinión si llegamos a otro nivel.- le
dijo y Rin estaba que se moría de celos, pero seguía viendo. Sesshomaru desenvainó a
Bakusaiga cuando Fumiko volvía a acercársele.- Vaya te has puesto agresivo, eso me
gusta, deja de luchar contra ti mismo, se que la tentación es grande, no te resistas.-
seguía diciendo y esto acabó la paciencia de Sesshomaru, en ese instante le importaba
un rábano si Rin veía eso, tenia que matarla ya!. Rin vio como Bakusaiga hacia añicos a
Fumiko y notó que el corazón de esta quedó ahí pero Sesshomaru con todo el desprecio
que le tenía, clavó la espada en este, destruyéndolo, envainó su espada y volvió al
palacio como si nada hubiera pasado.

-'No se dio cuenta de mi presencia…. Me pregunto si la mató por haberle dicho sus
sentimientos…¿¡Y si me mata también?!.- Rin estaba horrorizada pero Sesshomaru si se
dio cuenta de que Rin estaba ahí, pero ya era la hora de la cena y después le preguntaría
que ¿Qué hacia ahí escondida?. Al rato de Sesshomaru desaparecer, Rin volvió al
palacio siendo llevada por Kagome a la cocina junto con Sango para hacer el ramen. Las
sirvientas aceptaron a regañadientes que la señora hiciera uso de la cocina pero así
aprendieron a hacer el ramen.

Miroku, Sesshomaru, Inuyasha, Shippo y Jaken ya estaban en la mesa cuando los


hermanos y el kitsune sintieron ese olor de la "comida ninja" vieron a las mujeres y a las
sirvientas traer los tazones, Kagome le sirvió a Inuyasha y este no podía controlarse al
tener ese plato ahí, así que sin importarle lo que piensen de el, comió como todo un
salvaje; Shippo y Miroku le regañaban también cenando pero, Sesshomaru estaba tan
concentrado en el sabor del ramen que no insultó a Inuyasha hasta que Rin le preguntó
si estaba rico, el asintió y la protegida se alegró diciendo que ella había ayudado a
prepararlo. Luego de la cena Kagome hablaba con las sirvientas y por eso Inuyasha se
fue solo a la habitación a darse un baño en la tina de mármol. La sacerdotisa al rato
entró en la recamara y llamó a Inuyasha, este no respondió porque estaba sumergido así
que Kagome pensó que el no estaba ahí y entró al baño. El hanyou sacó la cabeza
despacio por lo que no hizo ningún ruido y al percibir el olor de Kagome volteó el
rostro y se encontró con la gran sorpresa de que ella estaba ahí completamente desnuda
de espaldas hacia el.

-'Quehagoquehagoquehago'.- pensaba el hanyou volteando para todos lados buscando


un lugar por el cual escaparse, no solo su rostro estaba rojo, todo su cuerpo estaba
colorado.- 'Soy hombre muerto'.- pensó con terror cuando Kagome iba a voltear.

-Inu…yasha.- pronuncio Kagome al verlo en la tina todo rojo al igual que ella.-
ABAJO!.- dijo pero oh oh mala idea… Cuando Inuyasha chocó con el suelo de la tina,
salió agua de esta y el suelo se movió un poco haciendo que Kagome resbalara cayendo
directamente en la tina y al suceder esto, el jabón liquido que había traído de su época se
vacio todo en el agua creando mucha espuma.

-Oye por que hiciste….- decía Inuyasha al habérsele pasado el efecto del hechizo pero
vio a Kagome y se echó para atrás chocando con el murito de la tina.- …eso…¿Qué
haces ahí?

-Me resbalé.- contestó y al haber tanta espuma esta cubria sus cuerpos.-¿¡POR QUE NO
ME DIJISTE QUE ESTABAS AQUÍ?!.- dijo enojada poniéndose de pie.

-¡YO NO TENGO LA CULPA DE QUE TU TE HAYAS ENTRADO SIN SABER!.-


también se puso de pie empezando una discusión olvidándoseles que se encontraban
desnudos…

-¡TE LLAME Y NO ME RESPONDISTE!

-¡PUES NO TE OI!

-¡ABAJO!.- mala idea otra vez; el hanyou volvió y cayó y Kagome volvió a resbalar
quedando encima de el, cuando el hechizo pasó fue que se dieron cuenta de la situación
en la que estaban: desnudos, en una tina algo grande y en una posición
comprometedora, uno encima del otro con sus rostros tan cercas como para resistirse a
la tentación de besarse cosa que no resistieron. Se besaron tan apasionados que
despertaron el deseo en ellos, lo disfrutaban pero…

-Toc, toc. ¡Kagome, Inuyasha ¿Qué sucede?!.- se escuchó una voz, la de Shippo. La
pareja abrieron los ojos por la sorpresa y sonrojados Kagome dijo.

-No pasa nada solo era una araña!.- le dijo mientras los dos salían despavoridos a
vestirse.

-Bueno, Inuyasha, Jaken me dijo que Sesshomaru solicita tu presencia, ya me voy.-


informó el kitsune marchándose de la puerta con Kirara.

-Y ahora que querrá.- dijo ya vestido, le dio un beso a Kagome dejándola perpleja y
salió de la habitación.

Inuyasha irrumpió en la habitación del Daiyoukai quien leía unos pergaminos, el


hanyou se sentó en una silla que había…

-No tienes modales.- dijo Sesshomaru.


-Feh! ¿Para que me llamaste?.- preguntó y recibió los pergaminos en su rostro.- ¿¡Por
que siempre haces eso?!.- exclamó.

-Cállate y léelos.- le "ordenó" e Inuyasha se calmó y los abrió.- Son los informes de los
guardias, ha habido avistamientos de algunos youkais de bajo nivel rondando estas
tierras.- le aclaró antes de que preguntara.

-Entonces vamos a exterminarlos y ya.- dijo Inuyasha.

-No es así de fácil, según los informes esos youkais fueron participes del ataque al Sur
peor escaparon al ser derrotados y tienen el poder de desaparecer su rastro.- aclaró.

-Amo Sesshomaru.- dijo Rin tocando la puerta.

-Entra Rin.- dijo Inuyasha llevándose una mirada asesina. La chica entró.l

-Oh si están ocupados mejor me voy.- iba a salir pero…

-No quédate yo ya me voy.- le dijo el hanyou.- voy a llevarle estos informes a Miroku.-
le dijo a Sesshomaru guiñándole un ojo.

-'Maldito bastardo, mereces morir'.- pensó mirándolo con desprecio.- ¿Qué sucede Rin?

-Es que no encontraba que hacer y vine a hacerle compañía.- contestó un poco
nerviosa.- ¿Le molesta?

-Hm… de todos modos tenemos que hablar.- le dijo serio poniendo mas nerviosa a Rin
quien iba a decir algo pero no llegó a decirlo.- ¿Qué hacías escondida en ese árbol?.- la
miró y ella no tenia escapatoria, tenia que contestar pero no sabia que decir, tragó saliva
y…

-Yo…

-Yo….- no sabía que decir, esa pregunta la tomó por sorpresa. El Daiyoukai forzaba su
mirada exigiendo una respuesta. Rin sabía que no podía mentir, nunca lo había hecho y
además su amo se daría cuenta.- Yo lo estaba buscando luego de hablar con Miroku
pero vi que un guardia le dijo sobre la youkai y….- fue lo primero que se le pasó por la
cabeza.-… Me dio curiosidad.

-Curiosidad, huh? Pero pude detectar que estabas molesta ¿Por qué?.- no se quedaría
satisfecho así por así.

-'Molesta?! Ay Kami ahora que digo'.- ahora si que estaba asustada.- 'No puedo decir
que me daba celos pero tampoco puedo ni se mentir… ¿Y si me mata?...No me importa,
mi vida siempre le pertenecerá'.- tomó valor decidida, ya no había marcha atrás.

-Y bien?.- esperaba la respuesta. Rin respiró profundo y…

-Yo estaba celosa.- dijo controlando sus nervios y su sonrojo, Sesshomaru alzó una ceja
pero no porque estaba molesto sino por confusión.- Pensé que…Fumiko seria su pareja
y yo….- sus ojos se volvieron vidriosos.- Yo…siento algo muy fuerte po-por us-ted.-
las lagrimas salieron y eso no le agradó al Daiyoukai quien abrió mas los ojos
sorprendido.- Yo… le… le a-mo.- dijo nerviosa cerrando los ojos que botaban gotas
saladas esperando su muerte. El Daiyoukai colocó su mano en su mejilla y con cuidado
apartó una lagrima estremeciendo a Rin por tal acto pero no abrió los ojos.- No va a
matarme?.- preguntó Rin sorprendiendo mas al Daiyoukai… matarla?! Acaso ya se
volvió loca?!

-Matarte?.- dijo sin retirar su mano acariciando esa piel de porcelana, la joven sentía
calidez en esa mano que no se lo podía creer.- ¿Por qué haría eso?

-Porque… vi como usted mató a Fumiko por ella haber dicho lo que sentía.- contestó.

-No la maté por eso.

-Si no me matara entonces…¿Qué soy para usted?¿Por que estoy aquí?.- preguntó
agarrándose de su kimono con fuerza. Sesshomaru no sabia que contestar, las palabras
no les salían y prefirió actuar, se acercó mas a Rin y con la mano que tenia en la mejilla
de la chica, tomó la barbilla y le levantó el rostro… Rin abrió los ojos sorprendida, unos
labios cálidos se juntaron con los de ella, otra vez no lo podía creer su-su amo la
besaba?! Cuando el beso se sorprendió ella tenia los ojos como platos…

-Toma eso como respuesta.- dijo y volvió al escritorio.

Sesshomaru tomó el documento que causo alboroto. Rin se secó lo que quedaban de
lágrimas sustituyéndolas por una gran sonrisa…

-Rin.- la llamó.- Firmaste un documento cierto?.- la joven asintió.- Lo leíste?.- ahora


negó nerviosa ¿a que venían esas preguntas? Seria que firmó algo que no debía?

-Amo?.- dijo al verlo inmerso en el pergamino que sostenía. Sesshomaru se lo pasó para
que lo leyera y cuando Rin lo leyó se puso de todos los colores y miró al Daiyoukai
quien tenia la vista puesta en ella.- E-esto dice que so-somos una pa-pareja?!.- exclamó
por lo bajo con el corazón a mil por minuto. El Daiyoukai se dirigió a la ventana
mirando el paisaje también con el corazón acelerado, no sabia si Rin quería serlo, el no
tenia problema alguno, a decir verdad, le agradaba la idea pero…

-¿No quieres?.- le preguntó dándole la espalda.

-Yo…yo si quiero pero… no se usted.- contestó tímidamente.

-Acaso no te lo acabo de demostrar.- le dijo viéndola. La chica se sonrojó por enésima


vez.- O quieres otra prueba?.- se le iba acercando (AY DIOS, que suerte tiene)

-Etto… no hace falta ya….- decía con la cabeza baja viendo sus dedos "jugar" entre
ellos cuando de nuevo ella pudo sentir unos labios dulces pegados a los suyos en una
sutil caricia, cerró los ojos dejándose llevar pero luego se separaron y Sesshomaru
caminó hacia la puerta diciéndole:

-Espero que te haya quedado claro.- salió de la recamara dejando a Rin en una
ensoñación, cuando regresó a la realidad se dio cuenta de que no era un sueño. El
Daiyoukai caminaba por los oscuros y hermosos jardines alumbrados por la luz de la
luna. Rin se dirigía a su cuarto con una gran sonrisa.

Cuando Inuyasha regresó a su aposento luego de hablar con el monje encontró a


Kagome dormida, con Miroku pasó lo mismo, por lo que esta noche el no tendría
"acción".
Amaneció y Miroku quedó encargado de proteger a las chicas y por ende el palacio ya
que los Lords fueron a eliminar demonios.

Era temprano por lo que Inuyasha y Sesshomaru partieron sin desayunar discutiendo
como habitualmente hacían. Rin aun no despertaba por lo temprano que era al igual que
Shippo, solo lo estaban Miroku, Sango, Kagome y Jaken.

-Mas te vale no ser una molestia.-Dijo Sesshomaru corriendo velozmente por el camino
mientras que Inuyasha prefirió saltar por los arboles.

-Ja! Deja de decir tonterías, mas te vale a ti no meterte en mi camino.- le dijo el hanyou
pero luego ambos se detuvieron el sentir algo.- ¡Por allá!.- dijo yendo en una dirección
con Tessaiga desenvainada seguido de su hermano pero otra vez pararon cuando el
rastro desapareció.

-Con que lo del rastro era cierto.- comentó el Daiyoukai volviendo a percibir el rastro
empezando a correr e Inuyasha le siguió al sentirlo también pero de nuevo desapareció,
lo mismo sucedió dos veces más hasta que la paciencia del hanyou se agotó.

-No podemos seguir así! Hay que buscar otra manera.- dijo enterrando la espada en el
suelo.- Grrr huele a lobos.- gruñó. El Daiyoukai empezó a caminar dejando a Inuyasha;
un remolino se hizo visible y se detuvo en frente del hanyou.

-¿Qué haces por mis territorios Bestia?.- le preguntó Koga.

-Sarnoso!.- le dijo al reconocerlo.- ¿Cómo que tus territorios?.- preguntó y luego sonrió,
ahora si se vengaría.- Ah es cierto, tu repugnante manada vive por aquí, déjame decirte
que yo soy El Lord de Las Tierras del Oeste.- le dijo presumiendo su titulo.

-¿¡Que?! Estas mintiendo.- Koga no se lo creía pero Inuyasha insistía en que era
verdad.- No seas hablador, como una bestia como tu va a ser mi "Lord" jajá que buen
chiste.- se burlaba el ookami.

-Inuyasha.- llamó el Daiyoukai.

En el palacio todo iba bien, al rato Rin se hizo presente con una alegría muy grande,
desayunaron y después de que esta hiciera sus visitas diarias al dragón, estaba en uno de
los jardines con los demás.

-Tiene usted una alegría radiante, Señora.- le dijo Miroku a Rin "practicando el como
tratar a sus jefes" por mas que le reprocharan que no hiciera eso pero se le olvidó que
supuestamente Rin no sabia nada.

-Miroku!.- le reclamaron Sango y Kagome.

-¿Ustedes ya lo sabia?.- les preguntó Rin entendiendo.- Y no me dijeron nada.- se cruzó


de brazos aparentando estar molesta pero no era así.

-Este…bueno…Rin veras.- decía el monje con un chichon intentando explicar mientras


que Kagome y Sango lo miraban con furia. Miroku le explicó todo desde que el e
Inuyasha escucharon la conversación sobre cuando Rin descubrió sus sentimientos hasta
lo del "papel de Cupido" aunque Sango y Kagome le ayudaban en esa tarea. El pequeño
Shippo los veía interesado mientras escuchaba y de vez en cuando hacia sus
comentarios.

-Perdón pero no queríamos dañarte la sorpresa.- se disculpó Sango.

-Pero como te enteraste?.- le preguntó Kagome y Rin se puso como un tomate


balbuceando cosas que los otros no entendían para nada hasta que Rin logró decir parte
de lo sucedido.

-Me alegro por ti Rin.- dijo Miroku poniendo una mano en el hombro de Rin. Las chicas
también la felicitaron y a esta le salió la típica gota anime.

-Ese de ahí no es tu hermano?.- le dijo el ookami cuando Sesshomaru llamó al hanyou.

-Inuyasha, tienes deberes que cumplir.- le dijo el Daiyoukai indiferente.

-Kogaaaaaaa!.- una chica pelirroja le llamaba.- hola Inuyasha, como va el imperio?.-


preguntó Ayame.

-Ayame…¿¡Tu lo sabias?es cierto?!.- exclamaba Koga desconcertado y la pelirroja


asintió.

-Nos vemos lobo sarnoso.- se despedía Inuyasha victorioso cuando el lobo quedó como
piedra.

-Salúdame a Kagome Bestia!.- dijo el ookami al reaccionar marchándose con Ayame.

Los Lords del Oeste seguían buscando a los demonios que osaron entrar en sus tierras.
Inuyasha iba delante y por lo tanto chocó con algo "invisible" volando por los aires y el
Daiyoukai solo miró lo acontecido para no cometer el mismo error.

-Una barrera?!.- exclamó el hanyou después de chocar contra un árbol.- Bien


entonces….- desenvainó a Tessaiga poniéndola roja.- ¡Kongosoha!.- la barrera se
desvaneció visualizándose solo unos cuantos youkais de bajo nivel.- ¡Feh! Todo esto
solo por unos cuantos!.- se quejó.

Mientras que el hanyou se quejaba, Sesshomaru no dudó y eliminó a los youkais con
Bakusaiga y luego Inuyasha le reclamó por haberse robado el crédito…

-Señora! Señora!.- un soldado llamaba a Kagome como alma que lleva al diablo.

-¿Qué pasa?.- preguntó Kagome.


Capitulo 16 - Ataques ...Y... Vencedores
-Señora, señora!.- un soldado llamaba a Kagome como alma que lleva al diablo.

-¿Qué pasa?.- preguntó Kagome preocupada.

-Tenga.- le entregó un pergamino y la sacerdotisa empezó a leerlo.

-Kami!.- exclamó y sus amigos la miraron interrogantes.- Una gran cantidad de youkais
están en las proximidades de nuestros territorios.- informó alarmada.

-¡Todos los soldados refuercen la vigilancia en el palacio y prepárense por si se presenta


una batalla!.- ordenó el comandante Miroku y le obedecieron de inmediato.- Me gusta
este trabajo….- decía y Sango lo miró como diciéndole "no es el momento para decir
eso".

-Puede que Inuyasha y Sesshomaru se encuentren con ellos.- dijo Sango.

-Hay que ir a ayudarles!.- dijo Rin y los demás asintieron.- Jaken, encárgate de
mantener todo en orden.- le dijo Kagome al ver al youkai rana acercárseles ante todo el
movimiento del palacio.- Shippo… será mejor que te quedes, aquí estarás mas seguro.-
le dijo dulcemente.

-Ni hablar, yo voy con ustedes!.- dijo decidido dejando claro que no aceptaría un no por
respuesta.

-Sera mejor que vayamos a cambiarnos.- Sugirió Rin.

-Rin, tu también iras?.- le preguntó Sango.- Podría ser peligroso.

-Siempre estaré junto al amo Sesshomaru, además he sido entrenada por ustedes.-
respondió y así los guerreros fueron a prepararse.

Los hermanos perseguían un rastro de olor a youkai que estaba muy cerca, retrocedieron
rápidamente dando un salto hacia atrás desenvainando sus espadas preparándose para
atacar y en ese instante aparecieron unos seres alados con cuernos no muy grandes pero
con extremidades de león abalanzándose hacia los Lords. Sesshomaru iba a lanzar su
ataque pero Inuyasha lo empujó atacando el.

-¡Kaze no kizu!.- lanzó su viento cortante eliminando a dos de los cinco youkais.- Esta
vez no tendrás todo el crédito!.- le dijo a Sesshomaru esquivando y contrarrestando los
ataques.

-Hm….- y de un movimiento con Bakusaiga destruyó dos mas, ahora solo quedaba uno
pero el hanyou se deshizo de el.

-Que fácil….- dijo envainando a Tessaiga. El Daiyoukai voló hacia arriba observando el
panorama, entrecerró un poco los ojos captando a lo lejos montones de youkais.- Que
tanto observas?!.- Inuyasha subió a la copa de un árbol alto también observando lo
mismo.

-Andando.- Sesshomaru se dirigía hacia allá volando, Inuyasha le siguió desde las copas
del los arboles.
En el palacio, los guerreros ya estaban preparados con las vestimentas para la "batalla".
Sango usaba su usual traje de exterminadora, Miroku su vestimenta de monje, Kagome
y Rin encontraron en sus armarios unas ropas que parecían ser especiales para las
peleas, consistían en un traje que en la parte superior se sujetaba en el cuello por lo que
no tenia mangas y desde la mitad de los muslos la tela no estaba unida, dándole total
movimiento a las piernas, el de Kagome era azul mientras que el de Rin era verde. Ya
estaban en la salida del palacio, Sango le prestó a Rin su espada ya que no la usaba tan
frecuente, Jaken les llevó a Ah-Un y luego volvió al palacio, el dragón Rin le quitó los
bozales y se montó en el junto con Kagome y Shippo mientras que los otros dos iban
con la nekomata y partieron velozmente.

Inuyasha y Sesshomaru estaban cerca de encontrarse con los invasores y estos se


estaban adentrando mas en los territorios cuando un pequeño ser pinchó la nariz del
hanyou siendo aplastado.

-Amo Inuyasha que alegría verlo por aquí.- pronuncio la pulga que estaba desaparecida.

-Anciano Myoga ¡¿Se pude saber donde estabas?!.- le exigió saber Inuyasha.

-Yo estaba… recuperando mis recuerdos explorando sus territorios amo.- contestó
asustado por la mirada del hanyou.

-Y por que te alegra vernos?.- le volvió a preguntar sin quitar la vista del camino.

-Debe ser por los youkais.- contestó el Daiyoukai en lugar de la pulga.

-Así es, de a pocos se han ido escabullendo aunque ahora parece que vienen muchos.-
dijo Myoga sujetándose de un mechón de cabello de Inuyasha.

Ya mas cerca, empezaron a eliminar demonios y mientras mas se acercaban mas habían
pero para estos medio hermanos eso no era problema, habían youkais de gran tamaño
que daban un poco mas de trabajo, otros eran agiles y otros daban golpes fuertes pero
aun así lograron eliminar gran parte de ellos. Un youkai volador iba directamente a
atacar a Inuyasha quien esquivaba ataques de uno enorme.

