domingo, 31 de enero de 2016

El teatro de títeres una herramienta más para enseñar



El teatro de títeres una herramienta más para enseñar

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En cuanto a la práctica con los títeres se han tomado como referencia los textos de Nelson Antonio Becerra y Antonio José Gómez quienes proponen algunas bases del teatro de títeres que permiten al futuro docente llevar un trabajo pedagógico orientado desde el punto de vista recreativo y didáctico, de igual manera, sugieren su aplicación pues esta le proporciona al estudiante una enseñanza relacionada con el juego, la lectura, la escritura, la recreación, diversión, entretenimiento y sobre todo proporciona esa libertad de expresar sus intereses y compartir con sus compañeros.
Frente a esto, se tiene el texto de Nelson Antonio Becerra (1998) quien hace énfasis en que al realizar este trabajo en el aula de clase, el futuro docente deberá hacer del acto teatral un juego pedagógico que aporte  a la enseñanza y al desarrollo del niño, que tenga en cuenta sus aportes a la expresión verbal, atención, memoria, comprensión, sensibilidad, creatividad e imaginación. 

En su texto presenta una amplia información acerca del teatro de títeres, que permite llevar de una forma organizada y aplicada una buena labor pedagógica con los títeres, en el sentido que se hace una valiosa investigación del origen y evolución de los títeres en el mundo y su incidencia en la educación básica primaria. Becerra manifiesta que al no ser tomado el teatro de títeres como elemento didáctico audiovisual,  ha dificultado a que los educadores aprovechen este elemento didáctico en el proceso enseñanza- aprendizaje de la literatura y es así como se ha dejado de lado porque se piensa que es un trabajo difícil de emprender. 

Ante esta introducción del texto, es oportuno traer a colación el concepto de títeres, Becerra parte de la definición clásica de los diccionarios en los cuales se considera que los títeres “son figurillas de pasta u otro material, vestidos y adornados, que se mueven con la mano, cuerda o artificio”(Becerra, 1998: 25).Becerra aclara que no se debe partir solo de este concepto pues esto tiende a confundir la función propia del títere, por ello, además de las concepciones de otros autores nos presenta su propia definición  en tanto propone que el títere es un “personaje teatral animado por el hombre capaz de comunicar sentimientos y situaciones” (Becerra, 1998: 25).

Con base a esto, se puede ver que esta labor pedagógica permite que se establezca una relación más estrecha entre docente-alumno, ayudando así a explorar y potencializar habilidades, conocimientos, destrezas y aptitudes escondidas de los niños que por miedo o timidez se quedan sin expresar. De igual manera, el teatro de títeres fomenta la participación activa dentro del grupo, ya que se conjuga diversión, recreación y arte cuando se lleva a escena lo aprendido en el aula. 

Teniendo en cuenta lo planteado por Becerra, que el acto teatral es un elemento pedagógico audiovisual pertinente en el proceso de aprendizaje del niño, Antonio J. Gómez A. en su texto El teatro de títeres en la pedagogía infantil propone la exposición de aspectos relacionados con el teatro de títeres basándose desde una orientación recreativa y didáctica. Al igual que Becerra, Gómez plantea que esta labor basada en títeres permite una enseñanza útil para un mejor desenvolvimiento del niño en su mundo actual y en el futuro.

A partir de esto, Gómez manifiesta que el teatro de títeres “se ha constituido poco a poco en una ayuda educativa de primer orden e insustituible en la labor pedagógica por su innegable capacidad de penetración en la mente infantil y la inmensa alegría y gozo que suscita en el niño al contemplar un espectáculo de muñecos” (Gómez, 1986:10), es este el logro que se pretende dentro del aula, que es promover en los niños la recreación, la diversión y sobre todo la creatividad e imaginación a la hora de darle vida a los muñecos y ponerlos en escena teniendo en cuenta la lectura que se hace de cuentos infantiles dentro del aula de clase, de igual manera, permite que los estudiantes demuestren sus habilidades en la escritura, mediante la realización de guiones, en el cual se potencialicen sus capacidades creativas, su ingenio e inventiva, para lograr esto Gómez propone que para llegar al niño es relevante utilizar la fantasía. Es así como en su texto nos da a conocer los aspectos que se deben tener en cuenta en la planificación de un espectáculo de títeres. 

Este autor expresa que para que el teatro de títeres tenga validez pedagógica, debe comprender los siguientes requisitos: 

1.     Que dé al niño una idea de la armonía del mundo externo,
2.     Debe divertir
3.     Debe enseñar
4.     El espectáculo debe ser abierto al niño (Gómez, 1986: 16).

Según Gómez el primer requisito, le permite al niño dar respuesta a inquietudes que se plantea del mundo exterior; el segundo, en cuanto manifiesta que “es la única forma de poder vencer la resistencia que el niño pueda presentar para aceptar o para asimilar lo que se le quiera enseñar” (Gómez; 1983: 16); el tercer requisito, comprende por una parte que “el niño además de divertirse, se escape del mundo adulto a un mundo suyo, al mundo infantil. Por el otro, porque es un método más eficaz para poder lograr transmitir a él el mensaje, la enseñanza que se haya preparado para su asimilación(Gómez; 1983: 17).

En el último requisito, Gómez  plantea que la participación del niño en este espectáculo “es de vital importancia tanto para el éxito de éste, como para la realización del niño espectador” (Gómez, 1986: 17). Como podemos ver estas son los requisitos en los cuales debe basarse el docente para desarrollar una buena labor docente y dar respuesta a los cuestionamientos del niño en edad escolar. 

Desde otro punto de vista, Gómez nos remite al teatro de títeres como elemento didáctico, en cuanto expresa que su importancia radica en que “en este proceso el niño explora, explota y desarrolla sus potencialidades artísticas, creativas (Gómez, 1986:17). Es justo en este punto, lo que se pretende lograr con los estudiantes, que es el que ellos se sientan cómodos frente a la enseñanza de la literatura infantil con actividades que le permitan a libertad expresar sus sentimientos, emociones y su imaginación a la hora de escribir. 

De este modo, es pertinente decir que Gómez presenta un buen texto  para quienes aspiran iniciar una labor pedagógica basada en el arte, ya que los títeres como elemento didáctico ofrece muchas posibilidades para llegar al alumno y motivarlo a participar en la adquisición y construcción de su propio aprendizaje. Es necesario aclarar, que el teatro de títeres además de divertir, permite generar en los niños el placer por la lectura y la iniciación en la escritura ya que son ellos mismos los que adaptan una obra y la llevan a puesta en escena. Este elemento didáctico, comprende creatividad, organización, trabajo grupal, imaginación, destreza, entre otros aspectos que logra que los alumnos se interesen en participar artísticamente dentro del aula y no tornen el aula de clase como un lugar aburrido.

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