El teatro de títeres una herramienta más para enseñar
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En cuanto a la práctica con los títeres se han tomado
como referencia los textos de Nelson Antonio Becerra y Antonio José Gómez
quienes proponen algunas bases del teatro de títeres que permiten al futuro
docente llevar un trabajo pedagógico orientado desde el punto de vista
recreativo y didáctico, de igual manera, sugieren su aplicación pues esta le
proporciona al estudiante una enseñanza relacionada con el juego, la lectura,
la escritura, la recreación, diversión, entretenimiento y sobre todo proporciona
esa libertad de expresar sus intereses y compartir con sus compañeros.
Frente a esto, se
tiene el texto de Nelson Antonio Becerra (1998) quien hace énfasis en que al
realizar este trabajo en el aula de clase, el futuro docente deberá hacer del
acto teatral un juego pedagógico que aporte
a la enseñanza y al desarrollo del niño, que tenga en cuenta sus aportes
a la expresión verbal, atención, memoria, comprensión, sensibilidad,
creatividad e imaginación.
En su texto presenta una
amplia información acerca del teatro de títeres, que permite llevar de una
forma organizada y aplicada una buena labor pedagógica con los títeres, en el
sentido que se hace una valiosa investigación del origen y evolución de los
títeres en el mundo y su incidencia en la educación básica primaria. Becerra
manifiesta que al no ser tomado el teatro de títeres como elemento didáctico audiovisual, ha dificultado a que los educadores
aprovechen este elemento didáctico en el proceso enseñanza- aprendizaje de la
literatura y es así como se ha dejado de lado porque se piensa que es un
trabajo difícil de emprender.
Ante esta introducción del
texto, es oportuno traer a colación el concepto de títeres, Becerra parte de la
definición clásica de los diccionarios en los cuales se considera que los
títeres “son figurillas de pasta u otro
material, vestidos y adornados, que se mueven con la mano, cuerda o artificio”(Becerra,
1998: 25).Becerra aclara que no se
debe partir solo de este concepto pues esto tiende a confundir la función
propia del títere, por ello, además de las concepciones de otros autores nos
presenta su propia definición en tanto
propone que el títere es un “personaje
teatral animado por el hombre capaz de comunicar sentimientos y situaciones” (Becerra,
1998: 25).
Con base a esto, se puede
ver que esta labor pedagógica permite que se establezca una relación más
estrecha entre docente-alumno, ayudando así a explorar y potencializar
habilidades, conocimientos, destrezas y aptitudes escondidas de los niños que
por miedo o timidez se quedan sin expresar. De igual manera, el teatro de
títeres fomenta la participación activa dentro del grupo, ya que se conjuga
diversión, recreación y arte cuando se lleva a escena lo aprendido en el aula.
Teniendo en cuenta lo
planteado por Becerra, que el acto teatral es un elemento pedagógico
audiovisual pertinente en el proceso de aprendizaje del niño, Antonio J. Gómez
A. en su texto El teatro de títeres en la pedagogía infantil propone la
exposición de aspectos relacionados con el teatro de títeres basándose desde
una orientación recreativa y didáctica. Al igual que Becerra, Gómez plantea que
esta labor basada en títeres permite una enseñanza útil para un mejor
desenvolvimiento del niño en su mundo actual y en el futuro.
A partir de esto, Gómez
manifiesta que el teatro de títeres “se
ha constituido poco a poco en una ayuda educativa de primer orden e
insustituible en la labor pedagógica por su innegable capacidad de penetración
en la mente infantil y la inmensa alegría y gozo que suscita en el niño al
contemplar un espectáculo de muñecos” (Gómez, 1986:10), es este el logro
que se pretende dentro del aula, que es promover en los niños la recreación, la
diversión y sobre todo la creatividad e imaginación a la hora de darle vida a
los muñecos y ponerlos en escena teniendo en cuenta la lectura que se hace de
cuentos infantiles dentro del aula de clase, de igual manera, permite que los
estudiantes demuestren sus habilidades en la escritura, mediante la realización
de guiones, en el cual se potencialicen sus capacidades creativas, su ingenio e
inventiva, para lograr esto Gómez propone que para llegar al niño es relevante
utilizar la fantasía. Es así como en su texto nos da a conocer los aspectos que
se deben tener en cuenta en la planificación de un espectáculo de títeres.
Este autor expresa que para
que el teatro de títeres tenga validez pedagógica, debe comprender los
siguientes requisitos:
1.
Que
dé al niño una idea de la armonía del mundo externo,
2.
Debe
divertir
3.
Debe
enseñar
4.
El
espectáculo debe ser abierto al niño (Gómez, 1986: 16).
Según Gómez el primer
requisito, le permite al niño dar respuesta a inquietudes que se plantea del
mundo exterior; el segundo, en cuanto manifiesta que “es la única forma de poder vencer la resistencia que el niño pueda
presentar para aceptar o para asimilar lo que se le quiera enseñar”
(Gómez; 1983: 16); el tercer requisito,
comprende por una parte que “el niño
además de divertirse, se escape del mundo adulto a un mundo suyo, al mundo
infantil. Por el otro, porque es un método más eficaz para poder lograr
transmitir a él el mensaje, la enseñanza que se haya preparado para su
asimilación” (Gómez; 1983: 17).
En el último requisito,
Gómez plantea que la participación del
niño en este espectáculo “es de vital
importancia tanto para el éxito de éste, como para la realización del niño espectador”
(Gómez, 1986: 17). Como podemos ver estas son los requisitos en los cuales debe
basarse el docente para desarrollar una buena labor docente y dar respuesta a
los cuestionamientos del niño en edad escolar.
Desde otro punto de vista,
Gómez nos remite al teatro de títeres como elemento didáctico, en cuanto
expresa que su importancia radica en que “en
este proceso el niño explora, explota y desarrolla sus potencialidades
artísticas, creativas (Gómez, 1986:17). Es justo en este punto, lo que se
pretende lograr con los estudiantes, que es el que ellos se sientan cómodos
frente a la enseñanza de la literatura infantil con actividades que le permitan
a libertad expresar sus sentimientos, emociones y su imaginación a la hora de
escribir.
De este modo, es pertinente
decir que Gómez presenta un buen texto
para quienes aspiran iniciar una labor pedagógica basada en el arte, ya
que los títeres como elemento didáctico ofrece muchas posibilidades para llegar
al alumno y motivarlo a participar en la adquisición y construcción de su
propio aprendizaje. Es necesario aclarar, que el teatro de títeres además de
divertir, permite generar en los niños el placer por la lectura y la iniciación
en la escritura ya que son ellos mismos los que adaptan una obra y la llevan a
puesta en escena. Este elemento didáctico, comprende creatividad, organización,
trabajo grupal, imaginación, destreza, entre otros aspectos que logra que los
alumnos se interesen en participar artísticamente dentro del aula y no tornen
el aula de clase como un lugar aburrido.
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