-Hiraikotsu!.- destrozó al volátil e Inuyasha se deshizo del gigante.

-Chicos…¿¡Que hacen aquí?! ¡Se supone que están en el palacio!.- dijo el hanyou
exaltado.

-Dejamos a Jaken en eso.- dijo Miroku. Sesshomaru al oír "semejante cosa" hizo una
explosión con Bakusaiga despellejando centenares de demonios dejando mas camino
libre. El Daiyoukai se giró en dirección a los recién llegados con un "tic" en el ojo
izquierdo…¿¡Jaken… esa rana estaba a cargo del palacio?!

-Amo Sesshomaru!.- Rin bajó hacia el en el dragon de dos cabezas. El Daiyoukai notó
que la chica venia a pelear por las ropas que llevaba.

-No deberías estar aquí.- le dijo Sesshomaru de espaldas hacia ella.

-Yo quiero ayudar… además.- se sonrojó mucho.- esto es parte de mi deber como
Señora del Oeste.- Sesshomaru la miró y le sonrió como sabia hacerlo al verla
sonrojada, se veía tan bella… pero ahora no era el momento de pensar esas cosas, se
acercaban mas youkais y estos eran mas grades y raros.

-Bien, esta bien.- dijo suspirando Inuyasha.- Solo no estorben.- los chicos asintieron.

Rin subió en Ah-Un elevándose por los aires y el dragon lanzaba sus ataques eléctricos;
Inuyasha usaba el viento cortante partiendo a los demonios pero las partes destrozadas
se convertían en youkais aumentando el numero incluso Bakusaiga no logró evitar
eso…

-Entonces ¡se irán todos al infierno! MEIDOU ZANGETSUHA!.- la raya del meidou
arrastró consigo a esos monstruos dejando mucho polvo en el aire pero aun así
quedaban youkais.

-Inuyasha! Ellos tienen que tener algún líder!.- le voceo Miroku desde arriba parando de
lanzar pergaminos.- Kagome, sientes alguna presencia fuerte?.- le preguntó pues estaba
a su lado encima de Shippo.

-Si, esta a corta distancia.- contestó.

-Kirara.- le dijo Sango avanzando junto con el monje por lo dicho por su amiga.

-Fuera de mi camino!.- el Daiyoukai iba a paso veloz mirando de reojo a Rin que iba
volando en el dragón ¿Acaso pretendía seguirlo?

Miroku y Kagome se encargaban de ayudar a abrir paso para que pudieran avanzar más
rápido y acabar con esto de una buena vez.

-¿¡Que esta pasando?! ¿¡Quien esta eliminando mi ejercito tan rápido?!.- decía alguien.

-Señor Tadeshi.- un youkai con 4 brazos habló.- No cree que es momento de que
interfieran los "inmortales"?

-Aun no, no se quienes nos están venciendo, así que primero vamos a agotarlos, ¡Que
intervengan los demonios del cielo!.- ordenó Tadeshi.

De entre los arboles, salieron unos monstruos de tamaño medio con alas negras y de piel
grisácea, estos rodearon a los guerreros lanzando ataques de fuego por las bocas y
azotando con sus colas intentando golpear al enemigo.

Como estos demonios atacaban desde el aire donde también estaban Rin, Ah-Un,
Kagome, Sango, Shippo, Miroku, Kirara y una pulga que estaba escondida en algún
lado; Sesshomaru se elevo esquivando ataques y contrarrestándolos.

Uno tenia la intención de atacar a Rin con su larga cola, el Daiyoukai abandonó la
batalla que tenia con otro para ir a proteger a su protegida pero esta se supo defender
utilizando la espada que Sango le prestó cortando la cola y Ah-Un terminó de
eliminarlo, Sesshomaru viendo que Rin sabia defenderse volvió a batallar pero siempre
asegurándose de que a la chica no le pasara nada, no podía ni dejaría que algo le pasase,
JAMAS!
Inuyasha batallaba desde tierra y Kagome bajó en Shippo a ayudarle lanzando las
flechas que llevaba en su carcaj, el kitsune también luchaba junto a ellos con su fuego
de zorro que había progresado mucho. Un demonio del cielo lanzó fuego con esencia
demoniaca dirigido en dirección a la sacerdotisa…

-Kagome! BAKURYUHA!.- devolvió el ataque salvando a Kagome.- Tonta deberías


ser mas cuidadosa.- le dijo poniéndola en un lugar mas despejado desde donde podía
atacar sin ser molestada por un buen rato.

-Si, perdón.- se disculpó y los tres volvieron a la batalla.

Acabaron con la mayoría, los que quedaban ya estaban agonizando. Avanzaban


terminando de erradicar demonios restantes.

-Allá! De el proviene una energía fuerte, ese tiene que ser el líder!.- dijo Kagome
señalando la dirección.

-Ese se parece a….- decía Miroku entrecerrando los ojos verificando si su pensamiento
era cierto.

-¡¿Ustedes?!.- exclamó Tadeshi cuando el grupo estaba lo suficientemente cerca.

-¡Tu, maldito engendro!.- dijo Inuyasha agarrando con fuerza su espada.

-Nos volvemos a ver.- les dijo Tadeshi.

-Desististe de tus propósitos con el tiempo.- dijo Sesshomaru.

-¡Se les olvidó que ustedes me dañaron todo!.- dijo con furia.

-Y ahora te vengas atacando nuestras tierras?!.- dijo Kagome.

-No tenia idea de que estas eran sus tierras.- aclaró.- Ahora solo quiero conquistar los 4
imperios, me han facilitado las cosas haciéndose presentes.

-Entonces ¿¡tu atacaste al Sur?!.- preguntó Miroku.

-No, fueron simples demonios quienes luego se unieron a mi ejercito.- respondió.- Esta
conversación es aburrida, mejor hagamos algo mas divertido!- y unos tentáculos que
salían de su espalda se abalanzaron hacia Inuyasha y Sesshomaru.

-¡Pagaras por haber lastimado a Kagome!.- decía Inuyasha cortando los tentáculos.-
¡Toma esto!.- iba a partirlo en dos pero Tadeshi se echó para atrás topándose con el
Daiyoukai quien por poco le corta la cabeza.

-Señor Tadeshi?!.- le llamó un youkai como preguntándole algo a lo que este asintió
evitando los pergaminos de Miroku.

-¿Tadeshi? Con que así se llama.- dijo Sango agarrando su Hiraikotsu montada en
Kirara junto con Miroku.

-Veamos si sobreviven a los "inmortales".- dijo Tadeshi alejándose.


-¿Los inmortales, a que se refiere?.- le preguntaba Shippo a Kagome pero en ese
instante la tierra comenzó a temblar.- ¡Ay pero que sucede!.- se convirtió en una bola
rosa empezando a flotar llevando a Kagome consigo.

-Inuyasha cuidado!.- le advirtió Kagome pues uno de esos seres le iba a tacar; la
sacerdotisa tiró una flecha dándole en el estomago a la criatura, la cual cayó al suelo
dándole oportunidad al hanyou de reaccionar y esquivar lo que iba a ser un ataque.

La criatura se levantó con un hoyo en el vientre y empezó a atacar a Inuyasha, pero


aunque el hanyou le atacara sus golpes eran inútiles pues no le hacían daño, lo
traspasaban como si fuera un espejismo, sin embargo no lo era. El fuego de Shippo
tampoco funcionaba, los ataques de Sesshomaru también le traspasaban. Rin dirigía a
Ah-Un quien lanzaba sus descargas eléctricas desde el cielo encima de su amo, Sango
usaba el Hiraikotsu pero solo los pergaminos de Miroku y las flechas de Kagome hacían
un poco de efecto, solo lograban derribarlos pero estos volvían y se levantaban.

-¿Qué son esas cosas? ¡Son invencibles!.- dijo Rin.

-Tiene que haber una forma.- Sango intentaba buscar una solución.

-¡Fuego de zorro!.- usó Shippo intentando defenderse de dos de esos demonios.- Ay no


funciona!.- empezó a correr pero lo perseguían.

-Shippo!.- Rin bajó de Ah-un y utilizando la espada de Sango quiso cortar a los
monstruos pero no les hizo nada por lo que ahora ella era su objetivo al igual que
Shippo.- Corre!.- el kitsune y ella comenzaron a correr, no se subieron en el dragón pues
este ya tenia bastantes problemas. Rin tropezó cayendo encima del kitsune y los
perseguidores la iban a atacar pero alguien los sostuvo apartándolos del lugar.

-Sesshomaru!.- dijo Shippo al ver a su salvador.

-Amo Sesshomaru nos salvó gracias!.- le dijo Rin reincorporándose.

-No se descuiden tanto.- les dijo el Daiyoukai de espaldas frente a ellos protegiéndolos.

-Rin, Shippo! Están bien?.- aterrizaron Sango y Miroku. Kirara se puso al lado del
Daiyoukai también protegiendo por cualquier ataque.

-Si estamos bien, pero no hay manera de eliminarlos.- les respondió el kitsune.

-Inuyasha… estas criaturas no parecen ser de este mundo.- informó Kagome al lado de
este.- Hay que buscar una manera de vencerlos, se me acaban las flechas.

-Tengo una idea, sube!.- Kagome se subió a la espalda del hanyou y este dando brincos
llegó hasta donde Ah-un, la sacerdotisa lanzó las ultimas flechas que le quedaban para
ayudar al dragón y se montaron en el llegando hasta donde estaban los demás.

-Inuyasha, tienes alguna idea?.- le preguntó Miroku. Ya había pasado tanto tiempo que
empezaba a anochecer.

-Sesshomaru, Tenseiga puede enfrentar a los seres del otro mundo cierto?.- le dijo
Inuyasha y el Daiyoukai lo miro para que se explicara.- Si lo que Kagome dice es cierto,
que ellos no son de este mundo, debes de usar a Tenseiga.- explicó.
Sesshomaru comprendió lo dicho por su hermano envainando a Bakusaiga y sacando a
Tenseiga.

-Inuyasha, se útil y encárgate de Tadeshi.- le dijo y fue a eliminar a "inmortales".


Inuyasha asintió montándose en el dragón junto con Kagome y Rin.

-Sango, Shippo, vamos a ayudarle.- dijo Miroku refiriéndose a Sesshomaru montándose


en la tierra.

Lo dicho por Kagome era cierto ya que el Daiyoukai eliminar a todos esos monstruos
con Tenseiga. Esta vez el Hiraikotsu de la exterminara si hizo efecto alguno pues el
monje había puesto varios pergaminos en el ayudando a Sesshomaru por lo menos
derribándolos y haciéndole mas fácil la tarea a pesar de que este les dijera que no era
necesario.

Mientras que Inuyasha, Rin y Kagome volaban en Ah-Un a toda velocidad para
enfrentarse a Tadeshi y llevare la paz a sus tierras y a ellos mismos. Estaba oscuro, ya
era de noche, Shippo y Ah-Un solo usaban sus poderes para aumentar la visibilidad en
la noche alumbrada únicamente por la luz de la luna.

-Ahí esta, junto con otro.- dijo Rin.

-Ya lo veo, Ah-Un baja.- dijo Inuyasha y cuando el dragón ejecuto la acción, el hanyou
se bajó y sacó a Tessaiga listo para luchar.

-'Estos tipos son muy fuertes'.- pensó Tadeshi al percatarse de la presencia del hanyou.-
Vienes por mi, eh?.- dijo.

-Llegó tu hora.- dijo con enojo Inuyasha.

-No lo creo.- y empezaron su batalla. Tadeshi llevaba prácticamente la ventaja pues


Inuyasha no se le podía cercar lo suficiente debido a los numerosos tentáculos que tenia
que esquivar.

Kagome y Rin iba ayudar al hanyou pero un youkai con cola de serpiente las atacó pero
Ah-Un las salvó lanzando al youkai con su cola. El youkai volvió a atacar y el dragón
recibió el ataque en un intento de proteger a las chicas y cayó no muy grave pero le fue
inyectado una pequeña cantidad de veneno haciendo que no pudiera seguir peleando.

El youkai se enfrentaba contra Kagome quien lograba defenderse con su arco pero un
movimiento hizo que ella se estrellara contra una roca, intentó levantarse pero estaba
adolorida.

-Kagome!.- exclamó Rin al ver como su amiga fue tratada.- Ya veras.- ahora era ella
quien luchaba.

-Rin, Ah!.- la llamó quejándose del dolor de su espalda.- Córtale la cola, es su punto
débil.- le dijo al sentir que de ahí era que sacaba toda la fuerza.

-Si.- y en un descuido del youkai Rin le cortó la cola y este quejándose se volvió polvo.-
Uff por fin.- dijo cansada y la sacerdotisa se le acercó ya mas aliviada.- ¿Te sientes
mejor?.- le preguntó y ella asintió, se acercaron a Ah-Un y vieron que el dragón estaba
mas o menos bien debido a que la pulga Myoga hizo su aparición chupándole el veneno,
por eso había aumentado de tamaño.
Inuyasha se enfureció mas cuando notó el combate de las chicas pero no pudo ir a
ayudarles ya que también el estaba peleando y no lo dejaban ir a protegerlas, pero le
tranquilizaba que ya ellas estuvieran bien. Ahora, con la furia que sentía, logró
acercársele destrozando todos esos tentáculos manteniendo una batalla mas de cerca.
Las chics, la pulga y el dragón le fueron a ayudar y la sacerdotisa, como tenia su arco
roto usó su poder espiritual para materializar uno junto con una flecha y disparó; la
flecha se clavó en el centro del pecho de Tadeshi dándole la oportunidad a Inuyasha de
darle el golpe final; el hanyou lo decapitó dando fin a todo.

-Ya terminó.- dijo Myoga.

-Inuyasha! Kagome!.- voceaba Shippo llegando junto a ellos con los demás.

-Veo que también ustedes tuvieron éxito.- les dijo Miroku.

-Entonces volvamos al palacio.- dijo Sesshomaru despeando el vuelo, y los demás


hicieron lo mismo a pesar de que era de madrugada.

Cuando llegaron al palacio ya había amanecido por lo que Jaken recibió a su amo bonito
felicitándolo y se llevó unos cuantos chichones de parte de Inuyasha pues el también
había participado en la batalla. Cada uno fue directo a sus aposentos a asearse y directo
a la cama, estaban cansados pero el Daiyoukai solo se dio un baño y ordeno a unas
mucamas que traspasaran las cosas de Rin a su recamara con mucho cuidado de no
despertarla, el por su parte cargó a la chica hasta su alcoba y la acomodo en la cama
mientras las mucamas hacia su trabajo.

Inuyasha no durmió mucho así que fue el primero en despertarse, se sentía extrañamente
diferente pero no le tomó mucha importancia y salió del cuarto encontrándose con
Myoga, Jaken y Sesshomaru al entrar al despacho.

-A-amo Inuyasha es usted?.- le preguntó Myoga al verlo, el hanyou no le encontraba


sentido a la pregunta.

-Claro que soy yo, que no me ves!.- le contestó agarrando a la pulga


Capitulo 17 - Unión E Invitación
-A-amo Inuyasha es usted?

-Claro que soy yo, que no me ves!.- agarró a la pulga.

-Por eso mismo amo, esta diferente.- Inuyasha se extrañó por eso.

-¿Qué estas diciendo? Yo no estoy diferente.- soltó a Myoga y vio que Sesshomaru y
Jaken lo miraban raro.- ¿Y ustedes que me ven?

-Mírate en un espejo.- le dijo el Daiyoukai e Inuyasha no dudó y fue a su alcoba y al


mirarse en el espejo se sorprendió tanto que Kagome se despertó pero antes de que ella
le preguntara algo, el hanyou salió a buscar explicaciones.

-Myoga!.- entró en el despacho con "toda la delicadeza que tenia".

-Yo no se nada, se lo juro!.- dijo la pulga. Inuyasha miró a los otros dos presentes pero
ninguno le supo contestar el porqué tenia las marcas que le salían al transformarse pero
el tenia sus ojos ámbares y actuaba como el es, estaba consciente de todo.

Salió del despacho encontrándose con Kagome, Miroku, Sango, Kirara y Shippo
quienes se asustaron al verlo pero luego se dieron cuenta de que Inuyasha seguía normal
a diferencia de las marcas debajo de sus ojos por lo que decidieron que luego hablarían
con Totosai.

Jaken fue a alimentar al dragón mientras que el amo bonito fue a su recamara ya que de
seguro Rin estaba por despertar y tendría muchas dudas. Al entrar, la chica aun dormía
plácidamente sobre la cama y el se dispuso a leer unos libros o mejor dicho "revistas"
que su protegida tenia pero la cerró inmediatamente cuando vio una sección de ropa
interior femenina ¿Qué rayos decían esas cosas como para que Rin las leyera?

-Ah que bien dormí.- pronuncio adormilada.- De repente mi cama se volvió mas
cómoda.- abrió los ojos poniendo una mano sobre la cama y vio que esas no eran sus
sábanas, ni su cama, miró alrededor y no era su habitación.- ¿Dónde estoy?.- se
preguntó ella en voz alta.- Se parece a la recamara del…

-Estas en mi habitación.- respondió el Daiyoukai desde el escritorio. Rin se asustó un


poco pues no se percató de que estaba ahí.

-Etto… amo… ¿Qué hago aquí?.- preguntó levantándose colocándose al lado suyo.
¿¡También tenia que explicarle el porque?!

-Porque eres mi pareja 'solo falta un detalle'.- lo ultimo lo dejó para su mente mientras
se ponía de pie acercándose a la joven quien ya se lo tomaba como lo mas normal del
mundo luego de lo que paso días atrás…

Al acercársele, Sesshomaru se concentró en la parte baja del cuello de la chica, pero esta
lo miraba embobada (¿Y quien no lo haría teniéndolo en frente?). La agarró de la
cintura y rápidamente clavó sus colmillos; Rin gemia de dolor al principio pero luego ya
no; al Daiyoukai terminar su parte se quedó en la misma posición mostrando la parte
baja de su cuello, sin embargo, al rato fue que la chica captó lo que tenia que hacer,
tímidamente lo mordió pero prácticamente logró la marca.
-No le hice daño?.- preguntó Rin sonrojada cuando se reincorporaron.

-No seas tonta.- le respondió.- Otra cosa, desde ya dejaras de llamarme amo
entendido?.- le dijo dándose la vuelta para salir de la recamara.

-Pero….- la mirada de su ahora pareja la hizo cambiar de opinión y con una enorme
sonrisa asintió diciendo….- Esta bien, Sesshomaru.- este mostró una sincera sonrisa,
¡Lo que esa "niña" le hacia hacer!

-Bien, tus cosas están ahí, vístete, casi almorzaremos.- salió de la habitación cuando Rin
asintió… espera… ¿almorzar? ¿Cuánto tiempo durmió? ¿y cuando trasladaron todo? Se
preguntaba la chica mientras ambos sintieron un ardor donde estaban las mordidas pero
luego desapareció visualizándose una luna creciente igual que la de Inuyasha y Kagome
solo que esta era de color plateado.

Inuyasha percibió la marca con su olfato y no pudo evitar hacer un comentario quien
luego le siguió Miroku pero Sango y Kagome los "calmaron" aunque ellas armaron todo
un escándalo cuando Rin apareció llevándose 3 miradas asesinas.

Mas tarde Inuyasha y Myoga iban a donde Totosai a exigirle información pero hablando
del vejestorio herrero…

-Lord Inuyasha, disculpe, esta presente el herrero Totosai que trajo las nuevas armas
para el ejército.- informó un guardia.

-Que suerte.- se dijo y ahí mismo venia el herrero.- Totosai justo iba a visitarte.- dijo al
verlo aguantándose las ganas de insultarlo a los cuatro vientos por no haberle dicho de
esas marcas.

-Inuyasha? Te sientes bien?.- preguntó al verlo.- No has perdido la razón cierto?.- dijo
algo asustado.

-Mira Totosai, una cosa te voy a decir.- dijo en tono aterrador.- ¡¿Qué rayos significa
esto?!.- exclamó señalando sus nuevas marcas pero su voz resonó por todo el palacio
haciendo que los demás se hicieran presente.

-Inuyasha que sucede?.- dijo Miroku.- Ah pero si es Totosai.

-Ay Sesshomaru!.- el herrero se escondió detrás del hanyou, aun le tenia miedo a ese
Daiyoukai.- Traje el pedido de armas que Irasue me ordenó no hace mucho y también
otras extras.- dijo cuando Inuyasha lo obligo a dejar de esconderse.

-Discutiremos eso en el despacho.- dijo el Daiyoukai yendo hacia allá seguido de los
otros.

Hablaron sobre el nuevo arsenal de armas que ahora poseían para el ejercito, pero
habían unas extras que eran para Kagome y Rin; a la sacerdotisa, un arco súper
resistente pero con el diseño de tener mas precisión al lanzar y a la recién marcada una
espada ligera como una pluma, pero con un filo mortal incluso para un youkai, también
obtuvo un arco con un montón de flechas en el carcaj.

Miroku e Inuyasha se encargaron de llevar las armas al almacén también ayudados por
el kitsune, Jaken y unos cuantos soldados. Los otros ya estaban fuera del despacho y el
herrero se iba a marchar cuando Sango le preguntó por Kohaku, el vejestorio se rascó la
cabeza y recordó que el muchacho le había pedido que le llevara una carta a su
hermana, luego de que Myoga le reclamara, Totosai se marchó no sin antes dejarle la
carta a la exterminadora.

