El mapa del color de los pasaportes en el mundo

Un pequeño documento con validez internacional y que acredite la nacionalidad y la identidad de una persona. Sea cual sea su color, los pasaportes se ha convertido en una herramienta cotidiana para cualquier persona que quiera viajar fuera de las fronteras de su país. Sin embargo, la existencia de salvoconductos que permiten la movilidad internacional se remonta, al menos, a tiempos del imperio persa, e incluso en la Biblia hay menciones a documentos parecidos a lo que hoy se considera un pasaporte moderno.

Ya en el siglo XX, el primer gran intento para lograr cierto consenso internacional en torno a los pasaportes tuvo lugar tras la Primera Guerra Mundial, en la Conferencia Internacional de Pasaportes celebrada por la Sociedad de Naciones en 1921.

Y aunque en la actualidad la mayoría de pasaportes del mundo tienen características similares, no existe en realidad ninguna estandarización oficial que defina cómo han de ser exactamente estos documentos internacionales. Lo más cercano son las recomendaciones que ofrece La Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU, que sugiere ciertos tamaños y materiales para la construcción de los pasaportes. Sin embargo, el organismo no menciona nada sobre el color de los pasaportes.

¿Por qué existen, entonces, cuatro grandes grupos de color en el mapa de los pasaportes del mundo? En algunos casos se debe a cuestiones prácticas –hay pocas empresas en el mundo que fabriquen estos documentos– o a normas informales de protocolo diplomático. En otros casos, lo que interviene son motivos culturales y tradicionales. Pero también hay razones políticas y económicas que poco a poco han ido creando grupos en torno a un gama cromática u otra. Algunos Estados musulmanes, por ejemplo, tienen pasaportes de color verde por cuestiones religiosas, aunque este también es el color que usan los países de La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

El mapa del valor de los pasaportes en el mundo

En la Unión Europea, las negociaciones para unificar el color de los pasaportes de los países comunitarios se alargaron durante años. La primera propuesta se realizó en 1976, cuando solo había ocho Estados miembro, y tras muchas discusiones se acordó que los documentos comunitarios fueran de color burdeos. Reino Unido, que en su momento vio esto como una conquista diplomática de Francia, volvió a cambiar el color de sus pasaportes en 2020, tras el brexit, y ahora sus ciudadanos viajan por el mundo con pasaportes con una tonalidad azul marino.

En total, 67 países, incluidos los miembros de la UE, usan documentos de color rojo, pero los pasaportes más habituales en el mapa del mundo son precisamente los de color azul, presentes en 87 países, principalmente del continente americano y África. Junto a ellos, 43 países poseen pasaportes de color verde y solo siete se han decantando por el negro: tres del África subsahariana –Angola, Malaui, y Congo–, Tayikistán, Trinidad y Tobago y Nueva Zelanda, además de Palestina.

Los países más visitados del mundo

Generalmente, todos los ciudadanos de un país tienen derecho a obtener un pasaporte si no se encuentran en alguna situación excepcional, como haber sido condenado a penas que conlleven privación de libertad o de movimientos. Sin embargo, en la práctica, muchos regímenes y países autoritarios utilizan la gestión de pasaportes como una medida de control de la población o de presión contra grupos disidentes u opositores.

En otros casos, como los que se dan países en conflicto o con gran debilidad institucional, el principal problema para acceder a un pasaporte es su coste económico. En Siria, donde la guerra civil dura ya más de diez años, el precio para poder conseguir un pasaporte ronda los 800 dólares.

Tú puedes viajar, y tú no: los retos del pasaporte covid

Además, no todos los pasaportes tienen el mismo valor diplomático ni ofrecen las mismas facilidades para desplazarse por el mundo. Los ciudadanos de países como Emiratos Árabes Unidos, Finlandia, Alemania o Nueva Zelanda pueden acceder sin visado –o con uno tramitado en poco tiempo– a más de 150 países, mientras que los habitantes de Afganistán solo disfrutan de esta situación con 34 destinos.