Luego de la cena, Kagome estaba e ropa interior buscando una yukata entre las gavetas,
en ese instante el hanyou entró en la habitación y lo primero que vio fue a su mujer con
poca ropa ya que la sacerdotisa no acostumbraba a vestirse en el baño pero siempre que
lo hacia el no estaba presente. Inuyasha estaba como hipnotizado caminando hacia ella y
"sin darse cuenta" terminaron besándose como reclamando lo que no terminaron hace
unos días llegando a tener una noche mágica.

Sin embargo, con Rin todo era diferente, ella tenia puesta una de las pijamas del futuro
sentada en la cama leyendo la misma revista que Sesshomaru por poco destroza, claro
que ella no lo sabia, tenia sueño pero le daba pena dormirse en la cama de su pareja
hasta que…

-¿Por qué no te has dormido?.- dijo Sesshomaru entrando en la recamara.

-Porque….- se levantó deprisa de la cómoda cama en la que estaba leyendo muy


concentrada.- Porque esta es su cama.- dijo tomando un color carmín en las mejillas.

-También es tuya.- le dijo comprendiéndola un poco, de seguro como el kitsune hacia


unos comentarios algo fuera de lugar respecto a Miroku y Sango tal vez ella pensó que
pues… aunque no era mala idea… espera… ¿en que pensaba? Ese monje tiene una
"enfermedad" que parecía ser contagiosa.- ¿Qué dicen esas cosas?.- le preguntó ya que
no creía que dijeran algo bueno, después de todo, desde que la abrió se espantó.

-Ah bueno, estas revistas tienen cosas interesantes, como pasatiempos, consejos,
anuncios, moda… aunque la moda es bonita y a veces rara y….- empezó con su
parloteo sintiéndose mas en confianza hasta que el sueño la venció y se durmió. El
Daiyoukai se puso una yukata que le dejaba el torso descubierto y como no tenia
necesidad de dormir, empezó a leer un libro de los del futuro que tenia Rin, leía una
"novela" aunque el ignoraba el genero del texto, solo sabia que era interesante, por lo
menos los humanos hacen algo provechoso pero de vez en cuando se mantenía
observando a Rin por un buen rato.

Era temprano y la durmiente se despertó sintiendo que durmió por mucho tiempo pero
no era así. Al abrir los ojos vio a Sesshomaru leyendo con el torso a la vista…

-Es temprano, vuelve a dormir.- le dijo el Daiyoukai pero Rin estaba en las nubes o más
allá.

-Eh si.- dijo al caer a tierra.

Todos despiertos ya, Sango quería visitar la aldea porque en la carta decía que Kohaku
estaría hoy ahí. La acompañaron Kagome, Rin, Miroku y Kirara, los otros, Inuyasha,
Sesshomaru, Shippo, la rana y el dragón prefirieron quedarse.

Llegaron a la aldea y conversaron toda la mañana con la anciana Kaede y Kohaku pero
en la tarde a la sacerdotisa le dieron ganas de ir a ver a su familia y enseñarles todas las
fotos que tenia en la cámara, Miroku acompañó a las mujeres junto con la nekomata en
función de guardaespaldas contra chicos entrometidos, claro que por suerte llevaban
ropa "normal" para esa época.
Allá compraron alimentos humanos, como objetivo principal el ramen…

En el palacio las cosas estaban un poco ajetreadas con el repartimiento de armas,


además de que ahora tendría que dar entrenamiento y para colmo sus mujeres no
estaban ni el monje tampoco.

La familia Higurashi se tomó extraño que "el orejas de perro" no estaba ahí èro
quedaron felices y anonadados ante las fotos de la sacerdotisa. Cuando volvieron al
Sengoku se despidieron de Kaede y Kohaku y volvieron al palacio. Sango y su hermano
se comunicarían por cartas y de vez en cuando se visitarían, bueno, la mayor lo visitaría
pues el joven exterminador no estaba tan de acuerdo con ir a un palacio lleno de
inuyoukais.

Varios días pasaron, Sango se comunicaba con Kohaku por cartas y una de ellas le
alegró cuando su hermano relataba que la aldea de exterminadores esta volviendo a ser
poblada y posiblemente se vuelvan a formar exterminadores.

Mientras que Miroku, Inuyasha, Kagome y Rin daban algunas prácticas con las nuevas
armas al ejército. La sacerdotisa y el hanyou de vez en cuando tenían sus "noches" y
para "mala suerte" del monje, a Sango le vencía el sueño a tempranas horas
extrañamente. Rin por su parte, duerme sola, pues su Daiyoukai no dormía.

Myoga a veces se perdía y otras veces andaba con Jaken o iba buscando información
sobre las marcas youkai que su amo aun poseía y no se sabia la razón.

Shippo practicaba sus trucos haciéndole bromas a Inuyasha mientras este observaba a
algunos soldados practicando entre ellos los consejos del monje sobre… bueno,
digamos que Miroku se la ha dado en consejero de medio tiempo. Luego de que el
hanyou le diera su lección al kitsune por haberle puesto un trompo gigante en su cabeza
apareció Sesshomaru incitándole a su modo a un "calentamiento amistoso" obteniendo
varios espectadores que quedaban asombrados por la fuerza de sus Lords.

-Te has vuelto mas fuerte.- comentó el Daiyoukai chocando su espada con la de su
medio hermano.

-Ja! No será que te has debilitado?.- dijo irónico molestando a Sesshomaru por lo que
estaba siendo arrastrado hacia un "pequeño" risco pero el Daiyoukai percibió en ese
momento que algo no andaba bien con Inuyasha, olia mas a youkai que a humano
aunque todavía su sangre estaba mezclada y sus ojos seguían siendo dorados, no había
indicios de que se estaba transformado a excepción de las marcas que desde hace días
tenia, dejó de empujarlo, se detuvo y dio un pequeño salto hacia atrás analizándolo.

-'Algo no anda bien…'.- pensaba.

-¿Y ahora que pasa? No sueles detenerte, ¿Qué, te doy tanto miedo?.- decía pero
Sesshomaru seguía igual cosa que Inuyasha se tomó extraño pues siempre reaccionaba a
sus burlas.

-Ah que bien que están los dos aquí.- Miroku hizo acto de su presencia.- Les aviso que
Irasue esta aquí.

-Oh tu madre nos visita.- dijo el kitsune al Daiyoukai quien puso mala cara.
-Ya veo que lo que la pulga dijo era cierto.- dijo Irasue acercándose mientras Myoga
estaba en su hombro.

-Amo Inuyasha, ya se porque tiene las marcas.- la pulga saltó hacia el chupándole
sangre.- Su sangre esta mas rica que nunca!

-Myoga, dime y deja de saborear mi sangre!.- la aplastó.

-A ver.- Irasue se acercó a Inuyasha observando de cerca las marcas notando también el
olor del hanyou dejándolo desconcertado.- Tu no eras capaz de dominar tu sangre
demoniaca.- aclaraba la Inu no kami.- Pero como tu corazón esta estable ahora eres mas
youkai que humano pero sigues siendo un hanyou pero mas poderoso.

-¿Qué quiere decir con corazón estable?.- preguntó Inuyasha.

-Se refiere a que su corazón y alma ya están estables con todo lo que le hacia falta.-
intervino Myoga.- Es decir, una pareja cuyo amor hacia usted es grande y reciproco.-
Miroku soltó una risita al ver el rojo de su amigo.- Amigos de verdad, el poder que tanto
anhelaba y pues….- dudaba de si decirlo o no ya que el Daiyoukai estaba presente pero
una mirada bastó para que continuara.-… ejem… buenasrelacionesconsusfamiliares.-
Inuyasha miró a Sesshomaru quien tenia un tic en el ojo izquierdo mientras que el
hanyou no se lo creía, bufó y negó lo ultimo dicho por la pulga.

-Eso explica porque hueles mas a youkai.- dijo el Daiyoukai aun con el tic.

-Sesshomaru!.- le llamaba Rin emocionada llevando consigo unos chocolates.- Ten,


hice unos chocolates para ti, Kagome me enseñó a hacerlos.- dijo acompañada de
Kagome y Sango quienes traían de esos dulces para todos.- Hola señora Irasue.- le hizo
una reverencia al igual que sus acompañantes. Irasue miraba a Rin con interés…
¿Dónde quedó lo de amo? ¿Por qué se tutean? Y ahí lo notó… la marca, no lo había
notado antes pues no le prestaba atención a su hijo.

-Sesshomaru no me informaste de esa marca.- le dijo.

-No es de tu interés.

-Ay este hijo que tengo no valora la preocupación de su madre.- decía "lamentándose".-
De todos modos sabia que esto iba a pasar desde que la trajiste del infierno.- dijo ya
normal haciendo que los otros pensaran "ella tiene que ser bipolar" por todas las facetas
que presentaba pero aun así les caía bien.- Ahora que eres mi nuera, vamos a charlar,
ustedes también vengan.- le dijo a Rin y señaló a Kagome y Sango quienes la seguían
pero los chicos también iban y…..- Ustedes no, es una charla de mujeres.- los dejó atrás
pero tuvo que empujar a Sesshomaru ya que este se negaba a dejar a Rin con ella pero al
final tuvo que resignarse.

En la conversación prácticamente se reían de sus parejas contando sucesos pero la risa


de Irasue asustaba un poco y si así se reía la Inu no Kami ni imaginarse a Sesshomaru
(eso seria terrorífico _). Después de la cena, Irasue volvió a su palacio.

Al otro día, al medio día, llegaron unos pergaminos, estos eran una invitación de parte
de los del Norte a su palacio, específicamente la mandó la señora del Norte pero solo
invitó a las chicas pues era una pequeña fiesta de té con Las señoras de los demás
reinos, Sango era la única "comandante" invitada y decía muy claro en la invitación que
tenia que llevar a Kirara (si se acuerdan, en el cap 23 dice que a la del Norte le fascinó
la nekomata). También decía que seria en cinco días, sin embargo los chicos se oponían.

-¿Por qué no puedo ir?.- preguntó Inuyasha.

-Por qué solo nos invitaron a nosotras.- respondió Kagome.

-Sango llévame contigo, no me dejes solo.- decía Miroku.

-Miroku, no me voy por dos días.- le dijo Mientras el monje le agarraba la mano.

-No importa, un día sin ti es como una eternidad.- empezó con sus poemas.- Ya se! Me
disfrazare de Kirara.

-El comandante pone en practica los consejos que nos da.- decía un guardia de cabellera
castaña y ojos grises.

-Es bueno.- dijo con el que estaba hablando asintiendo con la cabeza viendo el teatro del
monje. Sango al oír los comentarios se "prendió en llamas" dejándole, esta vez, un
coscorrón ya que una cachetada seria mucha humillación.

-Yo sustituiré a Kirara! Así iré con Kagome.- dijo Shippo.

-Ni lo sueñes, si yo no voy tu menos.- le dijo Inuyasha empezando a discutir con el


kitsune.

-Sandeces.- Sesshomaru tenia el ceño fruncido, ya tuvo suficiente con su madre y ahora
también la señora del Norte.- A mi nadie me dice que hacer.- Kirara miraba entretenida
y el hanyou y Shippo pararon de pelear sin la necesidad de un abajo.

-Si el va yo voy.- dijo el hanyou señalando al Daiyoukai.

-No pueden ir, es una reunión de mujeres.- dijo Rin.

-Feh! Pero entonces quien las va a llevar eh?.- dijo queriendo decir que ellos tendría que
llevarlas pero ahí Kirara maulló, genial, se le olvidaba que la nekomata seria también el
transporte.

-Seria muy peligroso que fueran solas, yo las escoltare.- dijo Miroku.

-Disculpe que nos entrometamos.- intervinieron dos haciendo reverencia.- Si os gustan


podemos escoltarlas.

-¡Que gran idea!.- los tres chicos fulminaron a los inuyoukais con la mirada
espantándolos un poco.- Ya no tienen de que preocuparse.- les dijo Rin.

-Señores, el té esta listo.- dijo Hana (recuerden el cap 22, Hana es una de las sirvientas)

-Ya vamos, gracias.- dijo Shippo y Hana le sonrió marchándose, ese zorrito es un amor.

Después del té, los chicos se resignaron a la idea de ir a "la reunión de mujeres", ya
estaba claro que no podían ir. Las chicas aprendían a cocinar y también enseñaban
algunos platillos humanos a Mei, Akari y Hana (sirvientas, cap 22) pero después de
cena, Miroku convocó una reunión en el despacho con Inuyasha, Shippo y Sesshomaru.
-Miroku, ya di lo que tienes que decir.- dijo Inuyasha.

-Ejem… nuestras parejas nos están dejando fuera y aunque vayan escoltadas no estarán
segura ¿¡ y si las emboscan?! Yo sugiero que las sigamos.

-Pero y si nos descubren.- dijo Shippo.

-No nos descubrirán, además no creo que nos dejen entrar al palacio por lo que solo nos
aseguraremos de que lleguen y vengan bien.- dijo el monje.

-Yo digo que nos escabullemos en el palacio.- dijo Inuyasha.

-Estarás asegurando tu muerte.- le dijo Sesshomaru.

-¿Quiénes se unen a mi?.- preguntó Miroku e Inuyasha inmediatamente se paró al lado


de el.

-Yo mejor me quedo, no quiero problemas.

-Y tu Sesshomaru?.- el Daiyoukai lo pensó un momento y luego asintió.

-Bien, entonces, en cinco días el plan se llevara a cabo.- dijo Miroku terminando la
reunión y cada uno se fue a su alcoba.
Capitulo 18 - Equipo De Ayuda Y Buenas Nuevas
En las noches a Miroku "le daban rienda suelta" y pues Inuyasha no era tan "abusivo"
como su amigo monje pero bueno, de vez en cuando es bueno… sin embargo, con los
otros dos, todo era diferente pues Rin dormía sola ya que Sesshomaru se mantenía
leyendo y aunque Rin no supiera, la veía dormir por momentos, pero esta noche tal vez
podría haber una diferencia…

Hacia frio y Rin se removía inquieta en la cama buscando calor, esto llamó la atención
del Daiyoukai.

-Rin ¿Qué sucede?.- preguntó desde el escritorio.

-Tengo frio.- contestó timida ya que no podía dormir.- Esta noche es mas fría que las
otras.

-Se acerca el invierno.- le dijo y Rin se sentó cubierta con todas las sabanas de pies a
cabeza, tal vez conversar la calentaría un poco.

-Con razón.- dijo mirando hacia la ventana que dirigía al balcón, la brisa movia las
hojas de los arboles.- Etto… Sesshomaru.- le llamó, desde hace tiempo que deseaba
preguntarle algo.

-Dime.

-Eh… pues… quería saber si usted, digo, si tu nunca duermes?.- salió su curiosidad
desde niña.

-No tan frecuente como los humanos.- contestó aunque cuando mas tiempo durmió fue
en la época actual pero siempre era el primero en despertar.- Puedo durar semanas sin
dormir, en cambio ustedes tienen que dormir diario.- dijo y a Rin le parecía interesante
con su ex-amo ahora su pareja .- ¿Por qué lo preguntas?

-Porque nunca te he visto dormir y me gustaría que….- se sentía avergonzada de lo que


iba a decir por lo que se acostó y se tapó el rostro.-
Quedurmieraconmigoaunqueseaporhoy.- lo dijo tan enredado que hasta Sesshomaru se
quedó mirándola al no entender muy bien lo que dijo hasta que lo analizó despacio y
abrió los ojos por sorpresa, sonrio algo divertido porque Rin se avergonzaba por
cualquier tontería (hey! Dormir con un Daiyoukai no es ninguna tontería OK!).

Rin parecía un capullo estando envuelta entre todas esas sabanas por lo que no se dio
cuenta cuando Sesshomaru se puso de pie, se vistió poniéndose una pijama de la época
actual pero solo el pantalón permitiendo ver su musculoso y formado pecho youkai
(*suspiro* me derrito de solo imaginarlo ahhh) se recostó y fue cuando rin sintió que la
cama se movia un poco por lo que sacó su cabeza del capullo en el que estaba y vio al
Daiyoukai.

-Sesshomaru.- pronuncio sonrojada pero luego visualizó una sonrisa y dando un par de
vueltas se "desenredó" quedando arropada de forma normal mirándolo sonriente pero
temblando levemente por el fio.

-Si sigues asi te vas a congelar.- dijo y ella se aferró a el quien con un brazo "la abrazó".
Rin sentía tanta calidez en el cuerpo del Daiyoukai que se preguntaba como era que
alguien con una fría actitud podía tener tanta calidez (eso es fácil de responder, el es
demasiado sexy jeje).

Pasaron los cinco días y las chicas ya estaban listas para partir con sus 2 escoltas; uno
era algo rubio con los ojos verdes llamado Shintani y el otro era moreno con los ojos
color miel llamado Hiraga. Partieron al imperio del Norte.

Al corto rato de que partieron, en el palacio Jaken recibia estrictas ordenes de Inuyasha
de lo que debía hacer en cualquier situación, como era de esperarse, el youkai rana le
protestó al hanyou y cuando Sesshomaru iba a intervenir, Inuyasha frunció los ojos
haciendo que las marcas de su rostro resaltaran de su rostro asustando a Jaken haciendo
que aceptara. Miroku reia por la situación y Shippo como se iba a quedar fue a molestar
a la rana.

Miroku buscó al dragon para que fuera su transporte ya que de seguro no seria fácil
seguirle el ritmo a los otros dos y luego partieron.

-Yo estoy emocionada y ustedes?.- preguntó Kagome.

-Yo también, conversaremos con la señora del Norte no es increíble.- dijo Rin.

-Si lo es, pero me pregunto porqué yo también fui invitada.- dijo Sango.

-Es que usted le cae muy bien.- dijo Hiraga.- Tambien su nekomata Kirara.

-Eso es porque el norte es un imperio de nekoyoukais.- dijo Shintani.

-Oh, entonces los perros y gatos no pelean?.- preguntó Kagome con un tono divertido.

-Señora, no se burle de nosotros.- comentó Shintani.- Aunque esta claro que esos
nekoyoukais no son mas fuertes que nosotros.- usó un poco la soberbia.

-Oye ten mas respeto hacia los otros imperios.- le reprochó su compañero.

-Jaja no se preocupen, en la época de Kagome los perros son mas inteligentes que los
gatos.- comentó Rin.

-Ves que tengo razón.- le dijo Shintani a Hiraga.

-Bueno, yo si se quienes actúan o mejor dicho actuaban como perros y gatos.- dijo
Sango ganándose la atención de sus escoltas.

-Te refieres a Inuyasha y Sesshomaru?- dijo Kagome.

-Pues no parece, ellos se tratan bien, después de todo son medio hermanos.- dijo Hiraga.

-Eso lo dicen porque no saben como se peleaban esos dos.- dijo la sacerdotisa
relatándoles unos pocos sucesos de los muchos que habían.

-Pero ya eso es pasado.- dijo el inuyoukai rubio restándole importancia.- Señora Sango,
es cierto que el Comandante Miroku era todo un rompe corazones?

-Y le creen a ese pervertido? El era el que le caia atrás a las jóvenes hermosas.-
contestó.
-Que buenos recuerdos!.- exclamó Kagome.

-Achu! Vaya alguien esta hablando de mi.- dijo Miroku.

-No digas locuras Miroku.- le dijo Inuyasha.

-Como sea, ¿falta mucho para alcanzarlas?.- preguntó el monje.

-no, están como a 3 kilometros.- contestó el hanyou.- Sesshomaru, huele a ogro pero
estos son diferentes.

-Son onis de las montañas.- dijo el Daiyoukai.- Buscan una presa para cazar.

-Entonces mejor nos apresuramos, puede que embosquen a las chicas.- dijo Miroku.

Las chicas fueron recibidas en el palacio y Ai, la nekoyoukai señora del norte, las guió a
un jardín donde las señoras de los dema simperios estaban ahí. Yumiko, una toriyoukai,
señora del Este y Nozomi, una torayoukai, señora del Sur.

-Buenas, que bien que llegaron.- saludó nozomi, ella tenia el cabello algo anaranjado,
ojos marrones y tez blanca.

-Si, logramos "liberarnos" de esos hombres.- comentó Kagome.

-¿Suelen ser sobre protectores?.- preguntó Ai, esta tenia el cabello negro-verdoso y ojos
claros.

-Yo diría que sobre protectores es poco.- contestó Sango y las otras presentes rieron
levemente.

-¿E hijos tiene?.- preguntó Rin curiosa mientras los ojos le brillaban.

-Una niña, es muy dulce pero demasiado curiosa.- dijo Yumiko.- Te gustan los niños?.-
le preguntó.

-Mucho.- respondió.

-Entonces deberías tener hijos, ya mi hijo es todo un youkai.- dijo Ai.

-Eh, etto… bueno….- Rin no sabia que decir de lo roja que estaba.

-¿y ustedes, dejaran que Rin les gane?.- les dijo Nozomi a Kagome y Sango.

-Dudo que con Miroku, Sango vaya a perder.- dijo Kagome por lo bajo rolando los ojos
con un tono rosa, pero Sango la escuchó y la miraba a muerte.

-Creo que mejor cambiamos de temas.- sugirió Rin con la gota anime al ver las
amenazas que la exterminadora le hacia a Kagome con la mirada.

-Achu! Aish que tanto hablaran de mi.- dijo Miroku debajo de un árbol.
-¿Por qué tenemos que esperar aquí? Mejor entremos.- dijo Inuyasha.

-Si Kagome te ve ahí te a sentar, además, sus escoltas están alla, esperaremos a que
salgan.- le dijo el monje y a Inuyasha le dieron escalofríos de pensar en el castigo que
tendría si hacia alguna locura.

-Los ogros están mas cerca.- informó el Daiyoukai.

-Parece que de todos modos fue buena idea haber venido.- dijo el monje.

Cuando la junta entre las mujeres terminó, las que pertencian al Oeste eran escoltadas
hacia su destino cuando Shintani y Hiraga se detuvieron poniéndose en guardia al igual
que Kirara.

-Se acecan onis de las montañas, chicas en guardia!.- dijo Kagome mientras se ponía en
posición con su nuevo arco materializando una flecha. Rin decidió estrenar su arco y
flechas en vez de la espada; Sango mantenía su hiraikotsu aunque con los kimonos era
algo difícil.

Los ogros destrozaban arboles hasta hacer visible sus enormes y gigantescos cuerpos.
Habian 3 y eran muy resistentes a las flechas de Rin y Kagome peor aun asi les hacían
daño. Hiraga y Shintani mantenían una batalla mas ruda con dos onis pero el tercero fue
directamente a atacar a las chicas pero Shintani se interpuso mientras Hiraga le cubria la
espalda; esos ogros eran fuertes pero llegó "el quipo de ayuda". Miroku que estaba
sobre Ah-Un, saltó y le dio en la cabeza al ogro que Shintani enfrentaba.

Al fin y al cabo, fue buena idea que los chicos siguieran a sus mujeres porque fueron
"emboscadas" a pesar de que sus escoltas también hicieron un buen trabajo.

Mei, Hana y Akari preguntaban preocupadas a Kagome, Rin y Sango que era lo que
había sucedido ya que se percataron de que el kimono de Rin tenia manchas de sangre.
En eso, Miroku fue a andar por el palacio hablando de vez en cuando con algún soldado
y Shippo le acompañaba; Kirara se divertía viendo como Jaken tropezaba con cualquier
cosa; Inuyasha leia unos pergaminos y Sesshomaru fue a quitarse ese repúgnate olor a
sangre, una cosa era aniquilar y otra muy diferente era empaparse de ese asquerosa
sangre de ogro.

Luego de que las sirvientas se tranquilizaran, Rin decidió que era la hora de un buen
baño, lo necesitaba, ella también corrió con la suerte de recibir un regalo de su querido
cuñado, gotas de sangre esparcidas por su kimono, lo bueno era que Akari se ofreció a
lavarlo. Entró directamente al baño sin percatarse de que el Daiyoukai estaba ahí, en la
tina, sin habla ya que Rin empezó a desvestirse asi sin mas…

-Rin….- ya pudo hablar cuando la chica solo poseía la ropa interior actual.

Escuchó su nombre con la voz de alguien que ella amaba desde siempre pero… Oh
no… tal vez fue una ilusión, de hecho, se quería convencer de que era una ilusión.
Volteo despacio hacia el lugar de donde previno la voz. Toda ella encendio como el
haori de rata de fuego de Inuyasha al observar a Sesshomaru en la tina de mármol con
los brazos en las orillas de esta, solo era visible su torso ya que el agua estaba con
espuma, el estaba analizándola de arriba abajo y ella quedó hipnotizada (es que el es tan
bello :3) si alguien entraba en ese momento se desmallaría por la situación pero como
eso era imposible…
-Se-Sesshomaru?.- tenia su mente en blanco y su corazón bombeaba sangre de mas pues
ya estaba exageradamente roja. Intentó cubrirse con sus brazons aunque tenia ropa
interior pero sus brazos no eran suficientes para taparse.

-Asi no vas a poder cubrirte.- dijo un poco divertido por la forma en que ella se movia.-
No tienes porque hacerlo, asi estas bien.- se estaba burlando pero a su voz le daba un
toque sensual admirando esa obra de arte que Kami le mandó (ahhhh me derrito…)

-¿Qué… dices?.- pronuncio al oírlo tapándose el rostro y algo llegó a su mente…


¿Cómo no lo hizo antes? Atrás de ella había una toalla y ella haciendo todo un teatro y
fue como un rayo a buscar la toalla pero al cogerla resbaló con su ropa cayendo sentada
al ladito de la tina con la toalla en su cabeza.

-Dije que te ves bien.- dijo el Daiyoukai acercándose a Rin pero sin salir de la tina.-
Sabias que esa es mi toalla.

-Eh?!.- se quitó la toalla de la cabeza al oírlo y le fue plantado un intenso beso dejándola
perpleja pero luego se entregó (para complacerlos he aquí un corto lime).

Por toda la intensidad, Rin fue metida a la tina y una de las filosas garras destrozaron lo
que le quedaba de ropa. Faltaba el oxigeno y por el estúpido aire se separaron
agitadamente.

-No sabia que eras… mm como decirlo… sensual e intenso.- comentó Rin, ahora era su
turno de burlarse.

-Hm… y yo no sabia que eras tan provocativa.- recibió como respuesta.

-Yo no tengo la culpa de que tu… '…espera… fui yo que entré' bien, como sea.- mandó
todo al "demonio" y esta vez ella fue la que tomó las riendas del juego, lo besó
poniendo sus manos en los hombros del Daiyoukai ejerciendo fuerza.

¿Desde cuando ella tenia esa actitud tan posesiva, dominante y fuerte? Se preguntaba
Sesshomaru pues la chica estaba "guiando". Si ella sabia jugar el también, asi que se
dispuso a quitarle "las riendas" a Rin colocándose encima de ella claro que el agua no la
tapaba. ¡Al diablo el orgullo! Decidió el Daiyoukai, una pasion crecia y no la iba a
desaprovechar. Tal vez la marca tenia algo que ver con la actitud de Rin. Pero todo buen
momento se fue directo al caño y Sesshomaru maldijo furioso.

-Amo Sesshomaru!.- tenia que ser Jaken el que estaba en la puerta de la alcoba; el
Daiyoukai solo se colocó una bata masculina dispuesta a matarlo definitivamente.- Su
seno….- en cuanto Sesshomaru abrió la puerta, pateó a la rana y esta rodó por las
escaleras hasta llegar al piso donde estaba la habitación de su otro Lord.

-¡Espera Sesshomaru!.- Rin tenia una bata e intentó que el no saliera de la recamara a
matarlo después de patearlo pero demasiado tarde.

-¡¿Qué le pasa al amo?! Yo no he hecho nada! Tal vez la tonta de Rin le hizo algo y se
desquita conmigo.- se quejaba y el Daiyoukai lo escuchó haciendo tronar sus garras con
los ojos casi rojos de rabia.- Ay no dije nada! No me mate!

-¿Qué esta pasando alla arriba?.- dijo Inuyasha.


-Oigo los gritos de Jaken, vamos a ver que sucede.- dijo Miroku.

-Ah pero si solo es Sesshomaru matando a Jaken.- dijo el hanyou indiferente.- Un


momento… el esta en bata y… Matando a la rana?!.- Inuyasha salvó a Jaken del
ahorcamiendo del amo bonito, el sapo tocia desde el suelo con los ojos mas saltones.

-Pero… me pueden explicar.- dijo Miroku pero luego comprendió todo cuando…

-Sesshomaru!.- apareció Rin. El Daiyoukai comenzó a calmarse, no era el fin del


mundo.

-Oh ya entiendo.- el monje asimilo todo al ver a esos dos en bata.

-Yo haría lo mismo, ¡Pero mas doloroso!.- dijo Inuyasha agarrando al pequeño youkai
ignorante.

-Lo torturare por ti, mejor vayan a ponerse mas… presentables.- el monje lanzo su
mirada picara pisando a la rana.

Luego de todo el rollo con Jaken, este solo quería avisar que Irasue estaba alla, y lo que
se ganó por eso! Ahora de verde cambió a morado

-Pequeño demoño, quien te golpeo?.- le preguntó Irasue.

-El amo Sesshomaru.- contestó lloroso hinchando mas los ojos.

-¿Qué le hiciste?

-Nada! El solo me golpeó y casi me ahorca.

-Sesshomaru, que te hizo est… ah ya, interrumpió cierto?.- dijo al ver a su hijo
adivinando por su increíble olfato de demonio perro.

-Jaken! Mira como estas!.- exclamó Sango.- ¿Qué paso?

-Interrumpio algo importante, por eso esta asi.- contestó Inuyasha.

-Jaken no debes volver a hacer eso, si es a alguno de nosotros no te salvas.- le aconsejó


Miroku, ese monje si era comprensivo.

-Pero yo no hice nada!

Pasó un rato y en el jardín Shippo conversaba con Irasue, también los demás estaban
ahí.

-Y asi fue como volvimos de la época actual.- Shippo terminó el relato que Irasue
escuchaba.

-Sango, te noto preocupada, ¿Qué pasa?.- le preguntó Kagome.

- Es que… el periodo se me ha retrasado.- contestó bajito.

-¿¡Que?!.- exclamaron en tono bajo la sacerdotisa y Rin.


-Y si… no, mejor confirmarlo.- dijo Rin.

-Señora Irasue ¿Cómo eran antes estas tierras?.- preguntó el kitsune.

-Aparte de inteligente y parlanchin eres curioso.- dijo.

-Inuyasha! Oiste! Irasue dijo que soy inteligente.- le sacó la lengua.

-Feh! Pues no lo eres.- le dijo.- Este olor… Sango…

-¿Qué hay con mi Sanguito?

-Miroku… no hagas un drama por lo que te voy a decir.- le dijo y miró a su medio
hermano mayor quien solo asintió.- Tus nochecitas están dando frutos

-Eh? Explicate.

-Carajo Miroku, te estoy diciendo que Sango esta embarazada.- lo dijo tan alto que
medio palacio lo escuchó.

-Es en-enserio?.- fue corriendo a abrazar a una atónita Sango.- Mi Sanguito, amorcito,
seremos padres.- y el monje empezó a llorar.

-Lo primero que le digo y lo primero que hace.- dijo Inuyasha viendo el drama de su
amigo.

-Estoy embarazada?.- se preguntó y miró a Miroku.- Cariño soy tan feliz.- el monje la
abrazo dándole besitos sin importar que lo estuvieran viendo y… PLAF!

-Debes aprender a controlar esa mano.- le dijo Shippo.

-Felicidades.- dijeron todos los demás del palacio y también los otros los felicitaron,
cada quien a su modo.

-A este ritmo, esos dos llenaran el palacio de niños.- dijo Irasue.- Por cierto ¿Dónde
están mis nietos?

-¿Qué nietos? Usted no tiene nietos.- dijo el hanyou.- 'Ya se le safó un tornillo'

-Por eso mismo, se van a dejar ganar?.- dijo la Inu no Kami.

-Yo no soy su hijo para que me incluya.

-Inuyasha, recuerda que La señora es como tu madrastra asi que eso te emte en el
mismo saco.- le dijo Miroku.- Asi que ¡A trabajar muchacho!

Luego de lo dicho por el monje, se escucharon unos POF, PLAF, PUM… recibió golpes
de los dos hermanos y una cachetada no muy fuerte de Sango mientras que las otras dos
estaban aterrizando de Pluton…

-Sufre mi dolor monje.- decía Jaken rencoroso.


-Exactamente Jaken, ¿Qué fue lo que interrumpiste para merecer semejante tortura?.- le
preguntó Shippo.

-¡Y yo que se! Ni quiero saber tampoco…

Inuyasha y Hiraga acabaron con el otro y Sesshomaru se dio gusto con el último,
aunque luego de que los guardaespaldas felicitaran a sus superiores Kagome exigió una
respuesta y el hanyou pagó por los platos rotos.

Llegaron al palacio y Sesshomaru estaba con los ropajes sucios de sangre y como el
hanyou y Hiraga descuartizaron un ogro, algo de sangre salpicó cayéndole a Rin
mientras que de alguna manera u otra ellos salieron ilesos, solamente sucios de polvo.
Shippo saludó y Jaken se quejaba de todas las bromas que el kitsune le hizo pero luego
informó sobre todo lo sucedido.
Capitulo 19 – Cumpleaños
Esa noche, Miroku descubrió gracias a Inuyasha, que su adorada Sango le iba a dar un
hijo, ¡tremendo espectáculo que hizo el monje!

-Inuyasha.- le llamó Kagome acostada sobre su pecho mientras conciliaban el sueño.

-Dime

-Pasado mañana ¿podríamos ir a mi época?.- preguntó mirándolo tiernamente buscando


un si.

-Ni hablar.- negó pero no pudo resistir esa mirada de perrito triste.- ¿Qué voy a hacer
contigo?.- dijo a forma de aceptar.- Pero ¿Qué quieres hacer allá?

-Quiero enseñarles a mi familia las nuevas fotos y bueno… celebrar un día especial.

-¿Un día especial?

-Si, por eso quiero que vayamos todos pero en la tarde

-Mm y que día es ese?

-Ah ya te enteraras.- y se acomodó cerrando los ojos.

-Oye quiero sa…ver, rayos ya se durmió.- dijo admirándola dormir.

-Ay, quiero darme un baño pero hace tanto frio.- dijo Rin en la habitación.- Cierto ya
estamos en invierno, bueno no hay de otra.

Rin entró al baño, llenó la bañera con el agua que unas mucamas le llevaron en baldes y
entró en la tina, al principio tembló un poco pero luego se acostumbró. Recordó lo que
había pasado antes con Sesshomaru y se sonrojó fuertemente maldiciendo
chistosamente a su ex niñero Jaken. Salió del baño hacia la habitación envuelta en una
toalla buscando en el armario una yukata. En ese momento escuchó la puerta cerrarse…

-Sesshomaru.- dijo al verlo y el estaba estupefacto al ver a Rin solo en toalla justamente
cuando el entra.- Etto eh yo….- decía al recordar las fachas que tenia.

-Tonterías.- dijo el Daiyoukai mientras retiraba a Bakusaiga y Tenseiga del agarre del
obi mientras lo desataba.

-Pe-pero que hace?.- preguntó la chica.

-No es obvio, me desvisto.- contestó, claro que era para ponerse una ropa mas cómoda.

-Si, pero mejor hazlo en el baño.- dijo totalmente roja pero no podía despegar la vista de
el (ni quería supongo).

-¿Por qué? ¿te molesta?.- decía un tanto irónico pero seductor al mismo tiempo sin
cambiar su tono original de voz fría y masculina.- Deberías de acostumbrarte después de
todo antes….- se iba acercando a Rin con el torso descubierto y sus pies descalzos; la
chica no se movió, de hecho, solo lo miraba, hipnotizada, al parecer alguna clase de
conjuro le fue establecido al ver de nuevo ese cuerpo masculino del Daiyoukai.

Sesshomaru quedó a corta distancia de Rin, cada uno observaba mutuamente los ojos
del otro, Sesshomaru levantó el mentón de la chica y, esta instintivamente cerró los ojos
entreabriendo sus labios que se juntaron con los del Daiyoukai peor no fue un beso de
esos "tiernos" ya era uno de pasión en todo su esplendor. Sin saber como, llegaron al
lecho donde lo interrumpido por Jaken tuvo su continuación… Ambos cayeron rendidos
ante tanta pasión demostrada que terminaron en los brazos de Morfeo en un profundo
sueño; esa fue la primera vez en la historia del Oeste que el Daiyoukai mas temido
durmió profundamente a causa de una humana que de alguna manera robó y derritió ese
corazón que estaba cubierto por una solida capa de hielo que a simple vista era difícil de
romper…

-¿Dónde estará el amo bonito?.- una conocida criatura verde habló.

-No lo se, no lo he visto.- dijo Shippo.

-No te pregunté a ti kitsune entrometido.- dijo Jaken.

-Entonces a quien? A la pared? Yo soy el único que esta contigo!.- se burló el kitsune.

-Zorro del….- y Jaken empezó a caerle atrás a Shippo mientras este se reia.

-Buenos días.- dijo la sacerdotisa.

-Buen… peor que les pasa a ustedes dos?.- preguntó Inuyasha al ver la carrera que tenia
esos dos.

-Es que JAken no encuentra a Sesshomaru.- respondió Shippo.

-Yo no lo he visto, tal vez no se ha despertado.- dijo el hanyou.

-¡Que incoherencias dices, el amo bonito siempre esta despierto a estas horas de la
mañana!.- Jaken alzó la voz.

-Quien sabe, tal vez tuvo una noche entretenida.- apareció Miroku.- Sanguito con
cuidado debes cuidarte.

-Por Kami Miroku, es la enésima vez que te digo que aun puedo caminar sola.- dijo
Sango.- Además ni siquiera tengo dos meses y ya te preocupas.

-Pero es que solo me preocupo por el bienestar de ambos aunque me sorprende las
utilidades del olfato de Inuyasha

-Miroku, no tienes remedio.- dijo Shippo y Kirara asintió apoyando la opinión del
kitsune.

Los rayos del sol inundaban la alcoba mientras una suave brisa fresca entraba por la
ventana. Rin abrió los ojos al sentir como el sol chocaba contra su rostro, cuando su
vista se aclaró, vio algo que la hizo sonreír de una manera mas brillosa, nunca en su
vida había visto al Daiyoukai dormir, se veía tan angelical, su melena plateada esparcida
por la cama brillando por la luz matutina, las sabanas que solo lo cubrían hasta la
cintura, un brazo al costado y el otro agarrando la figura femenina a su lado. Rin lo
contempló por el tiempo que duró hasta que este, pesadamente abrió los ojos dejando
ver esos orbes dorados que se enfocaron en ella con una ensoñación, después de todo no
había dormido en semanas y luego de la actividad de anoche…

Rin se sonrojó ante ese último pensamiento dedicándole una gran sonrisa de esas que
transmitían amor, ternura y un poco de inocencia para luego darle un fugaz beso en los
labios.

-Buenos días.- saludó Rin. Sesshomaru no dijo nada pero en su rostro, que para
cualquiera seria inexpresivo en ese momento pero para ella no, reflejaba cierta paz y
ternura.

Luego de ese breve proceso de miradas, al Daiyoukai sentir el sol se sentó con
brusquedad, miró el paisaje fugazmente y luego la posó en Rin con un gesto ligeramente
sorprendido.

-¿Cuánto… cuanto tiempo he dormido?.- preguntó el Daiyoukai con un gesto que a la


chica le pareció cómico.

-Eh bueno si estuviéramos en la época de Kagome serian como casi las nueve de la
mañana.- contestó.

Al oír eso el Daiyoukai se levantó provocando que Rin se pusiera de múltiples colores
al verlo completamente… desnudo y el que ni cuenta se daba, solo la miraba como
preguntando que le pasaba.

-¿Qué sucede?.- preguntó sin entender su reacción.

-Eh eh eh eh – decía señalándolo y este se miró.

-¿Algún problema con eso?

-¿Cómo que… que problema?.- dijo.- Pervertido no tienes vergüenza.- murmuró


desviando la vista.

-Huh?.- pronuncio al escuchar las ultimas palabras de la chica, dichosos sus oídos de
demonio.- Tu estas igual así que no puedes culparme.- pero por lo menos ella estaba
cubierta.

-Muy chistoso.- dijo la chica haciendo que el Daiyoukai levantara una ceja, desde
cuando el era chistoso?.- ¿Qué haces? Bájame ¿Qué no ves que estoy des…? Bueno….-
sin darse cuenta Sesshomaru la llevaba cargada hacia al baño.

-El monje te contagio, tienes que limpiarte la mente.- dijo entrándola en la tina
llenándola de agua y con los jabones esos de la actualidad.

-Pues no soy la única.- y jaló al Daiyoukai metiéndolo también en la tina.- ¿Quién diría
que vería esta faceta de mi amo? Ni el señor Jaken me lo creería.- dicho esto fue
fulminada con la mirada.

Luego de un poquito mas de pasión breve, se vistieron y fueron rumbo al comedor para
desayunar, ya iban tarde…
-Hasta que por fin apareces!.- dijo Inuyasha.

-Es raro que hayas llegado a estas horas.- dijo el monje.

-Vaya Rin te ves radiante.- le dijo Kagome guiñándole un ojo.

-Eh gracias

-Amo bonito por que se tardó? Debió ser por esta chiquilla, ¡Rin no debes retrasar así al
amo! Pof.- y a Jaken le salió un chichón.

-Jaken, Señora Rin desde ya.- le dijo el Lord mayor autoritario.

-Y Rin ya no es una chiquilla Jaken, mas respeto por tu señora.- le recordó Sango.

-¿Qué? Pero… pof!.- y cuando iba a protestar… otro golpe…

-Bueno, por que no mejor desayunamos?.- sugirió Rin y así fue.

-Oye Kagome, aun no me has dicho el motivo de porque quieres que vayamos a tu
época.- le dijo el hanyou y todos prestaron atención.

-Ah cierto… es que mañana es mi cumpleaños numero 18 y el día en que te conocí.-


contestó.- Por eso quiero que todos vayamos a celebrarlo se puede? Siii?

-Claro, siempre que mi Sanguito se cuide

-Miroku…

-En ese caso tenemos que hacerle una sorpresita a la señora.- comentaban los otros
youkais ideando su plan.

Al pasar el tiempo ya era de tarde y los cumpleaños fue el tema de la conversación.

-Mm sango ¿Qué dia cumples años?.- le preguntó Kagome.

-Pues siempre me hacían fiesta el quinto dia de primavera, asi que vendría siendo el 26
de marzo en tu idioma Kagome.- contestó ella mirando el cielo.

-Seria en mi época no en mi idioma.- dijo sonriente.

-Oh mi Sanguito es de la primavera.- dijo Miroku.- Según me decían naci a los 20 dias
de verano.

-Nadie te preguntó.- le dijo Inuyasha.

-No seas asi Inuyasha, ya que estamos hablando de esto, dinos que dia naciste.- dijo el
monje e Inuyasha bajo la cabeza.

-Pues… en invierno pero no se que dia exactamente solo se que fue cuando mi padre
falleció.- contesó cabizbajo y Kagome lo abrazó.

-Segundo dia de invierno.- dijo Sesshomaru.


-Eh?.- pronuncio el hanyou.

-Ese fue el dia en el que tu irritante presencia tuvo que hacerse presente en este mundo.

-¿¡Y por que tu sabes eso y yo no?!.- exclamó.

-Por ignorante.- Inuyasha le gruñía al Daiyoukai quien estaba disfrutando el molestarlo


hasta que Shippo intervino.

-Inuyasha compórtate.- le dijo recibiendo un pecozon y por ende alguien se estrelló en


el suelo y Shippo miró a Sesshomaru.- Entonces, tu cuando naciste.- recibió una mirada
asesina.- Ay! No dije nada.

-Es cierto, ¿Qué dia naciste? Dime siii?.- dijo Rin mirándolo con esos ojitos
irresistibles… haciendo que el Daiyoukai bufara resignado.

-Decimo dia de invierno.- dijo.- No le veo sentido a estos detalles.- comentó.

-Son fechas importantes porque cumples un año mas de vida.- dijo Miroku.- Inuyasha y
Sesshomaru cumplen en fechas cercanas, curioso no? Lastima que ya pasaron, lo
hubiéramos celebrado…

-Absurdo.

-¿Y tu Rin?.- le preguntó Sango.

-Mm yo?.- sentada movia los pies.- Mi madre siempre me decía que el ultimo dia de
Otoño era una de las fechas mas importantes para ella.

-Yo naci a los 33 dias de verano.- informó Shippo.

-Esta conversación esta muy interesante.- un diminuto ser pinchó la nariz del hanyou.

-Myoga?.- dijo aplastándola.- ¿Qué quieres? Es extraño que aparezcas.

-No me trate asi amo, lo estoy visitando.- se sacudió el polvo e Inuyasha tenia un tic en
el ojo.- Amo no me vea asi, mire que usted ya es muy viejo delante de la Señora
Kagome.

-Enserio? No lo parece, Myoga ¿Cuántos años tiene Inuyasha?.- preguntó la sacerdotisa.

-Como algunos 300, no, exactamente son 345 años.- contestó (no tengo ni idea si es asi)

-¿¡Quee?!.- exclamaron.- Inuyasha eres un anciano.- le dijo el kitsune.

-Callate enano.

-Los demonios y los que tienen sangre demoniaca pueden mantener una apariencia
joven durante el resto de su vida eterna por eso el amo aparenta como 18 años
humanos.- dijo Myoga.

-Interesante… si Inuyasha tiene esa edad me pregutno cuantos tendrá Sesshomaru.- dijo
Miroku captando la atención del Daiyoukai.
-Años demonio 764 y años humanos 23.- dijo la pulga y Sesshomaru con un deje de
enojo la pisoteo y movio el pie para dejarla bien muerta.

-Mejor digamos que Sesshomaru aun es joven.- dijo Sango al ver como quedó la pulga
pero aun estaba viva, tenia mas vidas que un gato.

El dia del cumpleaños de Kagome los youkais del palacio le hicieron una sorpresa con
unos cuantos regals y un desayuno especial cosa que la sacerdotisa agradeció mucho ya
que era con alimentos humanos y por tanto las fotos no se quedaron atrás. Despues del
almuerzo también especial, se dirigieron a la actualidad donde la señora Higurashi los
recibió amorosamente dándole un regalo a su hija, un reloj, y su abuelo un amuleto que
repele demonios pero Kagome se lo regaló a Buyo por ciertos acompañantes. Dieron la
noticia del embarazo de Sango recibiendo felicitaciones de la familia… Miroku e
Inuyasha se dirigían a comprar el pastel perdiéndose en el camino…

-Miroku, no debiste haberte ofrecido.- le dijo Inuyasha.

-Pero si no me ofreci, tu suegra me lo pidió, no pude negarme.- dijo.- Mejor


preguntemos… Señoritas podrían decirnos donde esta la… la…

-Reposteria, ¡Que memoria tienes! Feh!

-Eso… si, la repostería.

-Hey ustedes son los amigos de Kagome.- dijo una de las chicas.

-Si si ya me acuerdo, el novio de Kagome y el otro.- dijo otra.

-Ustedes son…? ¡Son las ruidosas!.- dijo Inuyasha.

Despues de ese reencuentro, el trio los llevó a comprar el pastel y también fueron a
celebrar (es que no tienen oficio?). Ya en el templo, hogar de los Higurashi, había una
"sección" de imágenes pues Kagome le enseñaba las fotos a su familia hasta que Eri,
Yuka y Ayumi empezaron con sus gritos…

-Wow Kagome como hiciste ese photoshop?.- le preguntó Eri.

-Es increíble, pareces la señora y tu novio el Lord con esas ropas al igual que Rin y el;
pero los otros que están ahi no parecen humanos.- dijo Yuka.

-Si pero hay algo diferente, tu no tenias esos tatuajes y esto no parece real.- dijo Ayumi
señalando al hanyou y la cámara.

-Ya les he dicho que….- Kagome quería hablar.

-Chicas ya les dije que es Photoshop!.- gritó Eri.

-Oigan…

-Recuerden lo del pozo!.- dijo Yuka.

-Oh es verdad, de ser asi es un lugar bonito pero creo que es como dice Eri!
-Me están escuchando?!.- dijo Kagome siendo nuevamente ignorada.

-Mis orejas de zorro… Sesshomaru haz algo.- los dos hermanos y el kitsune estaban
siendo torturados indirectamente y el Daiyoukai ya tenia una ceja alzada.

-Largo!.. y perdió la paciencia

El trio llego a parar fuera de la casa con sus pedazos del pastel…

-Oigan ¿Por qué siempre pasa esto?.- preguntó Yuka.

-No lo se.- dijo Ayumi.

Mientras que dentro de la casa había algo de tensión pero Rin logró hacerlo desaparecer
alegrando el ambiente y luego cada uno comia del pastel al mismo tiempo que se hacían
bromas…

-Kagome… ¡Toma!.- Inuyasha le puso del dulce del pastel en el rostro.

-Esto es… ¡guerra!.- y ella muy algre le iba a poner a su hanyou pero este lo esquivó y
el monje tuvo su rostro decorativo.

-Si las cosas son asi, ¡Yo también me uno!.- Miroku se unió a "la guerra" al igual que
los otros, el único ajeno a todo era Sesshomaru quien solo observaba como los demás se
divertían en especial Rin… Terminada la guerra todos los luchadores se limpiaron el
rostro y Rin se sentó en el mismo sillón que Sesshomaru y al notar que este no recibió
del dulce en su rostro…

-Sesshomaru.- le llamó y este volteo hacia ella.

-Dim….- Rin le decoró el rostro mientras reia.

-Rin, esa estuvo buena.- dijo Inuyasha también riendo acompañado de los demás.

-Ya era hora, solo faltabas tu.- le dijo el Monje al Daiyoukai.

Sesshomaru se levantó, tomó dos pedazos de pastel y se los lanzó al hanyou y al monje.

-Oye!.- reclamó Inuyasha.- ¿¡Que no sabes divertirte?!.- y el Daiyoukai le mostro una


sonrisa pero macabra.-Bien ya entendí, ya entendí.- dijo.- Kagome pero, ¿Qué haces?!.-
le preguntó pues la chica tomó del pastel de su rostro.

-Mmm el pastel sabe mejor asi.- dijo. El hanyou se limpio el rostro y le dijo.

-entonces el pastel es mejor que yo?.- dijo acercándole al rostro de ella besándola.

-No lo creo.- le respondió al rompimiento.

-Yo no vi nada.- Miroku se hizo el tonto.

-Miroku pero si tu eras uno de los espectadores.- dijo el kitsune.

-Estos sean han formalizado.- comentó Sota.


-¡Ustedes par de soquetes!.- les dijo el hanyou sonrojado ligeramente.

Cuando decidieron partir Kagome compró otro pastel junto con otras coas para llevar al
Sengoku. Al llegar Jaken, como siempre fue a recibir al amo bonito pero fue pisoteado
por este.

-¿Es que aun me guarda rencor?.- preguntó Jaken.

-Ay señor Jaken.

-Jaken quieres pastel?.- le ofreció KAgome y este acepto gustoso.

-Ah-Un ven.- Jaken llevaba al dragon.- Te llevare y asi vere si el amo me necesita.

-El nunca aprende.- dijo Shippo al lado de Kirara.

-Miau.- pronuncio la nekomata.

-Señora como la pasó?.- le preguntaron.

-Muy bien gracias.

-Esto tiene que volver a repetirse.- dijo Sango.

-Si, principalmente la comida.- continuó Inuyasha.

-Amigo tu no cambias.- le dijo Miroku.

-Dejame vivir!.- le respondió.

-Tu tampoco cambias monje.- dijo Sesshomaru cuando Miroku tenia una visible
cachetada.

-Nuestros Lords han traido alegría a este Imperio.- dijeron en le palacio.

-Asi es, y pensar que nos llevaríamos con humanos!

-Eso que importa aun asi yo estoy satisfecho de estar aquí…


Capitulo 20 – Sobreproteccion y por Doble
El tiempo pasaba, 4 meses transcurrieron, ya el embarazo de Sango era algo notorio,
Miroku era muy sobre protector y eso solía ser a veces algo irritante también las nauseas
de la exterminadora ponían al palacio de cabeza…

-Sango ¿puedes hacerme un favor?.- le pidió Kagome.

-Claro dime ¿en que te ayudo?

-Es que se me quedaron en la habitación unos papeles e Inuyasha fue a patrullar los
terrenos con Shippo, Shintani y Sakamoto (recuerden cap 23) ¿podrías ir a
buscármelos?.- dijo suplicante.- Tengo mucho trabajo aquí.

-Esta bien, pero ojala que Miroku no este por ahí.

Sango se dirigió como si fuera una espía a la alcoba de su amiga procurando que su
amado monje no la viera subiendo escaleras, cuando cumplió con su "misión" y bajo las
escaleras iba tranquilamente hacia el despacho y cuando entro cio a un Miroku
desesperado.

-Mi Sanguitoooo!.- exclamó Miroku.- Te busque por todos lados ¿Cómo estas? No te
tropezaste con las escaleras? Sabes que te dije que no podías subirlas solas….- el resto
del discurso del desesperados monje fue puro bla bla bla para Sango y Kagome reía al
ver el semblante indignado de su amiga.

-Miroku te preocupas de mas.- dijo Sango cuando el monje se tranquilizó.

-Lo se, pero no soportaría que algo les pasara.- dijo cariñosamente.

-No nos va a pasar nada, y menos en el palacio, por doquier hay youkais asi que no te
preocupes.

-Esta bien, lo intentare ¿quieres ir a dar un paseo por los jardines?.- le preguntó.

-Si, vamos al que esta en el área norte, el que tiene ese bonito lago.- contestó y ambos se
fueron.

-Fui ignorada todo este rato.- dijo Kagome sentada en la mesa del despacho con los
papeles que Sango le llevó mirando la puerta por la que la pareja había salido.

-Jaken ¿Dónde esta Miroku?.- preguntó Sesshomaru caminando por un pasillo


acompañado de Rin.

-Lo acabo de ver en el jardín de la parte norte con su mujer, amo.- contestó el youkai
verde.

-Gracias señor Jaken.- Rin le dedicó una sonrisa.

-Silencio moc… digo, señora Rin.- se retractó al notar una amenaza que lo acechaba.

-Rin, vamos.- le dijo Sesshomaru.


Llegaron al jardín donde estaba el monje quien junto con la exterminadora estaban
recostados en el pasto debajo de un árbol de sakura.

-Hola Miroku, Sango.- saludó Rin.

-Oh también dando un paseo?.- dijo Miroku.

-No, lo estábamos buscando.- contestó Rin.

-A mi? Para que soy bueno?.

-Los informes de los alrededores.- dijo el Daiyoukai.

-Limpios, no hay peligro cerca pero aun así Inuyasha quiso hacer una inspección por
todos los terrenos.- dijo.- Los papeles los tiene Kagome.

-Bien.- Sesshomaru se disponía a marcharse cuando…

-Sango estas bien?.- preguntó Rin al verla cubriéndose la boca y encorvada.

-Oh no, rápido necesito una bolsa o algo.- pidió Miroku y Rin hizo gesto de no tener y
Sango se agarraba de Miroku.

El monje fue el sustituto de la bolsa pues Sango vomitó encima de el justo cuando una
sirvienta traía la bolsa llegando tarde y el Daiyoukai hizo un gesto de asco.

-Señor comandante, creo que debería darse un baño.- dijo un soldado.

-Tomare en cuenta tu sugerencia de inmediato.

-Lo siento Miroku.- se disculpó Sango.

-No importa.- dijo Miroku.

-Venga señora, le hare un té para que se le quiten esos malestares.- la sirvienta llevaba a
Sango al palacio.

-Gracias y nuevamente perdón.- dijo la exterminadora mientras el monje iba a darse un


baño y todos los demás tenían la gota anime tras sus cabezas.

-Ya casi se acerca el cumpleaños de Sango, mira Sesshomaru, las flores ya están
floreciendo.- dijo Rin agachándose observando un arbusto con flores.

El Daiyoukai notó como Rin miraba con alegría las flores, y del mismo arbusto, cortó
una flor blanca muy bonita…

-Rin.- la llamó y cuando la chica volteo a verlo el le colocó la flor en su cabellera


castaña y la chica le sonrió.

Se recostaron en un árbol donde nadie podía molestarlos escuchando el cantar de las


aves mientras la suave brisa removía los cabellos plateados y castaños. Rin le hablaba
sobre todo lo que le venia a la mente, como lo sobre protectores que eran ellos, relatos
pero principalmente sobre lo feliz que ella se sentía. Sesshomaru, por su parte, solo la
escuchaba a pesar de que la mayoría de los que la chica decía no era de su máximo
interés.

-Bienvenido mi Lord.- recibieron a Inuyasha.

-Y yo que? Estoy pintado?.- dijo Shippo chistosamente.

-Claro que no joven Shippo.- le dijo Hana acariciándole la cabeza.

-Por cierto, esta listo el almuerzo?.- dijo Inuyasha pues su estomago reclamó comida.

-En un ratito estará listo.- informó Akari.

-¡Que bien! Yo también tengo hambre.- dijo Shippo.

-Creo que las mañas se contagian.- dijo el soldado que acompañaba al hanyou,
Sakamoto.

-¡Pero si trabaje muy duro!.- se defendió el kitsune.

-Es cierto, tuviste un entrenamiento fuerte, así que Sakamoto debería de pensar antes de
hablar.- dijo Shintani.

-Miren quien habla.- Sakamoto y Shintani se gruñían mutuamente.

-Ustedes dos, ya párenle.- les dijo Mei y ellos se calmaron.- Ya le he informado a sus
amigos y esposa de su regreso.- informó a Inuyasha y a Shippo.

-Bien gracias, vamos enano.- dijo el hanyou.

-Hola Inuyasha, ¿Cómo les fue? Encontraron alguna amenaza.- pregunto la sacerdotisa.

-No en su mayoría pero aprovechamos para entrenar a Shippo.- contestó.

Vaya, Inuyasha haciendo su papel de padre, interesante.- comentó el monje.

-Tu Miroku cállate, Puf.- el hanyou e golpeo y Sango suspiró.

-Bueno y como le fue a Shippo en el entrenamiento.- preguntó Rin.

-Para ser su primera pelea sin ayuda lo hizo bien aunque al final tuvieron que ayudarle.

-Oye! Shintani solo evitó que me golpearan!

-Feh! Que importa.

-Señores, ya pueden pasar a almorzar.- informó una de las sirvientas.

-Sii! Comida! Me muero de hambre.- dijo el hanyou.

-Inmaduro.- le dijo Sesshomaru pero Inuyasha hizo caso omiso a su comentario, solo
tenia algo en mente, y mas que el olor decía que hoy comería ramen.
Después del almuerzo, Inuyasha y Kagome fueron a su recamara para digerir mejor la
comida mas después de la hartura que se dio el hanyou.

-Entonces Sango le vomitó encima a Miroku por accidente jaja desearía haber visto
eso.- dijo Inuyasha recostándose.

-Bueno, eso fue lo que me contó Rin.- dijo la sacerdotisa.

-Shippo algún día será un buen kitsune, tiene más habilidades que hacer bromas.-
comentó.

-No me lo creo, ¿tiene fiebre?.- Kagome puso una mano en la frente de Inuyasha
sentándose.

-El que?

-Es que es raro que hables así de Shippo.- respondió.- Aw Inuyasha eres tan tierno.

-No te burles de mí, solo digo que ese enano….- decía colocándose encima de Kagome
quien reía divertida jugando con los mechones plateados de este.- Ay olvídalo.- y le dio
un beso pero percibió algo extraño por lo que se puso a olfatear a Kagome…

-Inuyasha? Que haces? Para, me haces cosquillas…

-Kagome….- la miró incrédulo.

-Que pasa? Ay no me digas, tengo que darme un baño.- dijo y el hanyou sonrió por lo
dicho por Kagome.

-No tonta.- dijo divertido por la expresión confusa de la sacerdotisa.- Mas te vale no
vomitarme encima.- la señaló con el dedo.

-Eh? Que quieres de…?.- ella no entendía hasta que analizó las palabras de Inuyasha
"mas te vale no vomitarme encima".- Yo… estoy… seremos….- decía y luego sonrió.-
Enserio?

.Si tendremos un cachorro…

-KYAAA! Que felicidad Inuyasha, seré mamá. Seremos padres KYAAA!.- Kagome
voceaba mientras abrazaba a Inuyasha con tanta fuerza que lo ponía morado, saltaba en
la cama prácticamente encima de el.

-Oe Kagome, no sabia que te pondrías mas loca de los que estas.

-KYAAA!... espera… Inu-yasha ABAJO!.- por lo menos estaba en la cama.

-¿Qué sucede?¿donde esta el monstruo?!.- exclamó Miroku entrando precipitadamente


con su báculo junto con los demás y algunos guardias por el escándalo. Kagome, ya más
calmada, informó lo que pasaba llevando otro escándalo pero no era ella quien lo
patrocinaba, sino, los demás del palacio y entre ellos estaban Shippo, Rin y Sango
mientras que Inuyasha, Miroku, Sesshomaru, Kagome, Jaken y Kirara observaban
atónitos.
-No me digan que así me veía yo?.- dijo Miroku señalando el espectáculo y los demás
asintieron.- Oh… bueno, ¡Yo también quiero de ese sake!.- y se unió a la celebración.

-Tanto alboroto por nada.- dijo Jaken y Kirara lo lanzó con sus colas.

-Gracias Kirara.- dijo Inuyasha y la nekomata asintió maullando.

En el cumpleaños de Sango, Kohaku enfrentó su miedo de ir a un palacio repleto de


youkais para celebrar con su hermana. Sango disfrutó mucho "el teatro" que hicieron los
otros youkais para ella, hicieron una imitación de cómo actuaban sus señores, a los dos
mas orgullosos se le notaba la vena sobresaliente por el enojo por como los imitaban a
ellos. Pero la guerra de pastel no se quedó atrás, después de ir a la actualidad y dar las
buenas nuevas de Kagome e Inuyasha, llegaron al Sengoku repletos de pastel que fueron
pagados con los diamantes del hanyou. Una parte de los pasteles era para comer y la
otra para "la batalla". La guerra se detuvo cuando Irasue hizo su visita.

Cuatro meses más transcurrieron, los acontecimientos sucedidos más notables fueron las
demás festividades, unas cuantas visitas de los demás Lords y una que otra expedición
para eliminar intrusos. A Kagome ya se le podía notar la panza y a Sango ya se le
acercaban los días para dar a luz. Para Miroku, lo peor fueron los antojos ya que a altas
horas de la noche tenia que escabullirse en la cocina y volverse un chef por arte de
magia pero los cambios de humor él sabía manejarlos muy bien.

Sin embargo para Inuyasha esto apenas empezaba, le decía Miroku; Jaken decía que las
mujeres embarazadas parecían el mismo demonio y por lo tanto, era masacrado por
nada más y nada menos que Sango con su enojado humor desahogándose con el pobre
Jaken. Al monje le encantaba sentir las pataditas de su bebe pero había algo que el no
sabia…

FLASHBACK

-Inuyasha, el bebe de sango tiene un olor fuerte y en la aldea las mujeres embarazadas
no tenían el olor tan fuerte.- le dijo el kitsune.

-Tienes razón pero no hay nada malo con eso.- dijo el hanyou pensativo.

-¿Pero a que se debe? ¿Será por los poderes espirituales de Miroku?.- preguntó
Kagome.

-No, lo que pasa es que….- miró a los lados procurando que el monje no estuviera
cerca.-…son dos.

-¡Que gran noticia, de seguro Miroku va a explotar de felicidad!.- exclamó la


sacerdotisa.

.¿Por que no mejor lo dejamos como sorpresa?.- sugirió el kitsune a lo que ellos
asintieron.

-INUYASHA! Que bueno que te encuentre.- dijo Sango.

-Eh que-que pasa?.- dijo nervioso porque Sango lo miraba a el y a Shippo


reprochándoles.
-¿Por qué no me dijeron nada? Hiraga me dice que estoy esperando gemelos.- contestó.

-¿Por qué mejor no le reprochas al tonto de Sesshomaru? Siempre soy yo el que paga
los platos rotos.

-Porque el esta en el despacho con Rin y Miroku resolviendo el asunto de unos youkais
del Este que están en estos territorios.

-Es que dijimos que seria una sorpresa.- dijo Kagome.

-Ya veo, entonces que sea para Miroku pero antes hay que decirles a los que tienen
olfato desarrollado que no digan nada.-concluyó la exterminadora.

FIN FLASHBACK

Una semana después, mientras estaban reunidos en el jardín con Irasue y Kohaku, se
presentaron los dolores de parto de Sango, inmediatamente una mucamas expertas en el
tema junto con Kagome y Rin la llevaron a la antigua alcoba de Rin mientras otras
frenaban al monje de salir corriendo tras ellas.

-Ya cálmate Miroku!.- le dijo Inuyasha.

-¡Como me voy a calmar! Mi Sanguito va a dar a luz a mi hijo!.- habló en voz alta
dando vueltas por el pasillo.

-Querrás decir tus hijos.- dijo Irasue.

-Eh?.- Miroku no entendía, Inuyasha se dio en frente con la mano (eso siempre lo hago
en situaciones así jeje) y Sesshomaru la miraba reprochándole mas de la cuenta.

-Sesshomaru por que me miras así?

-Es que era una sorpresa.- dijo el kitsune.

-Me pueden explicar?.- preguntó Miroku.

-Ni modo, ya dígale.- dijo el hanyou a la Inu no Kami.

-Vas a tener dos hijos.- el monje abrió los ojos como dos focos empezando con su
drama.- Otra vez? Ni yo soy tan dramática.- Irasue dejo inconsciente al monje.

-Con razón es su hijo.- dijo por lo bajo Jaken.

-Jaken.- el sapo temblaba ante la voz de su amo.

-¿Y Miro…ku? ¿Qué paso aquí?.- preguntó Kagome al salir de la habitación, Shippo le
explicó todo.- Ah ya veo, espero que cuando despierte ya este mas tranquilo.

Al poco rato el monje despertó mas relajado y fue solicitado por Sango.

-Cariño ¿Cómo te sientes?.- le preguntó.

-¿QUE COMO ME SIENTO?!.- el pobre Miroku se tiro al suelo por el miedo.- Estoy
bien.- dijo ya mas calmada.
-¿Quieres que me quede contigo?.- preguntó y Sango asintió gritando luego de dolor.

-AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH…..ya…. ya viene

-Toma mi mano.- ofreció Miroku pero eso fue lo peor que pudo haber hecho. Rin y
Kagome junto con las mucamas ayudaban en la labor de parto y Sango apretaba con
tanta fuerza la mano de Miroku que este estaba morado sufriendo también.

Afuera, los oídos demoniacos estaban siendo atormentados pero solucionaron un poco
el problema colocándose algodón en los oídos.

Luego de un buen rato llegaron a la vida dos hermosa gemelas y mientras las bañaban
Miroku salió de la habitación con orgullo y hasta cansancio en su rostro, una mano
súper hinchada y terminó recostándose en el piso hasta que lo volvieron a llamar para
conocer a sus preciosas hijas. Cuando el monje volvió a entrar, consideró que se llevó la
mas hermosa imagen, Sango amamantando a las recién nacidas por turnos, las
ayudantes salieron para darles privacidad.

Las gemelas eran idénticas a su madre, tenían apenas un mechón castaño en su delicada
cabecita y, cuando abrieron sus pequeños ojos, tenían el color azul de su padre, la
mezcla perfecta.

-Son hermosas.- dijo el monje cargando cuidadosamente una de ellas.

-Kagome dijo que ya podíamos conocerlas.- dijo Shippo entrando con Rin.- Ay! No…
no vi nada!.- se tapó los ojos pues Sango tenia un pecho descubierto.

-Ya puedes ver.- le dijo Sango.

-Seguros?.- dijo dudoso.- Ah son muy lindas por fin haces algo bien Miroku.

-Por supuesto… un momento…¿Cómo que..? y que hay de cuando te di la charla eh?

-Eso no cuenta, me dañaste mi inocencia con tus palabras.

-Te comprendo Shippo.- le dijo Rin.

Los tres salieron de la habitación para dejar a Sango y las bebes mientras que el monje y
el kitsune seguían discutiendo de una manera que hacia reír a cualquiera. Cabe destacar
que Shippo había aumentado considerablemente de tamaño.

-Bueno Rin, hicimos un buen trabajo.- le dijo Kagome.

-Uff si, me encanto la cara de Miroku cuando Sango lo apretaba.- continuo.- Pero luego
vas tu.

-Ah si.- puso las manos en su abultado vientre.- Estoy impaciente por conocerlo, si será
una niña o un niño, me encantaría que tuviera los rasgos de su padre.

-Seria un sueño.- dijo soñadora imaginándose a ella en el lugar de Sango o Kagome.

-Rin, Rin!.- le llamaba pero no reaccionaba, seguía en su mundo.- Jaken, no responde.


-A VER, MOCOSA RESPONDE!.- le gritó Jaken.

-Eh que?.- volvió a la tierra Rin. Pof, Jaken calló al suelo.

-Jaken que…? Oh Sesshomaru, el solo ayudó a traer de vuelta a Rin.- dijo la


sacerdotisa.

-Hm.

-Rin en que mundo estabas?.- le preguntó Kagome.

-Eh yo….- al notar los ojos que la miraban no pudo evitar sonrojarse ante lo que estaba
pensando.

-Eres rara.- dijo Jaken al reaccionar.

-Rin! Ven, ayúdame con esto.- le dijo Inuyasha.

-Ya voy, etto disculpen.- y fue a ayudar al hanyou con uno de los antojos de Kagome.

En la alcoba, Sesshomaru observaba por la ventana hasta que Rin entró.

-¿Dónde estabas?

-Con el señor Jaken e Inuyasha.- contestó.

-Hm ¿en que pensabas hace rato?.- le preguntó.

-Eh pues yo… pensaba en lo bien que se veían Miroku y Sango con sus gemelas.-
respondió apenada y de la misma forma le preguntó.- ¿le gustan los niños?.- esto tomó
por sorpresa a Sesshomaru.- mejor olvídelo…. Eh no es tan importante…. Es una
pregunta tonta así qu-

-No he congeniado con muchos niños por lo que no puedo decir si me gustan o no.- la
interrumpió.- Solo con el zorro y-

-Oh ya entiendo, pero ahora están las hijas de Miroku y en unos meses el o la de
Kagome e Inuyasha.- esto parecía un juego de interrumpir al otro.- Ah estoy algo
aburrida, tal vez vaya a molestar al señor Jaken.- murmuró para si misma viendo los
pies contra la cama.

-¿Quieres "jugar"?.- el Daiyoukai se colocó rápidamente encima de Rin al oír su


murmuro besándole en el cuello provocando que la chica riera.

-Parece que funcionó, debería de intentarlo mas seguido.- Sesshomaru la miró por unos
segundos hasta entender lo que ella dijo con un deje de picardía.

-Hm… tramposa.- le dijo y los dos volvieron al "juego".


Capitulo 21 – Amor de niños y Hanyou Sufrido
Una mañana, luego del desayuno, Sesshomaru iba a explorar los territorios y mientras
se alistaba Inuyasha tenía un "pequeñito" problema con el humor de Kagome…

-Oye Kagome ya te dije que me voy a quedar.- el hanyou intentaba calmarla.

-¿Es porque estoy gorda? Te vas y me dejas, ya no me quieres….- Kagome seguía


hablando e Inuyasha miraba a Miroku pidiéndole ayuda pero este tenia un gesto
chistoso así que no le quedo de otra mas que abrazarla.

-'ya se' Jaken! ¿Dónde esta esa rana cuando se le necesita?.- dijo el hanyou y luego se
vio al youkai verde corriendo hacia donde estaban.- Se útil y tráeme una manzana 'son
los antojos preferidos de Kagome, aparte del chocolate, tal vez eso la tranquilice'.

Al corto tiempo vino Mei con la manzana y Jaken detrás de ella botando humo de la
rabia. Ella le lanzo la manzana a Inuyasha quien sin dificultad la atrapó, porque no
quería ser también victima del humor de su querida Señora.

-Toma.- Inuyasha le ofreció la manzana y los ojos de la sacerdotisa brillaban pero luego
se enfocaron en las orejas de este.

-Quiero acariciar tus orejas.- dijo.

-Eh? No quieres la manzana?.- Kagome intentaba tocarlas pero no alcanzaba.

-Inuyasha agáchate.- parecía una niña pequeña.

-Si no quieres la manzana yo si.- y la iba a morder pero…

-Es mía!.- se la quitó y se sentó en un sillón del recibidor e Inuyasha suspiró y se sentó
al lado de ella quien estaba comiéndose gustosamente la manzana.

-Y eso, que acabó de desayunar.- comento el comandante Miroku viendo la escena.

-Es que Kagome últimamente tiene un apetito voraz.- apareció Sango con sus gemelas
acompañada por dos youkais que la cuidaban.

-¡Mis niñas!.- y el monje empezó a cargarlas con sumo cuidado haciéndoles


morisquetas.

-Miroku aun no pueden verte bien!.- le dijo Sango.

-No importa, tal vez así me reconozca

Mientras que Sesshomaru, después de presenciar lo acontecido, estaba listo para partir
cuando…

-Sesshomaru….- le llamó el kitsune algo tímido.

-Que?.- fue lo que dijo, y el zorrito se armó de valor..


-Yo quiero ir para entrenar.- dijo y el Daiyoukai alzó una ceja por el desconcierto.

-Voy solo, así que nadie podrá cuidarte.- le dijo.

-Y si voy con Kirara? No te causare molestias.

-Más te vale no meterte en problemas.- y le dio la espalda. Shippo sonrió y fue a buscar
a la nekomata luego de pedirle permiso a Sango, Kirara estaba con Rin quien fue a
despedir a Sesshomaru. Shippo se montó en la ya transformada nekomata y se apresuró
a alcanzar al Daiyoukai quien partió y lo dejó atrás.

Estaban sobrevolando las tierras, iban con un profundo silencio que a Shippo le
incomodaba y aterraba ya que estaba explorando con Sesshomaru, por lo que intentó
romper el silencio.

-Entonces…etto… ¿A dónde nos dirigimos?

-A exterminar youkais.- se limitó a decir.

-Pero ¿Cómo los encontraremos? Estos terrenos son muy vastos.- volvió a preguntar.

-Usa tu olfato de zorro.- Shippo olfateó el aire.

-No huelo nada.- se dijo así mismo.

-Porque no hay youkai cerca.- le dijo al escucharlo con sus finos oídos demonio.

-Oh 'eso era obvio'.- pensó rolando los ojos.- 'Entablar conversación con el no es fácil
¿Cómo lo logra Rin?'.- seguía pensando mientras lo seguía ya que cambiaba la
dirección.- 'Debe tener el olfato mas agudo que yo, bueno, después de todo es un inu
youkai'

-Yo también voy a eliminar youkais.- le dijo afirmando el kitsune.

-Si es que puedes.- lo miró de reojo, ese zorro tenia una mirada decidida parecida a la de
Inuyasha.

-Claro que puedo, si puede hacerlo cuando estaba con Inuyasha podré ahora… de todos
modos son de bajo nivel.

-Entonces porqué crees que yo, El Gran Sesshomaru, vine para encargarme de ellos si
pude ordenárselo a unos soldados?.- El Daiyoukai lo ponía a prueba, la verdad, es que
no eran youkais difíciles de matar pero Inuyasha estaba ocupado con su mujer y el
monje también, los soldados estaban en otras misiones como enviando reportes a otros
imperios, vigilando, patrullando etc.…

-Pues… deben de ser youkais fuertes… pero aun así los venceré y me hare mas fuerte!.-
dijo.

En ese instante Sesshomaru descendió y por lo tanto Shippo y Kirara también.

-¿Por qué bajamos? No veo amenazas.- preguntó Shippo.


-Hay una presencia maligna cerca.- respondió y el kitsune puso cara de "¿y por que yo
no siento nada?".- No la percibes porque esta oculta en alguna parte y estas distraído.- le
dijo casi leyéndole la mente.

-'Bien Shippo concéntrate!' Ya la percibo! Esta en las nubes! Kirara!.- y fue hacia allá
pero calló un rayo que hizo a Kirara moverse rápido por lo que Shippo calló al suelo.

-'Idiota'.- pensó el Daiyoukai sin haberse movido ni un centímetro.

-¿Quién se ha entrometido en mi camino?.- habló una voz femenina y algo infantil


donde calló el rayo.

-Oye ¡¿Por qué me atacaste?! QUE NO SABES QUE SOY DE LA REALEZA!.-


protestó el kitsune reincorporándose.- Espera… tu eres…Soten?

-Shippo?!.- preguntó la jovencita con ropajes de batalla, ojos rojizos y cabello negro
recogido en dos coletas.- ¡Cuánto tiempo! Vaya has crecido pero sabes, ahora soy mas
fuerte.

-Tu también has crecido y para tu información he estado entrenando…Ah! Cierto…


Sesshomaru! No la mates es una conocida.- le dijo volteándose al final.

-Ese no es el tipo de youkai que buscamos.- respondió indiferente debajo de un árbol


con Kirara.

-Oye ¿Quién es ese?.- preguntó Soten.

-El es mi tío adoptivo.- respondió sin pensar por lo que Sesshomaru tenia un tic en el
ojo…"Tío, le llamó TIO!".

-Mm si que es guapo.- con esto a Shippo se le ensombreció el rostro.- ¡Pero no quise
decir que no lo fueras, de hecho también eres guapo y lindo,, amable eh jeje 'debo de
controlarme'.- Shippo se sonrojó levemente.- Oye ¿Qué no andas siempre con Inuyasha
y los demás?

-Si pero ahora ellos están en el palacio, y como Sesshomaru esta explorando los
terrenos, vine a entrenar exterminando youkais intrusos.

-Eh? No entiendo nada ¿Qué es eso de palacio, explorando terrenos, exterminar


youkais!?.- Shippo le explicó parte de la situación.- WOW! Sorprendente, entonces
Sesshomaru es el medio hermano de Inuyasha.

-'Suficiente!'.- se le acabó la paciencia al Daiyoukai, y junto a Kirara empezó a caminar


con Bakusaiga desenvainada.

-Ay! No me dejes.- Shippo lo alcanzó lo mas rápido que pudo y se montó en Kirara.

-Oye Shippo no me dejes hablando sola!.- y Soten le siguió.

Durante el corto camino, Shippo y Soten mantenían una conversación y Kirara a veces
"participaba" pero Sesshomaru solo intentaba ignorarlos hasta que por fin encontró los
youkais intrusos y utilizando a Bakusaiga eliminó gran parte de estos y con este ataque
se interrumpió la conversación entre Shippo y Soten.
Shippo se unió a la batalla dándose cuenta que lo dicho anteriormente por Sesshomaru
no era cierto y que solo ponía a prueba su valor, Soten observaba y Shippo que volteo a
ver a Daiyoukai quien estaba haciendo el mínimo esfuerzo solo moviendo su látigo de
aquí para allá, por esta distracción casi es golpeado pero Kirara lo impidió, terminando
de exterminar esos youkais.

-Gracias Kirara.- le dijo Shippo a lo que la nekomata respondió con un gruñido ya que
estaba transformada.

-Para la próxima no te distraigas.- le dijo el Daiyoukai

-Si… entonces ¿ya nos vamos?

-En marcha.- y volvieron a tomar su recorrido de vuelta a casa, ya estaba anocheciendo.

-Soten ¿Qué te parece si vienes conmigo? Ya casi es de noche y no seria correcto que
anduvieras sola a tu suerte.- le propuso el kitsune.

-Yo puedo cuidarme sola pero aceptare tu invitación.- aceptó y subió en Kirara.

-'Niños, genial!'.- pensó con ironía el Daiyoukai mirándolos fugazmente de reojo.

-¡Kagomeee!.- el kitsune se abalanzó con cuidado hacia la sacerdotisa pero cierto


hanyou tenia un aura oscura.

-¡Enanoo!.- decía en tono macabro desde el suelo.

-Inu-yasha… hola?.- dijo temerario Shippo.- Lo…lo siento no quise aplastarte.

-¿Quién es esta jovencita? Se me hace conocida.- preguntó Kagome.

-Oh ella es Soten, la recuerdan?.- contestó Shippo.

-Si, la niña que te retó a un duelo.- dijo Sango con Aki y Ako (son los nombres de las
gemelas).

-Soten ven acércate no tengas miedo.- le dijo el monje al notar que ella se escondía tras
Kirara.

-Vaya ahora si pareces una niña.- comentó Inuyasha haciendo que Soten le reprochara.

-Dime Soten ¿Qué te trae por aquí?.- le preguntó simpáticamente Kagome.

-Pues me encontré con Shippo y con…con… eh ah si Sesshomaru por estos lares, el me


dijo que estaba entrenando con su tío, le acompañe y como estaba oscureciendo me
invitó al palacio.- contestó e Inuyasha estaba desconcertado… tío? Que feo sonaba eso
en sus orejas.

-Shippo no sabia que eras de esos, vas rápido eh picaron.- le dijo Miroku guiñándole un
ojo.
-NO SOY COMO TU ADEMAS SOY UN NIÑO BAKA!.- le reventó los oídos
humanos al monje.- Oigan y el tío donde esta?.- dijo el kitsune para molestar a
Inuyasha.

-Elimina esa palabra de tu diccionario.- el aludido hizo acto de su presencia con Rin y
dos soldados que estaban anotando algo en unos pergaminos y luego se marcharon.

-¿Qué tal te fue? Eliminaron los youkais?.- cuestionó el comandante-monje-recién


padre-Miroku.

-Ah lo hubieran visto, Shippo eliminaba uno y luego a otro y otro….- Soten hacia la
imitación de los movimientos. Sesshomaru por su parte intentaba tener paciencia ¿acaso
no hizo absolutamente nada, solo el zorro?

-Desde ahora solo iras con Inuyasha a entrenar entendido?!.- dijo el Daiyoukai.

-Que! Por que?.- reclamaba.

-Creo que… no le gusta andar con niños parlanchines, roba créditos, molestos….- decía
Inuyasha y el kitsune le ponía mala cara.

-Oye Shippo no me has presentado a tu novia.- le dijo Rin; Soten y Shippo negaron eso
nerviosos y Sango presentó a Soten y Rin explicándole a esta la situación.

A la nueva invitada la llevaron a la recamara especial para invitados llegada la noche


después de un día algo curioso.

Mañana siguiente: Kagome le regaló unos crayones a Soten y, esta junto con Shippo
empezaron a competir con dibujos, luego una batalla amistosa en la que los dos
perdieron o ganaron y por ultimo charlaron mucho hasta que Soten decidió que era hora
de marcharse, por lo tanto, Rin ordenó a unos soldados que la escoltaran hasta que
llegara sana y salva a su destino.

Por otro lado, Aki y Ako lloraron de madrugada a todo pulmón haciendo que Miroku
tuviera unas ojeras que lo hacían ver como un zombi, sin embargo, las de Sango no eran
tan notables.

Inuyasha, después de cumplir todos y cada uno de los antojos de Kagome, entrenaba
con unos cuantos guardias para luego revisar documentos con Sesshomaru para "su
desgracia".

Rin conversaba con Kagome sobre el nombre de su bebe mientras que Jaken estaba en
una "de sus importantes misiones" aunque solo era buscar un encargo de ropa de bebe
en las afueras de las tierras, no llegaría hasta el día siguiente. Ya en el medio día luego
del almuerzo:

-Ahh.- suspiró un conocido zorrito.- Que brisa mas refrescante!.- se recostó en el césped
del jardín del área sur del palacio.- Debería ir a visitar a Soten algún día pero…¿Dónde
vivirá?.- decía al viento.

-Inuyasha! Inuyasha! Ven rápido.- le llamaba Kagome.


-¿Qué pasa? ¿Qué sucede?.- decía acelerado el hanyou.

-Pon tu mano, el bebe esta dando pataditas.- le dijo muy alegre.

-Enserio? A ver….- colocó delicadamente su mano sobre el vientre de la chica y al


sentir dos leves golpecitos sonrió de una manera tan tierna….- Oye Kagome, ya
pensaste en un nombre?

-Si, mira que tal estos.- le entregó una lista algo larga haciendo que Inuyasha abriera los
ojos al ver todos los nombres de niña y de niño que estaban escritos.

-Etto… creo que mejor la leemos juntos más tarde.- comentó con una gota anime.

-De acuerdo… y….- puso una carita tierna.

-Bien ¿Qué se te antoja?

-Quiero un helado.- Inuyasha se desconcertó porque donde rayos encontraría una


heladería en el sengoku?!.- No eso no, mmm los huevos de anaconda son ricos.- eso
estaba mucho mejor.

-Entonces le diré a Akari que te prep-

-No, no, No! Ahora quiero una tarta, si, una tarta de moras.

-Segura?.- Kagome asintió.

-Ok ya vuelvo.- Inuyasha fue a la cocina.- Mei!

-Dígame, yo lo preparo.

-Ya estas acostumbrada a esto verdad?.- le dijo Hana.

-Una tarta, de moras, la sabes hacer cierto?

-Si, la señora Sango nos enseñó hace poco.- contestó Mei.

-Bueno, entonces… eh…

-No se preocupe mi Lord, Akari se la llevará.

-Bien, gracias.

-BUAH!.- Aki empezó a llorar y por consiguiente Ako también comenzó a llorar.

-Ya ya mamá esta aquí.- Sango intentaba calmarlas cargándolas.- Las asustaron las
muecas de papá? Papi esta algo loco, por los lindas que son ¿Quiénes son las niñas mas
lindas eh?.- funcionó

-Sango traje los biberones, ah ya veo que las calmaste.- cargó a Aki dándole leche en
biberón igual que Sango con Ako.

Luego salieron a dar un paseo por los jardines y vieron a Shippo recostado.
-Shippo, en que tanto piensas?.- Miroku lo sobresaltó.

-Miroku! No me asustes así.- reprochó aun agitado.

-Que?... no interrumpí ningún pensamiento o si?.- entrecerró los ojos.

-No es lo que crees pervertido:- le dijo avergonzado virándole el rostro.- Hola Aki, hola
Ako.- saludó haciendo muecas a las gemelas y estas se divertían.

-Entonces Shippo, ¿Qué haces aquí?.- preguntó Sango.

-Refrescándome.

-Y apuesto a que con dilemas amorosos.

-Miroku no lo molestes solo porque esta enamorado de Soten.- le dijo Sango.

-Y a ustedes quien les dijo eso?!.- el kitsune tenia un arcoíris en el rostro.

-Yo se lo que digo.- decía Miroku en faceta de sabio.

-Me voy!... veré que hace Rin.- se fue sacándoles la lengua.

Y el reloj seguía dando vueltas, no se detenía. Meses, unos cuantos meses pasaron.
Shippo visitó a Soten con ayuda de los que la habían escoltado; a su regreso Miroku
empezó a molestarlo pero tuvo que atender a sus nenas. Las fiestas correspondientes se
celebraron como el cumpleaños del monje en la cual tomó demasiado Sake provocando
que viera "sanguitos por doquier.

Un día "común" en el palacio…

-Sesshomaru, aquí esta el documento que me pediste.- Rin entro al despacho.

-Jaken, llévaselos a Inuyasha el sabrá que hacer con ellos.- le ordenó sin siquiera
mirarle.

-Si amo bonito.- y la rana salió.

-Ah! Se me olvidaba, Irasue envió esta carta, al parecer vendrá de visita mañana a
pasarse el día.- dijo Rin.

-Ya se cansó de estar en su palacio.- dijo organizando los papeles, Rin le ayudaba.

-Sesshomaru…..- habló Rin un poco avergonzada y el Daiyoukai sabia lo que eso


significaba… algo iba a pedirle.

-Dime.- le dijo observándola… esto iba a ser incomodo si era lo que pensaba.

-Eh… etto…podríamos ir a la aldea de anciana Kaede? Es que tengo mucho que no la


veo y quiero hacerle una visita.- dijo y Sesshomaru cayó por dentro al estilo anime
asombrándose… Maldito monje y sus hijas… en que diantres pensaba?... en esos
momentos no se reconocía como "El Gran Sesshomaru, el temido por todos".
-Solo eso?.- quería asegurarse.

-Pues… déjame pensar….- decía mientras salían del despacho.- Ya se! Quiero explorar
las tierras contigo algún día.

-Es muy peligroso para ti en caso de amenazas.

-Se pelear y….- tenia una sonrisa traviesa.- Tu me protegerías.- le tomó del brazo
mientras caminaban.

-….Esta bien.- terminó aceptando. Como siempre.

-Gracias!.- ahora lo abrazó. Los otros posaron sus miradas en esa pareja.

-RIN! RIN!.- Sango se acercó a ella corriendo.

-Sango ¿Qué pasa?.- le preguntó soltando el abrazo deteniendo su caminar junto con el
Daiyoukai.

-Es! Kagome!.. ya va a dar a luz! Tienes que ayudarme!.- Rin se llenó de felicidad.

-Escuchaste Sesshomaru? Ya nacerá!.- el asintió.- llevare paños limpios.

-No hace falta ya Hana llevó todo, vamos!.- Rin asintió y las dos corrieron
emocionadas, se podía escuchar el murmullo alegre en el palacio.

El palacio estaba conmocionado, unos calmándole los nervios a Inuyasha, otros con un
griterío "¡El primogénito del Lord!" "¡Un nuevo infante!" "¡Que alegría!", felicitaciones
etc. Miroku intentaba calmar el ambiente pues ya tenían al hanyou desesperado y mas
con el olor a sangre que lo atormentaba. Al hacerse presente Sesshomaru en el área, se
quedó pasmado por el alboroto y Miroku estático con varias gotas anime, por lo menos
las gemelas se encontraban con Mei, Shippo, Shintani y Jaken, sino ni imaginárselo con
esos pulmones.

-Ya, mejor me tranquilizo.- se dijo Inuyasha sentándose, Miroku lo imitó y, Sesshomaru


se quedó de pie recostado en la pared.

-¡Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!.- el primer grito de dolor de Kagome, fue ta audible


que el palacio enmudeció e Inuyasha tuvo que apretar sus orejas contra su cabeza pues
lastimaba sus tímpanos, mas por sentirse inútil que por el chillido del grito.

-Bueno, al menos es mejor que un abajo.- comentó Miroku.

-No lo creo, un abajo es mejor que percibir el dolor que debe de estar sintiendo Kagome
¡Y yo sin poder hacer nada!

-Inuyasha, relájate!.- la voz de Sesshomaru se escuchó.

-Cállate! No sabes lo que se siente.- le encaró y unos youkais tuvieron que frenarle pues
las marcas de su rostro lo hacia ver amenazante.

-¡Como deseo la anestesia!.- dijo Kagome.


-¿Quieres que llame a Inuyasha?.- le preguntó Rin.

-No, se volvería loco al ver mi sangre.

-Kagome, lista?.- asintió.- 1…2…3… puja.- le decía sango.

-¡aaaaaaaahhhhhhhhhhhh!.- otro grito que hizo que Inuyasha volviera y se sentara.


Kagome tenía la respiración agitada y estaba sudando.

-Ya casi Señora, solo uno mas.- Akari le animaba.

-Di algo que te haga desquitarte, te ayudara mas.- le sugirió Sango y la chica asintió
respirando profundo.

-Oh no.. Pobre Inuyasha.- murmuró Rin al pensar en lo que se avecinaba; cuando Sango
le indicó…

-¡AAAAAABAAAAAAJOOOOOOOOOOOOO!

BOOM! Redondito al suelo.

-Auch! Eso debió doler

-¡AAAAAABAAAAAAAAAAAAAJOOOOOOOOOOOOOOO!

-y…y…y…y

-Buah… buah… buah….- llanto.

-Estoy agotada.- decía casi sin fuerzas.

-Lord Inuyasha?.- Akari lo vio con los ojos dándole vueltas.

-Fue el abajo mas grande de su vida.- dijo Miroku por lo bajo. Los youkais intentaban
hacerlo despertar pero el Daiyoukai los apartó e hizo reaccionar al inconsciente de un
puñetazo.

-En que mundo estoy?.- decía el hanyou somnoliento.

-Mi Lord, Felicidades! Es un niño muy indo, ya puede pasar a verlo.- le dijo Akari y
ambos entraron en la habitación.

-Recién entró, Kagome le ofreció una sonrisa cansada pero con amor. Rin le enseño el
bebe, era idéntico a el, ella le hacia señas de que lo cargara, al principio se asusto, se
veía tan delicado ¿y si lo lastimaba? No tuvo tiempo de responderse porque Sango lo
coloco en sus brazos, era tan hermoso, no sabía explicar la sensación que sentía en ese
momento. Sango, Rin y Akari salieron. Inuyasha le dio un beso a Kagome en la frente
sonriéndole y dándole el bebe.

-¿Qué nombre escogiste?.- preguntó Kagome.


-Mm… se llamara Yuuki ¿Qué dices?

-Me gusta pero… por que Yuuki?

Capitulo 22 – Familia Felicidad


-Me gusta pero… por que Yuuki?

-Bueno, porque significa valor, valentía, y para llegar a tenerlo en nuestros brazos y
llegar hasta aquí tuvimos que enfrentar muchas pruebas que… de verdad valieron la
pena.- contestó viendo al nuevo bebe.

-Estoy de acuerdo.- dijo Kagome agotada.

-Bueno mi Lord, debe dejar a la señora descansar.- dijo Akari.

-Esta bien.- y salió de la habitación encontrándose con muchos ojos mirándole, lo único
que se le ocurrió fue levantar las manos "en señal de paz". Cuando Miroku le tocó el
hombro, al hanyou se le nubló la vista y se desmayó.

-¡YO NO HICE NADA!.- dice Miroku en su defensa.

-Parece que también esta agotado.- comentó Sakamoto con la gota anime viendo como 5
youkais lo levantaban o al menos lo intentaban para llevarlo a su habitación.

-Ay Lord! Si que pesa debe dejar de comer tanto ramen.- comentó uno de los youkais.

-Mis nenas se portaron bien?.- preguntó Miroku a Shippo.

-Si, a cada momento se reian de Jaken.- respondió.

-Oh mis princesas son unos angelitos, a que si?.- dice con voz graciosa cargándolas de a
una en cada brazo.- Ay ay no!, los aretes no, auch auch Niñas!.- decía al estas jalarles
las argollas.

-Lo hubieras visto Sesshomaru, tu sobrino es taaann lindo.- le dijo Rin y este acababa de
salir del baño en bata secándose el cabello.- Pero lo raro es que no tenia las orejas como
las de Inuyasha.

-Eh?.- dijo mirándola con incredulabilidad, que no tenia orejas caninas!? Eso si que lo
tomo por sorpresa.

-Es verdad, mañana ya lo veras.- dijo mientras volvia a leer una revista.

-Que lees?.- le preguntó al verla tan ensimismada.

-Huh? Ah un articulo de esta revista sobre cabello, mira.- levantó la revista señalando la
hoja.- Es curioso que el aceite de oliva, la savila y todas estas cosas ayuden a la salud
del pelo…..- decía y decía hasta ver unos peinados que le pusieron estrellitas en sus
ojos.- Sesshomaru.- le llamó ilusionada.

-Dime

-Puedo peinarte? Es que quiero hacer este peinado.- lo señaló, el Daiyoukai dejo de
secarse el pelo y se sentó en la cama con las piernas cruzadas a modo de "si".

-Entonces este mechon va asi… uh pero no me sale, intentemos asi…. Tampoco?.- se


cruza de brazos haciendo un puchero.

-Dame esa cosa.- coge la revista.- Esta parte esta mal, mira este mechon va asi.- le
explica.

-Oh ya entendí, con razón me salía mal.- y vuelve al peinado.

-Buenos días.- saludó Inuyasha entrando torpemente con el desayuno en la recamara


donde estaba Kagome descansando después del agotador pasado dia.

-Mm buenos días.- se despierta e intenta sentarse.- Auch, aun duele!.- se quejó e
Inuyasha ayudó a acomodarla.- Gracias.- empezaron a desayunar después de ver a
Yuuki.

-Toc toc.- entra despacio Miroku.

-Ya termina de entrar.- le dice Inuyasha.

-Uy pero que humor

-Callate.

-Bueno, me dijeron que ya podía conocer mi sobrino, oh pero ya veo que es mas guapo
que el padre, seras un rompecorazones.- dice haciéndole moriquetas al niño.

-No empiezes a enseñarle esas cosas a mi hijo.- le dijo el hanyou con un tic en el ojo
derecho.

-Oye Yuuki, tu padre esta envidioso.- le susurra y este empieza a llorar.- Ya ya solo
bromeaba.- a Miroku le salen varias gotas animes mirando a un Inuyasha algo enojado y
a una divertida Kagome.

-Creo que alguien tiene hambre jeje.- dijo Kagome.

-Ah pues yo… entonces me voy… buen provecho.- y el monje salió.- Inuyasha llevó a
Yuuki hacia Kagome para que lo amamantara.

-Me entere que te desmayaste.- le dice dándole de comer al bebe a lo que Inuyasha
desvio el rostro.

-Pues… si, tal vez por el efecto de ese abajo.

-Lo siento por eso.- el hanyou le hizo gesto de que no importaba.


Luego Irasue se hizo presente en el palacio, aprovechando ese momento para presentar a
Yuuki.

Meses pasaron, tres para ser exactos, en ese tiempo transcurrido, Miroku, Sango y
Shippo acudieron a la época actual por provisiones claro que el ramen no se ha de
quedar. Las gemelas empezaban a querer caminar poniendo de los nervios a su madre,
también balbuceaban cosas incomprensibles. Yuuki hacia de las suyas halándole las
orejas a su padre, como si no fuera suficiente con Aki y Ako.

Este era un dia normal, aunque en ese palacio ningún dia era "normal", Kagome e
Inuyasha estaban con Yuuki en el despacho, Miroku supervisando, Kirara y Shiso
vigilaban la practica de caminata de las gemelas. Sango y Jaken iban discutiendo sobre
"niñeros". SHippo estaba entrenando con otros soldados. Sesshomaru y Rin, bueno, se
estaban dando un baño juntos, pues apasionado por asi decirlo hasta que…

-Rin.- dice el Daiyoukai colocando una mano en su frente.

-Huh?.- dice extrañada.

-No, nada.- dice sacándose esas ideas de su cabeza volviendo al extasis que se
experimentaba, las caricias, besando cada centímetro de la Señora del Oeste
deteniéndose por sorpresa en el abdomen de esta.

Entonces no estaba del todo equivocado pero no sabia que decir o hacer en ese instante
quedando paralizado. Rin ya se encontraba eso sospechoso pero cuando iba a preguntar
el Daiyoukai sale de la tina y por ende del baño, se viste y sale de la habitación dejando
a Rin incrédula.

La familia de Kagome estaba muy feliz por la llegada de Yuuki a la familia.

Inuyasha salía del despacho encontrándose con Sesshomaru que iba caminando con
cierta prisa no muy notable.

-Ni una palabra a Rin.- le dijo el mayor al menor.

-Pero de que…?.- decía hasta que lo interrumpieron.

-Diselo a los otros youkais también.- dijo y desapareció.

-Oye Kagome, acaba de pasar algo raro….- informó entrando al despacho nuevamente.

-Miroku! Shippo!.- saludó Rin.

-Hola Rin.- respondió Shippo medio confundido.

-De casualidad no han visto a Sesshomaru?.- prenguntó.

-Pues no, no ha pasado por aquí.- respondió el monje.


-Mm donde estará?.- murmuró.- Bueno, gracias!.- y se fue. Miroku y el kitsune solo se
encogieron de hombros.

-Pero Lord no le entendemos.

-Ni siquiera yo se!.- dijo Inuyasha.- No Yuuki, las orejas no! Kagome!

-Es que le gusta hacerlo.- dice la sacerdotiza.- Realmente lo comprendo.- suelta una
risita.

-Pero a mi no! Duele!.- reprochó.

Pasadas unas horas, el hanyou había entendido por fin lo dicho por el Daiyoukai cuando
Riin estuvo a punto de caerse mientras le caia atrás a Ako y como el evitó la caída, al
respirar noto a lo que se refería.

Mientras en otro lugar, Sesshomaru volaba por las cercanías de las tierras del este
buscando algo, tocó tierra al encontrarlo y se debatía mentalmente escogiendo.

-'Este es muy sencillo…, este es muy rigido…, este tiene buena textura y el estampado
es femenino, supongo… también escogeré este otro…'.- pensaba pero su físico mostraba
todo lo contrario, una youkai algo anciana se preguntaba si de verdad el estaba
interesado en su mercancía.- Me llevo estos.- y eso respondió su inquietud.

-Bien, son 15 monedas de oro.

-'¡15! Acaso esta loca!'.- tenia un tic en el ojo, no podía negar que era de extrema
calidad, pero su conciencia le dijo "eres rico, además es por Rin". Gruñó en sus
adentros, le dio las monedas a la anciana y guardó la compra dentro de su haori.- 'Este
debe de ser el mercado que Jaken frecuenta'.

Ya era de noche y ni rastro de Sesshomaru por el palacio, por eso un hanyou ya se


estaba alterando.

-¡Pero en que piensa ese imbécil, no le da explicaciones y se marcha asi por asi, YA
VERA ESE INUTIL!.- dijo ya furioso.- ¡Sai, Kaoru y… tu! ¿Cuál es tu nombre?!

-Kira.- respondió.

-¡Bien, los 3 vendran conmigo!.- ordenó Lord Inuyasha.

-Pero aun somos novatos.- dijo Kaoru.

-¡Pues aprenderán a ser soldados hoy y ahora!

Los youkais obedecieron a su Lord, Miroku quedó boquiabierto ante la actitud de


Inuyasha, se le notaban las ganas de matar al Daiyoukai ¡y ni siquiera sabia la razón!..

Justo cuando iban a partir, se siente una ventisca, la presencia estoica de Sesshomaru se
pudo presenciar.
-¡Se puede saber donde has estado?! RIN YA SE ESTABA PREOCUPANDO, claro, te
marchaste sin decirle "aquello"! ya íbamos a arrastrarte hasta aquí!.- le reclamaba.

-Apartate.- le empujo hacia un lada y se dirigía hacia Rin quien estaba sentada en uno
de los muebles del pasillo al lado de Kagome haciéndole monos a Yuuki.- Rin.-
pronuncio.

-Sesshomaru ¿Por qué te fuiste asi?.- preguntó parándose y este saco de su haori un
paquete con delicada envoltura.- Para mi?.- dijo tomandolo.

-Algo asi.- ella empezó a abrirlo ante todos.

-Pero no es una fecha importante….- decía sacando del paquete dos pequeñas prendas.-
¡Que lindo, me encanta!... pero… jeje… son algo pequeños.

-Podrian servirle a Yuuki o a las gemelas.- dijo Sango al ver que eran dos pequeños
ropajes de bebe, uno era para niña y otro para niño.

-Si exacto es ropa de bebe pero por….- decía Rin abriendo los ojos de par en par.-… eh
eh eh n-no me digas que yo… digo tu y yo eh bueno….- no encontraba que decir.

-Si asi es.- afirmó el Daiyoukai, pero una duda ella tenia.

-Pero… tu lo- .- ella dejo de hablar al el asentirle y le abrazó.- ¡Inuyasha tendras un


sobrino!.- le dijo contenta.

-Eso ya lo sabia.

-Espera… lo sabias?!.- exclamaron los demás.

-El me dijo que no dijera nada y que también le dijera eso a todos los youkais, al
principio no entendí pero luego…

-Pero tu no me dijiste nada!.- reclamó Shippo.

-Ah me olvide de ti.- le dijo a modo de broma.

-Ya veras!.- y el kitsune le colocó una gran piedrota arriba provocando luego una
carrera haciendo a todo el palacio reir. Luego se apareció Miroku con unas sirvientas y
el sake.

-Mejor festejemos esta gran noticia.- dijo Hana.

-Si ¡a festejar! ¡Yo invito!.- y todo se llenó de felicitaciones hacia la pareja.

Para Jaken, esto podría ser su peor pesadilla, de solo imaginarse tener que ser niñero de
tantos infantes ya le dolía la cabeza. El día anterior fue muy pesado para el pobre sapo,
tener que enterarse de que su Lord Sesshomaru tendría descendencia con una humana lo
dejaba petrificado ¿Quién se lo imaginaria?

A lo lejos de donde el demonio verde se encontraba, específicamente en el área sur del


palacio, se escuchaba el llanto de un bebé muy sonoramente y a un enojado Lord
diciendo muchas barbaridades a la pulga causante de este llanto…
-Ves lo que haces Myoga! Deberías cambiar tu forma de saludar, mas que una pulga
pareces SANGUIJUELA!.- gruñía Inuyasha y Kagome logró calmar a Yuuki quien
ahora tenia una roncha en su mejilla.

-Amo Inuyasha cálmese por favor.- decía con horror la pulga.- Pero debo decir que es
una asombrosa mezcla de sangre.- al oír eso, Inuyasha lo aplastó con sus garras
lanzándolo al suelo con un tic en el ojo izquierdo, cayendo la pulga como si de papel se
tratara.

-Amo!.- exclamaba Myoga desde el suelo.

Los tres siguieron su camino casi chocando con las gemelas Aki y Ako quienes corrían
huyendo de Shippo divertidas. Luego al terminar el pasillo, se encontraron con
Sesshomaru saliendo del despacho.

-Hola, y Rin?.- le dijo Kagome cargando a Yuuki quien tenia sus ojos posados en los
del Daiyoukai.- Mira Yuuki, él es tu tío.

-'tío'.- esa palabra que a ninguno de los dos hijos de Inu no Taisho les gustaba.- Esta con
Sango en el jardín.- contestó.- Así que este es tu hijo Inuyasha.- dijo pues no lo había
visto con detenimiento, el mencionado asintió con orgullo.- No posee tus orejas caninas,
y tiene marcas en sus brazos, mas sin embargo, en lo demás es idéntico a ti, solo espero
que tenga el comportamiento de tu mujer.- dijo observando a Yuuki por ultima vez para
luego marcharse.

-¡Oye!.- exclamó el Hanyou y Yuuki parecía divertirse.

-Yuuki, no es para que te rías.- le dijo con un puchero y la chica soltó una pequeña risa.

Pasada una semana, un soldado se acerca al despacho donde estaban Miroku, Inuyasha
y Sesshomaru. Rin y Shippo también estaban pero la futura madre solo le enseñaba unos
libros al kitsune.

-Disculpen, La señora Irasue esta en el jardín del área este acompañada de la novia del
joven Shippo.- informó un soldado.

-No es mi novia!.- exclamó el arcoíris de Shippo.

- Oh! Mil disculpas joven Shippo.- dijo el soldado.

-Puedes retirarte.- dijo Inuyasha y así fue luego de reverenciarlos.

-Shippo, eres igual de terco que tu tutor.- comentó Miroku chistoso.

-No comentes lo que no te importa!.- dijeron al unísono el Hanyou y el kitsune- Huh?.-


se miraron.- Hmp!.- exclamaron volteando sus rostros en direcciones contrarias.

-Continuemos analizando esto.- dijo Sesshomaru. Rin estaba disfrutando ese momento.

-Sesshomaru, voy a acompañar a nuestras visitantes.- le dijo aun divertida por lo


anterior.
-Ten cuidado con las escaleras, y no corras tanto de acuerdo?.- le respondió y esta
asintió sonrojándose levemente.

-Wow cuanto amor!.- exclamo nuevamente Miroku.

-¿Quisieras concentrarte y cerrar tu boca?.- le respondió el Daiyoukai.

-Ustedes si que son aburridos….- dijo resignado cruzándose de brazos.

-Es que sueles hacer comentarios en los momentos menos oportunos.- le dijo Shippo
leyendo y los Lores secundaron esta idea.

¿Quién diría que Jaken tendría algo de razón en su pesadilla?

Prácticamente, todos los antojos se lo encargaban a el, y si protestaba no solo su "amo


bonito" lo castigaba, sino también el trió de "poseídas por el demonio" de Akari, Mei y
Hana; según Jaken.

Lo único malo que Sesshomaru le encontraba al estado de Rin, eran los cambios de
humor, nadie lo había dejado mudo, solo al ella enojarse sin razón; nadie lo hacia hablar
tanto, solo cuando ella lloraba y se entristecía; y nadie lo hizo sonreír e iniciar un
abrazo; solo ella al disculparse. Bueno, al menos eso pronto pasaría.

A los 8 mese de gestación de la dama Rin, Inuyasha y Sesshomaru, días después


tuvieron que dejar el palacio a cargo de Miroku puesto que tuvieron que partir al
Imperio de los toriyoukais del Este a una asamblea de Lores para discutir temas
políticos. Claro que, no faltaron órdenes estrictas para que la seguridad estuviera muy
pendiente.

En la tarde, era la hora de la merienda de los niños, y la hora del te de los "grandes", las
mujeres y Aki, Ako y Yuuki se encontraban cerca de un jardín, mientras que Miroku y
Shippo conversaban en lo que hacían sus labores diarias.

-Y dime Rin, ya han pensado algún nombre?.- preguntó Sango sirviéndose el te.

-Pues me gustaría que si fuera una niña se llamara Amaya y si es niño Daisuke.-
respondió.

-¡Que lindos nombres! De seguro mi cuñado estará de acuerdo.- comentó Kagome.

-Que cosas dices?!.- se sonrojó un poco.- aunque si me sorprende que se muestre muy
sobreprotector.

-Una sola explicación, ¡Hombres!.- dijo Sango y luego se quemó la lengua con el te.

-Si pero, eso de que alguien tiene que "cuidarme" cuando voy a subir o bajar escaleras o
simplemente ir al jardín es algo raro no creen?.- hizo un puchero poniéndose de pie,
rieron y al momento Rin sintió algo.- Etto… chicas, siento un liquido caliente recorrer
mis piernas… creo que rompí fuente…

-Oh por Kami! Ahora!?.- dijo Kagome emocionada y Rin se asustó al sentir las
contracciones.
-Se te adelanto el parto, rápido debemos alistarnos.- y el alboroto por todos lados
empezó.

La conmoción no se hizo esperar, Shintani llevo a Rin a la recamara e inmediatamente


Miroku ordenó a un grupo ir al Este e informar a sus Lores de la situación.

Emoción por doquier, mucamas ayudaban en la labor de parto junto con Sango mientras
Kagome se encargaba de los niños.

En unas tierras lejanas, un grupo de tres soldados mensajeros del Oeste hicieron
presencia en el palacio del Este lo más rápido que pudieron. Se informó al Lord Takumi
de que estos tenían que informar a los Lores del Oeste de algo sumamente importante.

-Disculpen mis señores por la repentina intromisión.- habló uno de los enviados cuando
Takumi dio la autorización de que podían pasar.

-¿Qué ha sucedido?.- preguntó Inuyasha.

-Me temo que en estos precisos momentos alguien ya debió ser padre.- informó
sonriente. Sesshomaru principalmente, abrió los ojos por la información.

-Sessh-.- ni terminó de hablar Inuyasha cuando el Daiyoukai partió despavorido a sus


tierras.- -omaru…

-En este caso, cero que es necesario que vuelvan a su palacio, ya les informaremos de lo
demás.- dijo Lord Kitamura del Norte; Inuyasha se disponía a salir.- Ah! Felicítamelo.-
el Hanyou asintió y partió.

Llegaron lo mas rápido que pudieron al palacio. Al hacer acto de su presencia quedaron
estupefactos por el bullicio que había.

-Nunca anduve tan apresurado en mi vida, Ni por Naraku!.- exclamó el Hanyou. El


Daiyoukai ni dijo nada.- Por Kami!.- dijo al ver el alboroto. Y al los demás darse cuenta
de que sus Lores iban entrando, un silencio sepulcral se oyó y todas las miradas se
concentraban en ellos.

Los sentidos de Sesshomaru no reaccionaban estaban nublados, ¿acaso estaba nervioso?


No podía sentir el olor de Rin, era una sensación extraña, no se esperaba que ese día
naciera su primogénito. Sin embargo, Inuyasha se preguntaba como se sentiría su medio
hermano por lo que se atrevió a preguntarle colocando una mano en su hombro, después
de todo pensaba que en esos momentos lo que menos le importaba era matarlo.

-¿Cómo… te sientes? Nervioso? O… asustado?.- le preguntó con voz baja.

-….- solo viró el rostro hacia el.- … raro, posiblemente un poco de las dos.

-Es comprensible…

-Ah por fin llegan!.- intervino Miroku rompiendo el silencio.

-Y Rin?.- preguntó el Daiyoukai, el rostro del monje se ensombreció.


-Ella… no….- no bastó con terminar para dar a entender lo que diría. Sesshomaru se
pasmó, no movía ni un musculo… El palacio volvió a quedar mudo. ¿Por qué no estuvo
ahí? ¡¿Por qué?!. Eran los pensamientos que ahora cruzaban por su mente mientras que
los del Hanyou quedaron en blanco, no quería ni pensar lo devastado que tenia que estar
aunque no lo demostrara tan abiertamente.

-No… puede… ser.- fue lo que pudo decir Inuyasha.

-Claro que no.- dijo Miroku, los demás prestaron atención.- ES BROMA! Rin esta allá.-
señaló el lugar, en su antigua habitación, y como una ráfaga de viento se desplazó
Sesshomaru. El palacio soltó un suspiro de alivio.

-MIROKU! De esta no te salvas, ya veras.- le dijo Inuyasha. En ese momento vio a


Kagome con los niños y Jaken, luego a una sirvienta informar que todo salió bien.

Sesshomaru se encontró con Sango quien lo felicitó y le dijo que los dos estaban bien
pero se encontraban dormidos por la larga labor.

Entró y efectivamente dormían, Rin estaba algo pálida pero respiraba bien y su corazón
estaba normal. Su hija, era una niña, muy linda a decir verdad, con orejas caninas,
cabellera plateada no abundante, de seguro sus ojos también seria dorados, facciones del
rostro como las de Rin, y una luna menguante decoraba su frente. Colocó su estola
alrededor de la ellos, y el se sentó en una silla acolchonada cerca de la cama
vigilándoles el sueño mientras pensamientos inundaban su mente.

Sango describía a la bebé con lujo de detalles, a Inuyasha le toco cargar a Yuuki y al
escuchar por la exterminadora que la recién nacida poseía orejas caninas se sorprendió.

-¿Qué broma de mal gusto es esa?!.- dijo desconcertado.- Yuuki tiene orejas como las
de Sesshomaru, y su hija como las mías?! No debería ser al revés?

-Casualidades de la vida.- dijo Kagome.

Al amanecer, la bebé empezó a llorar, despertando a Rin, las dos durmieron juntas,
aunque se dividió la cama con almohadas para evitar accidentes. Rin empezó a arrullarla
para luego darle de comer sin percatarse de la presencia de Sesshomaru ya que estaba al
pendiente de su hija.

-¿Cómo te encuentras?.- la chica se sorprendió y sonrió al saber de quien se trataba.

-Bien y feliz.- le sonrió.- Tan bien que creo poder caminar enseguida.- se intento parar
para llevar a la bebé a la cuna pero sintió un dolor leve.

-No seas tonta.- le ayudó a reincorporarse pasándosele el dolor a Rin.- Ya casi es hora
del almuerzo.

-¡El almuerzo! Si que dormimos… ¿y los demás?.- preguntó.

-No lo se, he estado aquí desde anoche.- dijo el Daiyoukai.


-¿en serio? Yo… gracias, tuviste que dejar la asamblea por mi y por Amaya, gracias.-
sonrió de nuevo.

-Amaya?.- no era un mal nombre.

-Si, me gustaría que se llamar así, a menos que no te guste.- miró la niña.

-No, es perfecto.- ahí entro Kagome con el almuerzo.


Capitulo 23 – La Vida es…
Y ni hablar del golpe que le propiciaron al monje que se la había dado en bromista.
Desde que el Daiyoukai lo vio, no esperó ni un segundo para darle un buen golpe por la
broma de tan mal gusto que le hizo,

-Creo que me lo merecía.- dijo desde el suelo.

-Al menos dices algo razonable.- comentó Inuyasha en lo que ayudaban al monje a
ponerse de pie.

Y es que la vida que ellos poseían era única, y no la cambiarian por nada…

Porque la vida es…

Lo que menos esperas…

A ver ¿Quién de ellos se imaginaria que el mas mujeriego fuera fiel solo por una mujer?
Pero… hasta el mas mujeriego se enamora cuando llega la indicada…

-Sango… creo que nos perdimos.- dijo Miroku dándose cuenta que no encontraban el
supermercado, en ese instante, él chocó con una joen universitaria.- Auch! Se encuentra
bien bella damisela?

-Eh… si gracias.- respondió la chica y Miroku ayudó a levantarla pasándole las compras
de medicina a Sango sin siquiera mirarla.- 'este chico si es amable'

-¿Cómo te llamas?.- cuestiono y a Sango se le hinchó una vena, eran una pareja y tenían
hijos, acaso no le era suficiente?!

-'Y yo que pensé que ya había dejado sus costumbres…'.- pensaba resignada con los
celos disparados.

-Me llamo Lisa.- contestó.- y … tu?

-Miroku y ella es mi amada esposa Sango.- se presentó agarrando su esposa por la


cintura.

-Mucho Gusto.- reaccionó dándose cuenta de sus equívocos pensamientos.- Cariño


debemos darnos prisa, de seguro Aki y Ako ya tienen a Inuyasha vuelto loco.- le susurró
y se despidieron. Debían darse prisa en ir al templo donde residía la familia de la
sacerdotisa donde también los esperaban los demás, tendrían una pequeña fiesta
familiar.

A cada rato nos asombramos de lo que nos pasa.

Porque la vida es…

Una sorpresa…
Una noche, de madrugada, Amaya llora y Rin tenia el sueño muy profundo que ni
despertó, se había esforzado demasiado, por lo tanto, por primera vez le tocó al padre
hacerse cargo.

-Silencio, despertaras a tu madre.- le dijo a Amaya al acercarse y apoyarse en la cuna.


Amaya dejó de llorar y extendió sus bracitos.- Ni lo sueñes.- espetó y volvió a llorar.
Rin se removió inquieta, pero no despertaba.- Entiende que puedo lastimarte.- eso
explicaba por qué en esa primera semana de vida no había querido cargarla. La niña
seguía llorando, por lo que Sesshomaru no le quedó de otra más que cumplirle el
capricho sino quería ver a su pareja como un zombi al día siguiente.- Contenta?.- le
preguntó al ya tenerla cargada por lo que dejo de llorar y se durmió en su regazo, no
podía explicar esa sensación, era una mezcla de miedo con alegría…

-Jajaja por fin!.- dijo Rin obsevando todo, asombrando al Daiyoukai…- Ya me


empezaba a asustar del porqué no querías contacto con ella.- reia ante la expresión del
rostro de Sesshomaru.

-Es solo que… tiene una piel mas delicada incluso mas que la tuya.- dijo volteando el
rostro y luego lo enfocó en su hija quien tenia un rostro divertido. Solo Rin era capaz de
hacerlo decir mas de lo que quiere…

-Amaya ya tienes que dormir, mañana es un nuevo dia.- le dijo con voz dulce Rin pero
esta la rechazaba.- Ahora no se quiere apartar de ti jeje.- se reia y Sesshomaru intentó
acostarla en su cuna pero esta no quería, asi que a ambos les tocó dormir con ella.

¿Quién dijo que esto finalizaba ahora? Si apenas empezaba.

Porque la vida es…

Emoción y alegría…

Luego de 3 años, Miroku y Sango tuvieron un hijo varón. Miroku se sintió feliz como la
primera vez ¡Su primer hijo varón!

-Tío Miroku, yo poder conocer al bebe'.- preguntó el ojidorado de Yuuki quien hablaba
muy bien para su edad.

-Nosotras también!:- dijeron sus gemelas emocionadas.

-Por supuesto.- aceptó el monje inclinándose cuidadosamente.

Por otro lado, ahora si era cierto que Shippo y Soten eran novios, hace dos meses, el
kitsune se le declaró y no faltó la madre adoptiva que veía la escena desde un arbusto.
Kagome tenía los ojos como estrellitas de la emoción, definitivamente Shippo era mejor
con las palabras que Inuyasha.

Los pequeños detalles, por más pequeños que sean, a veces son los mas importantes,
pueden alegrar el día a cualquiera.

Porque la vida es…

Especial…
Inuyasha y Sesshomaru acababan de llegar de la expedición, encontrándose con que dos
peli plateados hacían una carrera en el recibidor.

-Te voy a ganar Yuuki!.- le dijo Amaya adelantándosele.

-Ja! No lo creo.- se le pasó esquivando guardias en su labor.

-¡¿Qué significa este comportamiento?!.- habló Sesshomaru con su voz estoica pero
autoritaria haciendo que los primos detuvieran su carrera justo antes de llegar a ellos.

-Hacíamos competencia de quien llegaba primero a recibirlos.- explicó Yuuki.

-Saben que no pueden correr en los pasillos y mucho menos en un área tan ocupada
como el recibidor.- reprendió Inuyasha.

-Si, lo sentimos.- se disculparon con la cabeza gacha…

-Ahora ven acá.- le dijo Inuyasha a su hijo, este se subió en sus hombros, ya tenía 5
años.

-Hola papá.- saludó Amaya y Sesshomaru acaricio su cabecita, tenia 4 años, y luego la
niña imitó a su primo.

-Copiona.- le dijo Yuuki y la niña le sacó la lengua

-Y tu maniaco de orejas.- le dijo al notar que acariciaba las orejas de su padre, las de
ella eran idénticas.

-Fhe!.- hizo la costumbre de Inuyasha quien se sorprendió.

-Amaya y tu madre?.- le preguntó su padre.

-Están con la abuela Irasue.- respondió.

-A que llego primero?.- le retó Yuuki

-Eso quisieras.- y volvieron a crear una carrera.

-Pero que…?.- Inuyasha no llego a terminar y ya los niños acabaron con medio
palacio…

Los momentos incómodos no se hacen esperar tampoco…

Porque la vida es…

Inquietud y conocimiento…

Semanas después, en el almuerzo, Yuuki no había comido nada.

-Yuuki, por qué no has comido cariño?.- le preguntó su madre preocupada.

-Es que tengo dudas sobre algo….- respondió el niño.


-Sobre que?.- preguntó Inuyasha tomando agua.

-Dinos, tal vez podamos ayudarte.- incitó Miroku.

-Bien, ¿Cómo se hacen los bebes?.- esa pregunta hizo que el hanyou escupiera el agua
cayéndole a Shippo, que Miroku se atragantara, a Kagome le dieran nauseas, y no por su
nuevo y recién embarazo, y Rin riera nerviosa…

-¿Por… por que preguntas eso?.- preguntó Inuyasha después de limpiarse la boca.

-Porque… ¿por donde va a salir mi hermanito y como llegó ahí?.- respondió.- Además
de que cuando Daisuke nació, tía Rin gritaba mucho, parecía que le dolía….- la
mencionada mejor seguía alimentado a Daisuke que comentar algo.

-Además, desde mi habitación se oyen ruidos raros, algunos provenientes de su


habitación.- continuó Amaya refiriéndose a sus padres. Sesshomaru tuvo que hacer
reaccionar a Rin pues por poco esta entra la cuchara en la oreja en vez de la boca de
Daisuke por mirar a su hija hecha un arcoíris.

-Ruidos raros?.- prosiguió Aki.

-Atención!.- habló Miroku haciendo sonar una copa.- Esos ruidos deben ser
alucinaciones suyas.

-Oh! Pero y los bebes?.- volvió a preguntar Yuuki.

-Pues… cuando se quiere un bebe… papa y mama….- decía Kagome.

-Se lo piden a Kami de todo corazón.- continuo Shippo y esta lo miro agradecida.

-Pero ¿Cómo llegan dentro de mama?.- dijo Amaya.

-Kami los pone ahí para que crezca lo suficiente como para nacer.- dijo el Daiyoukai.

-Y ¿por donde sale?.- siguió Ako interesada.

-'Kami pero es que no se satisfacen!?'.- el pensamiento fue mutuo entre los conocedores
del tema quienes se miraban buscando respuesta.

-Niños se les va a enfriar la comida.- dijo Rin

-Si, coman y en unos años les informamos.- dijo Inuyasha.

-Que? Noo!.- protestaron

-A comer!.- hablo el palacio entero…

Nadie dijo que Aki, Ako, Amaya, Daisuke, Yuuki y Kenta no se divertían.. Pero
también se metían en problemas…

Porque la vida es…


Enfrentar lo que venga…

Unos días después del nacimiento de Hikari, la hija de Inuyasha y Kagome, y luego de
que de algún modo se libraron de las preguntas de Yuuki, todos menos Hikari, por
obvias razones, tenían una reunión con Shippo en la habitación de este y Yuuki para
planear una broma en esa noche. Revisaron los pasillos y no "habían ruidos raros".

Shippo, como líder de estos indicó que ya podían empezar la operación. Cada quien se
escondió procurando no ser vistos por el equipo nocturno del palacio; su objetivo era
hacer una travesura y ¿Qué mejor momento que la noche? Empezaron a hacerle bromas
a los guardias, soldados, sirvientas y demás…

Les entraban cosas en las vestimentas, los asustaron con sonidos raros e incluso usaron
fuegos artificiales DENTRO!. Todos se pusieron en guardia sin saber contra que
peleaban y los otros se divertían a montones.

Desde las habitaciones reales, se sentía gran parte por lo que tomaron sus armas y
buscaron a "sus hijos" en las habitaciones, al no encontrarlos pensaron en el secuestro y
en las mil maneras mas crueles de matar.

Los "rebeldes" usaron una técnica para que sus presencias no fueran percibidas, pero no
contaron con que sus padres intervendrían y mucho menos que la técnica no funcionara
con el monje ni con la sacerdotisa. Al rebelarse todo, se le impuso su castigo de limpiar
todo el desorden y de hacer actividades extra. Solo la pequeña Hikari fue la que se salvó

Con el amor, tenemos todo, sin el, no somos nada

Porque la vida es… aceptar los sentimientos, enfrentarlos y sentirlos…

-Aun recuerdo el día que te me declaraste.- le dice Kagome a Inuyasha caminando


juntos por el centro comercial en busca de los demás al ver una joven pareja comiendo
helado.

-Hey!.- se sonrojó a tal recuerdo inolvidable.- Sabes que fue muy difícil hacerlo…

-Jaja.- reía arreglándole la gorra pues casi se le caía.

Inuyasha no pensó llegar a tener amigos por ser un hanyou, todos lo odiaban, menos su
madre, pero sin saber como, a su vida llego Kagome y le cambio todo a todos, ahora
tiene amigos, familia, es aceptado y sobre todo, es feliz.

Shippo, lo perdió todo y solo quería vengarse hasta que los conoció y ahora es parte de
su familia.

Sango vio morir a su gente, Miroku tenía una maldición, ahora ambos construyen su
felicidad junto a los demás.

Rin, de niña huérfana por un trágico incidente, conoció a Sesshomaru, el ser mas frio
del planeta; ella se convirtió en el sol de su mundo de oscuridad, y el, en la luna que la
guiaba con su escasa luz por la noche.

Kirara, ¿Qué decimos de ella? Fiel por siempre y buena compañera, Jaken… bueno…
aprendió en poca medida a no ser tan bocón…
Porque aunque la vida este llena de problemas y dificultades, se pueden superar y
enfrentar. La vida no esta escrita… nosotros la escribimos construyendo nuestro
destino. Es una aventura sin fin, llena de emociones, sentimientos, obstáculos, sueños,
pensamientos y deseos que nos acompañan día a día aun sin saber lo que vendrá.

Por eso y mucho más, nuestros héroes aprendieron algo importante: si te quedas en el
pasado, no vivirás el presente y si no valoras el presente no soñaras con el futuro.

¿Quién quiere una vida normal si tienen la que tienen? Con todo lo que pasaron, lo que
esperan y lo que viven?

-Bien chicos, intentemos que esta salga mejor que la de la época actual.- dijo Kagome
pues la foto tomada en la actualidad salió descontrolada pero divertida y aun asi seria
muy atesorada. Colocó la cámara y se puso en su lugar.- Digan cheese!

-Chee- ….- era algo que no se podía evitar, nunca tendrían una foto dentro de lo normal
de grupo.

Hikari tiraba de las orejas de su padre. Amaya haciéndole una sonrisita a Sesshomaru
provocando una mueca. Shippo, Yuuki y Daisuke llegaron corriendo encima de Miroku.
Aki y Ako miraron a su madre reírse de la escena. Rin había gritado porque sintió algo
acariciarle la pierna por lo que Jaken y algunos guardia iban a atacar pero resultó ser la
cola de Kirara transformada. Kenta estaba encima de Kirara e Irasue tenia un gesto
desconcertado al igual que soten.

FIN

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